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jueves, 3 de enero de 2008

Resortes darwinistas. Segundo resorte: Si usted no cree en la teoría darwinista entonces a usted le toca proponer una mejor






Bien, dice el moderno defensor de la teoría, usted no cree en la teoría darwinista, luego por lo tanto es usted quien tiene que proponer una mejor. Si usted no lo hace seguimos con el darwinismo porque es lo único que hay, mientras no haya nada mejor. ¡Fantástico!. A usted cuando vaya de excursión no le preocupe llevar bocadillo ni alimento alguno, porque si no hay alimentos, usted se alimentará del aire o si no podrá alimentarse de su propio hambre. Si la ciencia que tenemos no vale como tal, es decir, que no es ciencia, entonces, a falta de otra mejor iremos tirando con ella. ¿Por qué?

Por razones que desconocemos (¿o no?).


Pero, en la enorme partida de ajedrez del pro y anti-darwinismo, estos dos primeros resortes son los de la infantería darwinista, los de los peones. También hay un resorte de los alfiles, que en inglés son los bishop, los obispos………











miércoles, 2 de enero de 2008

Resortes darwinistas. Primer resorte: Todo aquel que no admite la teoría darwinista es un creacionista.




Vengo observando recientemente una serie de reacciones conservadas entre los miembros de la capilla darwinista que me hacen sospechar si no existirá un acuerdo profundo entre ellos,...tal vez que la propia selección natural que defienden haya fijado en ellos este tipo de respuestas o resortes para hacerlos más aptos, es decir, como ellos dicen, aumentar su eficacia biológica (fitness) en el debate.

Voy a contar en ésta y en las siguientes entradas en qué consisten algunos de estos resortes:

Primer resorte: Todo aquel que no admite la teoría darwinista es un creacionista.


En el momento en que un darwinista detecta a alguien en su entorno lo suficientemente inteligente e independiente como para no admitir la teoría de evolución de las especies por selección natural (esa tautología que lleva casi doscientos años empañando los cristales de la ciencia), en ese mismo momento, salta el primer resorte del darwinista moderno. ¿En qué consiste?.
El primer resorte del darwinista moderno para seguir con la defensa imposible de su tautología (defensa adaptativa de un argumento imposible de defender) consiste en acusar al interlocutor de creacionista. El argumento es algo tan sencillo como esto:

He aquí alguien que no cree en la teoría darwinista, luego por lo tanto he aquí un creacionista (o un partidario del diseño inteligente).
Del origen de la ciencia y su ineludible vinculación con la religión hay mucho escrito. De los procesos básicos que operan en la construcción de las verdades de la ciencia implicando mecanismos fundamentales relacionados con la fe, también.
Existe, asimismo y como complicando las cosas, una tradición hispánica muy fuerte a oponer, frente a frente, la fe con la ciencia. Por ejemplo, el diputado Francisco Suñer y Capdevila en la sesión del debate parlamentario del 26 de Abril de 1869 decía:
Cuando el Gobierno provisional se presentó aquí por vez primera y nos dijo que la idea nueva venía a sustituir en España a la idea caduca..... Ni el Gobierno ni la Comisión han comprendido lo que es la idea nueva y yo voy a decírselo. La idea caduca es la fe, el cielo, Dios. La idea nueva es la ciencia, la tierra, el hombre.......
Pues bien, con esto y con todo en ciencia, la principal distinción no es entre ciencia y religión, que es una distinción sin importancia. La principal distinción que hay que hacer en ciencia es entre ciencia verdadera y pseudociencia. La primera contribuye al avance real del conocimiento, la segunda lo distrae.

martes, 18 de diciembre de 2007

Censura darwinista: es mi turno.





Acabo de publicar en el blog "La vida y la biologia" una entrada con el comentario del libro titulado "La tautología darwinista" de Fernando Vallejo. Como en Wikipedia existe una entrada titulada Fernando Vallejo y en ella había un vínculo al título mencionado en el que no había nada escrito, entonces, ni corto ni perezoso copié mi comentario y lo pegué en la entrada, enviándolo con la intención de publicar yo también alguna vez algo en Wikipedia. A los cinco minutos o diez hice la comprobación para ver si mi comentario seguía en su sitio y,..... no. No estaba. Había desaparecido.



Al parecer, Varano, lo había borrado.
Pero,.....: ¿quién es Varano?.
Pues la respuesta es bien sencilla: alguien que, amparado por ese seudónimo, hace las tareas de editor de Wikipedia.
Entonces,......: ¿por qué lo ha borrado?.
Si entiendo bien, porque considera que el artículo es de crítica literaria y no enciclopédico. ¡Pero hombre, Varano, no seas tan Varano, .......si el vínculo con el título estaba ya hecho!.


