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martes, 31 de julio de 2012

Más ejemplos de confusión en el vigésimo segundo párrafo de El Origen de las Especies





Continúa el empeño contra toda evidencia para demostrar que la variación en la naturaleza es continua y quitar importancia al concepto de especie. A tal fin dice el autor ahora:

Al intentar apreciar el grado de diferencia estructural entre razas domésticas afines, nos vemos pronto envueltos en la duda, por no saber si han descendido de una o de varias especies madres.



Pero eso no es cierto,  puesto que  para estimar las diferencias no necesitamos conocer el origen.

Tampoco es exacto lo siguiente:

si, por ejemplo, pudiese demostrarse que el galgo, el bloodhound, el terrier, el spaniel y el bull-dog, que todos sabemos que propagan su raza sin variación,.........

Ya que estas razas sólo se propagan sin variación cuando se cruzan los animales dentro de la misma raza; pero es bien posible cruzarlas entre sí como ocurre a menudo, dando entonces lugar a variaciones.

Pero lo más preocupante de éste párrafo,  por su absoluta falta de rigor,  es esto:

creo que una pequeña parte de la diferencia es debida a haber descendido de especies distintas.

El autor dice creer que las razas de perro descienden de especies distintas pero no se trata, como  manifiesta,  de creer o no creer en algo, hay que demostrarlo. Veremos si lo demuestra más adelante, de momento parece que está simplemente llevando la contraria a Lamarck cuando, en su Philosophie Zoologique  dice:



Où trouve-t-on maintenant, dans la nature, cette multitude de races de chiens,  que, par suite de la domesticité où nous avons réduit ces animaux, nous avons  mis dans le cas d' exister telles qu' elles sont actuellement ? Où trouve-t-on  ces dogues, ces lévriers, ces barbets, ces épagneuls, ces bichons, etc., etc.,  races qui offrent entre elles de plus grandes différences que celles que nous  admettons comme spécifiques entre les animaux d' un même genre qui vivent  librement dans la nature ?





Sans doute, une race première et unique, alors fort voisine du loup, s' il n' en  est lui-même le vrai type, a été soumise par l' homme, à une époque quelconque,  à la domesticité. Cette race, qui n' offroit alors aucune différence entre ses  individus, a été peu à peu dispersée avec l' homme dans différens pays, dans  différens climats ; et après un temps quelconque, ces mêmes individus ayant subi  les influences des lieux d' habitation et des habitudes diverses qu' on leur a  fait contracter dans chaque pays, en ont éprouvé des changemens remarquables, et  ont formé différentes races particulières. Or, l' homme qui, pour le commerce,  ou pour d' autre genre d'intérêt, se déplace même à de très-grandes distances,  ayant transporté dans un lieu très-habité, comme une grande capitale,  différentes races de chiens formées dans des pays fort éloignés,



Termina aquí la cita de Lamarck y sigue, a continuación el vigésimo segundo párrafo de El Origen, en inglés:







In attempting to estimate the amount of structural difference between allied domestic races, we are soon involved in doubt, from not knowing whether they are descended from one or several parent species. This point, if it could be cleared up, would be interesting; if, for instance, it could be shown that the greyhound, bloodhound, terrier, spaniel and bull-dog, which we all know propagate their kind truly, were the offspring of any single species, then such facts would have great weight in making us doubt about the immutability of the many closely allied natural species—for instance, of the many foxes—inhabiting the different quarters of the world. I do not believe, as we shall presently see, that the whole amount of difference between the several breeds of the dog has been produced under domestication; I believe that a small part of the difference is due to their being descended from distinct species. In the case of strongly marked races of some other domesticated species, there is presumptive or even strong evidence that all are descended from a single wild stock.

Y en español:



Al intentar apreciar el grado de diferencia estructural entre razas domésticas afines, nos vemos pronto envueltos en la duda, por no saber si han descendido de una o de varias especies madres. Este punto, si pudiese ser aclarado, sería interesante; si, por ejemplo, pudiese demostrarse que el galgo, el bloodhound, el terrier, el spaniel y el bull-dog, que todos sabemos que propagan su raza sin variación, eran la descendencia de una sola especie, entonces estos hechos tendrían gran peso para hacernos dudar de la inmutabilidad de las muchas especies naturales muy afines -por ejemplo, los muchos zorros- que viven en diferentes regiones de la tierra. No creo, como luego veremos, que toda la diferencia que existe entre las diversas castas de perros se haya producido en domesticidad; creo que una pequeña parte de la diferencia es debida a haber descendido de especies distintas. En el caso de razas muy marcadas de algunas otras especies domésticas hay la presunción, o hasta pruebas poderosas, de que todas descienden de un solo tronco salvaje.

