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domingo, 16 de diciembre de 2012

Not quite scientific: Bienvenido Mr Malthus en el párrafo octogésimo nono de El Origen de las Especies

Comienza ahora la sección titulada GEOMETRICAL RATIO OF INCREASE Progresión geométrica del aumento, que durará seis párrafos. Su leit motif es la triste visión social del clérigo Malthus, pregonero mayor de la dismal science que recibe ahora una celebrada bienvenida en OSMNS:   A struggle for existence inevitably follows from the high rate at which all organic beings tend to increase.   Algo en lo que uno puede creer o no creer, que a uno puede gustarle o no como metáfora, pero algo que, en cualquier caso no ayuda en lo más mínimo a comprender la formación de las especies. Comienza este párrafo:   De la rápida progresión en que tienden a aumentar todos los seres orgánicos resulta inevitablemente una lucha por la existencia.   El panorama es ciertamente angustioso y es que esa podría ser una finalidad compartida por los escritos de Malthus y de Darwin: generar un estado angustioso.   No podemos quejarnos, empero por no tener magnitud para medir o contar. Podemos contar tanto el número de seres, como el número de huevos o de semillas. Todos tienden a crecer. Afortunadamente, la dama de la guadaña viene a poner término a tan descabellada proliferación. No todos los que podamos contar, permanecerán indefinidamente. Sólo los mejores sobrevivirán. Es decir, quienes tengan que sobrevivir, sobrevivirán; los demás no. Nos encontramos fuera del terreno científico en el puro terreno de la fantasía lingüística y la especulación dogmática. Un terreno de grandes perspectivas cuando el mundo esté dominado por intereses que incluyen generar confusión para obtener el control (binomio Con-Con). Nos encontramos frente a uno de los mejores ejemplos de la escritura autoritaria.   89. A struggle for existence inevitably follows from the high rate at which all organic beings tend to increase. Every being, which during its natural lifetime produces several eggs or seeds, must suffer destruction during some period of its life, and during some season or occasional year, otherwise, on the principle of geometrical increase, its numbers would quickly become so inordinately great that no country could support the product. Hence, as more individuals are produced than can possibly survive, there must in every case be a struggle for existence, either one individual with another of the same species, or with the individuals of distinct species, or with the physical conditions of life. It is the doctrine of Malthus applied with manifold force to the whole animal and vegetable kingdoms; for in this case there can be no artificial increase of food, and no prudential restraint from marriage. Although some species may be now increasing, more or less rapidly, in numbers, all cannot do so, for the world would not hold them.     De la rápida progresión en que tienden a aumentar todos los seres orgánicos resulta inevitablemente una lucha por la existencia. Todo ser que durante el curso natural de su vida produce varios huevos o semillas tiene que sufrir destrucción durante algún período de su vida, o durante alguna estación, o de vez en cuando en algún año, pues, de otro modo, según el principio de la progresión geométrica, su número sería pronto tan extraordinariamente grande, que ningún país podría mantener el producto. De aquí que, como se producen más individuos que los que pueden sobrevivir, tiene que haber en cada caso una lucha por la existencia, ya de un individuo con otro de su misma especie o con individuos de especies distintas, ya con las condiciones físicas de vida. Esta es la doctrina de Malthus, aplicada con doble motivo, al conjunto de los reinos animal y vegetal, pues en este caso no puede haber ningún aumento artificial de alimentos, ni ninguna limitación prudente por el matrimonio. Aunque algunas especies puedan estar aumentando numéricamente en la actualidad con más o menos rapidez, no pueden hacerlo todas, pues no cubrían en el mundo.        

sábado, 15 de diciembre de 2012

Metáforas como perros en tiempo de escasez en el párrafo octogésimo octavo de El Origen de las Especies

