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jueves, 13 de diciembre de 2007

El protocolo de la genética y el dogma de la mutación espontánea IV y de momento sin conclusión final



Es importante darse cuenta de que para la genética el entorno habitual, el medio de vida de animales y plantas es el laboratorio.

Para ambos procedimientos que describíamos en el protocolo de la genética, genética directa y genética reversa, los organismos (animales, plantas, algas, hongos, bacterias,….) han de ser mantenidos en condiciones de laboratorio por generaciones. Las bacterias, hongos, plantas, animales,…objeto de estudio de la genética se cultivan en el laboratorio y se reproducen en las condiciones impuestas por la vida en el laboratorio. El valor de los estudios de la bioquímica y de la genética es limitado, ni más ni menos que, en la medida en que las condiciones de laboratorio afectan a propiedades bioquímicas o genéticas de los organismos.

El genético, metido en el laboratorio con sus microorganismos, plantas o animales, olvida con facilidad la naturaleza original de sus huéspedes y cuán diferentes son las condiciones de vida en el laboratorio si se comparan con aquellas en las que los antepasados de nuestros organismos estaban acostumbrados a vivir. Surgen así listas interminables de preguntas sencillas que, no solamente son difíciles de responder, sino que también son difíciles de plantear, como por ejemplo:


Pregunta número 1: ¿Cuánto se parece la cepa de Eschericha Coli K-12 habitual en el laboratorio a cualquier bacteria del intestino?

Sub-pregunta: ¿Existen regiones genómicas que cambian con el cultivo?

Una bacteria del intestino permanece como una entidad de ficción si no procedemos a su cultivo. Si lo hacemos, ya no es una bacteria del intestino.


Pregunta número 2: En un experimento de mutagénesis: ¿Qué significado tiene el agente mutagénico para el organismo en cuestión?.

Sub-preguntas: ¿Es igual emplear para mutagénesis de Escherichia coli K-12 o de cualquier otro organismo un agente químico u otro?. ¿Se obtienen los mismos mutantes en la misma proporción con diferentes agentes?.

Pregunta número 3: ¿Existen regiones del genoma particularmente expuestas o protegidas a la acción de agentes mutagénicos?. Si es así, que no lo sabemos. ¿Tienen algo que ver estas regiones con las que define la sub-pregunta número 1?


Pregunta número 4 (añadida a la pregunta número 3 y en relación con la número 1): ¿Es posible que determinadas condiciones de vida resulten en la exposición de determinadas regiones del genoma de manera preferencial a la mutagénesis?. Seguro que un neo-darwinista respondería que no, pero seguro que sin argumentos suficientes.



Como veíamos en las entradas anteriores, el análisis de la literatura en relación con la mutación es extremadamente complejo y requiere una aproximación cautelosa. De ninguna manera, porque el resultado de algún experimento apunte en una dirección deberemos concluir que siempre las cosas ocurren en esa dirección. Lo mismo que la imposibilidad de la herencia de caracteres adquiridos, la mutación espontánea es más un dogma que una realidad demostrada científicamente.


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miércoles, 12 de diciembre de 2007

El protocolo de la genética y el dogma de la mutación espontánea III



La historia comenza con los trabajos de Salvador Luria (1912-1991) y Max Delbrück (1906-1981), galardonados ambos con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1969. La imagen muestra la portada y contraportada y dos páginas de la autobiografía de Salvador Luria editada por el Fondo de Cultura Económica en México. En el texto, que no transcribo, el autor describe con detalle cómo demostró que las mutaciones, que en bacterias otorgan resistencia a fagos, tienen origen al azar independientemente de la presencia o no de los bacteriófagos en el medio. La imagen del libro de Luria aquí presentada es también la Figura 1 del artículo firmado por Sniegowski y Lenski (Mutation and adaptation: the directed mutation controversy in evolutionary perspective. Ann Rev. Ecol Syst. 26:553-78.1995) que los autores tomaron para explicar los argumentos de Luria y Delbrück.

Básicamente, Luria y Delbrück obtuvieron en sus cultivos bacterias resistentes a fagos y su razonamiento era: Si surgen las bacterias resistentes como consecuencia del contacto con los bacteriófagos, entonces se espera una distribución de Poisson (imagen superior) en las placas conteniendo los cultivos. Si, por el contrario, la resistencia procede de mutaciones aparecidas independientemente (antes de) del contacto con los fagos, entonces, la distribución será mucho más variable que la de Poisson (imagen inferior).

El experimento de Luria y Delbrück (Genetics 28: 491-511. 1943) fue útil para calcular la tasa de mutación, en general y también, si se quiere, para demostrar que la mutación puede ocurrir de forma espontánea (sin relación directa con la presencia o no de determinados factores del medio) en algunos casos. Ahora bien: ¡Atención!..... Puede ocurrir que en algunos casos haya mutaciones espontáneas, pero esto no significa que todas las mutaciones lo sean. Es decir, aunque en las condiciones de su experimento y según sus observaciones, la presencia del fago no afecta a las tasas de mutación, es bien posible que en otras condiciones, por ejemplo utilizando concentraciones más bajas de fago o tiempos de incubación más prolongados, o analizando los resultados generaciones después, los resultados podrían ser diferentes.

