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martes, 10 de julio de 2012

Empezando con cierta dificultad: primer párrafo de El Origen de las Especies

  



En nueve párrafos, nueve, despacha Darwin la introducción a su obra capital On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life. Pocos son nueve párrafos. Sí, pocos, más no carentes de dificultades como algunos de sus lectores han hecho ver desde hace ciento cincuenta y dos años. Veamos algunas de estas dificultades que comienzan, como no, en la primera frase del primer párrafo. Primera frase que si en la primera edición, decía: When on board H.M.S. 'Beagle,' as naturalist, I was much struck with certain facts in the distribution of the inhabitants of South America, and in the geological relations of the present to the past inhabitants of that continent. En ediciones siguientes, a partir de la tercera de 1860, pasa a decir: When on board H.M.S. 'Beagle,' as naturalist, I was much struck with certain facts in the distribution of the organic beings inhabiting South America, and in the geological relations of the present to the past inhabitants of that continent. Seguramente la corrección del autor tiene que ver con la crítica realizada desde un artículo anónimo en The Edinburgh Journal de Abril de 1860 (páginas 487-532) y atribuido a Richard Owen (1804-1894), prestigioso paleontólogo que tuvo un importante papel en la fundación del Museo de Historia Natural de Londres. El artículo indicaba:   ¿Qué hay, nos preguntamos, al cerrar el libro para reflexionar sobre este párrafo, -qué puede haber en los habitantes, suponemos que se refiere a los aborígenes de América del Sur, o en su distribución en ese continente, que pueda sugerir a cualquiera que el hombre pueda ser un mono transformado, o para arrojar alguna luz sobre el origen de la especie humana o de otro tipo? ……………………..   Y más adelante:
  Pero cuáles fuesen tales “hechos ciertos”, y cuál la naturaleza de la luz que arrojaron sobre el misterioso principio de las especies, ni se menciona ni se le vuelve a hacer alusión en el presente trabajo……….   La crítica prosigue indicando cuáles han de ser las cualidades de quien ose abordar el problema del origen de las especies. Mediante los dos puntos indicados a continuación, Richard Owen muestra la incompetencia de Darwin para tratar del tema anunciado en el título de su libro:  


Los signos del poder intelectual que buscamos se encuentran en la claridad de expresión y en la ausencia de todo término ambiguo o sin sentido   El origen de las especies es la pregunta de las preguntas en Zoología, el problema supremo que los más sobresalientes de nuestros originales naturalistas, los pensadores más claros de la zoología, y los generalistas de mayor éxito, nunca han perdido de vista, mientras que se han acercado con la debida reverencia. Tenemos derecho a esperar que la mente que se proponga tratarlo y suponga haber resuelto el problema, deberá mostrar su nivel con semejante tarea. Los signos del poder intelectual que buscamos se encuentran en la claridad de expresión y en la ausencia de todo término ambiguo o sin sentido. …………………

 Tras la exposición de las distintas opiniones y teorías sobre la transformación de las especies concluye así:    

El elemento esencial en la compleja idea de especie, tal como ha sido diversamente enmarcado y definido por los naturalistas, a saber el parentesco entre todos los individuos que las componen, es aniquilado en la hipótesis de “selección natural”. Según este punto de vista un género, una familia, un orden, una clase, un sub-reino, – los individuos que representan a estos grados de diferencia o relación, – ahora se diferencian de los individuos de la misma especie sólo por grado: la especie , como cualquier otro grupo, es una mera criatura del cerebro, ya no es de la naturaleza. Con la evidencia actual obtenida a partir de la forma, de la estructura, y de los fenómenos de la procreación, a favor de la verdad de la proposición opuesta, que «la clasificación es la tarea de la ciencia, pero las especies del trabajo de la naturaleza,” creemos que este aforismo perdurará; estamos seguros de que todavía no ha sido refutada, y lo repetimos en las palabras de Linneo, «Classis et Ordo est Sapientiæ, Especies Opus Naturæ ‘[Clase y Orden son obra de la sabiduría humana, la especie es la obra de la naturaleza].