El párrafo pertenece al apartado titulado La expresión «lucha por la existencia» se usa en sentido amplio y es que, al autor, le gusta utilizar sus expresiones en el más amplio sentido posible. Así nunca se pilla los dedos porque sólo así, mediante esta técnica de la mayor imprecisión y de una ambigüedad anti-científica consigue el autor extensos desarrollos que sólo aportan confusión. Así el autor continúa viendo lucha por todas partes. Entre los perros, entre las plantas,… Por ejemplo,..¿Qué quiere decir el autor cuando dice lo siguiente: I should premise that I use this term in a large and metaphorical sense, including dependence of one being on another, and including (which is more important) not only the life of the individual, but success in leaving progeny.   Debo advertir ante todo que uso esta expresión en un sentido amplio y metafórico, que incluye la dependencia de un ser respecto, de otro y -lo que es más importante- incluye no sólo la vida del individuo, sino también el éxito al dejar descendencia.   ¿Acaso es lo mismo la vida que la vida de la progenie? Qué significa el éxito de un individuo en la lucha por la vida? ¿Qué vive muchos años?, ¿Qué tiene muchos hijos? ¿Qué tiene muchos hijos que viven muchos años? El éxito de su progenie. El autor ha salido sin remisión fuera del terreno de la ciencia ,…. Y es que… Está bien que se utilice una expresión metafórica. De acuerdo, Pero por muy metafórica que sea ha de tener un significado. ¿Qué significa, entonces, struggle for existence?   Porque si puede ser cierto el hecho sin importancia de que dos perros luchen en tiempo de escasez, esto otro parece algo más difícil de ver y raro:   But a plant on the edge of a desert is said to struggle for life against the drought, though more properly it should be said to be dependent on the moisture.   ¿Con quién lucharía esa solitaria planta del desierto? ¿Alguien ha visto luchar entre sí a dos plantas?   Lo siguiente es falso:   A plant which annually produces a thousand seeds, of which only one of an average comes to maturity, may be more truly said to struggle with the plants of the same and other kinds which already clothe the ground. De una planta que produce anualmente un millar de semillas, de las que, por término medio, sólo una llega a completo desarrollo, puede decirse, con más exactitud, que lucha con las plantas de la misma clase o de otras que ya cubrían el suelo Tampoco es correcto lo siguiente: As the mistletoe is disseminated by birds, its existence depends on them; and it may metaphorically be said to struggle with other fruit-bearing plants, in tempting the birds to devour and thus disseminate its seeds. Como el muérdago es diseminado por los pájaros, su existencia depende de ellos, y puede decirse metafóricamente que lucha con otras plantas frutales, tentando a los pájaros a tragar y diseminar de este modo sus semillas. El muérdago no lucha de ninguna manera. Tampoco metafóricamente. No puede decirse de una planta que luche. Ni con las de al misma clase ni con otras. Las plantas no luchan. Las semillas tampoco. La mayoría de las veces, los perros tampoco.   El autor debería saber que no es lícito utilizar términos inexactos por su propia conveniencia. En caso de necesidad, debería también definir en qué consiste dicha conveniencia:   In these several senses, which pass into each other, I use for convenience sake the general term of Struggle for Existence. En estos varios sentidos, que pasan insensiblemente de uno a otro, empleo por razón de conveniencia la expresión general lucha por la existencia.           88. I should premise that I use this term in a large and metaphorical sense, including dependence of one being on another, and including (which is more important) not only the life of the individual, but success in leaving progeny. Two canine animals, in a time of dearth, may be truly said to struggle with each other which shall get food and live. But a plant on the edge of a desert is said to struggle for life against the drought, though more properly it should be said to be dependent on the moisture. A plant which annually produces a thousand seeds, of which only one of an average comes to maturity, may be more truly said to struggle with the plants of the same and other kinds which already clothe the ground. The mistletoe is dependent on the apple and a few other trees, but can only in a far-fetched sense be said to struggle with these trees, for, if too many of these parasites grow on the same tree, it languishes and dies. But several seedling mistletoes, growing close together on the same branch, may more truly be said to struggle with each other. As the mistletoe is disseminated by birds, its existence depends on them; and it may metaphorically be said to struggle with other fruit-bearing plants, in tempting the birds to devour and thus disseminate its seeds. In these several senses, which pass into each other, I use for convenience sake the general term of Struggle for Existence.   88. Debo advertir ante todo que uso esta expresión en un sentido amplio y metafórico, que incluye la dependencia de un ser respecto, de otro y -lo que es más importante- incluye no sólo la vida del individuo, sino también el éxito al dejar descendencia. De dos cánidos, en tiempo de hambre, puede decirse verdaderamente que luchan entre sí por cuál conseguirá comer o vivir; pero de una planta en el límite de un desierto se dice que lucha por la vida contra la sequedad, aunque más propio sería decir que depende de la humedad. De una planta que produce anualmente un millar de semillas, de las que, por término medio, sólo una llega a completo desarrollo, puede decirse, con más exactitud, que lucha con las plantas de la misma clase o de otras que ya cubrían el suelo. El muérdago depende del manzano y de algunos otros árboles; mas sólo en un sentido muy amplio puede decirse que lucha con estos árboles, pues si sobre un mismo árbol crecen demasiados parásitos de éstos, se extenúa y muere; pero de varias plantitas de muérdago que crecen muy juntas sobre la misma rama puede decirse con más exactitud que luchan mutuamente. Como el muérdago es diseminado por los pájaros, su existencia depende de ellos, y puede decirse metafóricamente que lucha con otras plantas frutales, tentando a los pájaros a tragar y diseminar de este modo sus semillas. En estos varios sentidos, que pasan insensiblemente de uno a otro, empleo por razón de conveniencia la expresión general lucha por la existencia.        

