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domingo, 19 de agosto de 2012

Roguing, es decir, descartar los individuos que no interesan, como verdadero y único principio de la selección en el cuadragésimo segundo párrafo de El Origen de las Especies

  Llamar principio de selección a “Roguing”, es decir a descartar los individuos que no interesan, es la demostración más clara que podemos desear de que en la selección no hay principio alguno otro que el buen ojo del seleccionador. Es la selección un hecho tan elemental que ningún otro principio la dirige ni tampoco tiene ningún resultado diferente que no sea la propia selección en sí. Podemos así de una vez aportar ahora la definición que el autor ha venido escamoteando. ¿Qué es la selección? La acción y efecto de seleccionar. Aunque, en agronomía, la selección es una parte importante del proceso de Mejora Genética, por sí misma la selección no conduce a ninguna parte. La selección natural, a pesar de estar reconocida en diccionarios oficiales de todas las lenguas, por ejemplo el de la RAE, no es nada sino una contradictio in adiecto, un fantasma semántico.   Podemos también responder a otras preguntas:   ¿Quien dirige la selección? La voluntad del mejorador. Por lo tanto, sin voluntad previa, no hay selección. La selección es una parte del proceso de mejora genética (Breeding), cuyos resultados dependen además de la propia selección, de la fertilidad y de la heredabilidad. Como el autor indica:   But it is very far from true that the principle is a modern discovery   Cierto. El principio de que uno puede eliminar algunos individuos en sus cruzamientos domésticos es muy viejo, quizás por eso el autor lo llame principio ya que está en la base (al principio) de la agricultura y la ganadería. Con la selección no se consigue progreso alguno, por el contrario el progreso resultante de un proceso de Mejora Genética en particular y de toda su historia depende de la heredabilidad de los caracteres elegidos, propiedad que es independiente de toda selección.   El autor insiste en confundir selección con mejora y éste es uno de los errores más tenazmente mantenidos, increíbles y peligrosos de su obra. La selección por sí misma no tiene fruto ninguno y es absurdo pensar que en la naturaleza haya selección ni mejora. Pero además, la introducción del concepto de rogues (morralla), algo real en términos de actividad del mejorador, es absolutamente ridículo en términos de la naturaleza. En la naturaleza no hay rogues. Pensar lo contrario es ser eugenista.     It may be objected that the principle of selection has been reduced to methodical practice for scarcely more than three-quarters of a century; it has certainly been more attended to of late years, and many treatises have been published on the subject; and the result has been, in a corresponding degree, rapid and important. But it is very far from true that the principle is a modern discovery. I could give several references to works of high antiquity, in which the full importance of the principle is acknowledged. In rude and barbarous periods of English history choice animals were often imported, and laws were passed to prevent their exportation: the destruction of horses under a certain size was ordered, and this may be compared to the "roguing " of plants by nurserymen. The principle of selection I find distinctly given in an ancient Chinese encyclopaedia. Explicit rules are laid down by some of the Roman classical writers. From passages in Genesis, it is clear that the colour of domestic animals was at that early period attended to. Savages now sometimes cross their dogs with wild canine animals, to improve the breed, and they formerly did so, as is attested by passages in Pliny. The savages in South Africa match their draught cattle by colour, as do some of the Esquimaux their teams of dogs. Livingstone states that good domestic breeds are highly valued by the negroes in the interior of Africa who have not associated with Europeans. Some of these facts do not show actual selection, but they show that the breeding of domestic animals was carefully attended to in ancient times, and is now attended to by the lowest savages. It would, indeed, have been a strange fact, had attention not been paid to breeding, for the inheritance of good and bad qualities is so obvious.   Puede hacerse la objeción de que el principio de la selección ha sido reducido a práctica metódica durante poco más de tres cuartos de siglo; ciertamente, ha sido más atendida en los últimos años y se han publicado muchos tratados sobre este asunto, y el resultado ha sido rápido e importante en la medida correspondiente. Pero está muy lejos de la verdad el que el principio de la selección sea un descubrimiento moderno. Podría dar yo referencias de obras de gran antigüedad en las que se reconoce toda la importancia de este principio. En períodos turbulentos y bárbaros de la historia de Inglaterra fueron importados muchas veces animales selectos y se dieron leyes para impedir su exportación; fue ordenada la destrucción de los caballos inferiores a cierta alzada, y esto puede compararse al roguing, en las plantas, por los que cuidan de los semilleros. El principio de la selección lo encuentro dado claramente en una antigua enciclopedia china. Algunos de los escritores clásicos romanos dieron reglas explícitas. Por pasajes del Génesis es evidente que en aquel tiempo antiquísimo se prestó atención al color de los animales domésticos. Actualmente los salvajes cruzan a veces sus perros con cánidos salvajes para mejorar la raza, y antiguamente lo hacían así, según lo atestiguan pasajes de Plinio. Los salvajes, en el sur de África, emparejan por el color su ganado vacuno de tiro, como lo hacen con sus tiros de perros algunos de los esquimales. Livingstone afirma que las buenas razas domésticas son muy estimadas por los negros del interior del África que no han tenido relación con europeos. Algunos de estos hechos no demuestran selección positiva; pero muestran que en los tiempos antiguos se atendió cuidadosamente a la cría de animales domésticos y que hoy es atendida por los salvajes más inferiores. Habría sido realmente un hecho extraño que no se hubiese prestado atención a la cría, pues es tan evidente la herencia de las cualidades buenas y malas. Imagen: Relaciones de la palabra Rogue en inglés y español según Visual Thesaurus

sábado, 18 de agosto de 2012

Con respecto a las plantas, el autor también confunde selección con mejora, selection con breeding, en el párrafo cuadragésimo primero de El Origen de las Especies

Sigue en su error y, en lo que se refiere a las plantas, también confunde el autor selección con mejora. Dice: In regard to plants, there is another means of observing the accumulated effects of selection--namely,........ Por lo que se refiere a las plantas hay otro modo de observar el efecto acumulado de la selección, que es ,........   Pero debería decir:   In regard to plants, there is another means of observing the accumulated effects of breeding--namely,......... Por lo que se refiere a las plantas hay otro modo de observar el efecto acumulado de la mejora, que es ,.........   Porque las observaciones a que se refiere éste párrafo no son consecuencia de la selección sino del proceso de mejora.



Al final, en lugar de lo siguiente:   but, as a general rule, it cannot be doubted that the continued selection of slight variations, either in the leaves, the flowers, or the fruit, will produce races differing from each other chiefly in these characters.   por regla general, no se puede dudar que la selección continuada de ligeras variaciones, tanto en las hojas como en las flores o frutos, producirá razas que difieran entre sí principalmente en estos caracteres.   Debería decir:   but, as a general rule, it cannot be doubted that the continued breeding for slight variations, either in the leaves, the flowers, or the fruit, will produce races differing from each other chiefly in these characters.   por regla general, no se puede dudar que la mejora genética dirigida a obtener ligeras variaciones, tanto en las hojas como en las flores o frutos, producirá razas que difieran entre sí principalmente en estos caracteres.



 In regard to plants, there is another means of observing the accumulated effects of selection--namely, by comparing the diversity of flowers in the different varieties of the same species in the flower-garden; the diversity of leaves, pods, or tubers, or whatever part is valued, in the kitchen-garden, in comparison with the flowers of the same varieties; and the diversity of fruit of the same species in the orchard, in comparison with the leaves and flowers of the same set of varieties. See how different the leaves of the cabbage are, and how extremely alike the flowers; how unlike the flowers of the heartsease are, and how alike the leaves; how much the fruit of the different kinds of gooseberries differ in size, colour, shape, and hairiness, and yet the flowers present very slight differences. It is not that the varieties which differ largely in some one point do not differ at all in other points; this is hardly ever--I speak after careful observation--perhaps never, the case. The law of correlated variation, the importance of which should never be overlooked, will ensure some differences; but, as a general rule, it cannot be doubted that the continued selection of slight variations, either in the leaves, the flowers, or the fruit, will produce races differing from each other chiefly in these characters.      