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lunes, 30 de julio de 2012

Ejemplos de confusión mental en el vigésimo primer párrafo de El Origen de las Especies





Con el párrafo vigésimo primero comienza una nueva sección titulada: Character Of Domestic Varieties; Difficulty Of Distinguishing Between Varieties And Species; Origin Of Domestic Varieties From One Or More Species. Se  pretende en ésta sección hacer creer al lector que las diferencias entre especies son del mismo tipo que las diferencias entre variedades, algo opuesto a la más elemental observación de la naturaleza y a toda la Historia Natural.




En el párrafo que la abre  encontramos  ya ejemplos de confusión mental, unos más leves y otros más graves .  Entre los primeros,   al decir el autor:



vemos generalmente en cada raza doméstica, como antes se hizo observar, menos uniformidad de caracteres que en las especies verdaderas

Suponemos que querría decir:

vemos generalmente entre las razas domésticas, como antes se hizo observar, menos uniformidad de caracteres que en las especies verdaderas

Puesto que la variabilidad aumenta si consideramos las distintas razas, pero no al considerar sólo una.



En segundo lugar, acierta el autor al decir que las razas tienen algo de mostruoso. Pero no parece darse cuenta de que son el resultado de un proceso de selección que ha estado precisamente dirigido a tal  monstruosidad.

En tercer lugar,  y ya como ejemplo de confusión grave, resulta impresionante la ingenuidad, la malicia, o ambas cuando dice:

Con estas excepciones -y con la de la perfecta fecundidad de las variedades cuando se cruzan, asunto para ser discutido más adelante-, las razas domésticas de la misma especie difieren entre sí del mismo modo que las especies muy afines del mismo género en estado natural



Lo cual es versión confusa y tendenciosa  de lo siguiente:



las razas domésticas de la misma especie pueden cruzarse entre sí y por lo tanto difieren de las especies más afines del mismo género en estado natural.

Semejante  confusión,  constante en tan ambiguo autor,  no es en vano sino que tiene un objetivo:  Quitar importancia al concepto de especie y hacer ver que las diferencias entre especies son continuas con las diferencias entre variedades. Algo contrario a toda la experiencia.

Así por ejemplo se lee:



Esto ha de admitirse como cierto, pues las razas domésticas de muchos animales y plantas han sido clasificadas por varias autoridades competentes como descendientes de especies primitivamente distintas, y por otras autoridades competentes, como simples variedades.

Párrafo que, como en otras ocasiones, no va acompañado lamentablemente de referencia alguna y por lo tanto es inadmisible.



La  confusión gobierna así  en este importante  párrafo, como comprobará quien lo lea con la debida atención:






When we look to the hereditary varieties or races of our domestic animals and plants, and compare them with closely allied species, we generally perceive in each domestic race, as already remarked, less uniformity of character than in true species. Domestic races often have a somewhat monstrous character; by which I mean, that, although differing from each other and from other species of the same genus, in several trifling respects, they often differ in an extreme degree in some one part, both when compared one with another, and more especially when compared with the species under nature to which they are nearest allied. With these exceptions (and with that of the perfect fertility of varieties when crossed--a subject hereafter to be discussed), domestic races of the same species differ from each other in the same manner as do the closely allied species of the same genus in a state of nature, but the differences in most cases are less in degree. This must be admitted as true, for the domestic races of many animals and plants have been ranked by some competent judges as the descendants of aboriginally distinct species, and by other competent judges as mere varieties. If any well marked distinction existed between a domestic race and a species, this source of doubt would not so perpetually recur. It has often been stated that domestic races do not differ from each other in characters of generic value. It can be shown that this statement is not correct; but naturalists differ much in determining what characters are of generic value; all such valuations being at present empirical. When it is explained how genera originate under nature, it will be seen that we have no right to expect often to find a generic amount of difference in our domesticated races.