viernes, 14 de diciembre de 2012

El autor presume de haberse inspirado en de Candolle y Lyell mientras pierde el hilo de la ciencia y promete trabajos futuros en un tema yermo en el párrafo octogésimo séptimo de El Origen de las Especies

Dice el autor:   The elder De Candolle and Lyell have largely and philosophically shown that all organic beings are exposed to severe competition.   Pero,…¿en dónde han mostrado De Candolle and Lyell esto?   ¿En dónde lo ha publicado W. Herbert, el Dean of Manchester en relación con las plantas?   En ninguna parte . Ni libro, ni artículo científico digno de consideración, contiene tal afirmación en relación con la formación de nuevas especies, hasta que esto convino al poder representado por determinadas autoridades.   ¿Qué misterio insondable encierra la frase siguiente?:   Nothing is easier than to admit in words the truth of the universal struggle for life, or more difficult—at least I found it so—than constantly to bear this conclusion in mind.   Nada más fácil que admitir de palabra la verdad de la lucha universal por la vida, ni más difícil -por lo menos, así lo he experimentado yo- que tener siempre presente esta conclusión   Palabras que son más propias de un gurú que de un científico. La escritura autoritaria en estado puro.   La lucha por la vida como principio en la ciencia de la vida. La dismal science (ciencia desastrosa o economía maltusiana) invadiendo los terrenos de la scientia amabilis (botánica). Si a alguien tenía que haber citado el autor no era a de Candolle ni a Lyell. No. Ningún científico habría tomado en serio semejante principio metafísico. A quien tenía que haber citado el autor es a Heráclito: Polemos, el combate, padre de todas las cosas, y rey que gobierna lo que existe. Como tal, es universal. Aunque no todo el mundo fuese de la misma opinión. Porque ahora ya no estamos hablando de magnitudes y de ciencia, sino de puntos de vista y opiniones. De obediencia a una norma.   87. We will now discuss in a little more detail the struggle for existence. In my future work this subject will be treated, as it well deserves, at greater length. The elder De Candolle and Lyell have largely and philosophically shown that all organic beings are exposed to severe competition. In regard to plants, no one has treated this subject with more spirit and ability than W. Herbert, Dean of Manchester, evidently the result of his great horticultural knowledge. Nothing is easier than to admit in words the truth of the universal struggle for life, or more difficult—at least I found it so—than constantly to bear this conclusion in mind. Yet unless it be thoroughly engrained in the mind, the whole economy of nature, with every fact on distribution, rarity, abundance, extinction, and variation, will be dimly seen or quite misunderstood. We behold the face of nature bright with gladness, we often see superabundance of food; we do not see or we forget that the birds which are idly singing round us mostly live on insects or seeds, and are thus constantly destroying life; or we forget how largely these songsters, or their eggs, or their nestlings, are destroyed by birds and beasts of prey; we do not always bear in mind, that, though food may be now superabundant, it is not so at all seasons of each recurring year. Discutiremos ahora, con algo más de detalle, la lucha por la existencia; en mi obra futura este asunto será tratado, como bien lo merece, con mayor extensión. Aug. P. de Candolle y Lyell han expuesto amplia y filosóficamente que todos los seres orgánicos están sujetos a rigurosa competencia. Por lo que se refiere a las plantas, nadie ha tratado este asunto con mayor energía y capacidad que W. Herbert, deán de Manchester; lo que, evidentemente, es resultado de su gran conocimiento en horticultura. Nada más fácil que admitir de palabra la verdad de la lucha universal por la vida, ni más difícil -por lo menos, así lo he experimentado yo- que tener siempre presente esta conclusión; y, sin embargo, si no se fija por completo en la mente la economía entera de la naturaleza, con todos los hechos de distribución, rareza, abundancia, extinción y variación, serán vistos confusamente o serán por completo mal comprendidos. Contemplamos la faz de la naturaleza resplandeciente de alegría, vemos a menudo superabundancia de alimentos; pero no vemos, u olvidamos, que los pájaros que cantan ociosos a nuestro alrededor viven en su mayor parte de insectos o semillas y están así constantemente destruyendo vida; olvidamos con qué abundancia son destruidos estos cantores, sus huevos y sus polluelos por las aves y mamíferos rapaces; no siempre tenemos presente que, aun cuando el alimento puede ser en este momento muy sobrado, no ocurre esto así en todas las estaciones de cada uno de los años sucesivos.            