Por lo que se refiere a las plantas hay otro modo de observar el efecto acumulado de la selección, que es comparando, en el jardín, la diversidad de flores en las diferentes variedades de las mismas especies; en la huerta, la diversidad de hojas, cápsulas, tubérculos o cualquier otra parte, si se aprecia en relación con la de las flores de las mismas variedades; y en el huerto, la diversidad de frutos de la misma especie en comparación con la de las hojas y flores del mismo grupo de variedades. Véase lo diferentes que son las hojas de la col y qué parecidísimas las flores; qué diferentes las flores del pensamiento y qué semejantes las hojas; lo mucho que difieren en tamaño, color, forma y pilosidad los frutos de las diferentes clases de grosellas, y, sin embargo, las flores presentan diferencias ligerísimas. No es que las variedades que difieren mucho en un punto no difieran en absoluto en otros; esto no ocurre casi nunca -hablo después de cuidadosa observación- o quizá nunca. La ley de variación correlativa, cuya importancia no debe ser descuidada, asegura algunas diferencias; pero, por regla general, no se puede dudar que la selección continuada de ligeras variaciones, tanto en las hojas como en las flores o frutos, producirá razas que difieran entre sí principalmente en estos caracteres.    

viernes, 17 de agosto de 2012

Aparecen los rogues, un concepto clave para entender las ideas del autor en el cuadragésimo párrafo de El Origen de las Especies

  Leemos en el Merrian Webster la definición de Rogue: VAGRANT, TRAMP 2 : a dishonest or worthless person : SCOUNDREL 3 : a mischievous person : SCAMP 4 : a horse inclined to shirk or misbehave 5 : an individual exhibiting a chance and usually inferior biological variation –rogu£ish \*r*-gish\ adjective –rogu£ish£ly adverb –rogu£ish£ness noun   Es decir, que los rogues es la canalla, la morralla, lo indeseable. Algunos traductores lo dejan sin traducir y ponen llamadas a pie de página indicando correspondencia con bribón o pícaro.   En su empeño por hacernos ver la tarea del mejorador de animales o plantas, muestra el autor que una de sus principales funciones es la de separar a estos elementos indeseables de su proceso de mejora. Hasta ahí no hay ningún inconveniente siempre que el análisis permanezca dentro de los límites de la granja. El problema es que no estamos ante un tratado de cunicultura o avicultura, sino ante una obra que se considera de Historia Natural o de Biología y, en ese caso, es inadmisible que en la naturaleza ocurra nada semejante.


En la naturaleza no hay nada ni nadie indicando qué es morralla, qué hay que merezca la pena dejar descendencia y qué no. Esto ocurre en la granja, o en un sistema de control social según la eugenesia, esa especie de pseudociencia o técnica instituida por su primo, sir Francis Galton, que tanto gustaba a Darwin y que tan vinculada ha estado siempre al darwinismo. En ambos casos, bajo la acción humana. En la naturaleza, no.          

The same principles are followed by horticulturists; but the variations are here often more abrupt. No one supposes that our choicest productions have been produced by a single variation from the aboriginal stock. We have proofs that this is not so in several cases in which exact records have been kept; thus, to give a very trifling instance, the steadily increasing size of the common gooseberry may be quoted. We see an astonishing improvement in many florists' flowers, when the flowers of the present day are compared with drawings made only twenty or thirty years ago. When a race of plants is once pretty well established, the seed-raisers do not pick out the best plants, but merely go over their seed-beds, and pull up the "rogues," as they call the plants that deviate from the proper standard. With animals this kind of selection is, in fact, likewise followed; for hardly any one is so careless as to breed from his worst animals    


Los mismos principios siguen los horticultores, pero las variaciones, con frecuencia, son más bruscas. Nadie supone que nuestros productos más selectos se hayan producido por una sola variación del tronco primitivo. Tenemos pruebas de que esto no ha sido así en diferentes casos en que se han conservado datos exactos; así, para dar un ejemplo muy sencillo, puede citarse el tamaño, cada vez mayor, de la grosella. Vemos un asombroso perfeccionamiento en muchas flores de los floristas cuando se comparan las flores de hoy día con dibujos hechos hace veinte o treinta años solamente. Una vez que una raza de plantas está bastante bien establecida, las productores de semillas no cogen las plantas mejores, sino que, simplemente, pasan por sus semilleros y arrancan los rogues, como llaman ellos a las plantas que se apartan del tipo conveniente. En animales también se sigue, de hecho, esta clase de selección, pues casi nadie es tan descuidado que saque cría de sus animales peores.  

jueves, 16 de agosto de 2012

Nuevas maravillas de la selección, características innatas del seleccionador y precio del ganado en el párrafo trigésimo noveno de El Origen de las Especies

  Si ya en el párrafo anterior nos encontrábamos muy lejos de la cuestión central de la obra (On the origin of species), y corríamos el riesgo de perdernos, porque el autor había confundido el concepto de selección con el de mejora, en éste ya nos hemos perdido sin remisión. El autor vaga desorientado, se ha olvidado de la finalidad de su obra y se dedica a distraernos, llevando nuestra atención por las cosas más dispares. Pero repetimos, las consecuencias de la mejora genética no sólo se deben a la selección. La mejora es algo más complejo que la selección que incluye: Selección, apareamiento, reproducción. El resultado depende, no sólo de la selección, sino de la fertilidad de los cruzamientos y la heredabilidad de los caracteres seleccionados:      


What English breeders have actually effected is proved by the enormous prices given for animals with a good pedigree; and these have been exported to almost every quarter of the world. The improvement is by no means generally due to crossing different breeds; all the best breeders are strongly opposed to this practice, except sometimes among closely allied sub-breeds. And when a cross has been made, the closest selection is far more indispensable even than in ordinary cases. If selection consisted merely in separating some very distinct variety and breeding from it, the principle would be so obvious as hardly to be worth notice; but its importance consists in the great effect produced by the accumulation in one direction, during successive generations, of differences absolutely inappreciable by an uneducated eye--differences which I for one have vainly attempted to appreciate. Not one man in a thousand has accuracy of eye and judgment sufficient to become an eminent breeder. If gifted with these qualities, and he studies his subject for years, and devotes his lifetime to it with indomitable perseverance, he will succeed, and may make great improvements; if he wants any of these qualities, he will assuredly fail. Few would readily believe in the natural capacity and years of practice requisite to become even a skilful pigeon-fancier.    


Lo que los criadores ingleses han hecho positivamente está probado por los precios enormes pagados por animales con buena genealogía, y éstos han sido exportados a casi todas las regiones del mundo. Generalmente, el perfeccionamiento no se debe, en modo alguno, al cruce de diferentes razas; todos los mejores criadores son muy opuestos a esta práctica, excepto, a veces, entre sub-razas muy afines; y cuando se ha hecho un cruzamiento, una rigurosísima selección es aún mucho más indispensable que en los casos ordinarios. Si la selección consistiese simplemente en separar alguna variedad muy distinta y hacer cría de ella, el principio estaría tan claro que apenas sería digno de mención; pero su importancia consiste en el gran efecto producido por la acumulación, en una dirección, durante generaciones sucesivas, de diferencias absolutamente inapreciables para una vista no educada, diferencias que yo, por ejemplo, intenté inútilmente apreciar. Ni un hombre entre mil tiene precisión de vista y criterio suficiente para llegar a ser un criador eminente. Si, dotado de estas cualidades, estudia durante años el asunto y consagra toda su vida a ello con perseverancia inquebrantable, triunfará y puede obtener grandes mejoras; si le falta alguna de estas cualidades, fracasará seguramente. Pocos creerían fácilmente en la natural capacidad y años que se requieren para llegar a ser no más que un hábil criador de palomas. Imagen de Paso Fino Horse Directory    

miércoles, 15 de agosto de 2012

La varita mágica al descubierto en el párrafo trigésimo octavo de El Origen de las Especies

  El autor desearía tener más espacio (nadie se lo limita), pero no para describir mecanismo alguno en relación con la transformación de las especies, no.

 El autor necesita más espacio porque así podría exponer largamente, es decir con más detalle todavía, el trabajo de los ganaderos y agricultores. Surgen dos preguntas. La primera, inocente: ¿Se necesitaría mucho espacio para exponer esto de manera suficientemente clara y comprensiva? La segunda, un poco más intencionada: ¿Tiene esto algo que ver con la formación de una especie en la naturaleza?

Si prefieren concentrar ambas preguntas en una, la resultante sería: ¿Cuánto espacio habría que dedicar a exponer el trabajo de los ganaderos y agricultores en un tratado sobre la transformación de las especies?

 Y aquí, fuese cual fuese la respuesta, veríamos que el autor está dedicando demasiado espacio a un tema que no aporta solución alguna al tema de El Origen de las Especies.   El autor está asombrado con la actividad que estos señores, agricultores y ganaderos, realizan seleccionando para la cría los mejores ejemplares; pero, desde su asombro, confunde constantemente selección con mejora, selection con breeding. La modificación de razas y la obtención de variedades nuevas son el resultado de un proceso de mejora y la mejora de una especie animal o vegetal no depende sólo de la selección, sino de ciertas propiedades naturales de las especies objeto de mejora. La mejora, para bien o para mal, es una actividad que va más allá del resultado de la intención humana (selección), y depende de la disposición que existe en la naturaleza: Quod Natura Non Dat, Salmantica non praestat.   Menciona el autor a un tal señor Youatt, William Youatt, autor de un libro sobre El Perro, quien tampoco era académico y además tenía una idea muy confusa sobre lo que es la selección: Esa varita mágica, indica el autor citando un impreciso texto de Youatt :   that which enables the agriculturist, not only to modify the character of his flock, but to change it altogether. It is the magician's wand, by means of which he may summon into life whatever form and mould he pleases   lo que permite al agricultor, no sólo modificar los caracteres de su rebaño, sino cambiar éstos por completo. Es la vara mágica mediante la cual puede llamar a la vida cualquier forma y modelar lo que quiere   Lo cual es falso. La selección no es aquello que permite cambiar los caracteres del rebaño. En todo caso esto es el proceso de mejora genética, del cual la selección puede ser parte importante, pero no son sinónimos. Por mucho que el hombre seleccione, no hay mejora si la naturaleza no consiente. El mejorador de animales y plantas no dispone de varita mágica alguna y tan sólo obtendrá de sus experiencias aquello que la naturaleza esté dispuesta a darle.    


