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lunes, 8 de octubre de 2007

El carácter en su laberinto



Copio del diccionario de la RAE, con dolor de mi corazón, las sucesivas definiciones de la palabra carácter:

carácter.
(Del lat. character).
1. m. Señal o marca que se imprime, pinta o esculpe en algo.
2. m. Signo de escritura o de imprenta. U. m. en pl.
3. m. Estilo o forma de los signos de la escritura o de los tipos de la imprenta. Carácter redondo. Caracteres elzevirianos.
4. m. Señal o figura mágica.
5. m. Marca o hierro con que los animales de un rebaño se distinguen de los de otro.
6. m. Conjunto de cualidades o circunstancias propias de una cosa, de una persona o de una colectividad, que las distingue, por su modo de ser u obrar, de las demás. El carácter español. El carácter insufrible de Fulano.
7. m. Condición dada a alguien o a algo por la dignidad que sustenta o la función que desempeña. El carácter de juez, de padre. Medidas de carácter transitorio.
8. m. Señal espiritual que queda en una persona como efecto de un conocimiento o experiencia importantes, como, en la religión católica, la dejada por los sacramentos del bautismo, confirmación y orden. Imprimir, imponer carácter.
9. m. Fuerza y elevación de ánimo natural de alguien, firmeza, energía. Un hombre de carácter.
10. m. Modo de decir, o estilo.
Me pregunto, a continuación, cómo es posible entenderse en un idioma en el que una palabra puede significar cosas tan dispares e intento hacer un resumen de los significados vistos para carácter:
Básicamente, el laberinto tiene dos puertas. Es decir, que todas estas acepciones se podrían reducir a dos, una simple y una compleja:

Primera acepción (simple): carácter puede ser cualquier propiedad o “característica” de los seres vivos: El tener los ojos de un color u otro, el pelo de una forma u otra, la altura el peso, son caracteres. Esta es la acepción adoptada por la Genética que, por lo tanto, al menos indirectamente, ha rechazado la acepción alternativa. La Genética, y la Biología están centradas en los caracteres y no en el carácter.

Segunda acepción (compleja): en su significado original, carácter no era cualquier cosa. En griego, “charassein”, significaba grabar. Y el carácter era una marca, la representación de un significado más profundo. Curiosamente, aquel significado original de carácter hoy está en desuso y se relaciona con las acepciones de la palabra en el diccionario que le dan una connotación espiritual. En la antigüedad, el carácter, era como una marca, la representación de un significado; la expresión de un sentido, una razón de ser. Un ser vivo no es una página de anuncios en un diario y, por lo tanto, no puede llevar muchas de estas marcas, contener muchos significados; sino una sola marca, un solo significado. Cada ser vivo, que es un fragmento del Ser, sería visto antiguamente como portador de un reflejo de la divinidad y como tal sería digno de respeto. El ver al mundo como un estadio en el furor de una competición anula todas estas posibilidades. Pero no siempre había sido así.

En una sociedad materialista, el carácter es un concepto venido a menos. Lo mismo ocurre con el concepto de especie. Si todo es competición, entonces el carácter brilla por su ausencia, porque la pura competición eclipsa todo carácter que no sea el suyo: El de la pura competición. Sin embargo, en sociedades anteriores al materialismo dominante, se reconocía en ambos conceptos, carácter y especie, un componente de “esencia”. Hoy, como todo lo explicamos breve y frescamente porque hay otras cosas que hacer, entonces esto son tonterías, o mejor dicho obramos como si lo fuesen. Pero no lo son.