Cuando consideramos las variedades hereditarias o razas de las plantas y animales domésticos, y las comparamos con especies muy afines, vemos generalmente en cada raza doméstica, como antes se hizo observar, menos uniformidad de caracteres que en las especies verdaderas. Las razas domésticas tienen con frecuencia un carácter algo monstruoso; con lo cual quiero decir que, aunque difieren entre sí y de las otras especies del mismo género en diferentes puntos poco importantes, con frecuencia difieren en sumo grado en alguna parte cuando se comparan entre sí, y más aún cuando se comparan con la especie en estado natural, de que son más afines. Con estas excepciones -y con la de la perfecta fecundidad de las variedades cuando se cruzan, asunto para ser discutido más adelante-, las razas domésticas de la misma especie difieren entre sí del mismo modo que las especies muy afines del mismo género en estado natural; pero las diferencias, en la mayor parte de los casos, son en grado menor. Esto ha de admitirse como cierto, pues las razas domésticas de muchos animales y plantas han sido clasificadas por varias autoridades competentes como descendientes de especies primitivamente distintas, y por otras autoridades competentes, como simples variedades. Si existiese alguna diferencia bien marcada entre una raza doméstica y una especie, esta causa de duda no se presentaría tan continuamente. Se ha dicho muchas veces que las razas domésticas no difieren entre sí por caracteres de valor genérico. Puede demostrarse que esta afirmación no es exacta, y los naturalistas discrepan mucho al determinar qué caracteres son de valor genérico, pues todas estas valoraciones son al presente empíricas. Cuando se exponga de qué modo los géneros se originan en la naturaleza, se verá que no tenemos derecho alguno a esperar hallar muchas veces en las razas domésticas un grado genérico de diferencia.

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Algunas notas obvias de agricultura con un buen bocado en el Cuadragésimo séptimo párrafo de El Origen de las Especies

  El autor describe el arte de la mejora genética vegetal y da algunos ejemplos en este párrafo. Donde dice:   Ha consistido en cultivar siempre la variedad más renombrada, sembrando sus semillas, y cuando por casualidad apareció una variedad ligeramente mejor, en seleccionar ésta, y así progresivamente.   Queda claro que la agricultura no se basa en la selección sino en el proceso de mejora que incluye selección, cruzamientos y reproducción.


 Si el carácter seleccionado no es heredable no hay mejora posible. Si el autor se hubiese dado cuenta de esto, habría visto que proponer una teoría basada en algo tan limitado como la pura selección, era simplemente proponer una “teoría descabellada” o sin fundamento.



 In plants the same gradual process of improvement through the occasional preservation of the best individuals, whether or not sufficiently distinct to be ranked at their first appearance as distinct varieties, and whether or not two or more species or races have become blended together by crossing, may plainly be recognised in the increased size and beauty which we now see in the varieties of the heartsease, rose, pelargonium, dahlia, and other plants, when compared with the older varieties or with their parent-stocks. No one would ever expect to get a first-rate heartsease or dahlia from the seed of a wild plant. No one would expect to raise a first-rate melting pear from the seed of a wild pear, though he might succeed from a poor seedling growing wild, if it had come from a garden-stock. The pear, though cultivated in classical times, appears, from Pliny's description, to have been a fruit of very inferior quality. I have seen great surprise expressed in horticultural works at the wonderful skill of gardeners in having produced such splendid results from such poor materials; but the art has been simple, and, as far as the final result is concerned, has been followed almost unconsciously. It has consisted in always cultivating the best known variety, sowing its seeds, and, when a slightly better variety chanced to appear, selecting it, and so onwards. But the gardeners of the classical period, who cultivated the best pears which they could procure, never thought what splendid fruit we should eat; though we owe our excellent fruit in some small degree to their having naturally chosen and preserved the best varieties they could anywhere find.      