Varano, el lagarto más grande



Aunque he de reconocer que soy usuario de Wikipedia, lo soy con mucha prudencia, porque sé que no es ni tan libre ni tan democrática como presume , sobre todo en determinados aspectos-clave. Lo que no haré será, de momento, enzarzarme en un debate como el que ya he mencionado aquí en otra ocasión que resultó en la eliminación de una entrada en la que con razón se cuestionaba la torpe y dogmática visión darwinista de la evolución .








lunes, 17 de diciembre de 2007

Pareja en crisis


Hace unas entradas hablábamos de la fantástica pareja que suponía la combinación del dogma de la mutación espontánea (ME) y el dogma de la no-heredabilidad de caracteres adquiridos (no HCA). Ambas ideas clave para el soporte del neodarwinismo. Ambas falsas.


Visto en las últimas entradas que no hay nada demostrado respecto a la imposibilidad de la mutación adaptativa (no espontánea), empezamos a ver el cuadro de distinta manera y la que entonces era feliz pareja ya no es tan perfecta como aparentaba serlo en un principio. La pareja ficticia ha entrado en crisis.

Pues bien, si el dogma de la mutación espontánea no se apoya en ninguna base firme, la base experimental de la no-heredabilidad de los caracteres adquiridos sigue reduciéndose a los crueles e inútiles experimentos de Weismann. Ya decíamos en otra entrada que el juego lingüístico es importante en este tema, pero si utilizamos el lenguaje como debe ser utilizado, ejemplos de la herencia de caracteres adquiridos los tenemos hoy en día por doquier: en el mundo de los microorganismos, en el de las plantas y en el de los animales. Pronto veremos algunos de ellos.

jueves, 13 de diciembre de 2007

El protocolo de la genética y el dogma de la mutación espontánea IV y de momento sin conclusión final



Es importante darse cuenta de que para la genética el entorno habitual, el medio de vida de animales y plantas es el laboratorio.

Para ambos procedimientos que describíamos en el protocolo de la genética, genética directa y genética reversa, los organismos (animales, plantas, algas, hongos, bacterias,….) han de ser mantenidos en condiciones de laboratorio por generaciones. Las bacterias, hongos, plantas, animales,…objeto de estudio de la genética se cultivan en el laboratorio y se reproducen en las condiciones impuestas por la vida en el laboratorio. El valor de los estudios de la bioquímica y de la genética es limitado, ni más ni menos que, en la medida en que las condiciones de laboratorio afectan a propiedades bioquímicas o genéticas de los organismos.

El genético, metido en el laboratorio con sus microorganismos, plantas o animales, olvida con facilidad la naturaleza original de sus huéspedes y cuán diferentes son las condiciones de vida en el laboratorio si se comparan con aquellas en las que los antepasados de nuestros organismos estaban acostumbrados a vivir. Surgen así listas interminables de preguntas sencillas que, no solamente son difíciles de responder, sino que también son difíciles de plantear, como por ejemplo:


Pregunta número 1: ¿Cuánto se parece la cepa de Eschericha Coli K-12 habitual en el laboratorio a cualquier bacteria del intestino?

Sub-pregunta: ¿Existen regiones genómicas que cambian con el cultivo?

Una bacteria del intestino permanece como una entidad de ficción si no procedemos a su cultivo. Si lo hacemos, ya no es una bacteria del intestino.


Pregunta número 2: En un experimento de mutagénesis: ¿Qué significado tiene el agente mutagénico para el organismo en cuestión?.

Sub-preguntas: ¿Es igual emplear para mutagénesis de Escherichia coli K-12 o de cualquier otro organismo un agente químico u otro?. ¿Se obtienen los mismos mutantes en la misma proporción con diferentes agentes?.

Pregunta número 3: ¿Existen regiones del genoma particularmente expuestas o protegidas a la acción de agentes mutagénicos?. Si es así, que no lo sabemos. ¿Tienen algo que ver estas regiones con las que define la sub-pregunta número 1?


Pregunta número 4 (añadida a la pregunta número 3 y en relación con la número 1): ¿Es posible que determinadas condiciones de vida resulten en la exposición de determinadas regiones del genoma de manera preferencial a la mutagénesis?. Seguro que un neo-darwinista respondería que no, pero seguro que sin argumentos suficientes.