jueves, 13 de diciembre de 2012

Abunda el autor en sus argumentos desarrollando conclusiones a partir de premisas sin demostrar en el párrafo octogésimo sexto de El Origen de las Especies


El autor se ha creído que, efectivamente, las adaptaciones son el resultado de la lucha y entra en una espiral de verbosidad creciente sin reflexión. A partir de tal creencia ya no hay retorno posible. Esta será la base de toda argumentación posterior. Puestos en ruta, una fe firme nos obliga a seguir adelante por tan ruinoso camino. Cualquier variación ventajosa, mantendrá vivo al portador y le hará que tenga más descendencia. Así la variación crecerá y, poco a poco, paso a paso dará lugar a la adaptación. Pero,…. ¿Dispone el autor de alguna prueba? algún ejemplo que muestre que esto ha dado lugar en la naturaleza a una especie nueva? Lamentablemente No. O mejor dicho, sí. Todo prueba que la tautología es verdadera. Como tal tautología, gira, sí, más no avanza, y la ciencia debe ser avance y no vueltas.
Atrevidamente afirma el autor:

I have called this principle, by which each slight variation, if useful, is preserved, by the term natural selection, in order to mark its relation to man's power of selection.
Y parece olvidarse ahí que él mismo, que confunde constantemente selección con mejora había comparado la importancia de la selección frente a la naturaleza del organismo con la que tiene la chispa en relación al combustible al producirse un fuego.

Efectivamente, escaso es el poder de Mejora Genética en manos del hombre si en la especie no hay una disposición a la mejora (Variación, heredabilidad,…..).


we clearly see that the nature of the conditions is of subordinate importance in comparison with the nature of the organism in determining each particular form of variation; perhaps of not more importance than the nature of the spark, by which a mass of combustible matter is ignited, has in determining the nature of the flames.
Vemos con claridad que el tipo de condiciones es de importancia secundaria en comparación a la naturaleza del organismo en la determinación de cada forma particular de variación, quizás de no más importancia que la naturaleza de la chispa, por la que se encendió una masa de materia combustible , al determinar la naturaleza de las llamas.

El poder de selección humano es limitado por la naturaleza, pero es que en la naturaleza no hay selección alguna, como tampoco hay mejora detectable ni cuantificable.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Resumen de una tautología en el párrafo octogésimo quinto de El Origen de las Especies