The great power of this principle of selection is not hypothetical. It is certain that several of our eminent breeders have, even within a single lifetime, modified to a large extent their breeds of cattle and sheep. In order fully to realise what they have done it is almost necessary to read several of the many treatises devoted to this subject, and to inspect the animals. Breeders habitually speak of an animal's organisation as something plastic, which they can model almost as they please. If I had space I could quote numerous passages to this effect from highly competent authorities. Youatt, who was probably better acquainted with the works of agriculturalists than almost any other individual, and who was himself a very good judge of animals, speaks of the principle of selection as "that which enables the agriculturist, not only to modify the character of his flock, but to change it altogether. It is the magician's wand, by means of which he may summon into life whatever form and mould he pleases." Lord Somerville, speaking of what breeders have done for sheep, says: "It would seem as if they had chalked out upon a wall a form perfect in itself, and then had given it existence." In Saxony the importance of the principle of selection in regard to merino sheep is so fully recognised, that men follow it as a trade: the sheep are placed on a table and are studied, like a picture by a connoisseur; this is done three times at intervals of months, and the sheep are each time marked and classed, so that the very best may ultimately be selected for breeding.


  La gran fuerza de este principio de selección no es hipotética. Es seguro que varios de nuestros más eminentes ganaderos, aun dentro del tiempo que abarca la vida de un solo hombre, modificaron en gran medida sus razas de ganado vacuno y de ovejas. Para darse cuenta completa de lo que ellos han hecho es casi necesario leer varios de los muchos tratados consagrados a este objeto y examinar los animales. Los ganaderos hablan habitualmente de la organización de un animal como de algo plástico que pueden modelar casi como quieren. Si tuviese espacio, podría citar numerosos pasajes a este propósito de autoridades competentísimas. Youatt, que probablemente estaba mejor enterado que casi nadie de las obras de los agricultores, y que fue él mismo un excelente conocedor de animales, habla del principio de la selección como de «lo que permite al agricultor, no sólo modificar los caracteres de su rebaño, sino cambiar éstos por completo. Es la vara mágica mediante la cual puede llamar a la vida cualquier forma y modelar lo que quiere». Lord Somerville, hablando de lo que los ganaderos han hecho con la oveja, dice: «parecería como si hubiesen dibujado con yeso en una pared una forma perfecta en sí misma y después le hubiesen dado existencia». En Sajonia, la importancia del principio de la selección, por lo que se refiere a la oveja merina, está reconocido tan por completo, que se ejerce como un oficio: las ovejas son colocadas sobre una mesa y estudiadas como un cuadro por un perito; esto se hace tres veces, con meses de intervalo, y las ovejas son marcadas y clasificadas cada vez, de modo que las mejores de todas pueden ser por fin seleccionadas para la cría.  


 Imagen: Youatt con la varita mágica. Adaptación del retrato de William Youatt (1830-1883) de Youatt Genealogy Pages.

martes, 14 de agosto de 2012

Descubrimiento de la pólvora: La utilidad para el ser humano, principio de la selección y un grave error en el párrafo trigésimo séptimo de El Origen de las Especies

  El párrafo trigésimo séptimo es el primero de una serie dedicada a los Principios de selección practicados desde tiempo antiguo y sus efectos. Veremos qué pueda entender un autor que confunde selección con mejora, por Principios de selección y si en este caso también, como en el de las palomas, nos sorprende por haber descubierto la pólvora.



En particular nos preocupa mucho la palabra selección y lo que el autor pueda entender al respecto. Tal palabra ha aparecido ya dos veces en éste capítulo primero y, por su importancia, bien merecería ir acompañada de una cuidadosa definición. ¿Veremos en esta sección definición tan esperada ? …No. Por el contrario lo que vamos a ver es prueba de la ignorancia del autor:    


The key is man's power of accumulative selection: nature gives successive variations; man adds them up in certain directions useful to him. In this sense he may be said to have made for himself useful breeds.  


La clave está en la facultad que tiene el hombre de selección acumulativa; la Naturaleza da variaciones sucesivas; el hombre las suma en cierta dirección útil para él. En este sentido puede decirse que ha hecho razas útiles para él.


Lo cual no es exacto ya que, la naturaleza no da variaciones sucesivas que el hombre sume. Cierto es que el ser humano sólo puede seleccionar entre las posibilidades que la naturaleza le ofrece y le permite. Pero además resulta que la selección es una parte del proceso de mejora, pero no la única. Puede ocurrir que se seleccionen muy bien los progenitores y la mejora no avance, porque la clave no está sólo en la selección, sino en la fertilidad de los cruzamientos y en la heredabilidad de los caracteres elegidos.   El ser humano tiene la facultad de seleccionar entre las variaciones de la naturaleza. Cierto. Pero no obtendrá resultado alguno si las variaciones seleccionadas no son heredables. No es exacto decir que el ser humano ha hecho razas útiles para él , es más exacto decir que ha hecho las razas que le ha permitido hacer la naturaleza.     Llama la atención al comienzo la ingenuidad:   Uno de los rasgos característicos de las razas domésticas es que vemos en ellas adaptaciones, no ciertamente para él propio bien del animal o planta, sino para el uso y capricho del hombre. Efectivamente, mediante selección se obtienen las características deseadas y esto no se hace para el bien del animal. Precisamente la selección depende de la voluntad del seleccionador. Pero la mejora no sólo depende de la selección sino que depende además de las posibilidades existentes en la naturaleza.    



Let us now briefly consider the steps by which domestic races have been produced, either from one or from several allied species. Some effect may be attributed to the direct and definite action of the external conditions of life, and some to habit; but he would be a bold man who would account by such agencies for the differences between a dray and race-horse, a greyhound and bloodhound, a carrier and tumbler pigeon. One of the most remarkable features in our domesticated races is that we see in them adaptation, not indeed to the animal's or plant's own good, but to man's use or fancy. Some variations useful to him have probably arisen suddenly, or by one step; many botanists, for instance, believe that the fuller's teasel, with its hooks, which can not be rivalled by any mechanical contrivance, is only a variety of the wild Dipsacus; and this amount of change may have suddenly arisen in a seedling. So it has probably been with the turnspit dog; and this is known to have been the case with the ancon sheep. But when we compare the dray-horse and race-horse, the dromedary and camel, the various breeds of sheep fitted either for cultivated land or mountain pasture, with the wool of one breed good for one purpose, and that of another breed for another purpose; when we compare the many breeds of dogs, each good for man in different ways; when we compare the game-cock, so pertinacious in battle, with other breeds so little quarrelsome, with " everlasting layers " which never desire to sit, and with the bantam so small and elegant; when we compare the host of agricultural, culinary, orchard, and flower-garden races of plants, most useful to man at different seasons and for different purposes, or so beautiful in his eyes, we must, I think, look further than to mere variability. We can not suppose that all the breeds were suddenly produced as perfect and as useful as we now see them; indeed, in many cases, we know that this has not been their history. The key is man's power of accumulative selection: nature gives successive variations; man adds them up in certain directions useful to him. In this sense he may be said to have made for himself useful breeds.