Como veíamos en las entradas anteriores, el análisis de la literatura en relación con la mutación es extremadamente complejo y requiere una aproximación cautelosa. De ninguna manera, porque el resultado de algún experimento apunte en una dirección deberemos concluir que siempre las cosas ocurren en esa dirección. Lo mismo que la imposibilidad de la herencia de caracteres adquiridos, la mutación espontánea es más un dogma que una realidad demostrada científicamente.


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miércoles, 12 de diciembre de 2007

El protocolo de la genética y el dogma de la mutación espontánea III



La historia comenza con los trabajos de Salvador Luria (1912-1991) y Max Delbrück (1906-1981), galardonados ambos con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1969. La imagen muestra la portada y contraportada y dos páginas de la autobiografía de Salvador Luria editada por el Fondo de Cultura Económica en México. En el texto, que no transcribo, el autor describe con detalle cómo demostró que las mutaciones, que en bacterias otorgan resistencia a fagos, tienen origen al azar independientemente de la presencia o no de los bacteriófagos en el medio. La imagen del libro de Luria aquí presentada es también la Figura 1 del artículo firmado por Sniegowski y Lenski (Mutation and adaptation: the directed mutation controversy in evolutionary perspective. Ann Rev. Ecol Syst. 26:553-78.1995) que los autores tomaron para explicar los argumentos de Luria y Delbrück.

Básicamente, Luria y Delbrück obtuvieron en sus cultivos bacterias resistentes a fagos y su razonamiento era: Si surgen las bacterias resistentes como consecuencia del contacto con los bacteriófagos, entonces se espera una distribución de Poisson (imagen superior) en las placas conteniendo los cultivos. Si, por el contrario, la resistencia procede de mutaciones aparecidas independientemente (antes de) del contacto con los fagos, entonces, la distribución será mucho más variable que la de Poisson (imagen inferior).

El experimento de Luria y Delbrück (Genetics 28: 491-511. 1943) fue útil para calcular la tasa de mutación, en general y también, si se quiere, para demostrar que la mutación puede ocurrir de forma espontánea (sin relación directa con la presencia o no de determinados factores del medio) en algunos casos. Ahora bien: ¡Atención!..... Puede ocurrir que en algunos casos haya mutaciones espontáneas, pero esto no significa que todas las mutaciones lo sean. Es decir, aunque en las condiciones de su experimento y según sus observaciones, la presencia del fago no afecta a las tasas de mutación, es bien posible que en otras condiciones, por ejemplo utilizando concentraciones más bajas de fago o tiempos de incubación más prolongados, o analizando los resultados generaciones después, los resultados podrían ser diferentes.

El experimento de Luria y Delbrück ha servido para extender y popularizar una idea que dicho experimento jamás demostró ni pudo demostrar. A saber, que todas las mutaciones son espontáneas, …al azar. He aquí un error muy frecuente en la historia de la biología y también de la divulgación científica que podríamos llamar como error de “dogmatización”. Se confunde la interpretación y un resultado parcial se toma por uno total. Es decir, cuando se ha demostrado que algo ocurre, se concluye erróneamente que sólo ese algo es lo que siempre ocurre (dogma).

Sorprendentemente, cuarenta y cinco años después, un artículo de Cairns, Overbaugh y Miller (The origin of mutants; Nature 335, 142-145. 1988) vuelve a abrir la polémica. Mediante una serie de modelos matemáticos y diversos ejemplos muestran que, según sus observaciones, efectivamente puede ocurrir la mutación dirigida o adaptativa en respuesta a factores ambientales. En la discusión de su trabajo se lee:

The main purpose of this paper is to show how insecure is our belief in the spontaneity (randomness) of most mutations. It seems to be a doctrine that has never been properly put to the test. We describe here a few experiments and some circumstantial evidence suggesting that bacteria can choose which mutations they should produce. But we realize that this is too important an issue to be settled by three or four rather ambiguous experiments………

El principal propósito de este artículo es mostrar cuán insegura es nuestra creencia en la espontaneidad (azar) de la mayoría de mutaciones. Parece ser una doctrina que nunca se ha comprobado. Aquí describimos unos pocos experimentos y alguna evidencia circunstancial sugiriendo que las bacterias pueden elegir qué mutaciones deberían producir. Pero nos damos cuenta de que es un asunto demasiado importante para darlo por sentado con tres o cuatro experimentos más bien ambiguos.

