II Premio Roberto Alcázar y Pedrín
En "Biología humanista" no queremos ser tacaños con lo premios y escatimar en gasto. Aquí tendrá un premio todo aquel que se lo merezca.
Por eso, tan solo quince días después de conceder el I Premio Roberto Alcázar y Pedrín, concedemos ya el segundo. El II premio "Roberto Alcázar y Pedrín"a la deshumanización de la biología se concede por unanimidad al doctor Gregory Clark, de la Universidad de California.La nota que sigue y que nos ha llevado a conceder el premio es de Jon Arteaga:
Quizás sea un poco pronto para las nominaciones al II premio "Roberto Alcázar y Pedrín" a la deshumanización de la biología (podrían hacerse trimestrales), pero dada la calidad del aspirante no retrasaré más mi propuesta:
El doctor Gregory Clark, de la Universidad de California.
En su libro "A farewell to alms", recientemente publicado, el aspirante nos detalla cómo la Selección Natural expandió en la sociedad inglesa los genes de conducta necesarios para desarrollar la Revolución Industrial y la economía capitalista. Estos genes, al parecer procedentes de las clases dominantes de la Inglaterra feudal, favorecen conductas tales como la "no violencia"(!!), la voluntad de ahorro, la prudencia, la negociación, y el trabajo duro. Al parecer, las aristocracias de otras partes del globo también pudieron poseer genes similares, pero no se expandieron ya que no eran tan fértiles en términos de descendencia como la clase alta inglesa.
Argumenta que la humanidad vivió en la miseria durante toda su historia hasta que ocurrió el milagro de la revolución industrial y el liberalismo económico, que nos han hecho vivir en la sociedad del bienestar. Y parece ser que esta bendición del cielo se la debemos a los genes de la aristocracia inglesa.
Como broche final, la actual relación de riqueza de 50 a 1 entre países ricos y pobres se debe a que en los primeros se expandieron los genes causantes de la revolución industrial y el capitalismo. Hemos de entender, por tanto, que en Sudamérica, África y el sudeste asiático siempre hubo hambre, miseria, y graves pandemias, supongo que desde tiempos prehistóricos. Y que los genes de la "no violencia" debieron toparse con algún tipo de inhibidor ambiental cuando los ingleses llegaron a Australia y Norteamérica masacrando a sus habitantes.
El doctor Gregory Clark, de la Universidad de California.
En su libro "A farewell to alms", recientemente publicado, el aspirante nos detalla cómo la Selección Natural expandió en la sociedad inglesa los genes de conducta necesarios para desarrollar la Revolución Industrial y la economía capitalista. Estos genes, al parecer procedentes de las clases dominantes de la Inglaterra feudal, favorecen conductas tales como la "no violencia"(!!), la voluntad de ahorro, la prudencia, la negociación, y el trabajo duro. Al parecer, las aristocracias de otras partes del globo también pudieron poseer genes similares, pero no se expandieron ya que no eran tan fértiles en términos de descendencia como la clase alta inglesa.
Argumenta que la humanidad vivió en la miseria durante toda su historia hasta que ocurrió el milagro de la revolución industrial y el liberalismo económico, que nos han hecho vivir en la sociedad del bienestar. Y parece ser que esta bendición del cielo se la debemos a los genes de la aristocracia inglesa.
Como broche final, la actual relación de riqueza de 50 a 1 entre países ricos y pobres se debe a que en los primeros se expandieron los genes causantes de la revolución industrial y el capitalismo. Hemos de entender, por tanto, que en Sudamérica, África y el sudeste asiático siempre hubo hambre, miseria, y graves pandemias, supongo que desde tiempos prehistóricos. Y que los genes de la "no violencia" debieron toparse con algún tipo de inhibidor ambiental cuando los ingleses llegaron a Australia y Norteamérica masacrando a sus habitantes.
Gracias, amigo Jon, por esta información tan valiosa que nos ha llevado, en primer lugar a conceder el premio, y, en segundo lugar y no menos importante a evitar el acercarnos ni de lejos al libro de Clark. Fantástico título, producto de la traducción literal al chino mandarín de una obra del escritor Ernest Hemingway, lo que hace esperar ya títulos de los próximos best seller del profesor Clark: "¿Pol quien doblan las campanas?" y "Al otlo lado del lio y entle los alboles". Esperemos que las campanas no vayan a doblar pronto por toda la humanidad y esta vez no en sentido metafórico sino real y que siempre podamos encontrar un rincón al otlo lado del lío que estos traductores literales nos están preparando a los que todavía fuímos educados en el respeto al prójimo.
Las aportaciones y sugerencias para los próximos premios Roberto Alcázar y Pedrín son bienvenidas.
1 comentario:
Emilio, hablando de premios, he querido distinguirte con uno positivo, el "Thinking Blogger Award". Saludos cordiales.
Publicar un comentario