 Consideremos ahora brevemente los grados por que se han producido las razas domésticas, tanto partiendo de una como de varias especies afines. Alguna eficacia puede atribuirse a la acción directa y determinada de las condiciones externas de vida, y alguna a las costumbres; pero sería un temerario quien explicase por estos agentes las diferencias entre un caballo de carro y uno de carreras, un galgo y un bloodhund, una paloma mensajera inglesa y una volteadora de cara corta. Uno de los rasgos característicos de las razas domésticas es que vemos en ellas adaptaciones, no ciertamente para él propio bien del animal o planta, sino para el uso y capricho del hombre. Algunas variaciones útiles al hombre, probablemente, se han originado de repente o de un salto; muchos naturalistas, por ejemplo, creen que el cardo de cardar, con sus garfios, que no pueden ser igualados por ningún artificio mecánico, no es más que una variedad del Dipsacus silvestre, y este cambio puede haberse originado bruscamente en una plantita. Así ha ocurrido, probablemente, con el perro turnspit, y se sabe que así ha ocurrido en el caso de la oveja ancon. Pero si comparamos el caballo de carro y el de carreras, el dromedario y el camello, las diferentes castas de ovejas adecuadas tanto para tierras cultivadas como para pastos de montañas, con la lana en una casta, útil para un caso, y en la otra, útil para el otro; cuando comparamos las muchas razas de perros, cada una útil al hombre de diferente modo; cuando comparamos el gallo de pelea, tan pertinaz en la lucha, con otras castas tan poco pendencieras, con las «ponedoras perpetuas» -everlasting layers- que nunca quieren empollar, y con la bantam, tan pequeña y elegante; cuando comparamos la multitud de razas de plantas agrícolas, culinarias, de huerta y de jardín, utilísimas al hombre en las diferentes estaciones y para diferentes fines, o tan hermosas a sus ojos, tenemos, creo yo, que ver algo más que simple variabilidad. No podemos suponer que todas las castas se produjeron de repente tan perfectas y tan útiles como ahora las vemos; realmente, en muchos casos sabemos que no ha sido ésta su historia. La clave está en la facultad que tiene el hombre de selección acumulativa; la Naturaleza da variaciones sucesivas; el hombre las suma en cierta dirección útil para él. En este sentido puede decirse que ha hecho razas útiles para él. Imagen de Paso Fino Horse directory.

lunes, 13 de agosto de 2012

Curiosas creencias de la gente del campo, un grave error, y una pregunta improcedente en el trigésimo sexto párrafo de El Origen de las Especies







El autor vuelve a expresar sus preocupaciones en un estilo anti-científico, porque no se trata de creer o no creer:

encontré exactamente la misma dificultad en creer que, puesto que habían sido domesticadas, habían descendido todas de un progenitor común



Presenta el dato anecdótico indocumentado como si fuese digno de crédito:



casi todos los criadores de los diferentes animales domésticos y los cultivadores de plantas con los que he tenido trato o cuyas obras he leído están firmemente convencidos de que las diferentes castas que cada uno ha cuidado descienden de otras tantas especies primitivamente distintas



Y lo que es peor, confunde el pertenecer a una especie con descender de un antecesor común. Son cosas distintas:



puesto que habían sido domesticadas, habían descendido todas de un progenitor común



Van Mons, en su tratado sobre peras y manzanas, muestra que no cree en modo alguno en que las diferentes clases, por ejemplo, el manzano Ribston-pippin, o el Codlin, pudieron nunca haber procedido de semillas del mismo árbol.



Pertenecer a la misma especie no significa descender de un progenitor común ni tampoco, en el caso de árboles, proceder del mismo árbol.



Basado en estos errores, el párrafo termina con una pregunta al aire bastante inapropiada para el tema que se ha venido tratando:



¿No podrían esos naturalistas, que, sabiendo mucho menos de las leyes de la herencia de lo que saben los criadores, y no sabiendo más que lo que éstos saben de los eslabones intermedios de las largas líneas genealógicas, admiten, sin embargo, que muchas de nuestras razas domésticas descienden de los mismos padres, no podrían aprender una lección de prudencia cuando se burlan de la idea de que las especies en estado natural sean descendientes directos de otras especies?



Pero quien debería haber obrado con prudencia no es ninguno de estos hipotéticos naturalistas sino el autor de tan irracional pregunta.



I  have discussed the probable origin of domestic pigeons at some, yet quite insufficient, length; because when I first kept pigeons and watched the several kinds, well knowing how truly they breed, I felt fully as much difficulty in believing that since they had been domesticated they had all proceeded from a common parent, as any naturalist could in coming to a similar conclusion in regard to the many species of finches, or other groups of birds, in nature. One circumstance has struck me much; namely, that nearly all the breeders of the various domestic animals and the cultivators of plants, with whom I have conversed, or whose treatises I have read, are firmly convinced that the several breeds to which each has attended, are descended from so many aboriginally distinct species. Ask, as I have asked, a celebrated raiser of Hereford cattle, whether his cattle might not have descended from Long-horns, or both from a common parent- stock, and he will laugh you to scorn. I have never met a pigeon, or poultry, or duck, or rabbit fancier, who was not fully convinced that each main breed was descended from a distinct species. Van Mons, in his treatise on pears and apples, shows how utterly he disbelieves that the several sorts, for instance a Ribston-pippin or Codlin-apple, could ever have proceeded from the seeds of the same tree. Innumerable other examples could be given. The explanation, I think, is simple: from long-continued study they are strongly impressed with the differences between the several races; and though they well know that each race varies slightly, for they win their prizes by selecting such slight differences, yet they ignore all general arguments, and refuse to sum up in their minds slight differences accumulated during many successive generations. May not those naturalists who, knowing far less of the laws of inheritance than does the breeder, and knowing no more than he does of the intermediate links in the long lines of descent, yet admit that many of our domestic races are descended from the same parents--may they not learn a lesson of caution, when they deride the idea of species in a state of nature being lineal descendants of other species?



He discutido el origen probable de las palomas domésticas con alguna extensión, aunque muy insuficiente, porque cuando tuve por vez primera palomas y observé las diferentes clases, viendo bien lo invariablemente que crían, encontré exactamente la misma dificultad en creer que, puesto que habían sido domesticadas, habían descendido todas de un progenitor común que la que podría tener cualquier naturalista en llegar a una conclusión semejante para las muchas especies de fringílidos o de otros grupos de aves, en estado natural. Un hecho me causó mucha impresión, y es que casi todos los criadores de los diferentes animales domésticos y los cultivadores de plantas con los que he tenido trato o cuyas obras he leído están firmemente convencidos de que las diferentes castas que cada uno ha cuidado descienden de otras tantas especies primitivamente distintas. Preguntad, como yo he preguntado, a un renombrado criador de ganado vacuno de Hereford si su ganado no podría haber descendido del longhorn, o ambos de un tronco común, y se os reirá con desprecio. No he encontrado nunca aficionados a palomas, gallinas, patos o conejos que no estuviesen completamente convencidos de que cada raza principal descendió de una especie distinta. Van Mons, en su tratado sobre peras y manzanas, muestra que no cree en modo alguno en que las diferentes clases, por ejemplo, el manzano Ribston-pippin, o el Codlin, pudieron nunca haber procedido de semillas del mismo árbol. Podrían citarse otros innumerables ejemplos. La explicación, creo yo, es sencilla: por el estudio continuado durante mucho tiempo están muy impresionados por las diferencias entre las diversas razas; y, aunque saben bien que cada raza varía ligeramente, pues ellos ganan sus premios seleccionando estas ligeras diferencias, sin embargo, ignoran todos los razonamientos generales y rehúsan sumar mentalmente las ligeras diferencias acumuladas durante muchas generaciones sucesivas. ¿No podrían esos naturalistas, que, sabiendo mucho menos de las leyes de la herencia de lo que saben los criadores, y no sabiendo más que lo que éstos saben de los eslabones intermedios de las largas líneas genealógicas, admiten, sin embargo, que muchas  de nuestras razas domésticas descienden de los mismos padres, no podrían aprender una lección de prudencia cuando se burlan de la idea de que las especies en estado natural sean descendientes directos de otras especies?





domingo, 12 de agosto de 2012

Algunos detalles de historia no ocultan la confusión en el trigésimo quinto párrafo de El Origen de las Especies

  En el párrafo anterior algunas ideas habían quedado claras: Todas las variedades de paloma doméstica pertenecen a la misma especie. Conclusión que no se debe al trabajo del autor sino que, según él mismo indicaba en el párrafo trigésimo y trigésimo primero, es la opinión general compartida por todos los naturalistas. Pues bien habiéndose cerrado el circulo y habiendo llegado a la misma conclusión que se presentaba ya como punto de partida,……….¿Qué más tendrá que contarnos el autor sobre palomas? Seguramente nada. Al menos, nada que tenga que ver con la formación de especies. Pronto lo veremos...............   Con excepción de la introducción, es éste párrafo el segundo en el que aparece la palabra selección. Ni aquí ni en su primera aparición queda bien definida. Por el contrario , ya en la primera aparición de tan importante concepto, el autor vino a confundir selección con mejora. Aunque a menudo promete volver a hablar de ella más adelante, cuando lo hace, vuelve a confundirla con mejora. Lástima que la obra transcurra así sin aclarar lo que es la selección,….tan importante concepto (y de una aplicación tan escasa o nula para el estudio de la naturaleza). A continuación el párrafo completo para los interesados en arqueología literaria, historia gastronómica de Egipto o del imperio romano. De interés nulo para interesados en el origen de las especies:    