Y más adelante:

Furthermore, the discovery of all the elements that lie between DNA sequence and protein structure gave rise to the central dogma of molecular biology, and this doctrine denies any possible effect of a cell’s experience upon the sequence of bases in its DNA.

Más todavía, el descubrimiento de todos los elementos que hay entre la secuencia del DNA y la estructura de la proteína dio lugar al dogma central de la biología molecular, y esta doctrina niega todo posible efecto de la experiencia de una célula sobre la secuencia de bases de su DNA.

El artículo de Sniegowski y Lenski que mencionábamos arriba (Mutation and adaptation: the directed mutation controversy in evolutionary perspective. Ann Rev. Ecol Syst. 1995:553-78) aspira en 1995 a la dificil tarea de dar una visión general del problema de la controversia acerca de la mutación dirigida (dirigida versus espontánea). Veintiuna veces aparece en dicho artículo el nombre de Lamarck (Lamarckian, Lamarckist,..) y treinta y tres veces el nombre de Darwin (Darwinian, darwinist,neo-darwinist). Aunque por el número de citas gana Darwin, francamente, me parecen demasiadas citas para dos autores que ignoraban qué es una mutación. Seguiremos explorando los caminos de la mutación, pero con la idea de que el resolver en qué medida las mutaciones son espontáneas o tienen lugar en respuesta a condiciones ambientales no es asunto fácil. El investigar esta cuestión en el laboratorio ha ocupado ya casi un siglo, la extrapolación de sus resultados y conclusiones al estudio de la evolución no será tarea fácil.


El planteamiento de los experimentos y la interpretación de los resultados ha tenido lugar en terrenos muy influenciados por creencias, doctrinas, dogmas,…y teorías que no han ayudado a simplificar un problema que ya es de por sí bastante complicado.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

El protocolo de la genética y el dogma de la mutación espontánea I


La Genética, la ciencia que estudia la herencia de caracteres, tiene unos orígenes bien establecidos. Se trataba de identificar características para hallar su modo de herencia. Con el tiempo, ha consistido más en obtener mutaciones en determinados procesos biológicos para poder proceder así a su análisis, con lo cual el objetivo inicial (herencia de caracteres) se ha modificado.

Al principio, todo consistía en identificar el modo de herencia de determinados caracteres. Una vez seleccionado el carácter objeto de estudio, el protocolo consiste en realizar cruzamientos para ver su herencia. Sin cruzamientos dirigidos por el experimentador, no hay genética posible. Este fue el método de Mendel que le permitió encontrar que, en el guisante, la herencia de determinados caracteres que él había escogido con buen tino (color de la flor, color y forma de la semilla, altura de la planta,…) se debía a la existencia de unidades puntuales heredables. En los primeros años del siglo XX, el botánico danés Wilhelm Ludwig Johannsen (1857-1927) propuso el nombre de gen para cada una de estas unidades. Avanzando el siglo se demostró su naturaleza química (DNA; Avery, McLeod y McCarthy) y su estructura (la doble hélice; Watson, Crick, Rosalind Franklin).

Una vez elegido un carácter, puede ocurrir que su herencia sea debida a la acción de un gen puntual mostrando en cruzamientos el mismo comportamiento que los modelos desarrollados en las leyes de Mendel (herencia mendeliana) o también puede ocurrir que determinados caracteres se hereden de manera más compleja. Como en humanos no se realizan cruzamientos de laboratorio para estudiar la herencia, se recurre al estudio de genealogías. Se puede ver así que determinadas enfermedades o características morfológicas siguen unos mecanismos en su herencia similares a los descritos por Mendel en sus guisantes. Por ejemplo, la hemofilia (en la figura), una enfermedad, cuyos pacientes presentan una deficiente coagulación sanguínea, se hereda siguiendo mecanismos mendelianos, porque se debe a una variante en un gen que se encuentra en humanos en el cromosoma X. Así, la hemofilia se hereda, ni más ni menos, igual que los caracteres que estudiaba Mendel en guisantes (color y forma de semillas) porque está codificada en unidades (genes) cuyas variantes (alelos) son responsables de que un enzima no funcione correctamente dando lugar a una enfermedad (en el caso de la hemofilia, el enzima alterado interviene en la coagulación de la sangre). En todos y cada uno de los genes, pueden encontrarse variantes que se denominan alelos. Como la mayoría de animales y plantas son diploides (presentan una dotación genética doble, con dos “partes” que proceden de cada uno de los parentales), entonces para cada gen hay dos loci (singular locus). Si en los dos loci se encuentra el mismo alelo, tenemos un homocigoto, si el alelo es distinto, heterocigoto. Cuando los alelos son distintos es posible que haya uno que sea dominante: El fenotipo (carácter) será en ese caso igual que el de su correspondiente homocigoto.

lunes, 3 de diciembre de 2007

El azar: Invitado de honor por primera vez en la Historia de la Ciencia.