El experimento de Luria y Delbrück ha servido para extender y popularizar una idea que dicho experimento jamás demostró ni pudo demostrar. A saber, que todas las mutaciones son espontáneas, …al azar. He aquí un error muy frecuente en la historia de la biología y también de la divulgación científica que podríamos llamar como error de “dogmatización”. Se confunde la interpretación y un resultado parcial se toma por uno total. Es decir, cuando se ha demostrado que algo ocurre, se concluye erróneamente que sólo ese algo es lo que siempre ocurre (dogma).

Sorprendentemente, cuarenta y cinco años después, un artículo de Cairns, Overbaugh y Miller (The origin of mutants; Nature 335, 142-145. 1988) vuelve a abrir la polémica. Mediante una serie de modelos matemáticos y diversos ejemplos muestran que, según sus observaciones, efectivamente puede ocurrir la mutación dirigida o adaptativa en respuesta a factores ambientales. En la discusión de su trabajo se lee:

The main purpose of this paper is to show how insecure is our belief in the spontaneity (randomness) of most mutations. It seems to be a doctrine that has never been properly put to the test. We describe here a few experiments and some circumstantial evidence suggesting that bacteria can choose which mutations they should produce. But we realize that this is too important an issue to be settled by three or four rather ambiguous experiments………

El principal propósito de este artículo es mostrar cuán insegura es nuestra creencia en la espontaneidad (azar) de la mayoría de mutaciones. Parece ser una doctrina que nunca se ha comprobado. Aquí describimos unos pocos experimentos y alguna evidencia circunstancial sugiriendo que las bacterias pueden elegir qué mutaciones deberían producir. Pero nos damos cuenta de que es un asunto demasiado importante para darlo por sentado con tres o cuatro experimentos más bien ambiguos.

Y más adelante:

Furthermore, the discovery of all the elements that lie between DNA sequence and protein structure gave rise to the central dogma of molecular biology, and this doctrine denies any possible effect of a cell’s experience upon the sequence of bases in its DNA.

Más todavía, el descubrimiento de todos los elementos que hay entre la secuencia del DNA y la estructura de la proteína dio lugar al dogma central de la biología molecular, y esta doctrina niega todo posible efecto de la experiencia de una célula sobre la secuencia de bases de su DNA.

El artículo de Sniegowski y Lenski que mencionábamos arriba (Mutation and adaptation: the directed mutation controversy in evolutionary perspective. Ann Rev. Ecol Syst. 1995:553-78) aspira en 1995 a la dificil tarea de dar una visión general del problema de la controversia acerca de la mutación dirigida (dirigida versus espontánea). Veintiuna veces aparece en dicho artículo el nombre de Lamarck (Lamarckian, Lamarckist,..) y treinta y tres veces el nombre de Darwin (Darwinian, darwinist,neo-darwinist). Aunque por el número de citas gana Darwin, francamente, me parecen demasiadas citas para dos autores que ignoraban qué es una mutación. Seguiremos explorando los caminos de la mutación, pero con la idea de que el resolver en qué medida las mutaciones son espontáneas o tienen lugar en respuesta a condiciones ambientales no es asunto fácil. El investigar esta cuestión en el laboratorio ha ocupado ya casi un siglo, la extrapolación de sus resultados y conclusiones al estudio de la evolución no será tarea fácil.


El planteamiento de los experimentos y la interpretación de los resultados ha tenido lugar en terrenos muy influenciados por creencias, doctrinas, dogmas,…y teorías que no han ayudado a simplificar un problema que ya es de por sí bastante complicado.

lunes, 3 de diciembre de 2007

El azar: Invitado de honor por primera vez en la Historia de la Ciencia.




Ya hemos visto cómo, según la teoría de de la continuidad del plasma germinal, inventada por August Weismann, la línea somática (el cuerpo humano, por ejemplo) es una especie de excrecencia o apósito, un añadido sin importancia de la linea germinal, que es la fundamental en la evolución (?).

Las mutaciones heredables surgirían así en la línea germinal al azar y, dependiendo de los fenotipos que dichas mutaciones ocasionasen, la selección natural se encargaría de cribar entre los organismos resultantes, aquellos más adecuados. Una vez puesta en marcha una teoría inventada, el neodarwinismo ya no tenía freno. El azar había sido por vez primera en la Historia de la Ciencia invitado, no sólo a tomar parte en una teoría sino a hacerlo de modo permanente, puesto que si las mutaciones son al azar y es imposible la transmisión de información genética concerniente a caracteres adquiridos, el camino estaba trazado para las generaciones venideras.

El azar, que los científicos de todos los tiempos habían intentado acorralar y dejar relegado al último y más insignificante término de sus ecuaciones, surge así en genética como factor-clave y principio fundamental de una teoría y, no sólo ha permanecido durante décadas como tal, sino que se ha difundido por todos los caminos posibles. Por ejemplo, en el libro del filósofo español Jesús Mosterín titulado “Ciencia viva (reflexiones sobre la aventura intelectual de nuestro tiempo) "(2ªed Espasa Calpe 2006) se lee (p 20):

La evolución biológica que nos ha conducido a ser como somos no es una obra de ingeniería intencional, sino el resultado inconsciente de factores aleatorios y fuerzas naturales.


Y todavía más (p 158):

Por eso la teoría darwinista de la evolución es la mejor explicación científica de la asombrosa variedad y adaptación de los seres vivos. Las fuerzas creativas del azar(la mutación de los genes, la recombinación sexual, la deriva genética) fraguan una inmensa variedad de fórmulas o propuestas, que son luego seleccionadas por el filtro implacable de la selección natural.



