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martes, 18 de enero de 2011

¿Es la selección natural ley natural? Discusión con la ayuda de Rafael Sánchez-Ferlosio



La definición de Selección Natural en el Diccionario de Neolengua (english version) correspondiente al día 27 de agosto de 2010 decía:

'''Natural selection''' is a natural law

Pero el dia siguiente la misma definición cambiaba a:

'''Natural selection''' is a natural process

La definición de hoy ha perdido natural y en ella se lee sólo process


Ciento cincuenta y dos años después de la publicación de la obra de Darwin (On the Origin of Species by means of Natural Selection or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for survival……) y todavía no sabemos qué es el concepto clave de esta importante, sublime obra maestra: la Selección Natural. Ayer, ley natural; hoy proceso. También (o mejor dicho tampoco) mecanismo, teoría, hipótesis, teorema, etc, etc........



El estudio de la evolución desde Darwin se ha convertido en una máquina incapaz de distinguir teorías, hechos, verdades, procesos, mecanismos, causas, etc, etc.....Ciento cincuenta y dos años después todavía no sabemos qué es la Selección 
 Natural



Entiendo perfectamente que a los supervisores del Diccionario de Neolengua no les guste la definición de Selección Natural como Natural Law, pero no entiendo que de esas dos palabras se haya quitado Law, dejando Natural para combinarlo con Process. ¿Cómo va a ser la Selección Natural un Proceso Natural? Si el proceso es la Evolución de las Especies no podríamos consentir que la explicación venga a ocupar el lugar de lo explicado.

Puestos a hacer juegos de palabras, actividad principal del darwinismo desde su fundación, mucho mejor habría sido que se quitase la palabra Natural dejando Law asociada a Scientific. Scientific Law. Aunque también incorrecto, daría mucha mejor presencia a la definición que Natural Law y desde luego mejor que Natural Process o el actual Process, un término sencillo y huérfano y por lo tanto poco apto para la struggle for survival de la que se trata.

Aunque el problema no tiene solución puesto que se trataría en cualquier caso de mantener un concepto inútil e indefendible, hoy vamos a tratar el concepto de Natural Law y sus misteriosas relaciones con el darwinismo. Para ello contamos con la ayuda de una figura importante de las letras contemporáneas: Rafael Sánchez Ferlosio quien en su artículo titulado “La amenaza del universalismo” publicado en el diarío ABC el día once de Septiembre de 2002 y luego en el libro titulado “Sobre la Guerra” trata el tema del Derecho Natural de la siguiente manera:

Sobre lo que es el derecho positivo sobran milenios de justicia institucionalizada, promulgación de leyes, compilación de códigos, formalización de términos, como para que hoy se haya vuelto más o menos accesible a una definición de fisonomía casí “científica”. En cambio, lo que sea o pueda ser lo que llamamos “derecho natural” sigue siendo, desde los estoicos, que osaron suponerlo por primera vez, una cuestión privativa de la filosofía. Es una instancia esencialmente hipotética y sin duda resbaladiza y peligrosa (según Walter Benjamin, no le falta un sesgo por el que podría “legitimar” incluso el darwinismo social), pero absolutamente irrenunciable frente al propio derecho positivo.



Los profetas de corte del presidente Bush –que no son cuatrocientos como los del rey Acab, que le auguraron el favor de Yavé para el ataque a Ramot de Galaad, pero si al menos los sesenta mencionados-ponen la voz directamente en el registro del “Universalismo” y del “derecho natural”. El “internacionalismo” sólo aparece implícitamente connotado cuando afirman que atenerse a un dictamen de la ONU sería “una opción suicida”. El “derecho natural” asoma ya en frases como esta: “Los fundadores de los EE.UU. basándose en la tradición de la ley natural, así como en la afirmación religiosa fundamental de que todos los hombres han sido creados a imagen de dios, asentaron como “evidente en sí misma” la noción de la igualdad en dignidad de todos ellos. La expresión política más pura de ésta creencia en una dignidad humana transcendente es la “democracia”. Y el “universalismo” sale, a su vez, a escena unas líneas más abajo: “consecuencia inmediata es la convicción de que hay verdades morales universales (que los fundadores de nuestra nación llamaron “Leyes de la Naturaleza y del Dios de la Naturaleza”) y que conciernen, como tales, a todo ser humano”. Baste con eso para ilustrar la apretada conexión entre universalismo y derecho natural establecida por esos sesenta benigüigüis del gobierno a raíz del bombardeo de Afganistán.