Ya hemos visto cómo, según la teoría de de la continuidad del plasma germinal, inventada por August Weismann, la línea somática (el cuerpo humano, por ejemplo) es una especie de excrecencia o apósito, un añadido sin importancia de la linea germinal, que es la fundamental en la evolución (?).

Las mutaciones heredables surgirían así en la línea germinal al azar y, dependiendo de los fenotipos que dichas mutaciones ocasionasen, la selección natural se encargaría de cribar entre los organismos resultantes, aquellos más adecuados. Una vez puesta en marcha una teoría inventada, el neodarwinismo ya no tenía freno. El azar había sido por vez primera en la Historia de la Ciencia invitado, no sólo a tomar parte en una teoría sino a hacerlo de modo permanente, puesto que si las mutaciones son al azar y es imposible la transmisión de información genética concerniente a caracteres adquiridos, el camino estaba trazado para las generaciones venideras.

El azar, que los científicos de todos los tiempos habían intentado acorralar y dejar relegado al último y más insignificante término de sus ecuaciones, surge así en genética como factor-clave y principio fundamental de una teoría y, no sólo ha permanecido durante décadas como tal, sino que se ha difundido por todos los caminos posibles. Por ejemplo, en el libro del filósofo español Jesús Mosterín titulado “Ciencia viva (reflexiones sobre la aventura intelectual de nuestro tiempo) "(2ªed Espasa Calpe 2006) se lee (p 20):

La evolución biológica que nos ha conducido a ser como somos no es una obra de ingeniería intencional, sino el resultado inconsciente de factores aleatorios y fuerzas naturales.


Y todavía más (p 158):

Por eso la teoría darwinista de la evolución es la mejor explicación científica de la asombrosa variedad y adaptación de los seres vivos. Las fuerzas creativas del azar(la mutación de los genes, la recombinación sexual, la deriva genética) fraguan una inmensa variedad de fórmulas o propuestas, que son luego seleccionadas por el filtro implacable de la selección natural.



Y yo,... cuando leo estas cosas, me entran ganas de salir a pasear y a tomar el aire, porque... que somos el resultado de fuerzas naturales no es mucho decir, pero afirmar con una supuesta base científica que somos el resultado inconsciente de factores aleatorios es, aunque esté bien de moda; digo, es llanamente, pisar fuera de los terrenos de la Ciencia. Disparatar. Se atribuyen a Einstein muchas frases pero hay una que es casi seguro que dijo y que viene aquí a cuento:

Dios no juega a los dados.
Cambiemos la palabra Dios por la palabra Naturaleza o Evolución, para darle mayor cabida a la frase. Sigue siendo válida. La Naturaleza no juega a los dados. La evolución tampoco.

¿Qué hubiesen dicho Lavoisier o Gay-Lussac, por ejemplo, si alguien les hubiera sugerido acerca de los procesos químicos o de los gases algo así?:

- Oh! No os preocupeis por buscar las leyes en la Naturaleza, porque la naturaleza se comporta siempre al azar.



Pero intentemos avanzar: ¿Es cierto que las mutaciones son al azar?. ¿Qué pruebas existen en favor de ello?

Responder a esta pregunta todavía en 2007 es algo bien complicado y puede llevarnos tiempo......
La literatura al respecto es abundante y contradictoria. Intentaremos abrirnos paso en su senda; pero,.... antes que nada, exponer una sospecha, que se relaciona con el procedimiento de la Genética, con su estrategia, con su protocolo y con el hecho, que anunciaba en la entrada anterior de que nos falta comprensión acerca de lo que es un experimento en genética. Antes que nada veamos cómo es el protocolo de la genética.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Fantástica pareja



Es un misterio cómo la simple reflexión puede hacer surgir extrañas y curiosas conexiones de alcance inesperado. Mediante este procedimiento mostramos hoy una pareja fantástica en la historia de la genética.

Veamos: ¿tiene algo que ver la teoría que defiende la no-herencia de caracteres adquiridos con el hecho de que la mutación sea aleatoria o dirigida?.

Si denotamos Herencia de Carácteres Adquiridos como HCA y Mutación espontánea como ME, piensen: ¿cuáles de estas combinaciones son más posibles?:


HCA y ME
No HCA y No ME
HCA y No ME
No HCA y ME.