En las plantas, este mismo proceso gradual de perfeccionamiento, mediante la conservación accidental de los mejores individuos -sean o no lo bastante diferentes para ser clasificados por su primera apariencia como variedades distintas, y se hayan o no mezclado entre sí por cruzamiento dos o más especies o razas-, se puede claramente reconocer en el aumento de tamaño y belleza que vemos actualmente en las variedades pensamientos, rosas, geranios de jardín, dalias y otras plantas cuando las comparamos con las variedades antiguas o con sus troncos primitivos. Nadie esperaría siquiera obtener un pensamiento o dalia de primera calidad de una planta silvestre. Nadie esperaría obtener una pera de agua de primera calidad de la semilla de un peral silvestre, aun cuando lo podría conseguir de una pobre plantita, creciendo silvestre, si había provenido de un árbol de cultivo. La pera, aunque cultivada en la época clásica, por la descripción de Plinio, parece haber sido un fruto de calidad muy inferior. En las obras de horticultura he visto manifestada gran sorpresa por la prodigiosa habilidad de los horticultores al haber producido tan espléndidos resultados de materiales tan pobres; pero al arte ha sido sencillo, y, por lo que se refiere al resultado final, se ha seguido casi inconscientemente. Ha consistido en cultivar siempre la variedad más renombrada, sembrando sus semillas, y cuando por casualidad apareció una variedad ligeramente mejor, en seleccionar ésta, y así progresivamente. Pero los horticultores de la época clásica que cultivaron las mejores peras que pudieron procurarse, jamás pensaron en los espléndidos frutos que comeríamos nosotros, aun cuando, en algún pequeño grado, debemos nuestros excelentes frutos a haber ellos naturalmente escogido y conservado las mejores variedades que pudieron dondequiera encontrar.

domingo, 29 de julio de 2012

Confusión importante en el vigésimo párrafo de El Origen de las Especies

  El autor ha partido de la idea de que estudiando a las variedades domésticas podemos sacar importantes deducciones en lo que atañe a la transformación de las especies (verla expuesta en el sexto párrafo de la introducción). Pero ahora descubre un escollo, un argumento que invalidaría su hipótesis de partida. Se trata de la reversión, es decir que las características de los animales de granja pueden desaparecer para dar lugar a las características propias de la especie en estado natural, cuando terminan las condiciones de la granja y los animales vuelven a su estado original. Otro problema es que los mejoradores de plantas y animales no obtienen especies nuevas, pero este, de momento, mejor no mencionarlo. El autor va a explorar en este párrafo la reversión:  

 If it could be shown that our domestic varieties manifested a strong tendency to reversion--that is, to lose their acquired characters, while kept under the same conditions and while kept in a considerable body, so that free intercrossing might check, by blending together, any slight deviations in their structure, in such case, I grant that we could deduce nothing from domestic varieties in regard to species.  

Si pudiese demostrarse que las variedades domésticas manifiestan una enérgica tendencia a la reversión -esto es, a perder los caracteres adquiridos cuando se las mantiene en las mismas condiciones y en grupo considerable, de modo que el cruzamiento libre pueda contrarrestar, mezclándolas entre sí, cualesquiera ligeras desviaciones de su estructura-; en este caso, convengo en que de las variedades domésticas no podríamos sacar deducción alguna por lo que toca a las especies.  

 Si resultase que las variedades obtenidas en cautividad a partir de especies animales y vegetales volviesen a su estado primitivo al regresar a la naturaleza, entonces el estudio de la variación en cautividad no serviría para el estudio de variación en la naturaleza. Es obvio que la variación en estado doméstico no termina fácilmente en la producción de especies nuevas, luego es posible que la reversión sea un proceso mucho más importante que lo que conviene a los intereses de Darwin. Si lo razonable sería reconocer esto, el autor tiende por el contrario a ocultarlo. No le interesa aceptar la reversión y otorga a hechos neutros el valor de argumentos a su favor:  

  • we may safely conclude that very many of the most strongly marked domestic varieties could not possibly live in a wild state
 
  • In many cases we do not know what the aboriginal stock was, and so could not tell whether or not nearly perfect reversion had ensued
  Al final desvía la atención del lector ya que el problema no es el planteado:    

But there is not a shadow of evidence in favour of this view: to assert that we could not breed our cart and race-horses, long and short-horned cattle, and poultry of various breeds, and esculent vegetables, for an unlimited number of generations, would be opposed to all experience.  

Sino otro bien diferente: En cautividad no se obtienen especies nuevas. En cuanto a las variedades, pueden tener una fuerte tendencia a la reversión en el momento en que las condiciones cambian. Finalmente, y en cualquier caso, sea cual sea la importancia y extensión de la reversión, el resultado de una granja o de un laboratorio no es extrapolable a la naturaleza.  