¡Caramba!, o sea que según Ferlosio, para Walter Benjamin el Derecho Natural podría legitimar lo más ilegitimable, que no es otra cosa que el darwinismo. Se entiende bien así que se hayan dado tanta prisa en cambiar Natural law por natural process en la versión inglesa de la Wikipedia. No hacerlo habría sido ponerse en evidencia. Aunque para claridad y comprensión, mejor dejarlo como estaba.


según Ferlosio, para Walter Benjamin el Derecho Natural podría legitimar lo más ilegitimable: el darwinismo

Curiosos atajos del lenguaje: La tan mencionada y celebrada Selección Natural no es mecanismo, teoría ni proceso. Si al menos fuese ley, cuánto mejor entonces que fuese ley científica….y no ley natural, pero……¿podrá ser ley científica la selección natural? Ya lo veremos pero creo que tampoco.

Referencia

Sánchez Ferlosio “Sobre la Guerra”. Colección Imago Mundi. Editorial Destino. Barcelona, 2007. Las frases citadas son de la páginas 332-333.

Imagen:

Rape of Lucretia by Simon Vouet: Disobeying Natural Law. Tomada de Lex Christianorum.
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martes, 19 de mayo de 2009

Un blog interesante







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lunes, 29 de octubre de 2007

Nacimiento de la Genética: Cuando el significado pudo haber escapado por la gatera




La Genética es una de aquellas disciplinas científicas clásicas que, a lo largo de los siglos surgían y se iban desarrollando con el objetivo de responder a preguntas concretas y bien definidas. El nombre Genética se hizo oficial a partir de 1899, cuando William Bateson propuso cambiar el nombre del tercer Congreso de Mejora de Plantas (Plant Breeding), a celebrar en Londres, y denominarlo First Internacional Congress of Genetics. Aunque la democrática y omnisapiente Wikipedia, opina que fue en una carta fechada en 1905 y dirigida del propio Bateson a Sedgwick (aquel profesor de Darwin que le había reñido por su falacia y atrevimiento al enunciar la tautología de la Selección Natural como dándole el barniz de una Teoría Científica), está claro que esto es un error de Wikipedia, porque seis años antes había tenido lugar el Primer Congreso Internacional de Genética. En cualquier caso, las plantas y la Biología Vegetal han sido importantes para el desarrollo de la Genética, que tiene lugar casi simultáneamente con el nacimiento del siglo XX, cerca de los tiempos de la materialización del mundo de que nos hablaba Vicente Blasco Ibáñez en una entrada anterior.

La Genética continúa, desde su nacimiento, la larga tradición de la mejora de las plantas, que se realizaba con conocimiento de los procesos de reproducción en vegetales desde Camerarius y de manera empírica desde el Neolítico. Por su vocación e interés más bien aplicados, a la Genética nunca le ha importado mucho el significado de los seres vivos. Si lo tienen o no lo tienen y que pueda ser esto del significado. Por el contrario, desde sus orígenes y de manera implícita en sus protocolos ha admitido que el significado de los seres vivos puede supeditarse a la utilización que hagamos de ellos; dicho de otro modo, que el significado es el que nosotros les otorguemos, o más directamente, que no tienen ningún significado. Todas las técnicas y protocolos que son específicos de la Genética están basados en la captura de organismos y su reproducción en condiciones artificiales de laboratorio (cruzamientos). Desde sus orígenes, la única función y objetivo de muchos seres vivos es servir para los fines experimentales del científico. El genético selecciona los caracteres cuya herencia va a estudiar y desprecia la importancia que los animales o plantas objeto de su estudio puedan tener como individuos en la naturaleza otros que sus fines experimentales. En su proceder arbitrario, la Genética comparte características con Dunson, el hombre blanco del Western que veíamos representado por John Wayne. No será la última vez que surja un parecido entre el comportamiento de los personajes representados por John Wayne y los modales de la Genética.