Surgen dos parejas preferentes:

HCA y No ME
No HCA y ME

Mientras que las otras dos combinaciones son desfavorables.

Aunque Lamarck no dijese nada de mutaciones, su postura favorable a HCA se asociaría más con mutación adaptativa (y por tanto No ME, porque la mutación adaptativa o dirigida está más conforme con la herencia de caracteres adquiridos). Por el contrario, la tradición de la genética y algunas de sus figuras ilustres (Weismann, Goldschmidt y todo el neo-darwinismo por ejemplo) han mantenido con tesón posturas en favor de No HCA y ME. Curiosamente, ninguna figura de la genética, que yo sepa, ha mantenido con tesón posturas a favor de HCA (salvo si consideramos algunos "proscritos" de los que hablaremos en otra ocasión, aunque estos hoy no pueden considerarse “figuras”). Si bien el debate en torno a ME o no, es muy abundante y complejo, la ausencia de una postura clara ha de servir para hacernos aquí más preguntas.

A mi entender, la ausencia de una postura clara en genética acerca de si la mutación puede o no ser adaptativa tiene que ver con defectos fundamentales en la comprensión de lo que es un experimento en genética. Explicarlo me llevará tiempo pero hay que darse cuenta de que la experimentación tiene limitaciones muy serias de las cuales el investigador no parece ser siempre consciente. Antes convendrá hacer otras reflexiones.

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jueves, 22 de noviembre de 2007

August Weismann III: Richard B. Goldschmidt proporciona un apoyo gráfico al doctor Weismann.


Las figuras de arriba están tomadas del libro de Richard B. Goldschmidt titulado "Understanding Heredity. An Introduction to Genetics" (John Wiley and Sons, 1952; pp 52 y 53) y representan la teoría de la continuidad del plasma germinal de manera fiel a como fue concebida por su inventor en el siglo XIX. Al igual que la teoría, la imagen de arriba es ficticia. La de abajo conserva un elemento importante de ficción y para convencerse de ello no hay más que leer la leyenda (The sex cells characterized by the black dots,....pero,.. ¿qué son las black dots?, eso no lo sabemos, no importa).
Tal y como están pintadas las células de la línea somática, destinadas a perecer, sugiere el dibujo de arriba no sólo que los efectos del ambiente en la línea somática (vida de un organismo) no pueden influir en su línea germinal, sino que el origen y las modificaciones de la línea germinal no tienen nada que ver con lo que ocurra en la vida de los organismos.

El libro de Goldschmidt, publicado en 1952, viene así en apoyo de Weismann y del dogma de la no-herencia de caracteres adquiridos y contribuye a sentar la base teórica (más bien dogmática) del neo-darwinismo sin base experimental alguna.
El texto que acompaña a estas ilustraciones es ambiguo, dogmático y poco informativo. Copio y traduzco un fragmento como muestra:
Weismann made few experiments to disprove Lamarck's hypothesis. True, he cut off the tails of some mice for a few generations but got no tailless offspring and while he gives no exact measurements with coefficients of error he did not observe that the tails of the descendants had shortened one whit. The combs of fighting cocks and the tails of certain breeds of sheep have been cropped for many generations and the practice continues today, because their tails are still long. While in Lamarck's time there was no evidence opposed to his ingenious theory, based as it was on an appeal to the acknowledged facts of improvement that take place in the organs of an individual through their own functioning (a fact that is as obvious and remarkable today as in the time of Lamarck), yet now there is evidence as to whether the effects of use and disuse are inherited, and this evidence is not in accord with Lamarck's doctrine.
Weismann hizo algunos pocos experimentos para refutar la hipótesis de Lamarck. Por ejemplo, cortó las colas de algunos ratones durante algunas generaciones pero no consiguió ningún descendiente sin cola y mientras que no da ninguna medida exacta con coeficientes del error, él no observó que las colas de los descendientes hubieran acortado un ápice. Los crestas de gallos de pelea y las colas de ciertas castas de ovejas se han seleccionado durante muchas generaciones y la práctica continúa hoy. Mientras que en el tiempo de Lamarck no había evidencia opuesta a su ingeniosa teoría , basada como estaba en una observación lógica de los hechos reconocidos de la mejora que ocurren en los órganos de un individuo con su propio funcionamiento (un hecho que es tan obvio y hoy notable como en la época de Lamarck), todavía hay evidencia de si los efectos del uso y del desuso están heredados y esta evidencia no está de acuerdo con la doctrina de Lamarck.