Y yo,... cuando leo estas cosas, me entran ganas de salir a pasear y a tomar el aire, porque... que somos el resultado de fuerzas naturales no es mucho decir, pero afirmar con una supuesta base científica que somos el resultado inconsciente de factores aleatorios es, aunque esté bien de moda; digo, es llanamente, pisar fuera de los terrenos de la Ciencia. Disparatar. Se atribuyen a Einstein muchas frases pero hay una que es casi seguro que dijo y que viene aquí a cuento:

Dios no juega a los dados.
Cambiemos la palabra Dios por la palabra Naturaleza o Evolución, para darle mayor cabida a la frase. Sigue siendo válida. La Naturaleza no juega a los dados. La evolución tampoco.

¿Qué hubiesen dicho Lavoisier o Gay-Lussac, por ejemplo, si alguien les hubiera sugerido acerca de los procesos químicos o de los gases algo así?:

- Oh! No os preocupeis por buscar las leyes en la Naturaleza, porque la naturaleza se comporta siempre al azar.



Pero intentemos avanzar: ¿Es cierto que las mutaciones son al azar?. ¿Qué pruebas existen en favor de ello?

Responder a esta pregunta todavía en 2007 es algo bien complicado y puede llevarnos tiempo......
La literatura al respecto es abundante y contradictoria. Intentaremos abrirnos paso en su senda; pero,.... antes que nada, exponer una sospecha, que se relaciona con el procedimiento de la Genética, con su estrategia, con su protocolo y con el hecho, que anunciaba en la entrada anterior de que nos falta comprensión acerca de lo que es un experimento en genética. Antes que nada veamos cómo es el protocolo de la genética.

lunes, 12 de noviembre de 2007

La Relación entre Genética y Evolución: Thomas Hunt Morgan (III; en el avispero).




En el texto que venimos comentando y que se titula "A Critique of the Theory of Evolution" (1919), Thomas Hunt Morgan parece mostrar cierta simpatía con la herencia de caracteres adquiridos, un tema muy delicado e importante en la Historia de la Biología, un auténtico avispero para la Genética.

Salvando la diferencia que pueda haber entre nido de avispas o de abejas, ilustra la entrada de hoy el cuadro de Piero di Cosimo (1462-1521), titulado El Descubrimiento de la Miel, en el que una serie de personajes exponen su desnudez a la feroz picadura de estos insectos.

Dice en su libro Morgan:

Practice makes perfect is a familiar adage.
Not only in human affairs do we find that a part through use becomes a better tool for performing its task, and through disuse degenerates; but in the field of animal behaviour we find that many of the most essential types of behavior have been learned through repeated associations formed by contact with the outside.

It was not so long ago that we were taught that the instincts of animals are the inherited experience of their ancestors lapsed intelligence was the current phrase.

Un adagio familiar dice que la práctica hace la perfección.
No solamente en asuntos humanos encontramos que una parte, con el uso, se convierte en una herramienta mejor para realizar su tarea, y sin uso degenera; en el campo del comportamiento animal encontramos que muchos de los tipos más esenciales de comportamiento se han aprendido con las asociaciones repetidas formadas por el contacto con el exterior.

No está tan lejos en el tiempo cuando nos enseñaron que los instintos de animales son la experiencia heredada de la limitada inteligencia de sus antepasados.


Y,… más adelante:


Lamarck's name is always associated with the application of the theory of the inheritance of acquired characters. Darwin fully endorsed this view and made use of it as an explanation in all of his writings about animals.
Today the theory has few followers amongst trained investigators, but it still has a popular vogue that is widespread and vociferous.



El nombre de Lamarck se asocia siempre al uso de la teoría de la herencia de caracteres adquiridos. Darwin aceptó completamente esta visión y la usó como explicación en sus textos sobre animales. La teoría tiene hoy pocos seguidores entre los investigadores, pero todavía tiene una aceptación popular extensa.


La Teoría, tal y como se ha interpretado tradicionalmente en Genética, sería definida propiamente como la no-herencia de los caracteres adquiridos. Pero........
¿Acaso no suena un poco extraño una teoría cuyo enunciado es la negación de una generalidad?.
Creo que a Karl Popper, uno de nuestros teóricos de la Ciencia, no le hubiese gustado nada este enunciado y tal vez habría dicho: Aunque usted demuestre que determinados caracteres adquiridos no se heredan, no podrá convencerme de que ninguno se hereda. ¿Como se puede demostrar semejante cosa?. En todo caso, podríamos demostrar que determinada característica adquirida no es heredable. Pero,… no es mucho generalizar dictaminar que ninguna característica adquirida es heredable?. ¿En qué se basa toda la leyenda acerca de la herencia de caracteres adquiridos?, ¿en Ciencia Experimental bien diseñada y ejecutada?. ¿ O, tal vez, por el contrario en imposición de criterios y puntos de vista desde posiciones privilegiadas de la Ciencia?. Demos el salto y abordemos el análisis histórico, pero no sin advertir antes que la expresión "carácter adquirido" es un verdadero avispero. Junto con la expresión "Selección Natural", ambas deben ser aproximadas con cautela.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

La Relación entre Genética y Evolución: Thomas Hunt Morgan (II).