  El capítulo tercero de OSMNS comprende los párrafos octogésimo quinto a ciento undécimo y lleva el curioso título de Struggle for existence, lucha por la existencia,…Pero ¿Acaso alguien o algo debe su existencia a algún tipo de lucha? Puede, ......pero en todo caso parece visión más poética (o política), que científica. ¿Es el de lucha un concepto nuevo? No. Ya Heráclito hablaba del Polemos, como principio de la vida, una idea que por un lado pronto encuentra oposición pero eso es lo de menos. La cuestión estriba en que el planteamiento no es científico. Antes de leer el párrafo conviene volver a leer lo que decía el autor en la introducción a su obra:   This abstract, which I now publish, must necessarily be imperfect. I cannot here give references and authorities for my several statements; and I must trust to the reader reposing some confidence in my accuracy. No doubt errors may have crept in, though I hope I have always been cautious in trusting to good authorities alone. I can here give only the general conclusions at which I have arrived, with a few facts in illustration, but which, I hope, in most cases will suffice. No one can feel more sensible than I do of the necessity of hereafter publishing in detail all the facts, with references, on which my conclusions have been grounded; and I hope in a future work to do this. For I am well aware that scarcely a single point is discussed in this volume on which facts cannot be adduced, often apparently leading to conclusions directly opposite to those at which I have arrived. A fair result can be obtained only by fully stating and balancing the facts and arguments on both sides of each question; and this is here impossible. (Este resumen, que ahora (Yo) publico, debe ser necesariamente imperfecto. Yo no puedo dar aquí las referencias y las autoridades de mis varias declaraciones, y Yo tengo que confiar en que el lector depositará un poco de confianza en mi exactitud. No cabe duda de que puede haber errores, aunque Yo espero haber sido (Yo) prudente al confiar sólo en las buenas autoridades. Yo aquí sólo puedo dar las conclusiones generales a las que (Yo) he llegado, con unos pocos hechos para su ilustración, pero que, Yo espero, en la mayoría de los casos será suficiente. Nadie puede sentirse más sensato que Yo de la necesidad de publicar a continuación en detalle todos los hechos, con referencias, en que mis conclusiones se han basado, y Yo espero hacerlo en un futuro trabajo. Porque Yo soy muy consciente de que apenas un solo punto se trata en este volumen en el que no se puedan aducir hechos, a menudo que lleven aparentemente a conclusiones directamente opuestas a aquellas a las que Yo he llegado. Un resultado justo sólo puede obtenerse mediante el pleno establecimiento y equilibrio de los hechos y argumentos en ambos lados de cada cuestión, y esto es aquí imposible.)

Y en particular fijémonos en la afirmación:   No one can feel more sensible than I do of the necessity of hereafter publishing in detail all the facts, with references, on which my conclusions have been grounded; and I hope in a future work to do this. Nadie puede sentirse más sensato que yo de la necesidad de publicar a continuación en detalle todos los hechos, con referencias, en que mis conclusiones se han basado, y yo espero hacerlo en un futuro trabajo.   Porque: ¿Qué hechos con referencias apoyan la idea de la lucha en la naturaleza? Pocos. ¿Cuáles relacionados con la formación de una especie? ninguno. El autor basa su escrito en la teoría del clérigo Malthus y no en observación de hecho alguno de la naturaleza.   Presenciamos a partir de ahora un cambio de tono porque si los dos primeros capítulos estaban escritos en un tono pacífico propio del discurso de un aficionado a las granjas o un naturalista aficionado, en este tercer capítulo cambia súbitamente y del tono sosegado pasamos al autoritario, más propio del discurso tonitronante de un clérigo desde el púlpito o de una harenga militar que de un científico: Before entering on the subject of this chapter I must make a few preliminary remarks to show how the struggle for existence bears on natural selection. It has been seen in the last chapter that among organic beings in a state of nature there is some individual variability: indeed I am not aware that this has ever been disputed. It is immaterial for us whether a multitude of doubtful forms be called species or sub-species or varieties; what rank, for instance, the two or three hundred doubtful forms of British plants are entitled to hold, if the existence of any well-marked varieties be admitted. But the mere existence of individual variability and of some few well-marked varieties, though necessary as the foundation for the work, helps us but little in understanding how species arise in nature. Antes de entrar en el asunto de este capítulo debo hacer algunas observaciones preliminares para mostrar cómo la lucha por la existencia se relaciona con la selección natural. Se vio en el capítulo pasado que entre los seres orgánicos en estado natural existe alguna variabilidad individual, y, en verdad, no tengo noticia de que esto haya sido nunca discutido. Y si se admite la existencia de variedades bien marcadas, no tiene importancia para nosotros el que una multitud de formas dudosas sean llamadas especies, subespecies o variedades, ni qué categoría, por ejemplo, tengan derecho a ocupar las doscientas o trescientas formas dudosas de plantas británicas. Pero la simple existencia de variabilidad individual y de unas pocas variedades bien marcadas, aunque necesaria como fundamento para esta obra, nos ayuda poco a comprender cómo aparecen las especies en la naturaleza.   El discurso se vuelve así más sonoro y decidido. Sólo desde la autoridad emanará la respuesta a una pregunta tan importante: How have all those exquisite adaptations of one part of the organisation to another part, and to the conditions of life and of one organic being to another being, been perfected? ¿Cómo se han perfeccionado todas esas exquisitas adaptaciones de una parte de la organización a otra o a las condiciones de vida, o de un ser orgánico a otro ser orgánico? Ya veremos pronto cuál es la respuesta, de dónde proceden todas las maravillosas adaptaciones que pasmaron al propio Aristóteles……      
85. Before entering on the subject of this chapter I must make a few preliminary remarks to show how the struggle for existence bears on natural selection. It has been seen in the last chapter that among organic beings in a state of nature there is some individual variability: indeed I am not aware that this has ever been disputed. It is immaterial for us whether a multitude of doubtful forms be called species or sub-species or varieties; what rank, for instance, the two or three hundred doubtful forms of British plants are entitled to hold, if the existence of any well-marked varieties be admitted. But the mere existence of individual variability and of some few well-marked varieties, though necessary as the foundation for the work, helps us but little in understanding how species arise in nature. How have all those exquisite adaptations of one part of the organisation to another part, and to the conditions of life and of one organic being to another being, been perfected? We see these beautiful co-adaptations most plainly in the woodpecker and the mistletoe; and only a little less plainly in the humblest parasite which clings to the hairs of a quadruped or feathers of a bird; in the structure of the beetle which dives through the water; in the plumed seed which is wafted by the gentlest breeze; in short, we see beautiful adaptations everywhere and in every part of the organic world.

