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sábado, 22 de septiembre de 2012

Citas incompletas, disparatada definición de especie y más palos al aire en el sexagésimo séptimo párrafo de El Origen de las Especies





El autor sigue con su costumbre de dar citas de la manera más incompleta: Some few naturalists……… empieza ahora este párrafo:



Some few naturalists maintain that animals never present varieties; but then these same naturalists rank the slightest difference as of specific value



Bien, si así fuera,… ¿quiénes son esos naturalistas que mantienen que los animales nunca presentan variedades? ¿Quiénes los que clasifican como de valor específico la más leve diferencia? La respuesta es obvia: Ninguno. Ningún naturalista ha expuesto jamás tan peregrinas ideas. Nos hallamos de nuevo ante una Falacia.



Simplemente, el autor está de nuevo inventando argumentos a su favor, pero tales argumentos no existen más que en su imaginación. En definitiva: Tomando el pelo al lector y abusando de su paciencia, porque aunque lo anterior fuese cierto y el autor lo hubiese documentado perfectamente, cosa que no ha hecho, eso no le autorizaría para afirmar:



The term species thus comes to be a mere useless abstraction, implying and assuming a separate act of creation



La palabra especie viene de este modo a ser una mera abstracción inútil, que implica y supone un acto separado de creación



El autor introduce así argumentos propios de aquellos estudios de teología de su juventud tardía,  invitando por segunda vez en esta obra (OSMNS) a los  más elementales argumentos de la teología popular al debate científico. Otra de tantas pruebas de su escaso rigor que, en este caso, le permite ser fundador de una nueva manera de enfocar las cuestiones científicas, curiosamente admitida en nuestros momentos sin reparos: El creacionismo. El creacionismo no tiene nada que ver con creencia alguna sino con la manipulación de la ciencia por grupos de poder.



El creacionismo es el invento adecuado que más conviene a un sector aprovechado de la ciencia (o mejor dicho de la pseudociencia) para mirar con sonrisa indulgente a todo creyente invitado a un debate científico: Bienvenidos al debate en mi terreno. Vais a perder. Dice. Sabiendo bien que tal estrategia, basada en su cobardía, sirve para evitar el verdadero debate en términos científicos. El debate no es ciencia versus religión, sino ciencia versus pseudociencia.  La pseudociencia darwinista oculta la verdadera razón del debate y busca otros enfrentamientos que le son más propicios. Porque,..... ¿acaso el debate no debería centrarse en la Variación en la Naturaleza? Siendo así, ¿Cómo puede permitirse el autor decir que la palabra "especie" es una mera abstracción inútil ( The term species thus comes to be a mere useless abstraction)? ¿Pretende acaso el autor indicar con esta afirmación que el trabajo de Linneo era eso: una abstracción inútil?






El creacionismo, invento darwinista,  no es decir que el mundo fue creado en seis días. Por el contrario, el creacionismo es admitir que argumentos de la tradición popular religiosa pueden entrar en juego en un debate científico.  ¿Quién fue el primer creacionista? Charles Darwin. ¿En qué obra desde los tiempos de Galileo, se vienen a conjugar los argumentos de la fe con los de la razón? En el Origen de las Especies (OSMNS), párrafos primero y sexagésimo séptimo del segundo capítulo. Por si fuera poco, ¿en dónde se encuentra por primera vez escrita la palabra creacionista (creacionist)? En la correspondencia de Charles Darwin con sus amigos y mentores del X-Club. El creacionismo es necesario al darwinismo por dos motivos: Primero para dar la razón a su ideología seudocientífica. Segundo: Para desterrar de la ciencia la idea de diseño.



Si el autor hubiese tenido mejor formación científica,  seguramente sería más respetuoso y no habría tirado por tierra el concepto principal de la taxonomía y, por ende de la historia natural y de la biología: El concepto de especie. Las especies existen en la naturaleza igual que existen los individuos. El criterio de reproducción sirve en muchos casos como criterio objetivo y demuestra que los individuos de la misma especie comparten propiedades y  características fundamentales. Las especies se agrupan en géneros y los géneros en familias. Para estudiar la naturaleza es fundamental mantener el concepto de especie y la importancia de la taxonomía: Sine systemate, chaos



67.

Some few naturalists maintain that animals never present varieties; but then these same naturalists rank the slightest difference as of specific value; and when the same identical form is met with in two distant countries, or in two geological formations, they believe that two distinct species are hidden under the same dress. The term species thus comes to be a mere useless abstraction, implying and assuming a separate act of creation. It is certain that many forms, considered by highly competent judges to be varieties, resemble species so completely in character that they have been thus ranked by other highly competent judges. But to discuss whether they ought to be called species or varieties, before any definition of these terms has been generally accepted, is vainly to beat the air.



Unos pocos naturalistas sostiene que los animales nunca presentan variedades, y entonces, estos mismos naturalistas clasifican como de valor específico la más leve diferencia, y cuando la misma forma idéntica se ha encontrado en dos países distantes o en dos formaciones geológicas, creen que dos especies distintas están ocultas bajo la misma vestidura. La palabra especie viene de este modo a ser una mera abstracción inútil, que implica y supone un acto separado de creación. Lo positivo es que muchas formas consideradas como variedades por autoridades competentísimas parecen, por su índole, tan por completo especies, que han sido clasificadas así por otros competentísimos jueces; pero discutir si deben llamarse especies o variedades antes de que haya sido aceptada generalmente alguna definición de estos términos es dar inútilmente palos al aire.



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