Continuamos aquí con el comentario del libro titulado "A Critique of the Theory of Evolution", de Thomas Hunt Morgan (1866-1945). En él se advierte de la necesidad de la Genética para el estudio de la evolución. Desde luego, en ningún momento se manifestó Morgan ni ningún otro genético en sentido contrario, como diciendo que la Evolución fuese necesaria para estudiar los mecanismos de la herencia, o sea que la frase de Dobzhansky (En Biología nada tiene sentido si no se considera a la luz de la evolución), no es aplicable, al menos en Genética. La Genética suministra resultados valiosos para entender la evolución mientras que la frase recíproca no es cierta: La evolución no suministra apenas datos para entender la herencia.
P 60-61:

The results will show beyond dispute that the characters of wild types are inherited in precisely the same way as are the characters of the mutant types a fact that is not generally appreciated except by students of genetics, although it is of the most far-reaching significance for the theory of evolution.

Los resultados mostraran más allá de toda duda que los caracteres de los tipos silvestres se heredan de la misma manera que los de los mutantes, algo que no suele ser apreciado más que por los estudiantes de Genética aunque es del máximo significado para la teoría de la evolución.



Morgan presenta, además, una visión pacífica de la evolución, en contraste con la lucha por la supervivencia darwiniana (P 87):

Evolution from this point of view has consisted largely in introducing new factors that influence characters already present in the animal or plant.
Such a view gives us a somewhat different picture of the process of evolution from the old idea of a ferocious struggle between the individuals of a species with the survival of the fittest and the annihilation of the less fit. Evolution assumes a more peaceful aspect.

La evolución desde este punto de vista ha consistido principalmente en introducir factores nuevos que influyen en los caracteres presentes en animales y plantas.
Esta visión nos da un cuadro diferente del proceso de evolución de la vieja idea de una lucha feroz entre indivíduos de una especie con la supervivencia de los más aptos y la aniquilación de los menos adaptados. La evolución toma un aspecto más pacífico.



Y queda claro qué parte en el estudio de la evolución y la herencia es grosera y cual más refinada (p. 90):


Throughout the greater part of the last century, while students of evolution and of heredity were engaged in what I may call the more general, or, shall I say, the grosser aspects of the subject, there existed another group of students who were engaged in working out the minute structure of the material basis of the living organism.


Hasta bien entrado el siglo pasado, mientras los investigadores de la evolución y de la herencia se dedicaban al estudio de los aspectos más generales, o, como diría yo, más burdos del tema, otro grupo de hombres de ciencia se consagraba a indagar la estructura de la base material del organismo vivo.



No tarda en analizar cuidadosamente la teoría darwinista: P 145:


Darwin's Theory of Natural Selection still holds today first place in every discussion of evolution, and for this very reason the theory calls for careful scrutiny; for it is not difficult to show that the expression "natural selection" is to many men a metaphor that carries many meanings, and sometimes different meanings to different men.

Darwin himself was extraordinarily careful, however, in the statements he made in this connection and it is rather by implication than by actual reference that one can ascribe this meaning to his views. His contemporaries and many of his followers, however, appear to have accepted this sliding scale interpretation as the cardinal doctrine of evolution. If this is doubted or my statement is challenged then one must explain why de Vries' mutation theory met with so little enthusiasm amongst the older group of zoologists and botanists; and one must explain why Johannsen's splendid work met with such bitter opposition from the English school the biometricians who amongst the post-Darwinian school are assumed to be the lineal descendants of Darwin.


La teoría de Darwin de la Selección Natural todavía ocupa el primer lugar en cada discusión de la evolución, y por esta misma razón la teoría necesita el análisis cuidadoso; no es difícil demostrar que la expresión "Selección Natural" es una metáfora que encierra muchos significados diferentes para hombres diversos.

Darwin mismo tenía extraordinario cuidado, sin embargo, en las declaraciones que hizo en esta conexión y es más bien por implicación que por referencia real que uno puede atribuir significado a sus opiniones. Sus contemporáneos y muchos de sus seguidores, sin embargo, parecen haber aceptado esta interpretación “deslizante” como la doctrina cardinal de la evolución. Si se duda esto o mi declaración entonces se cuestiona, entonces uno debe explicar por qué la teoría de la mutación de de Vries se encontró con tan poco entusiasmo entre zoologos y botánicos; y uno debe explicar porqué el trabajo espléndido de Johannsen encontró tal oposición de la escuela inglesa los biometricos que entre la escuela post-darvinista se asumen para ser los descendientes lineales de Darwin.





Y más adelante (p. 156):

Let us, however, not make too much of the matter ; for it is much less important to find out whether Darwin's ideas were vague, than it is to make sure that our own ideas are clear.

No demos demasiada importancia al asunto; porque es mucho menos importate encontrar si las ideas de Darwin eran vagas o no que asegurarnos de que las nuestras son claras.



La posición de Morgan es crítica con algunos aspectos del darwinismo posterior a Darwin y eso que cuando él escribe, el neo-darwinismo todavía no había hecho más que empezar.



lunes, 5 de noviembre de 2007

La Relación entre Genética y Evolución: Thomas Hunt Morgan (I).


