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martes, 8 de enero de 2013

Del tono autoritario con paso marcial hacia el hipnotismo: Resumen del capítulo tercero e introducción al cuarto de El Origen de las Especies por Medio de la Selección Natural (OSMNS) o la Supervivencia del más Apto en la Lucha por la Vida


El estilo de OSMNS progresa y su autor ha ido adquiriendo, paulatinamente, un marcado tono autoritario. Del prudente naturalista aficionado que contempla con aire distraído las experiencias de los granjeros en el primer capítulo pasábamos al observador de la naturaleza con un marcado tono ideológico en el segundo. Ligero cambio si se compara con el que tiene lugar en el salto del segundo al tercer capítulo.

En el tercer capítulo pasamos súbitamente del discurso ideológico propio de quien describe la naturaleza intentando borrar todo orden, al tono autoritario propio del discurso marcial centrado en la lucha y en la competición. No quiero decir que los militares tengan que estar obsesionados con la lucha, sino que tales pensamientos de exaltación de la competición y de la lucha son más propios del deportista o del militar que del naturalista. Si bien es cierto que entre ambos gremios, militares y deportistas, existen temperamentos variados entre los que se cuentan amantes del arte y de la filosofía, también lo es que entre los naturalistas, tanto profesionales como aficionados, pueden darse temperamentos variados, incluso las excepciones (menos honrosas en este caso) de quienes no ven en la naturaleza otra cosa sino lucha. El problema empieza cuando el tono utilizado para expresar tales creencias o convicciones deja de ser el de un aficionado naturalista (capítulo primero), y va más allá del tono polarizado y parcial del discurso ideológico (capítulo segundo), para convertirse en un discurso abiertamente autoritario (capítulo tercero). Tal progresión no augura nada bueno y sólo puede terminar en…… un tono todavía más extremo que el autoritario que veremos a qué estilo se ajusta (probablemente el del líder de una secta siempre dispuesto a ejercer sobre sus víctimas la hipnosis). Y si allá empezaba el problema, aquí cobra importancia, puesto que nos encontramos ante un lavado de cerebro masivo que sólo podrá llevarse a efecto si cuenta con la aceptación de un grupo de poder que garantice su difusión. Lamentablemente, no podía ser de otra manera en este caso.

Llegamos así con paso marcial al punto clave del libro: la selección natural o la supervivencia del más apto. En él esperaríamos, cuando menos, encontrar una definición de la selección natural. Si es un hecho, simplemente como indica el título del capítulo, la supervivencia del más apto, es decir mera constatación de que unos sobreviven y otros no, entonces esto no es una teoría científica. Es la mera afirmación, de un hecho constatable. Además, es una afirmación tautológica, puesto que lo mismo da decir los más aptos que los que sobreviven. Veremos si el autor tiene algo mejor que ofrecer. Entretanto, un aviso: El empleo de expresiones ambiguas de manera reiterada, aderezadas con perogrulladas y disyuntivas falsas es característica distintiva de……Sí. Exactamente, es una característica propia del hipnotismo.

lunes, 7 de enero de 2013

Una guerra limpia y bien ordenada en la que el feliz se multiplica viene por fin, para alivio del lector, a concluir el capítulo sobre la lucha en el centésimo undécimo párrafo de El Origen de las Especies





Termina de una vez este capítulo en el que las ausencias de contenido científico o referencia alguna a la formación de una nueva especie han sido reemplazadas por la exaltación con tono autoritario de la competición y de la lucha.  Seguimos sin encontrar un solo ejemplo de la formación de una especie nueva. Sospechamos por tanto que el autor va a proponer en el siguiente capítulo una teoría para explicar hechos cuya naturaleza desconoce. Pero no adelantemos acontecimientos…….De momento felicitemos a aquellos escasísimos lectores que hayan sido capaces de sobrevivir a la lectura de OSMNS hasta este punto. En especial a aquellos que lo hayan hecho sin caer dócilmente en la verborrea fácil del autor admitiendo que la competición o la lucha tengan nada que ver con la formación de una especie. No. La competición y la lucha serán tan abundantes como el autor desee. En las bandas rivales, en las familias, entre poblaciones distintas, clanes o tribus. Todo indivíduo se esforzará por multiplicarse si es el deseo del autor. Todo individuo competirá y luchará cuanto el autor guste. Pero precisamente por eso, la lucha no servirá de nada en la explicación de la formación de una especie nueva. Los mejores ejemplos de competición y de lucha, por no decir los únicos, se encuentran en la especie humana y que sepamos, tras milenios de luchas y competiciones ejemplares, todavía sigue siendo la misma especie de Assurbanipal, último rey de Siria.