Pero nos quedamos sin saber cual es esa evidencia,.........

Por otra parte no olvidemos que por su contribución, Weismann fue premiado en 1904 con la denominación de Presidente Honorario de la Sociedad para la Higiene Racial (Society for Racial Higiene).



martes, 20 de noviembre de 2007

August Weismann II: Los experimentos del doctor Weismann.



Los experimentos de Weismann no eran mejores que su teoría. En su serie de experimentos más conocida, el doctor Weismann (o, tal vez, algún ayudante subordinado), cortó la cola a ratones durante veintidós generaciones consecutivas para probar que los caracteres adquiridos no se heredan.

A estos experimentos realizados por uno de los pilares del neodarwinismo, de momento, no los he querido adjetivar. Se me ocurre que además de no conducir a ninguna parte, son buena prueba de sadismo y de estupidez, pero estos y otros adjetivos no los llenan, no llegan a describirlos en toda su maldad. Son ejemplo de perversión en la Ciencia. Pervertir es, en español, viciar con malas doctrinas o ejemplos las costumbres, la fe, el gusto, etc. Y malas doctrinas y ejemplos son los experimentos de Weismann. En Ciencia uno no puede inventar, no puede plantear hipótesis sin base a ninguna observación; no puede diseñar experimentos a lo bestia.

Por su contribución, Weismann fue premiado en 1904 con la denominación de Presidente Honorario de la Sociedad para la Higiene Racial (Society for Racial Higiene).


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lunes, 19 de noviembre de 2007

August Weismann I: La barrera imaginaria del doctor Weismann




August Weismann es un personaje importante en el mundo de la ciencia de finales del siglo XIX. Entre otras cosas, pasó a la Historia por inventarse una teoría, la de la continuidad del plasma germinal o dicho de otro modo de la separación entre la línea somática y la línea germinal , base fundamental sobre la que se sustentaron la visión dogmática de la imposibilidad de la herencia de caracteres adquiridos y el neodarwinismo.

Digo inventarse porque dicha barrera no existe: no hay tal barrera real entre células somáticas y células germinales. La barrera somático-germinal es una barrera inventada.

Dicha teoría reconoce dos tipos de tejidos en los organismos, dos líneas (linajes) : La línea somática y la línea germinal. Mientras que la primera constituye la mayor parte del cuerpo de un individuo, la segunda es su parte “inmortal” a partir de la que se formarán las células reproductoras o gametos para su reproducción. Como todo el organismo procede de una sola célula, suponemos que ésa célula pertenece a la línea germinal.
La línea germinal constituiría así la continuidad de la información genética entre generaciones, mientras que la línea somática, sería una especie de sub-producto. Ya veremos, más adelante, cómo resuelve Goldschmidt este problema con unos dibujitos.
Así, una teoría gratuitamente inventada no sólo se publica y se difunde, sino que se convierte en la base para rechazar rotundamente la herencia de los caracteres adquiridos. Todo lo importante ocurriría en la línea germinal. El resto del organismo sería material de segunda clase, producto de deshecho del plasma germinal. A partir de entonces y por uno de esos avatares históricos que requerirán mucho y cuidadoso análisis, el darwinismo salió reforzado. Se comenzó a llamar Neodarwinismo a la fusión de la teoría de la evolución por selección natural y la hipótesis del plasma germinal de Weissmann.

Pues bien, dicha discontinuidad es simple y llanamente inexistente en bacterias, hongos y en plantas. Pensar que en animales no existen mecanismos de comunicación que puedan alterar la dotación genética del plasma germinal es un atrevimiento que está muy lejos de ser demostrado. En bacterias y en organismos unicelulares, no tiene sentido alguno. El punto de partida de Weismann no tiene ninguna base, pero….. acaso sus experimentos la tienen?.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

La Relación entre Genética y Evolución: Thomas Hunt Morgan (II).


Continuamos aquí con el comentario del libro titulado "A Critique of the Theory of Evolution", de Thomas Hunt Morgan (1866-1945). En él se advierte de la necesidad de la Genética para el estudio de la evolución. Desde luego, en ningún momento se manifestó Morgan ni ningún otro genético en sentido contrario, como diciendo que la Evolución fuese necesaria para estudiar los mecanismos de la herencia, o sea que la frase de Dobzhansky (En Biología nada tiene sentido si no se considera a la luz de la evolución), no es aplicable, al menos en Genética. La Genética suministra resultados valiosos para entender la evolución mientras que la frase recíproca no es cierta: La evolución no suministra apenas datos para entender la herencia.
P 60-61:

The results will show beyond dispute that the characters of wild types are inherited in precisely the same way as are the characters of the mutant types a fact that is not generally appreciated except by students of genetics, although it is of the most far-reaching significance for the theory of evolution.