Si en todo esto hubiese algo de cierto y no fuese todo pura especulación, entonces cabría la posibilidad de que el carácter digno de estudio y de abstracción no fuese el de servir para fines experimentales, sino otro y que por lo tanto, habría escapado por la gatera.

viernes, 26 de octubre de 2007

Hombre blanco dar significado




En la película “Red River''(1948), dirigida por Howard Hawks, Dunson, el personaje a quien representa John Wayne, se apodera de unos terrenos en la baja California. Cuando alguien viene y le dice que esos terrenos son del rey de España, el personaje se parte de la risa. El análisis que hace de esto Roger Evert es muy interesante:


"Underlying everything else is an attitude that must have been invisible to the filmmakers at the time: the unstated assumption that it is the white man's right to take what he wants. Dunson shoots a Mexican who comes to tell him ``Don Diego'' owns the land. Told the land had been granted to Diego by the king of Spain, Dunson says, ``You mean he took it away from whoever was here before--Indians, maybe. Well, I'm takin' it away from him.'' In throwaway dialogue, we learn of seven more men Dunson has killed for his ranch, and there's a grimly humorous motif as he shoots people and then ``reads over 'em'' from the Bible."

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martes, 23 de octubre de 2007

La mutación del carácter



A lo largo de este mes de Octubre que ya va claudicando, pero que todavía tiene, al menos por estas latitudes, un brillo inusual, hemos tratado acerca del carácter. En las entradas de los días tres y cuatro de Octubre, veíamos la complejidad que reside en este concepto. En la entrada del día ocho, vimos que esta complejidad se manifiesta en las definiciones que de “carácter” da el diccionario de la RAE. En definitiva, decíamos, que todas estas acepciones se podrían reducir a dos, una simple y una compleja y explicábamos cómo la Biología, y en particular la Genética, se habían mostrado más partidarias de la acepción simple. Por el contrario, a través de la obra de sucesivos autores, veíamos la vinculación del carácter con conceptos importantes para la humanidad, como el significado, la virtud, el alma, la substancia y la voluntad y su unión indisoluble con el entorno manifestada en un texto de Kierkegaard.

Todo esto pertenece al pasado y hoy, a cambio, se nos presenta una nueva y curiosa alternativa, porque: ¿Quién piensa hoy en el carácter como esencia de una persona?. ¿Qué significado ha tomado hoy la palabra carácter?. A diferencia del concepto clásico que impregnó la literatura, el carácter, así como esencia, casi ha desaparecido del mapa y se emplea más bien en su sentido intranscendente, como con minúscula, como cada una o el conjunto de las características que uno tiene: Pelo rubio o moreno, ojos azules o castaños, altura, diversos diámetros. Todos ellos o casi todos son inter-cambiables en clínicas de distintos especialistas mediante el pago de cantidades variables. Como todo, hoy el carácter tiende a ser venal.
Esta mutación conceptual de carácter como espejo del alma a carácter como característica y objeto de mercado ocurre, nos guste o no, en sincronía con el cambio en general, pero en el caso particular que aquí nos atañe, con el desarrollo de la Genética; porque la Genética es la ciencia que estudia la herencia, esto es, la transmisión de los caracteres.

Como el estudio del carácter en sentido clásico es muy difícil o imposible (¿complejidad irreductible?), porque después de tanto tiempo apenas sabemos en qué consiste; hemos tirado por el camino de en medio y, lógicamente, la Genética estudia la transmisión de los caracteres en su sentido fácil, es decir de las características. Haciendo esto la Genética ha cosechado grandes éxitos, algunos de ellos en asociación con la Bioquímica. Pero, por otra parte, ambas también tienen su parte de responsabilidad en el eclipse de un concepto importante. El concepto clásico de carácter tiende hoy a desaparecer.

La Genética tiene aquí una parte de responsabilidad que habrá que analizar con cuidado para que no tenga consecuencias imprevistas.....

miércoles, 10 de octubre de 2007

El carácter en la antigüedad



¿Tienen los seres vivos, en general, y cada uno de ellos, en particular, un significado?.
Difícil pregunta, que es equivalente a esta otra: ¿Tiene la vida un significado?. Que, a su vez, no es nueva, puesto que se la han hecho hombres y mujeres de todas las generaciones desde que el hombre es hombre. Así, por ejemplo, Marco Aurelio, en sus Meditaciones dice:

“¿Acaso eres infeliz con la parte del todo que te ha correspondido?. Entonces recuerda la disyunción: ¿Providencia o átomos?.”

Para continuar:

“Si el Todo es Dios, todo está bien. Pero si está gobernado por el azar, no te dejes tú también gobernar por el azar”.

Según Pierre Hadot en su comentario a las Meditaciones de Marco Aurelio, titulado “La Ciudadela Interior”, el argumento presentado por Marco Aurelio procede de Séneca y representa la alternativa de los estoicos frente a los epicúreos.