111.

It is good thus to try in imagination to give any one species an advantage over another. Probably in no single instance should we know what to do. This ought to convince us of our ignorance on the mutual relations of all organic beings; a conviction as necessary, as it is difficult to acquire. All that we can do is to keep steadily in mind that each organic being is striving to increase in a geometrical ratio; that each, at some period of its life, during some season of the year, during each generation, or at intervals, has to struggle for life and to suffer great destruction. When we reflect on this struggle we may console ourselves with the full belief that the war of nature is not incessant, that no fear is felt, that death is generally prompt, and that the vigorous, the healthy, and the happy survive and multiply.





Es conveniente el intentar dar de este modo, con la imaginación, a una especie cualquiera, una ventaja sobre otra. Es probable que ni en un solo caso sabríamos cómo hacerlo. Esto debiera convencernos de nuestra ignorancia acerca de las relaciones mutuas de todos los seres orgánicos, convicción tan necesaria como difícil de adquirir. Todo lo que podemos hacer es tener siempre presente que todo ser orgánico está esforzándose por aumentar en razón geométrica, que todo ser orgánico, en algún período de su vida, durante alguna estación del año, durante todas las generaciones o con intervalos, tiene que luchar por la vida y sufrir gran destrucción. Cuando reflexionamos sobre esta lucha nos podemos consolar con la completa seguridad de que la guerra en la naturaleza no es incesante, que no se siente ningún miedo, que la muerte es generalmente rápida y que el vigoroso, el sano, el feliz, sobrevive y se multiplica.



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domingo, 6 de enero de 2013

La exaltación de la competición sigue en el párrafo centésimo décimo de El Origen de las Especies



El autor sigue exaltando la competición. Competidores y enemigos siguen protagonizando éste capítulo de exaltación de la lucha que sigue sin dar un solo ejemplo de cambio de especie.





110.

Hence we can see that when a plant or animal is placed in a new country, among new competitors, the conditions of its life will generally be changed in an essential manner, although the climate may be exactly the same as in its former home. If its average numbers are to increase in its new home, we should have to modify it in a different way to what we should have had to do in its native country; for we should have to give it some advantage over a different set of competitors or enemies.



Por consiguiente, podemos ver que cuando una planta o un animal es colocado en un nuevo país entre nuevos competidores, las condiciones de su vida cambiarán generalmente de un modo esencial, aun cuando pueda el clima ser exactamente el mismo que en su país anterior. S i su promedio de individuos ha de aumentar en el nuevo país, tendríamos que modificar este animal o planta de un modo diferente del que habríamos tenido que hacerlo en su país natal, pues habríamos de darle ventaja sobre un conjunto diferente de competidores o enemigos.

Imagen: Paris Hilton lee un libro sobre el arte de la guerra. Tomada de una curiosa entrada del blog Critical Goblin que nos ayuda a entender qué es eso de la competición.

sábado, 5 de enero de 2013

La competencia es la madre de la ciencia en el párrafo centésimo nono de El Origen de las Especies

  Vuelve a sorprendernos el autor por su exceso de imaginación, lo cual es sinónimo, en este caso, de falta de rigor. En esta sentencia:   In this case we can clearly see that if we wish in imagination to give the plant the power of increasing in numbers, we should have to give it some advantage over its competitors, or over the animals which prey on it.   En este caso podemos ver claramente que si queremos con la imaginación conceder a la planta el poder de aumentar en número tendremos que concederle alguna ventaja sobre sus competidores o sobre los animales que la devoran.   El párrafo entero es una exaltación de la competición y nada nos dice acerca de la formación de una especie nueva.      