Los resultados mostraran más allá de toda duda que los caracteres de los tipos silvestres se heredan de la misma manera que los de los mutantes, algo que no suele ser apreciado más que por los estudiantes de Genética aunque es del máximo significado para la teoría de la evolución.



Morgan presenta, además, una visión pacífica de la evolución, en contraste con la lucha por la supervivencia darwiniana (P 87):

Evolution from this point of view has consisted largely in introducing new factors that influence characters already present in the animal or plant.
Such a view gives us a somewhat different picture of the process of evolution from the old idea of a ferocious struggle between the individuals of a species with the survival of the fittest and the annihilation of the less fit. Evolution assumes a more peaceful aspect.

La evolución desde este punto de vista ha consistido principalmente en introducir factores nuevos que influyen en los caracteres presentes en animales y plantas.
Esta visión nos da un cuadro diferente del proceso de evolución de la vieja idea de una lucha feroz entre indivíduos de una especie con la supervivencia de los más aptos y la aniquilación de los menos adaptados. La evolución toma un aspecto más pacífico.



Y queda claro qué parte en el estudio de la evolución y la herencia es grosera y cual más refinada (p. 90):


Throughout the greater part of the last century, while students of evolution and of heredity were engaged in what I may call the more general, or, shall I say, the grosser aspects of the subject, there existed another group of students who were engaged in working out the minute structure of the material basis of the living organism.


Hasta bien entrado el siglo pasado, mientras los investigadores de la evolución y de la herencia se dedicaban al estudio de los aspectos más generales, o, como diría yo, más burdos del tema, otro grupo de hombres de ciencia se consagraba a indagar la estructura de la base material del organismo vivo.



No tarda en analizar cuidadosamente la teoría darwinista: P 145:


Darwin's Theory of Natural Selection still holds today first place in every discussion of evolution, and for this very reason the theory calls for careful scrutiny; for it is not difficult to show that the expression "natural selection" is to many men a metaphor that carries many meanings, and sometimes different meanings to different men.

Darwin himself was extraordinarily careful, however, in the statements he made in this connection and it is rather by implication than by actual reference that one can ascribe this meaning to his views. His contemporaries and many of his followers, however, appear to have accepted this sliding scale interpretation as the cardinal doctrine of evolution. If this is doubted or my statement is challenged then one must explain why de Vries' mutation theory met with so little enthusiasm amongst the older group of zoologists and botanists; and one must explain why Johannsen's splendid work met with such bitter opposition from the English school the biometricians who amongst the post-Darwinian school are assumed to be the lineal descendants of Darwin.


La teoría de Darwin de la Selección Natural todavía ocupa el primer lugar en cada discusión de la evolución, y por esta misma razón la teoría necesita el análisis cuidadoso; no es difícil demostrar que la expresión "Selección Natural" es una metáfora que encierra muchos significados diferentes para hombres diversos.

Darwin mismo tenía extraordinario cuidado, sin embargo, en las declaraciones que hizo en esta conexión y es más bien por implicación que por referencia real que uno puede atribuir significado a sus opiniones. Sus contemporáneos y muchos de sus seguidores, sin embargo, parecen haber aceptado esta interpretación “deslizante” como la doctrina cardinal de la evolución. Si se duda esto o mi declaración entonces se cuestiona, entonces uno debe explicar por qué la teoría de la mutación de de Vries se encontró con tan poco entusiasmo entre zoologos y botánicos; y uno debe explicar porqué el trabajo espléndido de Johannsen encontró tal oposición de la escuela inglesa los biometricos que entre la escuela post-darvinista se asumen para ser los descendientes lineales de Darwin.





Y más adelante (p. 156):

Let us, however, not make too much of the matter ; for it is much less important to find out whether Darwin's ideas were vague, than it is to make sure that our own ideas are clear.

No demos demasiada importancia al asunto; porque es mucho menos importate encontrar si las ideas de Darwin eran vagas o no que asegurarnos de que las nuestras son claras.



La posición de Morgan es crítica con algunos aspectos del darwinismo posterior a Darwin y eso que cuando él escribe, el neo-darwinismo todavía no había hecho más que empezar.