En su crítica realizada en 1860, Richard Owen había proporcionado los argumentos suficientes para que el libro de Darwin fuese sumido en el olvido: Por su ambigüedad, su escaso respeto por la gravedad del problema y su elemental ignorancia de los aspectos centrales de la historia natural, como el propio concepto de especie. Leer la crítica que Owen hace de las dos primeras líneas de El Origen llevaría a cualquier persona razonable a evitar seguir leyendo o a realizar una lectura prudente y cautelosa. No obstante, y más que nada por buscar sorpresas, sigamos viendo lo que este párrafo ha sugerido a otros autores.

Jerry A. Coyne y H. Allen Orr comienzan el primer capítulo de su libro titulado "Speciation" con la cita del primer párrafo de Darwin. Vamos a copiarlo aquí entero:

 When on board H.M.S. Beagle, as naturalist, I was much struck with certain facts in the distribution of the organic beings inhabiting South America, and in the geological relations of the present to the past inhabitants of that continent. These facts, as will be seen in the latter chapters of this volume, seemed to throw some light on the origin of species—that mystery of mysteries, as it has been called by one of our greatest philosophers. On my return home, it occurred to me, in 1837, that something might perhaps be made out on this question by patiently accumulating and reflecting on all sorts of facts which could possibly have any bearing on it. After five years' work I allowed myself to speculate on the subject, and drew up some short notes; these I enlarged in 1844 into a sketch of the conclusions, which then seemed to me probable: from that period to the present day I have steadily pursued the same object. I hope that I may be excused for entering on these personal details, as I give them to show that I have not been hasty in coming to a decision.

A continuación entran en una retórica punto menos que incomprensible. Esto es lo que dicen a propósito del párrafo de marras:    

So begins the Origin of Species, whose title and first paragraph imply that Darwin will have much to say about speciation. Yet his magnum opus remains largely silent on the “mystery of mysteries”, and the little it does say about this mystery is seen by most modern evolutionists as mudded or wrong. The study of speciation is thus one of the few areas of evolutionary biology not overshadowed by Darwin immense achievements. For years after publication of The Origin, biologists struggled, and failed, to reconcile the continuous process of evolution with the discrete entities, namely species, that it produces. Now, 120 years after Darwin’s death, a reconciliation has been achieved: we have a reasonably complete picture of what species are and how they arise.


 Que traduzco:      

Así comienza el origen de las especies, cuyo título y primer párrafo implican que Darwin tendrá mucho que decir acerca de la especiación. Sin embargo, su obra maestra permanece en gran medida en silencio sobre el "misterio de misterios", y lo poco que dice acerca de este misterio es visto por la mayoría de los evolucionistas modernos como farragoso o erróneo. El estudio de la especiación es, pues, una de las pocas áreas de la biología evolutiva no eclipsada  por los inmensos logros de Darwin. Durante años después de la publicación de El origen, los biólogos lucharon, sin éxito, para conciliar el proceso continuo de evolución con las entidades discretas, es decir, las especies, que la produce. Ahora, 120 años después de la muerte de Darwin, la conciliación se ha conseguido: tenemos una visión bastante completa de qué son las especies y cómo surgen.

 Pero vamos a ver, si la obra no dice nada o poco y lo poco que dice es erróneo acerca del origen de las especies, entonces:   ¿Qué significa la frase “el estudio de la especiación es, pues, una de las pocas áreas de la biología evolutiva no eclipsado por los inmensos logros de Darwin? ¿Cuáles son y dónde están esos inmensos logros? Si a usted no se le han quitado las ganas de seguir leyendo, en las siguientes páginas, tanto de Darwin como de Coyne y Orr, encontrará nuevas sorpresas. Ya hemos visto algunas del primero y pronto seguiremos viendo más.............






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