109.
Look at a plant in the midst of its range! Why does it not double or quadruple its numbers? We know that it can perfectly well withstand a little more heat or cold, dampness or dryness, for elsewhere it ranges into slightly hotter or colder, damper or drier districts. In this case we can clearly see that if we wish in imagination to give the plant the power of increasing in numbers, we should have to give it some advantage over its competitors, or over the animals which prey on it. On the confines of its geographical range, a change of constitution with respect to climate would clearly be an advantage to our plant; but we have reason to believe that only a few plants or animals range so far, that they are destroyed exclusively by the rigour of the climate. Not until we reach the extreme confines of life, in the Arctic regions or on the borders of an utter desert, will competition cease. The land may be extremely cold or dry, yet there will be competition between some few species, or between the individuals of the same species, for the warmest or dampest spots.

Consideramos una planta en el centro de su área de dispersión. ¿Por qué no duplica o cuadruplica su número? Sabemos que puede perfectamente resistir bien un poco más de calor o de frío, de humedad o de sequedad, pues en cualquier otra parte se extiende por comarcas un poco más calurosas o más frías, más húmedas o más secas. En este caso podemos ver claramente que si queremos con la imaginación conceder a la planta el poder de aumentar en número tendremos que concederle alguna ventaja sobre sus competidores o sobre los animales que la devoran. En los confines de su distribución geográfica, un cambio de constitución relacionado con el clima sería evidentemente una ventaja para nuestra planta; pero tenemos motivo para creer que muy pocas plantas y animales se extienden tan lejos que sean destruidos por el rigor del clima. La competencia no cesará hasta que alcancemos los límites extremos de la vida en las regiones árticas, o en las orillas de un desierto absoluto. La tierra puede ser extremadamente fría o seca, y, sin embargo, habrá competencia entre algunas especies, o entre los individuos de la misma especie, por los lugares más calientes o más húmedos.

Imagen de Losing paradise?

viernes, 4 de enero de 2013

Más lucha y nuevas perogrulladas en el párrafo centésimo octavo de El Origen de las Especies

Hasta la semilla de judia viene armada para una lucha sin tregua, nos viene a decir el autor en este párrafo de espíritu belicoso. 108. The store of nutriment laid up within the seeds of many plants seems at first sight to have no sort of relation to other plants. But from the strong growth of young plants produced from such seeds, as peas and beans, when sown in the midst of long grass, it may be suspected that the chief use of the nutriment in the seed is to favour the growth of the seedlings, whilst struggling with other plants growing vigorously all around.   La provisión de alimento almacenada en las semillas de muchas plantas parece a primera vista que no tiene ninguna clase de relación con otras plantas; pero, por el activo crecimiento de las plantas jóvenes producidas por esta clase de semillas, como los guisantes y las judías, cuando se siembran entre hierba alta, puede sospecharse que la utilidad principal de este alimento en la semilla es favorecer el crecimiento de las plantitas mientras que están luchando con otras plantas que crecen vigorosamente a todo su alrededor.   Imagen: Ben Pea seedlings del Dept of Botany Wisconsin Univ.

jueves, 3 de enero de 2013

Un misterioso corolario en el párrafo centésimo séptimo de El Origen de las Especies

  El autor encuentra semejanza entre los dientes del tigre y los del parásito (sin especificar qué parasito) que se agarra a los pelos del tigre. También extiende dicha semejanza a la semilla del diente de león con las patas del escarabajo acuático. Una frase poética que requiere análisis psicológico es la siguiente:   But in the beautifully plumed seed of the dandelion, and in the flattened and fringed legs of the water-beetle, the relation seems at first confined to the elements of air and water.   Quizás se entienda major en verso:

 But in the beautifully plumed seed of the dandelion,  
and in the flattened and fringed legs of the water-beetle,
  the relation seems at first confined to the elements of air and water 