In favour of this view, I may add, firstly, that the wild C. livia has been found capable of domestication in Europe and in India; and that it agrees in habits and in a great number of points of structure with all the domestic breeds. Secondly, that although an English carrier or a short-faced tumbler differs immensely in certain characters from the rock-pigeon, yet that by comparing the several sub-breeds of these two races, more especially those brought from distant countries, we can make, between them and the rock-pigeon, an almost perfect series; so we can in some other cases, but not with all the breeds. Thirdly, those characters which are mainly distinctive of each breed are in each eminently variable, for instance, the wattle and length of beak of the carrier, the shortness of that of the tumbler, and the number of tail-feathers in the fantail; and the explanation of this fact will be obvious when we treat of selection. Fourthly, pigeons have been watched and tended with the utmost care, and loved by many people. They have been domesticated for thousands of years in several quarters of the world; the earliest known record of pigeons is in the fifth Aegyptian dynasty, about 3000 B.C., as was pointed out to me by Professor Lepsius; but Mr. Birch informs me that pigeons are given in a bill of fare in the previous dynasty. In the time of the Romans, as we hear from Pliny, immense prices were given for pigeons; " nay, they are come to this pass, that they can reckon up their pedigree and race. " Pigeons were much valued by Akber Khan in India, about the year 1600; never less than 20,000 pigeons were taken with the court. " The monarchs of Iran and Turan sent him some very rare birds; " and, continues the courtly historian, " His Majesty, by crossing the breeds, which method was never practised before, has improved them astonishingly. " About this same period the Dutch were as eager about pigeons as were the old Romans. The paramount importance of these considerations in explaining the immense amount of variation which pigeons have undergone, will likewise be obvious when we treat of selection. We shall then, also, see how it is that the several breeds so often have a somewhat monstrous character. It is also a most favourable circumstance for the production of distinct breeds, that male and female pigeons can be easily mated for life; and thus different breeds can be kept together in the same aviary.    



En favor de esta oopinión puedo añadir: primero, que la Columba livia silvestre se ha visto que es capaz de domesticación en Europa y en la India, y que coincide en costumbres y en un gran número de caracteres de estructura con todas las castas domésticas; segundo, que, aunque una carrier o mensajera inglesa y una tumbler o volteadora de cara corta difieren inmensamente en ciertos caracteres de la paloma silvestre, sin embargo, comparando las diversas sub-razas de estas dos razas, especialmente las traídas de regiones distantes, podemos formar entre ellas y la paloma silvestre una serie casi perfecta; tercero, aquellos caracteres que son principalmente distintivos de cada casta son en cada una eminentemente variables, por ejemplo: las carúnculas y la longitud del pico de la carrier o mensajera inglesa, lo corto de éste en la tumbler o volteadora de cara corta y el número de plumas de la cola en la colipavo, y, la explicación de este hecho será clara cuando tratemos de la selección; cuarto, las palomas han sido observadas y atendidas con el mayor cuidado y estimadas por muchos pueblos. Han estado domesticadas durante miles de años en diferentes regiones del mundo; el primer testimonio conocido de palomas pertenece a la quinta dinastía egipcia, próximamente tres mil años antes de Jesucristo, y me fue señalado por el profesor Lepsius; pero míster Birch me informa que las palomas aparecen en una lista de manjares de la dinastía anterior. En tiempo de los romanos, según sabemos por Plinio, se pagaban precios enormes por las palomas; «es más: han llegado hasta tal punto, que puede explicarse su genealogía y raza». Las palomas fueron muy apreciadas por Akber Khan en la India el año 1600: nunca se llevaban con la corte menos de veinte mil palomas. «Los monarcas de Irán y Turán le enviaron ejemplares rarísimos» y, continúa el historiador de la corte, «Su Majestad, cruzando las castas, método que nunca se había practicado antes, las ha perfeccionado asombrosamente». Hacia la misma época, los holandeses eran tan entusiastas de las palomas como lo fueron los antiguos romanos. La suma importancia de estas consideraciones para explicar la inmensa variación que han experimentado las palomas quedará igualmente clara cuando tratemos de la selección. También veremos entonces cómo es que las diferentes razas tienen con tanta frecuencia un carácter algo monstruoso. Es también una circunstancia muy favorable para la producción de razas

sábado, 11 de agosto de 2012

Acaba el párrafo trigésimo cuarto y nos quedamos igual que al empezar el vigésimo séptimo de El Origen de las Especies



El autor nos ha tenido entretenidos con distintos juegos de palabras y argumentos para llevarnos al final al mismo punto de partida: Todas las variedades de palomas constituyen una misma especie puesto que pueden reproducirse entre sí. A tal efecto ha mostrado su despliegue verbal durante ocho párrafos, …. ¡Curiosa manera de perder  el tiempo!

Si después de tanto esfuerzo en la historia por alterar la morfología de la paloma, los  mejoradores no han conseguido producir una especie nueva,.... ¿Acaso no indica esto la solidez del concepto de especie y la dificultad que habrá para estudiar la transformación de las especies?, ¿No indica el poco valor que tienen las observaciones en la granja para comprender tales procesos? ¿Qué habrá guardado el autor para los dos párrafos que quedan sobre palomas? Lo veremos……………



El autor busca las mil maneras de quitar importancia al concepto de especie, fundamental en taxonomía. Entre otras argucias a tal fin emplea la palabra especie en combinaciones poco rigurosas en  estas formas que no han sido debidamente definidas:





supposed species,

supposed species being quite unknown in a wild state,

species presenting certain very abnormal characters,

geographical sub-species





From these several reasons, namely, the improbability of man having formerly made seven or eight supposed species of pigeons to breed freely under domestication—these supposed species being quite unknown in a wild state, and their not having become anywhere feral—these species presenting certain very abnormal characters, as compared with all other Columbidae, though so like the rock-pigeon in most other respects—the occasional reappearance of the blue colour and various black marks in all the breeds, both when kept pure and when crossed—and lastly, the mongrel offspring being perfectly fertile—from these several reasons, taken together, we may safely conclude that all our domestic breeds are descended from the rock-pigeon or Columba livia with its geographical sub-species.





Por estas diferentes razones, a saber: la imposibilidad de que el hombre haya hecho criar sin limitación en domesticidad a siete u ocho supuestas especies desconocidas en estado salvaje, y por no haberse vuelto salvajes en ninguna parte; el presentar estas especies ciertos caracteres muy anómalos comparados con todos los otros colúmbidos, no obstante ser tan parecidas a la paloma silvestre por muchos conceptos; la reaparición accidental del color azul y de las diferentes señales negras en todas las castas, lo mismo mantenidas puras que cruzadas y, por último, el ser la descendencia mestiza perfectamente fecunda; por todas estas razones, tomadas juntas, podemos con seguridad llegar a la conclusión de que todas nuestras razas domésticas descienden de la paloma silvestre o Columba livia, con sus subespecies geográficas.

viernes, 10 de agosto de 2012

Estilo vago y ambiguo en el párrafo trigésimo tercero de El Origen de las Especies

  Destaca en este párrafo trigésimo tercero el estilo vago y ambiguo que preside la obra, así por ejemplo: Por último, los híbridos o mestizos que resultan entre todas las razas de palomas son perfectamente fecundos, como lo puedo afirmar por mis propias observaciones, hechas a propósito con las razas más diferentes.


  ¿Y cómo no habían de serlo si pertenecen a la misma especie?, ¿Acaso los híbridos de palomas no son palomas? O también: Ahora bien, apenas se ha averiguado con certeza ningún caso de híbridos de dos especies completamente distintas de animales que sea perfectamente fecundo.   ¿Acaso no habla este dato de la estabilidad de las especies y de la importancia del concepto de especie? ¿Qué quiere decir "hardly any cases", traducido aquí como "apenas ningún caso"?, ¿Hay o no ejemplos de híbridos de dos especies completamente distintas de animales que sean perfectamente fecundos?. Si los hay, el autor debería dar la referencia y si no los hay, decir que no los hay.  


Y también a continuación: Ahora bien, apenas se ha averiguado con certeza ningún caso de híbridos de dos especies completamente distintas de animales que sean perfectamente fecundos. Algunos autores creen que la domesticidad continuada largo tiempo elimina esta poderosa tendencia a la esterilidad de las especies ¿Qué autores creen esto y por qué lo creen en ausencia de prueba alguna?    


Lastly, the hybrids or mongrels from between all the breeds of the pigeon are perfectly fertile, as I can state from my own observations, purposely made, on the most distinct breeds. Now, hardly any cases have been ascertained with certainty of hybrids from two quite distinct species of animals being perfectly fertile. Some authors believe that long-continued domestication eliminates this strong tendency to sterility in species. From the history of the dog, and of some other domestic animals, this conclusion is probably quite correct, if applied to species closely related to each other. But to extend it so far as to suppose that species, aboriginally as distinct as carriers, tumblers, pouters, and fantails now are, should yield offspring perfectly fertile, inter se, seems to me rash in the extreme.    