El párrafo completo en inglés:  

Having alluded to the subject of reversion, I may here refer to a statement often made by naturalists--namely, that our domestic varieties, when run wild, gradually but invariably revert in character to their aboriginal stocks. Hence it has been argued that no deductions can be drawn from domestic races to species in a state of nature. I have in vain endeavoured to discover on what decisive facts the above statement has so often and so boldly been made. There would be great difficulty in proving its truth: we may safely conclude that very many of the most strongly marked domestic varieties could not possibly live in a wild state. In many cases we do not know what the aboriginal stock was, and so could not tell whether or not nearly perfect reversion had ensued. It would be necessary, in order to prevent the effects of intercrossing, that only a single variety should be turned loose in its new home. Nevertheless, as our varieties certainly do occasionally revert in some of their characters to ancestral forms, it seems to me not improbable that if we could succeed in naturalising, or were to cultivate, during many generations, the several races, for instance, of the cabbage, in very poor soil--in which case, however, some effect would have to be attributed to the DEFINITE action of the poor soil --that they would, to a large extent, or even wholly, revert to the wild aboriginal stock. Whether or not the experiment would succeed is not of great importance for our line of argument; for by the experiment itself the conditions of life are changed. If it could be shown that our domestic varieties manifested a strong tendency to reversion--that is, to lose their acquired characters, while kept under the same conditions and while kept in a considerable body, so that free intercrossing might check, by blending together, any slight deviations in their structure, in such case, I grant that we could deduce nothing from domestic varieties in regard to species. But there is not a shadow of evidence in favour of this view: to assert that we could not breed our cart and race-horses, long and short-horned cattle, and poultry of various breeds, and esculent vegetables, for an unlimited number of generations, would be opposed to all experience.

Y en español:  

Habiendo aludido a la cuestión de la reversión, debo referirme a una afirmación hecha frecuentemente por los naturalistas, o sea, que las variedades domésticas, cuando pasan de nuevo al estado salvaje, vuelven gradual, pero invariablemente, a los caracteres de su tronco primitivo. De aquí se ha argüido que no pueden sacarse deducciones de las razas domésticas para las especies en estado natural. En vano me he esforzado en descubrir con qué hechos decisivos se ha formulado tan frecuente y tan osadamente la afirmación anterior. Sería muy difícil probar su verdad: podemos con seguridad sacar la conclusión de que muchísimas de las variedades domésticas más marcadas no podrían quizá vivir en estado salvaje. En muchos casos no conocemos cuál fue el tronco primitivo, y, así, no podríamos decir si había ocurrido o no reversión casi perfecta. Sería necesario, para evitar los efectos del cruzamiento, que una sola variedad únicamente se hubiese vuelto silvestre en su nueva patria. Sin embargo, como nuestras variedades ciertamente revierten a veces, en algunos de sus caracteres, a formas precursoras, no me parece improbable que, si lográsemos naturalizar, o se cultivasen durante muchas generaciones, las varias razas, por ejemplo, de la col, en suelo muy pobre -en cual caso, sin embargo, algún efecto se habría de atribuir a la acción determinada del suelo pobre-, volverían en gran parte, o hasta completamente, al primitivo tronco salvaje. Que tuviese o no buen éxito el experimento, no es de gran importancia para nuestra argumentación, pues, por el experimento mismo, las condiciones de vida han cambiado. Si pudiese demostrarse que las variedades domésticas manifiestan una enérgica tendencia a la reversión -esto es, a perder los caracteres adquiridos cuando se las mantiene en las mismas condiciones y en grupo considerable, de modo que el cruzamiento libre pueda contrarrestar, mezclándolas entre sí, cualesquiera ligeras desviaciones de su estructura-; en este caso, convengo en que de las variedades domésticas no podríamos sacar deducción alguna por lo que toca a las especies. Pero no hay ni una sombra de prueba en favor de esta opinión: el afirmar que no podríamos criar, por un número ilimitado de generaciones, nuestros caballos de tiro y de carrera, ganado vacuno de astas largas y de astas cortas, aves de corral de diferentes castas y plantas comestibles, sería contrario a toda experiencia.  
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sábado, 28 de julio de 2012

Reglas de Perogrullo en el décimo noveno párrafo de El Origen de las Especies

  Sigue el autor en su intento de presentar las leyes de la herencia y entre ellas las conoce bien curiosas. Por ejemplo que las características de los machos se transmiten, bien exclusivamente o en mayor grado sólo a los machos.