85. Antes de entrar en el asunto de este capítulo debo hacer algunas observaciones preliminares para mostrar cómo la lucha por la existencia se relaciona con la selección natural. Se vio en el capítulo pasado que entre los seres orgánicos en estado natural existe alguna variabilidad individual, y, en verdad, no tengo noticia de que esto haya sido nunca discutido. Y si se admite la existencia de variedades bien marcadas, no tiene importancia para nosotros el que una multitud de formas dudosas sean llamadas especies, subespecies o variedades, ni qué categoría, por ejemplo, tengan derecho a ocupar las doscientas o trescientas formas dudosas de plantas británicas. Pero la simple existencia de variabilidad individual y de unas pocas variedades bien marcadas, aunque necesaria como fundamento para esta obra, nos ayuda poco a comprender cómo aparecen las especies en la naturaleza. ¿Cómo se han perfeccionado todas esas exquisitas adaptaciones de una parte de la organización a otra o a las condiciones de vida, o de un ser orgánico a otro ser orgánico? Vemos estas hermosas adaptaciones mutuas del modo más evidente en el pájaro carpintero y en el muérdago, y sólo un poco menos claramente en el más humilde parásito que se adhiere a los pelos de un cuadrúpedo o a las plumas de un ave; en la estructura del coleóptero que bucea en el agua, en la simiente plumosa, a la que transporta la más suave brisa; en una palabra, vemos hermosas adaptaciones dondequiera y en cada una de las partes del mundo orgánico.

  Imagen: The Struggle for Survival, 2011, brush pen & ink on paper, 16.5" x 14", de William T Ayton Blog.

martes, 11 de diciembre de 2012

Antes de entrar en el asunto: Resumen del capítulo segundo de El Origen de las Especies e introducción al tercero