Por último, los híbridos o mestizos que resultan entre todas las razas de palomas son perfectamente fecundos, como lo puedo afirmar por mis propias observaciones, hechas a propósito con las razas más diferentes. Ahora bien, apenas se ha averiguado con certeza ningún caso de híbridos de dos especies completamente distintas de animales que sean perfectamente fecundos. Algunos autores creen que la domesticidad continuada largo tiempo elimina esta poderosa tendencia a la esterilidad. Por la historia del perro y de algunos otros animales domésticos, esta conclusión es probablemente del todo exacta, si se aplica a especies muy próximas; pero extenderlo tanto, hasta suponer que especies primitivamente tan diferentes como lo son ahora las mensajeras inglesas, volteadoras, buchonas inglesas y colipavos han de producir descendientes perfectamente fecundos inter se, sería en extremo temerario. Imagen: Uomo con mulo. De la web de la cittá de Carpi (Carpidiem). El mulo es híbrido del caballo y el asno (dos especies diferentes). Los mulos son estériles.

jueves, 9 de agosto de 2012

Los colores de las palomas y una terrible descripción de dos maneras de reversión en el párrafo trigésimo segundo de El Origen de las Especies

Sigue empeñado el autor en dar más pruebas para apoyar algo que todo el mundo admite sin dificultad, es decir, que todas las razas de palomas pertenecen a la misma especie o dicho de otro modo, que toda paloma es paloma. Para ello, nos cuenta algunas de sus experiencias personales en el cruzamiento de palomas y al final, de forma terrible nos describe dos maneras de reversión, indicando que ambas han sido confundidas por los que escriben sobre la herencia, pero, siguiendo su costumbre, sin mencionar autor alguno. De todos modos tan confusa descripción no necesita acompañarse de referencia alguna.


Veamos primero un fragmento seleccionado:   In a breed which has been crossed only once the tendency to revert to any character derived from such a cross will naturally become less and less, as in each succeeding generation there will be less of the foreign blood; but when there has been no cross, and there is a tendency in the breed to revert to a character which was lost during some former generation, this tendency, for all that we can see to the contrary, may be transmitted undiminished for an indefinite number of generations. These two distinct cases of reversion are often confounded together by those who have written on inheritance.      


En una raza que se ha cruzado una sola vez la tendencia a volver a cualquier carácter naturalmente, será cada vez menos, por haber en cada generación menos de la sangre extranjera, pero cuando no hay cruzamiento, y hay una tendencia en la casta para volver a un carácter que se había perdido durante alguna generación anterior, esta tendencia, por todo lo que podemos ver por el contrario, se puede transmitir sin menoscabo durante un número indefinido de generaciones. Estos dos casos diferentes de reversión son frecuentemente confundidos por los que han escrito sobre la herencia.


Y luego el párrafo completo:      


Some facts in regard to the colouring of pigeons well deserve consideration. The rock-pigeon is of a slaty-blue, with white loins; but the Indian sub-species, C. intermedia of Strickland, has this part bluish. The tail has a terminal dark bar, with the outer feathers externally edged at the base with white. The wings have two black bars. Some semi-domestic breeds, and some truly wild breeds, have, besides the two black bars, the wings chequered with black. These several marks do not occur together in any other species of the whole family. Now, in every one of the domestic breeds, taking thoroughly well-bred birds, all the above marks, even to the white edging of the outer tail-feathers, sometimes concur perfectly developed. Moreover, when birds belonging to two or more distinct breeds are crossed, none of which are blue or have any of the above-specified marks, the mongrel offspring are very apt suddenly to acquire these characters. To give one instance out of several which I have observed: I crossed some white fantails, which breed very true, with some black barbs—and it so happens that blue varieties of barbs are so rare that I never heard of an instance in England; and the mongrels were black, brown and mottled. I also crossed a barb with a spot, which is a white bird with a red tail and red spot on the forehead, and which notoriously breeds very true; the mongrels were dusky and mottled. I then crossed one of the mongrel barb-fantails with a mongrel barb-spot, and they produced a bird of as beautiful a blue colour, with the white loins, double black wing-bar, and barred and white-edged tail-feathers, as any wild rock-pigeon! We can understand these facts, on the well-known principle of reversion to ancestral characters, if all the domestic breeds are descended from the rock-pigeon. But if we deny this, we must make one of the two following highly improbable suppositions. Either, first, that all the several imagined aboriginal stocks were coloured and marked like the rock-pigeon, although no other existing species is thus coloured and marked, so that in each separate breed there might be a tendency to revert to the very same colours and markings. Or, secondly, that each breed, even the purest, has within a dozen, or at most within a score, of generations, been crossed by the rock-pigeon: I say within a dozen or twenty generations, for no instance is known of crossed descendants reverting to an ancestor of foreign blood, removed by a greater number of generations. In a breed which has been crossed only once the tendency to revert to any character derived from such a cross will naturally become less and less, as in each succeeding generation there will be less of the foreign blood; but when there has been no cross, and there is a tendency in the breed to revert to a character which was lost during some former generation, this tendency, for all that we can see to the contrary, may be transmitted undiminished for an indefinite number of generations. These two distinct cases of reversion are often confounded together by those who have written on inheritance.                        



Algunos hechos referentes al color de las palomas merecen bien ser tenidos en consideración. La paloma silvestre es de color azul pizarra, con la parte posterior del lomo blanca; pero la subespecie india, Columba intermedia de Strickland, tiene esta parte azulada. La cola tiene en el extremo una faja obscura y las plumas externas con un filete blanco en la parte exterior, en la base. Las alas tienen dos fajas negras. Algunas razas semidomésticas y algunas razas verdaderamente silvestres tienen, además de estas dos fajas negras, las alas moteadas de negro. Estos diferentes caracteres no se presentan juntos en ninguna otra especie de toda la familia. Ahora bien: en todas las razas domésticas, tomando ejemplares por completo de pura raza, todos los caracteres dichos, incluso el filete blanco de las plumas rectrices externas, aparecen a veces perfectamente desarrollados. Más aún: cuando se cruzan ejemplares pertenecientes a dos o más razas distintas, ninguna de las cuales es azul ni tiene ninguno de los caracteres arriba especificados, la descendencia mestiza propende mucho a adquirir de repente estos caracteres. Para dar un ejemplo de los muchos que he observado: crucé algunas colipavos blancas, que criaban por completo sin variación, con algunas barbs negras -y ocurre que las variedades azules de barb son tan raras, que nunca he oído de ningún caso en Inglaterra-, y los híbridos fueron negros, castaños y moteados. Crucé también una barb con una spot -que es una paloma blanca, con cola rojiza y una mancha rojiza en la frente, y que notoriamente cría sin variación-; los mestizos fueron obscuros y moteados. Entonces crucé uno de los mestizos colipavo-barb con un mestizo spot-barb, y produjeron un ave de tan hermoso color azul, con la parte posterior del lomo blanca, doble faja negra en las alas y plumas rectrices con orla blanca y faja, ¡como cualquier paloma silvestre! Podemos comprender estos hechos mediante el principio, tan conocido, de la reversión o vuelta a los caracteres de los antepasados, si todas las castas domésticas descienden de la paloma silvestre. Pero si negamos esto tenemos que hacer una de las dos hipótesis siguientes, sumamente inverosímiles: O bien -primera-, todas las diferentes ramas primitivas supuestas tuvieron el color y dibujos como la silvestre -aun cuando ninguna otra especie viviente tiene este color y dibujos-, de modo que en cada casta separada pudo haber una tendencia a volver a los mismísimos colores y dibujos; o bien en segundo lugar, que cada raza, siquiera la más pura, se ha cruzado con la paloma silvestre en una docena de generaciones: Digo yo que dentro de una docena de generaciones o veinte, por que no se sabe de descendientes que vuelvan a los caracteres de un antepasado de sangre extraña, después de haberse cruzado por un mayor número de generaciones. En una raza que se ha cruzado una sola vez la tendencia a volver a cualquier carácter naturalmente, será cada vez menos, por haber en cada generación menos de la sangre extranjera, pero cuando no hay cruzamiento, y hay una tendencia en la casta para volver a un carácter que se había perdido durante alguna generación anterior, esta tendencia, por todo lo que podemos ver por el contrario, se puede transmitir sin menoscabo durante un número indefinido de generaciones. Estos dos casos diferentes de reversión son frecuentemente confundidos por los que han escrito sobre la herencia.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Toda paloma es paloma: un argumento de gran peso en el párrafo trigésimo primero de El Origen de las Especies

  Nos presenta ahora el autor lo que él mismo viene a llamar un argumento de gran peso, .........¿A favor de qué? , ¿Resolverá con él alguna hipótesis nueva en relación con la transformación de las especies o aclarará alguna idea original suya? Sospecho que no. El argumento no viene a favor de idea nueva sino que, por el contrario apoya la vieja idea de que todas las palomas son palomas, es decir pertenecen todas a la misma especie. Cierto, el autor ha encontrado esta vez un argumento que apoya su idea. Lástima que la idea no sea suya ya que en el párrafo anterior decía:   la opinión común de los naturalistas es justa, o sea que todas descienden de la paloma silvestre.   Constantemente el autor nos recuerda aquella célebre frase acerca de su propio trabajo, que él mismo en su autobiografía atribuyó a Houghton:   all that [was] new in there was false, and what was true was old   Todo lo Nuevo era falso, todo lo verdadero, viejo   Cuando en realidad Houghton lo que dijo fue otra cosa:   This speculation of Mess. Darwin and Wallace would not be worthy of note were it not for the weight of authority of the names under whose auspices it has been brought forward. If it means what it says, it is a truism; if it means anything more, it is contrary to fact.  