107. A corollary of the highest importance may be deduced from the foregoing remarks, namely, that the structure of every organic being is related, in the most essential yet often hidden manner, to that of all other organic beings, with which it comes into competition for food or residence, or from which it has to escape, or on which it preys. This is obvious in the structure of the teeth and talons of the tiger; and in that of the legs and claws of the parasite which clings to the hair on the tiger's body. But in the beautifully plumed seed of the dandelion, and in the flattened and fringed legs of the water-beetle, the relation seems at first confined to the elements of air and water. Yet the advantage of the plumed seeds no doubt stands in the closest relation to the land being already thickly clothed with other plants; so that the seeds may be widely distributed and fall on unoccupied ground. In the water-beetle, the structure of its legs, so well adapted for diving, allows it to compete with other aquatic insects, to hunt for its own prey, and to escape serving as prey to other animals.   Un corolario de la mayor importancia puede deducirse de las observaciones precedentes, y es que la estructura de todo ser orgánico está relacionada de modo esencialísimo, aunque frecuentemente oculto, con la de todos los otros seres orgánicos con que entra en competencia por el alimento o residencia, o de los que tiene que escapar, o de los que hace presa. Esto es evidente en la estructura de los dientes y garras del tigre y en la de las patas y garfios del parásito que se adhiere al pelo del cuerpo del tigre. Pero en la simiente, con lindo vilano, del diente de león y en las patas aplastadas y orladas de pelos del ditisco, la relación parece al pronto limitada a los elementos aire y agua. Sin embargo, la ventaja de las simientes con vilano se halla indudablemente en estrechísima relación con el estar la tierra cubierta ya densamente de otras plantas, pues las simientes pueden repartirse más lejos y caer en terreno no ocupado. En el ditisco, la estructura de sus patas, tan bien adaptadas para bucear, le permite competir con otros insectos acuáticos, cazar presas para él y escapar de servir de presa a otros animales.   Imagen de Animales completos

miércoles, 2 de enero de 2013

La lucha, será más rigurosa (o no) entre especies del mismo género en el párrafo centésimo sexto de El Origen de las Especies





Después de cinco párrafos que, aunque en principio se iban a dedicar a las complejas relaciones entre organismos, en buena medida se dedican a exaltar la importancia de la lucha, comienza una nueva sección, la última de éste capítulo dedicado a la Lucha por la Existencia, que se titula ahora La lucha por la vida es rigurosísima entre individuos y variedades de la misma especie. La lucha es más severa en la misma especie y también en especies del mismo género. Pero,… no siempre. Con su habitual ambigüedad el autor indica:



Como las especies de un mismo género tienen por lo común -aunque no, en modo alguno, constantemente- mucha semejanza en costumbres y constitución y siempre en estructura, la lucha, si entran en mutua competencia, será, en general, más rigurosa entre ellas, que entre especies de géneros distintos



Si entran en mutua competencia, la lucha será más rigurosa (en general, no siempre). Si no, no. Así concluimos este párrafo sabiamente:



pero probablemente en ningún caso podríamos decir con precisión por qué una especie ha vencido a otra en la gran batalla de la vida.



Y lo que es más importante: tampoco sabremos nada acerca de cómo se formaron cada una de las especies.







106.

As the species of the same genus usually have, though by no means invariably, much similarity in habits and constitution, and always in structure, the struggle will generally be more severe between them, if they come into competition with each other, than between the species of distinct genera. We see this in the recent extension over parts of the United States of one species of swallow having caused the decrease of another species. The recent increase of the mistle-thrush in parts of Scotland has caused the decrease of the song-thrush. How frequently we hear of one species of rat taking the place of another species under the most different climates! In Russia the small Asiatic cockroach has everywhere driven before it its great congener. In Australia the imported hive-bee is rapidly exterminating the small, stingless native bee. One species of charlock has been known to supplant another species; and so in other cases. We can dimly see why the competition should be most severe between allied forms, which fill nearly the same place in the economy of nature; but probably in no one case could we precisely say why one species has been victorious over another in the great battle of life.



Como las especies de un mismo género tienen por lo común -aunque no, en modo alguno, constantemente- mucha semejanza en costumbres y constitución y siempre en estructura, la lucha, si entran en mutua competencia, será, en general, más rigurosa entre ellas, que entre especies de géneros distintos. Vemos esto en la extensión reciente, por regiones de los Estados Unidos, de una especie de golondrina que ha causado disminución de otra especie. El reciente aumento del zorzal charlo en regiones de Escocia ha causado la disminución del zorzal común. ¡Con qué frecuencia oímos decir de una especie de rata que ha ocupado el lugar de otra especie en climas los más diferentes! En Rusia, la cucaracha pequeña asiática ha ido empujando ante sí por todas partes a su congénere grande. En Australia, la abeja común importada está exterminando rápidamente la abeja indígena, pequeña y sin aguijón. Se ha conocido una especie de mostaza suplantar a otra especie. Podemos entrever por qué tiene que ser severísima la competencia entre formas afines que ocupan exactamente el mismo lugar en la economía de la naturaleza; pero probablemente en ningún caso podríamos decir con precisión por qué una especie ha vencido a otra en la gran batalla de la vida.