Para cumplir uno de sus objetivos que es restar importancia al concepto de especie,  el autor ha utilizado hasta el momento dos estrategias, una en cada uno de los dos primeros capítulos. La primera, en el capítulo primero (La variación en estado doméstico), consiste en el intento de hacer ver que las diferencias entre variedades son del mismo tipo que las diferencias entre especies. Tras algunos párrafos, el autor debe reconocer el fracaso de su argumento indicando lo que todo el mundo sabe: que todas las variedades de paloma pertenecen a la misma especie.  En el capítulo segundo el autor cambia de estrategia y muestra su empeño por demostrar que en la naturaleza hay una variación continua, precisamente lo contrario que cualquier lector atento habría deducido del primer capítulo. Para tan difícil ejercicio se extiende ampliamente el autor en la descripción de casos dudosos que pueden ser considerados como especies o variedades, antes de proceder a un meticuloso recuento que el autor promete no hacer y comentar unas tablas que dice poseer pero cuyo contenido no vemos por ningún lado. Por muchos casos dudosos que presente y datos que no presente, el concepto de especie permanece inalterable y diferente del de variedad. Queda en manos de los taxónomos definir los límites de cada especie. El autor, que no es taxónomo, se limita a agotar la paciencia del lector mediante ejemplos sin fin, falacias abundantes y de todo tipo y la mención de aquellas tablas a las que se refiere una y otra vez como “mis tablas”, cuyo contenido permanece oculto.

En un capítulo titulado “Sobre la Variación en la Naturaleza” el autor se ha olvidado por completo de describir las categorías taxonómicas, verdaderos continentes de la variación. El trabajo de describir las categorías taxonómicas se puede apreciar en la obra de algunos de sus naturalistas contemporáneos (por ejemplo Agassiz), así como en naturalistas posteriores cuya obra no ha adquirido en ningún caso la difusión de OSMNS ¿Por qué? La Ciencia realizada a conciencia es tarea ardua y difícilmente utilizable como recurso ideológico o herramienta para la manipulación de masas. Los laberintos mentales de OSMNS, por el contrario, fijan la atención en aspectos muy particulares de las cuestiones a estudiar dando como resultado una obra de ideología. Tal empeño tuvo su fruto.

En alguna medida, el autor consigue “recortar” concepto tan importante como el de Especie, de manera que la Naturaleza aparezca como algo menos misterioso y más comprensible a la razón, lo cual es el objetivo principal del Naturalismo. En definitiva, el capítulo segundo es más la exposición de una ideología (el naturalismo) que un trabajo científico. La afirmación está apoyada de momento por párrafos del libro de semiótica titulado La Estructura Ausente (Umberto Eco) que nos permite detectar en el estilo de OSMNS rasgos compartidos con otros textos ideológicos: básicamente su parcialidad, es decir cargar las tintas en aquellos contenidos que interesan olvidando los demás. El capítulo segundo de OSMNS, titulado Sobre la Variación en la Naturaleza, es pródigo en ejemplos de parcialidad. Así, no se trata de la taxonomía en general ni en particular. No se describen ni se definen las categorías taxonómicas.  No se mencionan las de Filum (Rama), Clase, Orden o Familia y apenas la de Género limitándose a describir múltiples casos de especies dudosas. Ni aún así consigue demostrar el autor que las diferencias en la naturaleza sean graduales. El concepto de especie que sobrevivió a la vaga discusión de las actividades de los granjeros en el capítulo primero, sobrevive ahora a semejante maltrato ideológico.

Tras estos dos intentos fracasados de atentar contra el concepto de especie, fundamento de la Historia Natural y base para la más elemental comprensión de la naturaleza desde hace siglos, el autor va a cambiar de tono. Fijará ahora su atención en uno de los conceptos que para él serán fundamentales: ¡Adivinen cuál!........No. No se trata de la especie, evidentemente; ni de las variedades, ni de los individuos o poblaciones. No. Tampoco se trata de género, familia, orden, clase o phyllum. Las categorías taxonómicas importan poco ahora y la variación en la naturaleza se da por vista. Tampoco se trata de estructuras, órganos, sistemas, tejidos o aparatos, mucho menos las propias células u otras posibles unidades. No, no, para nada. Tampoco el autor se fijará particularmente en función fisiológica alguna.  Nada de todo eso. ¿En qué concepto fijará ahora el autor la atención de sus pobres lectores? ¿A dónde nos llevará?

En este tercer capítulo de tan celebrada obra el autor va a describir un aspecto que él considera fundamental para comprender la transformación y el origen de las especies: La lucha. Struggle es uno de los sustantivos que más aparecen en el capítulo.

Sí, si. Han leído ustedes bien.  Habiendo fallado aquellos argumentos basados en la granja y éstos basados en su conocimiento parcial y apreciación sesgada de la variación en la naturaleza, el autor cambia de tono y se decide por describir la lucha, el combate, nada nuevo bajo el sol puesto que no se trata de otra cosa que el viejo Polemos, motor del mundo en Heráclito.