Un detalle escapado ya en el párrafo anterior apunta hacia la raíz más profunda de su pensamiento evolutivo: el hombre semicivilizado.   El autor se considera un hombre plenamente civilizado y esto es lo que más importa. No importa ser o no ser un naturalista al uso, respetar o no respetar el método científico, ya que, según nos ha planteado en estos dos últimos párrafos, su nivel de civilización superior le permite enmendar la plana a los naturalistas y a los científicos, en particular a aquellos que pudieran ser al menos en teoría, semi-civilizados, porque lo que se está presentando en el Origen más que obra científica es doctrina para un programa social: El de la eugenesia.          


 An argument of great weight, and applicable in several other cases, is, that the above-specified breeds, though agreeing generally with the wild rock-pigeon in constitution, habits, voice, colouring, and in most parts of their structure, yet are certainly highly abnormal in other parts; we may look in vain through the whole great family of Columbidae for a beak like that of the English carrier, or that of the short-faced tumbler, or barb; for reversed feathers like those of the Jacobin; for a crop like that of the pouter; for tail-feathers like those of the fantail. Hence it must be assumed, not only that half-civilized man succeeded in thoroughly domesticating several species, but that he intentionally or by chance picked out extraordinarily abnormal species; and further, that these very species have since all become extinct or unknown. So many strange contingencies are improbable in the highest degree.    

Un argumento de gran peso, y aplicable en otros varios casos, es que las castas antes especificadas, aunque coinciden generalmente con la paloma silvestre en constitución, costumbres, voz, color, y en las más de las partes de su estructura, son, sin embargo, ciertamente, muy anómalas en otras partes; en vano podemos buscar por toda la gran familia de los colúmbidos un pico como el de la carrier o mensajera inglesa, o como el de la tumbler o volteadora de cara corta, o el de la barb; plumas vueltas como las de la capuchina, buche como el de la buchona inglesa, plumas rectrices como las de la colipavo. Por lo tanto, habría que admitir, no sólo que el hombre semicivilizado consiguió domesticar por completo diversas especies, sino que, intencionadamente o por casualidad, tomó especies extraordinariamente anómalas, y, además, que desde entonces estas mismas especies han venido todas a extinguirse o a ser desconocidas. Tantas casualidades extrañas son en grado sumo inverisímiles.      

martes, 7 de agosto de 2012

Fully convinced: las palomas domésticas proceden de una sola especie en el párrafo trigésimo de El Origen de las Especies

  I am fully convinced that the common opinion of naturalists is correct,…. Comienza este párrafo de manera tan curiosa como reconociendo que su autor no pertenece al conjunto de los naturalistas, puesto que todos ellos opinan que las especies domésticas de paloma proceden de una sola especie y sin embargo, el autor viene ahora a mostrar su convicción como algo notorio, digno de ser publicado. Cierto que el autor no tenía mucha experiencia académica en el mundo de la Historia Natural. Tras abandonar pronto sus estudios de medicina, estudió para clérigo y luego había viajado por el mundo en misión de la armada, en el Beagle. Su función a bordo no pertenecía a programa académico al uso y, a su regreso tampoco estuvo integrado en Universidad alguna. Así, cuando decimos que Darwin es un naturalista, utilizamos el término “naturalista” en un sentido amplio, como para referirnos a un autodidacta formado fuera de escuela o disciplina al uso, más bien aficionado, como se aprecia en El Origen. Su estilo libre de las constricciones académicas es suficiente como para excluirlo del mundo de los naturalistas e incluso del de la ciencia en sentido estricto. En sentido amplio, su principal relación con la ciencia podría ser la de portavoz de una ciencia nueva: La Eugenesia.   En éste párrafo, ocurre como en otras ocasiones. El autor acierta cuando dice cosas obvias. Hemos de dar la razón a los naturalistas. Cierto. Todas las variedades de palomas domésticas, todas sin excepción proceden de una sola especie: Columba livia. Cierto.   Indica también varias de las razones que le han conducido a esta "creencia". Algunas son un poco retorcidas y faltan otras. No indica ni una sola cita de otros autores que se hayan preocupado por el tema. Por ejemplo este texto de Lamarck que no se refiere a palomas, sino a perros, pero que se podría aplicar igualmente:     Où trouve-t-on maintenant, dans la nature, cette multitude de races de chiens, que, par suite de la domesticité où nous avons réduit ces animaux, nous avons mis dans le cas d' exister telles qu' elles sont actuellement ? Où trouve-t-on ces dogues, ces lévriers, ces barbets, ces épagneuls, ces bichons, etc., etc., races qui offrent entre elles de plus grandes différences que celles que nous admettons comme spécifiques entre les animaux d' un même genre qui vivent librement dans la nature ?   Sans doute, une race première et unique, alors fort voisine du loup, s' il n' en est lui-même le vrai type, a été soumise par l' homme, à une époque quelconque, à la domesticité. Cette race, qui n' offroit alors aucune différence entre ses individus, a été peu à peu dispersée avec l' homme dans différens pays, dans différens climats ; et après un temps quelconque, ces mêmes individus ayant subi les influences des lieux d' habitation et des habitudes diverses qu' on leur a fait contracter dans chaque pays, en ont éprouvé des changemens remarquables, et ont formé différentes races particulières. Or, l' homme qui, pour le commerce, ou pour d' autre genre d'intérêt, se déplace même à de très-grandes distances, ayant transporté dans un lieu très-habité, comme une grande capitale, différentes races de chiens formées dans des pays fort éloi- [éloignés,]   Para terminar el texto incluye en su última frase un importante concepto que revela el pensamiento del autor y que habrá ocasión de analizarlo en otras ocasiones: el concepto de hombres semi-civilizados.     Great as are the differences between the breeds of the pigeon, I am fully convinced that the common opinion of naturalists is correct, namely, that all are descended from the rock-pigeon (Columba livia), including under this term several geographical races or sub-species, which differ from each other in the most trifling respects. As several of the reasons which have led me to this belief are in some degree applicable in other cases, I will here briefly give them. If the several breeds are not varieties, and have not proceeded from the rock-pigeon, they must have descended from at least seven or eight aboriginal stocks; for it is impossible to make the present domestic breeds by the crossing of any lesser number: how, for instance, could a pouter be produced by crossing two breeds unless one of the parent-stocks possessed the characteristic enormous crop? The supposed aboriginal stocks must all have been rock-pigeons, that is, they did not breed or willingly perch on trees. But besides C. livia, with its geographical sub-species, only two or three other species of rock-pigeons are known; and these have not any of the characters of the domestic breeds. Hence the supposed aboriginal stocks must either still exist in the countries where they were originally domesticated, and yet be unknown to ornithologists; and this, considering their size, habits and remarkable characters, seems improbable; or they must have become extinct in the wild state. But birds breeding on precipices, and good flyers, are unlikely to be exterminated; and the common rock-pigeon, which has the same habits with the domestic breeds, has not been exterminated even on several of the smaller British islets, or on the shores of the Mediterranean. Hence the supposed extermination of so many species having similar habits with the rock-pigeon seems a very rash assumption. Moreover, the several above-named domesticated breeds have been transported to all parts of the world, and, therefore, some of them must have been carried back again into their native country; but not one has become wild or feral, though the dovecot-pigeon, which is the rock-pigeon in a very slightly altered state, has become feral in several places. Again, all recent experience shows that it is difficult to get wild animals to breed freely under domestication; yet on the hypothesis of the multiple origin of our pigeons, it must be assumed that at least seven or eight species were so thoroughly domesticated in ancient times by half-civilized man, as to be quite prolific under confinement.     Con ser grandes como lo son las diferencias entre las razas de palomas, estoy plenamente convencido de que la opinión común de los naturalistas es justa, o sea que todas descienden de la paloma silvestre (Columba livia), incluyendo en esta denominación diversas razas geográficas o subespecies que difieren entre sí en puntos muy insignificantes. Como varias de las razones que me han conducido a esta creencia son aplicables, en algún grado, a otros casos, las expondré aquí brevemente. Si las diferentes razas no son variedades y no han procedido de la paloma silvestre, tienen que haber descendido, por lo menos, de siete u ocho troncos primitivos, pues es imposible obtener las actuales razas domésticas por el cruzamiento de un número menor; ¿cómo, por ejemplo, podría producirse una buchona cruzando dos castas, a no ser que uno de los troncos progenitores poseyese el enorme buche característico? Los supuestos troncos primitivos deben de haber sido todos palomas de roca; esto es: que no criaban en los árboles ni tenían inclinación a posarse en ellos. Pero, aparte de Columba livia con sus subespecies geográficas, sólo se conocen otras dos o tres especies de paloma de roca, y éstas no tienen ninguno de los caracteres de las razas domésticas. Por lo tanto, los supuestos troncos primitivos, o bien tienen que existir aún en las regiones donde fueron domesticados primitivamente, siendo todavía desconocidos por los ornitólogos, y esto, teniendo en cuenta su tamaño, costumbres y caracteres, parece improbable, o bien tienen que haberse extinguido en estado salvaje. Pero aves que crían en precipicios y son buenas voladoras no son adecuadas para ser exterminadas, y la paloma silvestre, que tiene las mismas costumbres que las razas domésticas, no ha sido exterminada enteramente ni aun en algunos de los pequeños islotes británicos ni en las costas del Mediterráneo. Por consiguiente, el supuesto exterminio de tantas especies que tienen costumbres semejantes a las de la paloma silvestre parece una suposición muy temeraria. Es más: las diversas castas domésticas antes citadas han sido transportadas a todas las partes del mundo, y, por consiguiente, algunas de ellas deben de haber sido llevadas de nuevo a su país natal; pero ninguna se ha vuelto salvaje o bravía, si bien la paloma ordinaria de palomar, que es la paloma silvestre ligerísimamente modificada, se ha hecho bravía en algunos sitios. Una vez más, toda la experiencia reciente demuestra que es difícil conseguir que los animales salvajes se críen libremente en estado doméstico, sin embargo, en la hipótesis del origen múltiple de nuestras palomas, hay que suponer que por lo menos siete u ocho especies fueron tan bien domesticadas en tiempos antiguos por hombres semi-civilizados, como para ser prolíficas en cautividad.