 It is a fact of some importance to us, that peculiarities appearing in the males of our domestic breeds are often transmitted, either exclusively or in a much greater degree, to the males alone  

O lo que es mucho más importante, una regla en la que se puede confiar, que cualquiera que sea el período de la vida en que aparece por vez primera alguna peculiaridad, ésta tiende a reaparecer en la descendencia a la misma edad, aunque, a veces, un poco antes. Obvio, las características de los cuernos aparecen sólo al aparecer los cuernos; las de los gusanos de seda, sólo en la fase de larva. Este podría ser el resumen del decimonoveno párrafo que completo y traducido dice:      


The laws governing inheritance are for the most part unknown; no one can say why the same peculiarity in different individuals of the same species, or in different species, is sometimes inherited and sometimes not so; why the child often reverts in certain characteristics to its grandfather or grandmother or more remote ancestor; why a peculiarity is often transmitted from one sex to both sexes, or to one sex alone, more commonly but not exclusively to the like sex. It is a fact of some importance to us, that peculiarities appearing in the males of our domestic breeds are often transmitted, either exclusively or in a much greater degree, to the males alone. A much more important rule, which I think may be trusted, is that, at whatever period of life a peculiarity first appears, it tends to reappear in the offspring at a corresponding age, though sometimes earlier. In many cases this could not be otherwise; thus the inherited peculiarities in the horns of cattle could appear only in the offspring when nearly mature; peculiarities in the silk-worm are known to appear at the corresponding caterpillar or cocoon stage. But hereditary diseases and some other facts make me believe that the rule has a wider extension, and that, when there is no apparent reason why a peculiarity should appear at any particular age, yet that it does tend to appear in the offspring at the same period at which it first appeared in the parent. I believe this rule to be of the highest importance in explaining the laws of embryology. These remarks are of course confined to the first APPEARANCE of the peculiarity, and not to the primary cause which may have acted on the ovules or on the male element; in nearly the same manner as the increased length of the horns in the offspring from a short-horned cow by a long-horned bull, though appearing late in life, is clearly due to the male element.   Las leyes que rigen la herencia son, en su mayor parte, desconocidas. Nadie puede decir por qué la misma particularidad en diferentes individuos de la misma especie o en diferentes especies es unas veces heredada y otras no; por qué muchas veces el niño, en ciertos caracteres, vuelve a su abuelo o abuela, o un antepasado más remoto; por qué muchas veces una particularidad es transmitida de un sexo a los dos sexos, o a un sexo solamente, y en este caso, más comúnmente, aunque no siempre, al mismo sexo. 

Es un hecho de cierta importancia para nosotros el que particularidades que aparecen en los machos de las castas domésticas, con frecuencia se transmiten a los machos exclusivamente, o en grado mucho mayor. Una regla mucho más importante, a la que yo espero se dará crédito, es que, cualquiera que sea el período de la vida en que aparece por vez primera alguna peculiaridad, ésta tiende a reaparecer en la descendencia a la misma edad, aunque, a veces, un poco antes. En muchos casos, esto no puede ser de otra manera; así, las particularidades hereditarias en los cuernos del ganado vacuno solamente podían aparecer en la descendencia cerca del término del desarrollo; de particularidades en el gusano de la seda se sabe que aparecen en la fase correspondiente de oruga o de capullo. Pero las enfermedades hereditarias y algunos otros hechos me hacen creer que la regla tiene una gran extensión, y que, aun cuando no exista ninguna razón manifiesta para que una particularidad haya de aparecer a una edad determinada, no obstante, tiende a aparecer en la descendencia en el mismo período en que apareció por vez primera en el antecesor. Creo que esta regla es de suma importancia para explicar las leyes de la embriología. Estas advertencias están, naturalmente, limitadas a la primera aparición de la particularidad, y no a la causa primera que puede haber obrado sobre los óvulos o sobre el elemento masculino; del mismo modo que la mayor longitud de los cuernos en los hijos de una vaca de cuernos cortos con un toro de cuernos largos, aunque aparece en un período avanzado de la vida, se debe evidentemente al elemento masculino.  

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viernes, 27 de julio de 2012

Más ejemplos y al final una regla disparatada en el décimo octavo párrafo de El Origen de las Especies

  Una curiosa y disparatada manera de razonar, bien opuesta al método científico , se pone de manifiesto en esta sentencia:

 If strange and rare deviations of structure are truly inherited, less strange and commoner deviations may be freely admitted to be inheritable.