Uno de los fundadores de la Genética es Thomas Hunt Morgan (1866-1945; Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1933). En su libro titulado "A Critique of the Theory of Evolution", que contiene el texto de unas lecturas pronunciadas en la Universidad de Princeton en 1916 queda claro que el estudio de la evolución deberá apoyarse en los resultados y conclusiones de la joven y prometedora disciplina de la Genética, una Ciencia experimental. El estudio de la evolución, complejo, principalmente no experimental, basado en la Paleontología y en la observación, debería buscar a partir de ahora un fundamento en la Genética, una joven y prometedora disciplina experimental y nunca al revés, como el neo-darwinismo vino a imponer décadas después.

De muchas de sus ideas y consejos deberíamos tomar hoy buena nota.

Curiosamente comienza con una frase dirigida a quienes se muestran demasiado confiados en los avances notables en el estudio de la evolución así:

"Occasionally one hears today the statement that we have come to realize that we know nothing about evolution. This point of view is a healthy reaction to the over-confident belief that we knew everything about evolution.
Ocasionalmente uno oye la sentencia que dice que hemos llegado a darnos cuenta de que no sabemos nada acerca de la evolución. Este punto de vista es la reacción saludable a la creencia sobre-confiada de que conocemos todo acerca de la evolución



Porque (P 26):

"My good friend the paleontologist is in greater danger than he realizes, when he leaves descriptions and attempts explanation. He has no way to check up his speculations and it is notorious that the human mind without control has a bad habit of wandering."
Mi buen amigo, el paleontólogo esta en un peligro mayor de lo que piensa, cuando abandona las descripciones e intenta la explicación. Él no tiene manera de comprobar sus especulaciones y es notable que la mente humana sin control tiene la mala costumbre de divagar.

P 26-27:

"The geneticist says to the paleontologist, since you do not know, and from the nature of your case can never know, whether your differences are due to one change or to a thousand, you can not with certainty tell us anything about the hereditary units which have made the process of evolution possible.
And without this knowledge there can be no understanding of the causes of evolution."


El genético dice al paleontólogo, ya que usted no sabe y por la naturaleza de su caso, nunca sabrá, si sus diferencias son debidas a un cambio o a mil, usted no puede decirnos ciertamente acerca de las unidades de la herencia que han hecho posible la evolución.
Y sin este conocimiento no pueden entenderse las causas de la evolución.

No obstante, también Morgan a veces se equivocaba. Veamos sino ( p 38)

"Today the belief that evolution takes place by means of natural processes is generally accepted. It does not seem probable that we shall ever again have to renew the old contest between evolution and special creation."
Hoy se acepta generalmente la creencia de que la evolución ocurre por medio de procesos naturales. No parece probable que se vuelva a revivir la disputa entre evolución y creación.

En general, su escrito es de una gran lucidez y acierto:


"We must find out what natural causes bring about variations in animals and plants; and we must also find out what kinds of variations are inherited, and how they are inherited. If the circumstantial evidence for organic evolution, furnished by comparative anatomy, embryology and paleontology is cogent, we should be able to observe evolution going on at the present time, i.e. we should be able to observe the occurrence of variations and their transmission. This has actually been done by the geneticist in the study of mutations and Mendelian heredity, as the succeeding lectures will show."
Debemos encontrar qué causas producen la variación en animales y en plantas. También debemos encontrar qué variaciones se heredan y cómo. Si la evidencia circunstancial de la evolución orgánica, procedente de la anatomia comparada, la embriología y la paleontología es coherente, entonces debemos ser capaces de observar la evolución en el presente, por ejemplo, seremos capaces de ver la ocurrencia de variaciones y su transmisión. Esto lo ha hecho el genético mediante el estudio de las mutaciones y de la herencia mendeliana, como las lecciones que siguen mostrarán.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Kierkegaard o la imposibilidad de separar las cosas de su entorno






Dicta la Genética que todo carácter es el resultado de la interacción entre un genotipo y su ambiente; y, sin embargo, yo tiendo a pensar que eso son las características. El carácter pudiera, por el contrario, ser otra cosa mucho más importante que, tal vez precede y domina dicha interacción.

El capítulo titulado “Los Estadios eróticos inmediatos o el erotismo musical”, perteneciente al libro “Enten-Eller” ("O lo uno o lo otro"), de Soren Kierkegaard (1813-1855), empieza así:

Desde el primer instante de ofuscación en que mi alma, humillada y llena de asombro, se prosternó ante la música de Mozart, muchas veces ha sido para mí una actitud grata y reconfortante la de pensar en aquella jovial concepción griega que denomina al mundo cosmos, puesto que se muestra como un todo bien ordenado, como una grácil y diáfana alhaja del espíritu que obra en él y lo entrelaza; pensar que esa jovial concepción puede repetirse en un orden de cosas superior, en el mundo de los ideales, y que también en él hay una providencial sabiduría que es digna de admiración, puesto que, ante todo, reúne a los que se pertenecen de manera mutua: Axel y Valborg, Homero y la guerra de Troya, Rafael y el catolicismo, Mozart y el don Juan. Hay una miserable incredulidad que cree disponer de un sinnúmero de alicientes. Supone que ese vínculo es incidental, y no ve en él otra cosa que la afortunada conjunción de diferentes potencias en el juego de la vida. Supone que es incidental que los enamorados se encuentren, que es incidental que se amen, que habría cientos de otras muchachas junto a las cuales un hombre podría haber alcanzado la misma dicha y a las que podría haber amado del mismo modo. Supone que muchos otros poetas podrían ser tan inmortales como Homero, si éste no hubiese acaparado ese glorioso tema, que muchos compositores habrían podido ser tan inmortales como Mozart si se les hubiese dado la oportunidad. Claro que esa convicción comporta un gran consuelo y alivio para todos esos mediocres que, a través de ella, son capaces de creer y de hacer creer a sus iguales que, si no llegaron a ser tan ilustres como los ilustres, fue por una equivocación del destino o por un error universal. El optimismo que de esa manera se aporta es muy fácil. En cambio, para el alma valerosa, para el optimate, para aquel que preferiría perderse a sí mismo en la contemplación de lo grande más bien que salvarse a sí mismo de un modo tan miserable, eso, desde luego, es algo abominable, y para su alma sería un regocijo, sería una sagrada satisfacción ver unidos a aquellos que se pertenecen. Eso es lo venturoso, en un sentido que no es el de lo incidental y que presupone, por tanto, dos factores, mientras que lo incidental consiste en las interjecciones inarticuladas del destino. Es lo que hay de venturoso en la historia, la divina conjunción de las fuerzas históricas, la hora nupcial de la historia. En lo incidental hay un solo factor; es un hecho incidental que Homero haya hallado en la historia de la guerra de Troya la más excelsa materia épica que cabría pensar. Lo venturoso tiene dos factores; es un hecho venturoso que la más excelsa materia épica le haya sido acordada a Homero, pues aquí el acento recae tanto sobre Homero como sobre la materia. En eso consiste la profunda armonía que resuena en todas las producciones que llamamos clásicas. Lo mismo sucede con Mozart; es un hecho venturoso que aquello que, en sentido profundo, es acaso el único tema de la música, le haya sido dado ..... a Mozart.

A mi entender, esa miserable incredulidad a la que se refiere Kierkegaard, que cree disponer de un sinnúmero de alicientes y que supone que el vínculo es incidental, y no ve en él otra cosa que la afortunada conjunción de diferentes potencias en el juego de la vida; esa miserable incredulidad es algo muy próximo al concepto vulgar que corre de Evolución y que el darwinismo se ha encargado de difundir a los cuatro vientos.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Censura darwinista: ahora toca aquí.




Máximo Sandín (en la foto) es profesor de Antropología en la Universidad Autónoma de Madrid. Leí su artículo titulado “La transformación de la evolución” siguiendo los consejos de un amigo, Patricio Gómez, que es profesor en el Conservatorio de Música de Salamanca. Un día que nos encontramos a la puerta del Conservatorio, Patricio, una persona sensible y con intereses amplios, me dijo que, por fin, había encontrado algo escrito en español acerca de Biología y que lo había leído con gusto. A mí también me gustó el artículo. Estaba escrito con la naturalidad de quien tiene experiencia en leer y escribir y criticaba con rigor debilidades de la Genética de Poblaciones, en particular algunas de sus pretendidas bases para el estudio de la evolución (Sandín no es el único que encuentra estas debilidades; aquí hay otro jugoso ejemplo de esos llamados “modelos matemáticos”). La lectura del artículo contribuyó a quitarme ese malestar que dejan algunas asignaturas cuando, casi todos, podemos ver que lo que contienen es causa de malestar porque no es digerible.

Como en Ciencia no es costumbre leer publicaciones en español, y tampoco que éstas muestren puntos de vista críticos, los artículos de Máximo Sandín han tenido hasta hoy una difusión relativa, limitándose principalmente a revistas españolas o a partir de su propia página web. Afortunadamente, el año pasado se publicó una recopilación de ellos en un libro titulado “Pensando la Evolución. Pensando la vida”, del que escribí un comentario que algún día traeré por aquí.

Mauricio Abdalla es profesor de Filosofía de la Ciencia en la Universidad do Espiritu Santo, en Brasil. Motivado por un interés profesional y asombrado por la pobreza del panorama científico oficial acerca de la Teoría de la Evolución y, sobre todo, el silencio en la crítica de dicha teoría, encontró los escritos de Máximo Sandín y los citó en algunas de sus publicaciones (ver p.e. La crisis Latente del Darwinismo). Él escribió un interesante prólogo al libro de Sandín.

Un conocido antropólogo iberoaméricano, que coordina una red de información de gran difusión en Internet, interesado por las publicaciones de Sandín y Abdalla, publicó anónimamente en Wikipedia un artículo que hacía referencia a sendos artículos de estos autores, Sandín y Abdalla, titulado: Evolución Biológica: Hacia un nuevo Paradigma.

Los “responsables de Wikipedia”, (sí, he dicho responsables y Wikipedia), decidieron eliminar el artículo tras un tormentoso debate levantado por los grupos darwinistas españoles. En el debate, queda clara la falta de argumentos científicos, y el exceso de arrogancia en estos darwinistas celtibéricos que, escribiendo siempre con seudónimo, se permiten insultar a quienes dan la cara. Me quedó, como anécdota, la sorpresa de que alguien que escribe con seudónimo se indignase porque otro participante escribiese asimismo con seudónimo.

El artículo titulado “Evolución Biológica: Hacia un nuevo Paradigma” desapareció así de Wikipedia, la enciclopedia libre y democrática de la red, fue expulsado de ella. Por el contrario, en el artículo titulado “Evolución biológica”, sigue en pie el retrato de un perenne Darwin mostrando cara de sorpresa, como asustado, preguntándose: ¿What am I doing here?. Que yo le podría ayudar a traducir así: pasados ya los tiempos de la biología molecular y en la era post-genómica, ......¿qué pinto yo aquí?.