lunes, 6 de agosto de 2012

Una trampa o artimaña en el vigésimo noveno párrafo de El Origen de las Especies





Dice el autor en este breve párrafo:



En conjunto, podrían escogerse, por lo menos, una veintena de palomas que, si se enseñaran a un ornitólogo y se le dijese que eran aves salvajes, las clasificaría seguramente como especies bien definidas.  Más aún, no creo que ningún ornitólogo, en este caso, inclúyese la carrier o mensajera inglesa, la tumbler o volteadora de cara corta, la runt, la barb, la buchona inglesa y la colipavo en el mismo género, muy especialmente por cuanto podrían serle presentadas en cada una de estas razas varias sub-razas cuyos caracteres se heredan sin variación, o especies, como él las llamaría.

Lo cual encierra una trampa para el inocente lector, porque, o bien los ornitólogos que conocía eran muy malos o simplemente, el autor nos quiere tomar el pelo.  Es casi seguro que si le hubiera enseñado sus esqueletos de paloma a un zoólogo profesional, como por ejemplo a Richard Owen, éste le habría indicado perfectamente su procedencia y, de paso, no habría dejado de advertirle de su escasa utilidad para estudiar el origen de las especies.

Podemos así imaginar una conversación entre el naturalista profesional y el colombicultor aficionado como la que se desarrolla en las líneas siguientes…………..



Mr Darwin llama a la puerta del despacho del profesor Owen en la dirección del Museo de Historia Natural de Londres. Owen le invita a entrar, le ofrece asiento y, tras algunas preguntas de cortesía, Darwin expone el motivo de su visita:



Darwin- Professor Owen, I am pleased to bring to your attention those skeletons of wild birds that I ‘ve found by roundabout and I think they may be of great utility in my studies on the transformation of species. Could you please tell me to what species do they belong?



(Professor Owen,  le traigo aquí estos esqueletos de aves salvajes que he encontrado por ahí y que pienso serán de gran utilidad en un estudio que estoy haciendo sobre la transformación de las especies. ¿Podría usted por favor decirme a qué especies pertenecen?)



Owen- Oh, ….yes!, of course,  Mr Darwin. Thanks for bringing them to my consideration. I must tell you first that clear and undoubtedly your skeletons don´t  belong to wild species of birds.  All and everyone of them belong to a different race, but all they belong to the domestic pigeon, Columba livia. I can tell you this for sure, as well as I can tell you that because all of them belong to the same species, and all being domestic varieties, they are of no use in the study of the mechanisms of transformation of species.



(Oh, sí Mr Darwin, por supuesto, gracias por traerlos a mi consideración. Primero debo decirle que claramente y sin lugar a dudas,  esos esqueletos no pertenecen a una especies silvestres de aves. Cada uno de ellos corresponde a una raza diferente, y todos ellos son de la paloma doméstica,  Columba livia. Eso puedo asegurárselo,  así como también le puedo asegurar que, por pertenecer todos a la misma especie y tratarse de variedades domésticas,  no tienen ninguna utilidad para estudiar los mecanismos implicados en la transformación de las especies.)







Altogether at least a score of pigeons might be chosen, which, if shown to an ornithologist, and he were told that they were wild birds, would certainly be ranked by him as well-defined species. Moreover, I do not believe that any ornithologist would in this case place the English carrier, the short-faced tumbler, the runt, the barb, pouter, and fantail in the same genus; more especially as in each of these breeds several truly-inherited sub-breeds, or species, as he would call them, could be shown him.



En conjunto, podrían escogerse, por lo menos, una veintena de palomas que, si se enseñaran a un ornitólogo y se le dijese que eran aves salvajes, las clasificaría seguramente como especies bien definidas. Más aún, no creo que ningún ornitólogo, en este caso, inclúyese la carrier o mensajera inglesa, la tumbler o volteadora de cara corta, la runt, la barb, la buchona inglesa y la colipavo en el mismo género, muy especialmente por cuanto podrían serle presentadas en cada una de estas razas varias sub-razas cuyos caracteres se heredan sin variación, o especies, como él las llamaría.

domingo, 5 de agosto de 2012

Esqueletos de paloma en el párrafo vigésimo octavo de El Origen de las Especies





Existe una gran variación entre las diferentes razas de palomas. ¿Qué nos enseña  esto acerca de la transformación de las especies? Poco o nada. Leamos sin comentar:



In the skeletons of the several breeds, the development of the bones of the face, in length and breadth and curvature, differs enormously. The shape, as well as the breadth and length of the ramus of the lower jaw, varies in a highly remarkable manner. The caudal and sacral vertebrae vary in number; as does the number of the ribs, together with their relative breadth and the presence of processes. The size and shape of the apertures in the sternum are highly variable; so is the degree of divergence and relative size of the two arms of the furcula. The proportional width of the gape of mouth, the proportional length of the eyelids, of the orifice of the nostrils, of the tongue (not always in strict correlation with the length of beak), the size of the crop and of the upper part of the oesophagus; the development and abortion of the oil-gland; the number of the primary wing and caudal feathers; the relative length of the wing and tail to each other and to the body; the relative length of the leg and foot; the number of scutellae on the toes, the development of skin between the toes, are all points of structure which are variable. The period at which the perfect plumage is acquired varies, as does the state of the down with which the nestling birds are clothed when hatched. The shape and size of the eggs vary. The manner of flight, and in some breeds the voice and disposition, differ remarkably. Lastly, in certain breeds, the males and females have come to differ in a slight degree from each other.



En los esqueletos de las diversas razas, el desarrollo de los huesos de la cara difiere enormemente en longitud, anchura y curvatura. La forma, lo mismo que el ancho y largo de las ramas de la mandíbula inferior, varía de un modo muy notable. Las vértebras caudales y sacras varían en número; lo mismo ocurre con las costillas, que varían, también en su anchura relativa y en la presencia de apófisis. El tamaño y forma de los orificios del esternón es sumamente variable; lo es también el grado de divergencia y el tamaño relativo de las dos ramas del hueso furcular. La anchura relativa de la abertura de la boca, la longitud relativa de los párpados, de los orificios nasales, de la lengua -no siempre en correlación rigurosa de la longitud del pico-, el tamaño del buche y de la parte superior del esófago, el desarrollo o atrofia de la glándula oleosa, el número de las rémiges primarias y de las rectrices, la longitud del ala, en relación con la de la cola y con la del cuerpo; la longitud relativa de la pata y del pie, el número de escudetes en los dedos, el desarrollo de la piel entre los dedos, son todos puntos de conformación variables. Varía el período en que adquieren el plumaje perfecto, como también el estado de la pelusa de que están vestidos los polluelos al salir del huevo. La forma y tamaño de los huevos varía. La manera de volar y, en algunas razas, la voz y el carácter difieren notablemente. Por último, en ciertas razas, los machos y hembras han llegado a diferir entre sí ligeramente.


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