Es decir que si se hereda lo extraño, por eso debemos admitir libremente que se herede lo más común. ¿Por qué? Nos quedamos sin respuesta,...... Sigue una sentencia inacabada que siembra algunas dudas más:  

doubts have been thrown on this principle only by theoretical writers

Y bien: ¿Quiénes son esos theoretical writers?   Al final, el párrafo termina en una sentencia ciertamente arriesgada, un disparate:

 Perhaps the correct way of viewing the whole subject would be, to look at the inheritance of every character whatever as the rule, and non-inheritance as the anomaly.  

Quizá el modo justo de ver todo este asunto sería considerar la herencia de todo carácter, cualquiera que sea, como regla, y la no herencia, como excepción.

 

  Any variation which is not inherited is unimportant for us. But the number and diversity of inheritable deviations of structure, both those of slight and those of considerable physiological importance, are endless. Dr. Prosper Lucas' treatise, in two large volumes, is the fullest and the best on this subject. No breeder doubts how strong is the tendency to inheritance; that like produces like is his fundamental belief: doubts have been thrown on this principle only by theoretical writers. When any deviation of structure often appears, and we see it in the father and child, we cannot tell whether it may not be due to the same cause having acted on both; but when among individuals, apparently exposed to the same conditions, any very rare deviation, due to some extraordinary combination of circumstances, appears in the parent--say, once among several million individuals--and it reappears in the child, the mere doctrine of chances almost compels us to attribute its reappearance to inheritance. Every one must have heard of cases of albinism, prickly skin, hairy bodies, etc., appearing in several members of the same family. If strange and rare deviations of structure are truly inherited, less strange and commoner deviations may be freely admitted to be inheritable. Perhaps the correct way of viewing the whole subject would be, to look at the inheritance of every character whatever as the rule, and non-inheritance as the anomaly.   

Toda variación que no es hereditaria carece de importancia para nosotros. Pero es infinito el número y diversidad de variaciones de estructura hereditarias, tanto de pequeña como de considerable importancia fisiológica. El tratado, en dos grandes volúmenes, del doctor Prosper Lucas es el más completo y el mejor sobre este asunto. Ningún criador duda de lo enérgica que es la tendencia a la herencia; que lo semejante produce lo semejante es su creencia fundamental; solamente autores teóricos han suscitado dudas sobre este principio. Cuando una anomalía cualquiera de estructura aparece con frecuencia y la vemos en el padre y en el hijo, no podemos afirmar que esta desviación no pueda ser debida a una misma causa que haya actuado sobre ambos; pero cuando entre individuos evidentemente sometidos a las mismas condiciones alguna rarísima anomalía, debida a alguna extraordinaria combinación de circunstancias, aparece en el padre -por ejemplo: una vez entre varios millones de individuos- y reaparece en el hijo, la simple doctrina de las probabilidades casi nos obliga a atribuir a la herencia su reaparición. Todo el mundo tiene que haber oído hablar de casos de albinismo, de piel con púas, de cuerpo cubierto de pelo, etc., que aparecen en varios miembros de la misma familia. Si las variaciones de estructura raras y extrañas se heredan realmente, puede admitirse sin reserva que las variaciones más comunes y menos extrañas son heredables. Quizá el modo justo de ver todo este asunto sería considerar la herencia de todo carácter, cualquiera que sea, como regla, y la no herencia, como excepción.
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jueves, 26 de julio de 2012

Plasticidad ilimitada en el decimoséptimo párrafo de El Origen de las Especies

  La obra continúa, dejándonos boquiabiertos con ejemplos tan variados pero sin explicación alguna de la variación:

 The results of the various, unknown, or but dimly understood laws of variation are infinitely complex and diversified. It is well worth while carefully to study the several treatises on some of our old cultivated plants, as on the hyacinth, potato, even the dahlia, etc.; and it is really surprising to note the endless points of structure and constitution in which the varieties and sub-varieties differ slightly from each other. The whole organisation seems to have become plastic, and departs in a slight degree from that of the parental type.    

 Los resultados de las diversas leyes, ignoradas u obscuramente conocidas, de variación son infinitamente complejos y variados. Vale bien la pena estudiar cuidadosamente los diversos tratados de algunas de nuestras plantas cultivadas de antiguo, como el jacinto, la patata, hasta la dalia, etc., y es verdaderamente sorprendente observar el sinfín de puntos de estructura y de constitución en que las variedades y subvariedades difieren ligeramente unas de otras. Toda la organización parece haberse vuelto plástica y se desvía ligeramente de la del tipo progenitor.  