Sir Charles presenta mala cara en ese retrato, como si algo oliese mal a sus pies. No es extraño porque es justo ahí, donde, como ejemplo de ciencia pura, se leen párrafos como éste:

La llamada Síntesis Evolutiva Moderna es una robusta teoría que actualmente proporciona explicaciones y modelos matemáticos sobre los mecanismos generales de la evolución o los fenómenos evolutivos como la adaptación o la especiación. Como cualquier teoría científica, sus hipótesis están sujetas a constante crítica y comprobación experimental.

Es decir, palabras, sólo palabras a los pies de un Charles Darwin que va empalideciendo por momentos porque teme estornudar y que todo aquello desaparezca, o peor aún, que alguien vaya un día, analice la frase y le pida una explicación de todo esto. Ha debido leer algo que no le gusta. A mi tampoco. Y es que las tautologías no se demuestran. Los experimentos no valen para eso.

Tranquilo Sir Charles, guardaremos el secreto. Compadezcamos, eso sí, a los alumnos que tengan que estudiar esto en español, los recordaremos en nuestros días de pesadilla.

La experiencia que acabo de relatar brevemente me demuestra que vivimos en una cultura en retroceso. Rechazamos lo que hay de original en nuestro idioma, para traducir mal lo que viene mal dicho en inglés. Con esto hacemos un pienso que damos por bueno en las aulas, en donde los alumnos, desde jóvenes saben que sólo importa competir para ganar. Porque, toda la vida ha sido así. La realidad da así valor a la ausencia de razonamiento. ……. ¡Qué pesadilla!.




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lunes, 17 de septiembre de 2007

Censura darwinista





En 1995, Richard Milton escribió un artículo titulado “Neo-Darwinism: time to reconsider” destinado al suplemento educativo de The Times. El artículo contenía los argumentos lógicos que hacen ver al darwinismo como lo que es: una filosofía simple y mecanicista, propia de la sociedad victoriana, además de sólidos ejemplos en contra del neo-darwinismo haciendo ambas tesis darwinista y neo-darwinista, insostenibles en la actualidad. Milton hacía ver que el concepto de selección natural es una tautología. Esto ya lo dijo Popper y lo apoya Milton en su artículo con una cita del profesor de Edimburgo, C.H.Waddington, que se suma a la colección de críticas antidarwinistas y la extiende a lo largo del siglo XX:

"Natural selection, which was at first considered as though it were a hypothesis that was in need of experimental or observational confirmation, turns out on closer inspection to be a tautology, a statement of an inevitable although previously unrecognized relation. It states that the fittest individuals in a population (defined as those who leave the most offspring) will leave most offspring. Once the statement is made, its truth is apparent."

El artículo está escrito de manera clara y contundente y contiene ejemplos que hay que conocer. Puede consultarse en:

http://www.lauralee.com/milton2.htm

Su publicación fue censurada a partir de una campaña en su contra encabezada por nuestro premio "Roberto Alcázar y Pedrín", Richard Dawkins, de la Universidad de Oxford.

Por eso, hay que leer también la carta que el autor dirige a Auriol Stevens, entonces Editor de
"The Times Higher Education Supplement", también en la misma página web.


Antes de entrar en ningún debate es necesario saber de qué se trata. Antes de entrar en el debate entre creacionismo y evolucionismo, hay que distinguir bien entre evolucionismo y darwinismo.

O sea, que vamos a tener que ver la pinta que tiene el emperador, esto es, la evolución, sin traje; es decir, sin darwinismo. Será una larga y entretenida travesía llena de sorpresas. Mientras tanto, no parece oportuno entrar en debate alguno que incluya al evolucionismo sin saber muy bien antes lo que éste significa.



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viernes, 31 de agosto de 2007

En los límites de la Ciencia



Históricamente, las disciplinas de la Ciencia surgen para dar respuesta a preguntas de hondo calado. La Biología busca la respuesta a la pregunta ¿cómo están constituidos los seres vivos? (¿cómo funcionan?, ¿cómo evolucionan?,…..). La Genética intenta responder a la pregunta: ¿Cómo se heredan las características en los seres vivos?, que también incluye: ¿Cómo está determinado el ser humano por su herencia?.

En el siglo XIX no fue Mendel el único en plantearse estas misteriosas cuestiones en torno a la herencia. Por ejemplo, el filósofo Arthur Schopenhauer, en su libro “El mundo como voluntad y como representación”, incluye unas páginas sobre la herencia de los caracteres en el ser humano que pueden servir como jugoso, ilustrativo y divertido ejemplo de lo que no es una Teoría Científica; es decir, algo sobre lo que uno no puede experimentar, o sea, otro ejemplo decimonónico parecido a la Teoria de Evolución por Selección Natural. Y es que, lo que es Ciencia y lo que no lo es, debería estar hoy ya algo más claro de lo que estaba en el siglo XIX y también de lo que en realidad está.

Hace ya muchos años que Francis Bacon (1561-1626), Galileo (1564-1642), Descartes (1596-1650) y otros, sentaron las bases del Método Científico. Más tarde, Claude Bernard (1813-1878; en la imagen de arriba), dejó bien claramente establecido como debe ser la aproximación científica en Biología y en Medicina, con ejemplos notables de la aplicación del Método Científico en Fisiología entre sus propios experimentos.