martes, 1 de enero de 2013

Una pregunta sin responder en el párrafo centésimo quinto de El Origen de las Especies





La lucha se encuentra por doquier en la naturaleza. No obstante, entre individuos de la misma especie la lucha será más severa, dice el autor. Puede ser, .......Al menos este es el caso en la especie humana si no estaba equivocado Malthus. También entre variedades de trigo, nos viene a decir el autor en este párrafo. También en los guisantes y en las ovejas, la lucha omnipresente. Pero, un momento,.....¿Cuál de tantos ejemplos describe, o al menos tiene algo que ver con,  la aparición de una nueva especie?



105.

The dependency of one organic being on another, as of a parasite on its prey, lies generally between beings remote in the scale of nature. This is likewise sometimes the case with those which may strictly be said to struggle with each other for existence, as in the case of locusts and grass-feeding quadrupeds. But the struggle will almost invariably be most severe between the individuals of the same species, for they frequent the same districts, require the same food, and are exposed to the same dangers. In the case of varieties of the same species, the struggle will generally be almost equally severe, and we sometimes see the contest soon decided: for instance, if several varieties of wheat be sown together, and the mixed seed be resown, some of the varieties which best suit the soil or climate, or are naturally the most fertile, will beat the others and so yield more seed, and will consequently in a few years supplant the other varieties. To keep up a mixed stock of even such extremely close varieties as the variously coloured sweet-peas, they must be each year harvested separately, and the seed then mixed in due proportion, otherwise the weaker kinds will steadily decrease in number and disappear. So again with the varieties of sheep: it has been asserted that certain mountain-varieties will starve out other mountain-varieties, so that they cannot be kept together. The same result has followed from keeping together different varieties of the medicinal leech. It may even be doubted whether the varieties of any of our domestic plants or animals have so exactly the same strength, habits, and constitution, that the original proportions of a mixed stock (crossing being prevented) could be kept up for half-a-dozen generations, if they were allowed to struggle together, in the same manner as beings in a state of nature, and if the seed or young were not annually preserved in due proportion.



La dependencia de un ser orgánico respecto de otro, como la de un parásito respecto de su víctima, existe generalmente entre seres distantes en la escala de la naturaleza. En este caso están también a veces los seres de que puede decirse rigurosamente que luchan entre sí por la existencia, como en el caso de las diferentes especies de langosta y los cuadrúpedos herbívoros. Pero la lucha será casi siempre muy severa entre los individuos de la misma especie, pues frecuentan las mismas regiones, necesitan la misma comida y están expuestos a los mismos peligros. En el caso de variedades de la misma especie, la lucha será por lo general igualmente severa, y algunas veces vemos pronto decidida la contienda; por ejemplo: si se siembran juntas diferentes variedades de trigo y la simiente mezclada se siembra de nuevo, algunas de las variedades que mejor se acomoden al suelo y clima, o que sean naturalmente más fértiles, vencerán a las otras, y producirán así más simiente, y, en consecuencia, suplantarán en pocos años a las otras variedades. Para conservar un conjunto mezclado, aun cuando sea de variedades tan próximas como los guisantes de olor de diferentes colores, hay que recoger el fruto separadamente cada año y mezclar entonces las semillas en la proporción debida; de otro modo, las clases más débiles decrecerían en número invariablemente y desaparecerían. Lo mismo ocurre también con las variedades de ovejas; se ha afirmado que ciertas variedades de monte harían morir de hambre a otras variedades de monte, de modo que no se les puede tener juntas. El mismo resultado ha ocurrido por tener juntas diferentes variedades de la sanguijuela medicinal. Hasta puede dudarse si las variedades de alguna de las plantas o animales domésticos tienen tan exactamente las mismas fuerza, costumbres y constitución que pudieran conservarse por media docena de generaciones las proporciones primitivas de un conjunto mezclado -estando evitado el cruzamiento-, si se les permitiese luchar entre sí, del mismo modo que los seres en estado natural, y si las semillas o crías no fuesen conservadas anualmente en la debida proporción.



Imagen: Tarasca. Del blog Cuentos de hadas