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miércoles, 25 de julio de 2012

La ley del gato blanco: Correlaciones en la variación indicadas en el párrafo decimosexto de El Origen de las Especies

Many Laws regulate variation, comienza el segundo párrafo de una sección dedicado a los Efectos de la costumbre y del uso y desuso de los órganos, la variación correlativa y la herencia. Pero al parecer, sólo trataremos en este párrafo de la variación correlativa:

 I will here only allude to what may be called correlated variation

Ahora bien: ¿Trataremos de alguna de las leyes mencionadas o nos limitaremos a dar ejemplos sin ton ni son? Sospecho que lo segundo. Veamos:    


Many laws regulate variation, some few of which can be dimly seen, and will hereafter be briefly discussed. I will here only allude to what may be called correlated variation. Important changes in the embryo or larva will probably entail changes in the mature animal. In monstrosities, the correlations between quite distinct parts are very curious; and many instances are given in Isidore Geoffroy St. Hilaire's great work on this subject. Breeders believe that long limbs are almost always accompanied by an elongated head. Some instances of correlation are quite whimsical; thus cats which are entirely white and have blue eyes are generally deaf; but it has been lately stated by Mr. Tait that this is confined to the males. Colour and constitutional peculiarities go together, of which many remarkable cases could be given among animals and plants. From facts collected by Heusinger, it appears that white sheep and pigs are injured by certain plants, while dark-coloured individuals escape: Professor Wyman has recently communicated to me a good illustration of this fact; on asking some farmers in Virginia how it was that all their pigs were black, they informed him that the pigs ate the paint-root (Lachnanthes), which coloured their bones pink, and which caused the hoofs of all but the black varieties to drop off; and one of the "crackers" (i.e. Virginia squatters) added, "we select the black members of a litter for raising, as they alone have a good chance of living." Hairless dogs have imperfect teeth; long-haired and coarse-haired animals are apt to have, as is asserted, long or many horns; pigeons with feathered feet have skin between their outer toes; pigeons with short beaks have small feet, and those with long beaks large feet. Hence if man goes on selecting, and thus augmenting, any peculiarity, he will almost certainly modify unintentionally other parts of the structure, owing to the mysterious laws of correlation.  


 Muchas leyes regulan la variación, algunas de ellas pueden ser vislumbradas y serán después brevemente discutidas. Sólo me referiré aquí a lo que puede llamarse variación correlativa. Cambios importantes en el embrión o larva ocasionarán probablemente cambios en el animal adulto. En las monstruosidades son curiosísimas las correlaciones entre órganos por completo distintos, y se citan de ello muchos ejemplos en la gran obra de Isidore Geoffroy Saint-Hilaire sobre esta materia. Los criadores creen que las patas largas van casi siempre acompañadas de cabeza alargada. Algunos ejemplos de correlación son muy caprichosos: así, los gatos que son del todo blancos y tienen los ojos azules, generalmente son sordos; pero últimamente míster Tait ha mostrado que esto está limitado a los machos. El color y particularidades de constitución van juntos, de lo que podrían citarse muchos casos notables en animales y plantas. De los hechos reunidos por Heusinger resulta que a las ovejas y cerdos blancos les dañan ciertas plantas, de lo que se salvan los individuos de color obscuro. El profesor Wyman me ha comunicado recientemente un buen ejemplo de este hecho: preguntando a algunos labradores de Virginia por qué era que todos sus cerdos eran negros, le informaron que los cerdos comieron paint-root (Lachnanthes), que tiñó sus huesos de color de rosa e hizo caer las pezuñas de todas las variedades, menos las de la negra; y uno de los crackers -colonos usurpadores de Virginia- añadió: «Elegimos para la cría los individuos negros de una carnada, pues sólo ellos tienen probabilidades de vida». Los perros de poco pelo tienen los dientes imperfectos; los animales de pelo largo y basto son propensos a tener, según se afirma, largos cuernos; las palomas calzadas tienen piel entre sus dedos externos; las palomas con pico corto tienen pies pequeños, y las de pico largo, pies grandes. Por lo tanto, si se continúa seleccionando y haciendo aumentar de este modo cualquier particularidad, casi con seguridad se modificarán involuntariamente otras partes de la estructura, debido a las misteriosas leyes de correlación.      

En efecto, misteriosas son las leyes de correlación. Tan misteriosas son antes de leer el párrafo como siguen siéndolo después.

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