Según los apóstoles de la Ciencia actual, propia de una “modernidad” más epicúrea que estoica, ni la vida, ni los seres vivos en general ni el ser humano en particular, tienen un significado que no sea el del puro pasar. De la manera menos dolorosa y más grata, pero puro pasar de la nada a la nada. Este es, paradójicamente, el significado que hoy damos a la vida: La fugacidad, el puro consumirse como fuego. El devenir,..... es decir, ninguno. Al admitir que la Ciencia no reconoce significado alguno en los seres vivos, en consecuencia, reconocemos que la vida no tiene significado, que todo significado es nulo. Cuestiones todas ellas propias de la metafísica, un saber a extinguir.

Y es que antes de discutir sobre el Diseño Inteligente o la existencia o no de un Dios providencial, se deberá reflexionar acerca de si la vida tiene o no sentido. Porque resulta que la vida tiene, efectivamente, un significado; que es, ni mas ni menos, que el que entre todos le vamos dando.

lunes, 8 de octubre de 2007

El carácter en su laberinto



Copio del diccionario de la RAE, con dolor de mi corazón, las sucesivas definiciones de la palabra carácter:

carácter.
(Del lat. character).
1. m. Señal o marca que se imprime, pinta o esculpe en algo.
2. m. Signo de escritura o de imprenta. U. m. en pl.
3. m. Estilo o forma de los signos de la escritura o de los tipos de la imprenta. Carácter redondo. Caracteres elzevirianos.
4. m. Señal o figura mágica.
5. m. Marca o hierro con que los animales de un rebaño se distinguen de los de otro.
6. m. Conjunto de cualidades o circunstancias propias de una cosa, de una persona o de una colectividad, que las distingue, por su modo de ser u obrar, de las demás. El carácter español. El carácter insufrible de Fulano.
7. m. Condición dada a alguien o a algo por la dignidad que sustenta o la función que desempeña. El carácter de juez, de padre. Medidas de carácter transitorio.
8. m. Señal espiritual que queda en una persona como efecto de un conocimiento o experiencia importantes, como, en la religión católica, la dejada por los sacramentos del bautismo, confirmación y orden. Imprimir, imponer carácter.
9. m. Fuerza y elevación de ánimo natural de alguien, firmeza, energía. Un hombre de carácter.
10. m. Modo de decir, o estilo.
Me pregunto, a continuación, cómo es posible entenderse en un idioma en el que una palabra puede significar cosas tan dispares e intento hacer un resumen de los significados vistos para carácter:
Básicamente, el laberinto tiene dos puertas. Es decir, que todas estas acepciones se podrían reducir a dos, una simple y una compleja:

Primera acepción (simple): carácter puede ser cualquier propiedad o “característica” de los seres vivos: El tener los ojos de un color u otro, el pelo de una forma u otra, la altura el peso, son caracteres. Esta es la acepción adoptada por la Genética que, por lo tanto, al menos indirectamente, ha rechazado la acepción alternativa. La Genética, y la Biología están centradas en los caracteres y no en el carácter.

Segunda acepción (compleja): en su significado original, carácter no era cualquier cosa. En griego, “charassein”, significaba grabar. Y el carácter era una marca, la representación de un significado más profundo. Curiosamente, aquel significado original de carácter hoy está en desuso y se relaciona con las acepciones de la palabra en el diccionario que le dan una connotación espiritual. En la antigüedad, el carácter, era como una marca, la representación de un significado; la expresión de un sentido, una razón de ser. Un ser vivo no es una página de anuncios en un diario y, por lo tanto, no puede llevar muchas de estas marcas, contener muchos significados; sino una sola marca, un solo significado. Cada ser vivo, que es un fragmento del Ser, sería visto antiguamente como portador de un reflejo de la divinidad y como tal sería digno de respeto. El ver al mundo como un estadio en el furor de una competición anula todas estas posibilidades. Pero no siempre había sido así.

En una sociedad materialista, el carácter es un concepto venido a menos. Lo mismo ocurre con el concepto de especie. Si todo es competición, entonces el carácter brilla por su ausencia, porque la pura competición eclipsa todo carácter que no sea el suyo: El de la pura competición. Sin embargo, en sociedades anteriores al materialismo dominante, se reconocía en ambos conceptos, carácter y especie, un componente de “esencia”. Hoy, como todo lo explicamos breve y frescamente porque hay otras cosas que hacer, entonces esto son tonterías, o mejor dicho obramos como si lo fuesen. Pero no lo son.