Por si todo esto fuera poco, Karl Popper (1902-1994), en su libro “Conjeturas y Refutaciones: El crecimiento del conocimiento científico”, fué muy claro en la definición de una Teoría Científica. Una Teoría Científica debe ser refutable. Debe poner en juego elementos bien conocidos y definidos y establecer nuevas relaciones entre ellos de forma arriesgada, corregible, mutable, no permanente. Su objetivo es agudizar nuestro conocimiento del mundo, no permanecer eternamente. Debe poder ser verificada mediante la experimentación.
Por eso, en su texto, Popper discute acerca de la base científica de algunas teorías del Psicoanálisis. Sea cuales sean sus conclusiones, un caso psicoanalítico siempre presentará un límite ineludible a su aproximación científica: será irrepetible como lo es el ser humano. Por el mismo motivo, Popper se muestra crítico con la teoría evolutiva.

Se pueden hacer aproximaciones científicas al estudio de la evolución, pero serán siempre limitadas, porque la evolución no es algo con lo que experimentamos en el laboratorio sino que, nos guste o no, es única e irrepetible. Lo mismo ocurre con el carácter. Aunque nuestros experimentos emulen las condiciones posibles de la evolución en el pasado, el límite es ineludible. Si bien es cierto que muchas observaciones de casos clínicos pueden indicar tendencias, la experimentación es limitada.

El estudio del carácter y el de la evolución muestran los límites de la Ciencia. Reconocerlo y precisar en qué consisten estos límites es una manera poco frecuente pero útil, de contribuir al avance del conocimiento.



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miércoles, 20 de junio de 2007

Este año no tocan Los Mitos : Un problema de Historia.


La presencia de cada objeto en el mundo tiene una trayectoria con un principio, un tiempo de desarrollo y un fin. Su interpretación pertenece a la Historia y, por eso, una de las principales tareas y responsabilidades de la Historia es el definir cuáles son sus objetos de estudio: Territorios geográficos, imperios, orquestas, personajes o disciplinas científicas. Las disciplinas científicas y el conocimiento, en general, evolucionan con las sociedades a las que pertenecen y en las que ocurren. Es absurdo pensar que el conocimiento es acumulativo y consiste en amontonar información sobre los hechos y las verdades del mundo. Cada época histórica se caracteriza por una visión del mundo propia que incluye determinada manera de interpretarlo (ciencia) y de hacer Historia. Si la Biología es una ciencia experimental y la Biología estudia la vida, entonces no hubo Biología hasta el siglo XIX o más precisamente, hasta el siglo XX. Esto lo confirma el hecho de que la palabra Biología apenas existía antes y se usó poco a lo largo del siglo XIX. El estudio experimental de la vida parte de Buchner (Nobel de 1907) en cuyos trabajos demostró que las actividades bioquímicas (enzimáticas) ocurrían también en extractos libres de células, abriendo paso a la Bioquímica. La Biología, una ciencia experimental, es fruto del siglo XX. Pensar hoy que la Biología parte de Aristóteles y que, Alberto Magno, en la Edad Media, o más tarde Linneo o Buffon estuvieran haciendo Biología es un error garrafal y muy extendido entre los biólogos. Su actividad poco tiene que ver con la Biología, si pensamos que esta consiste en la aproximación experimental al estudio de los seres vivos. Darwin no era un biólogo, apenas un científico experimental. Su aparición, constante y en lugar destacado, en libros de texto y páginas web de Biología, implica una visión anticuada que, de persistir, acabará por convertirse en empeño por hacer ver las cosas como no son, es decir, manipular. Esta visión anticuada que puede convertirse en empeño tiene su explicación histórica. Cuando a lo largo del siglo XX se fueron acumulando resultados de la experimentación bioquímica, no existía una base teórica para darles una explicación y una cohesión y se recurre al darwinismo. El neo-darwinismo se constituye así en paradigma de la Biología como lo indica la repetida frase de Dobzhansky: “En biología nada tiene sentido si no se considera bajo el prisma de la evolución”. La novedad de los resultados del método experimental (Bioquímica, Genética,…en definitiva Biología) reclamaba entonces, para su interpretación, la atención de una disciplina más antigua (evolución) que pudiera aportar una visión histórica (coherencia). Hoy, en 2007, la situación ha dado la vuelta y pretender que esto no es así es no ver la realidad. Los abundantes resultados recientes de la Biología (Bioquímica, Genética,…) confirman la mayoría de edad de esta disciplina y reclaman su autoridad frente a disciplinas no–experimentales y, necesariamente más especulativas como es el estudio de la evolución. Ayer, hoy y siempre, la luz debe iluminar a las tinieblas y pretender lo contrario (que las tinieblas iluminen a la luz) es un error, imperdonable para los docentes. Las palabras en la frase de Dobzhansky, han jugado al juego de la silla y quedan así dispuestas: “En evolución nada tiene sentido si no se considera bajo el prisma de la Biología”. La primera década del siglo XXI es bien diferente de la década de los sesenta. Los conjuntos musicales no son lo que eran. La Biología es una ciencia con una autoridad y entidad propia.

Este año no van a tocar los Mitos.







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