Es así el título del tercer capítulo el que viene a poner fin a la indecisión que protagoniza los dos primeros. Cansado de insistir en aquellas historias sin importancia de las granjas, y de aparentar un interés inexistente por la variación en la naturaleza, tema que desconoce y le importa bien poco, el autor va a afrontar su tarea principal: divulgar la sombría doctrina del clérigo Malthus. Entorpecer el estudio de la naturaleza con los principios de la ciencia tenebrosa, la llamada dismal Science.

Extender todo lo tétrico, lo pavoroso y lo sombrío de la dismal science por los dominios de la Historia Natural hasta donde sea posible. Este es su objetivo y a tal fin, el autor, que no es académico pero cuenta con las mejores ayudas del entorno de la prestigiosa Royal Society, va a tomar el tono autoritario y tronante que corresponde al clérigo que se expresa desde un púlpito. No podría haber sido de otra manera. El autor ha dejado de hablar en este capítulo para mentes abiertas y ahora se dirige a sus fieles, a todo aquel que quiera dejarse seducir por el tono autoritario de un lider espiritual, de un gurú. Exclusivamente. Muy difícil sería creer que el estudio de la transformación de las especies puede abordarse con estas premisas; empero la tarea está garantizada, pues en primer lugar no se dirige a un reducido auditorio académico formado por especialistas y en segundo lugar,  el autor no se encuentra solo sino muy bien apoyado.

Empero, lo escrito, escrito está y, en este caso bien publicado y divulgado. Disponible para su crítica. Afortunadamente, no uno sino varios autores nos dan una sólida base para efectuar tal labor crítica.  Así como veíamos que Umberto Eco describe las características del discurso ideológico, otros autores lo han hecho con el discurso autoritario. Veremos también en este caso si el Capítulo tercero puede representar un buen ejemplo o no de este tipo de escritura tan peculiar………….

Imagen: Struggle, de Lindsey Carr

martes, 9 de octubre de 2012

Falacias para concluir el capítulo segundo en el párrafo octogésimo cuarto de El Origen de las Especies





Indica tautológicamente el autor en este párrafo final del segundo capítulo lo siguiente:

las especies más florecientes, o especies predominantes, de los géneros mayores, dentro de cada clase, son las que, proporcionalmente, dan mayor número de variedades,





No podía ser de otra manera. Efectivamente, las especies predominantes de los géneros mayores han de dar un mayor número de variedades.  Si alguien tiene alguna duda, se quedará sin comprobarlo puesto que el autor no aporta ni un solo dato en defensa de su afirmación. 


Los géneros mayores tienden a fragmentarse en géneros menores. También puede ser aunque de esto tampoco aporta el autor prueba alguna pero según su costumbre nos promete una explicación posterior:



hereafter to be explained



84.

We have also seen that it is the most flourishing or dominant species of the larger genera within each class which on an average yield the greatest number of varieties, and varieties, as we shall hereafter see, tend to become converted into new and distinct species. Thus the larger genera tend to become larger; and throughout nature the forms of life which are now dominant tend to become still more dominant by leaving many modified and dominant descendants. But, by steps hereafter to be explained, the larger genera also tend to break up into smaller genera. And thus, the forms of life throughout the universe become divided into groups subordinate to groups.



Hemos visto también que las especies más florecientes, o especies predominantes, de los géneros mayores, dentro de cada clase, son las que, proporcionalmente, dan mayor número de variedades, y las variedades, como veremos después, tienden a convertirse en especies nuevas y distintas. De este modo, los géneros grandes tienden a hacerse mayores, y en toda la naturaleza las formas orgánicas que son ahora predominantes tienden a hacerse más predominantes aún, dejando muchos descendientes modificados y predominantes. Pero, por grados que se explicarán más adelante, los géneros mayores tienden también a fragmentarse en géneros menores, y así, en todo el universo, las formas orgánicas quedan divididas en grupos subordinados a otros grupos.

Imagen de Catalogue of Organisms: An inordinate fondness for systematics

lunes, 8 de octubre de 2012

Una conclusión disparatada en el párrafo octogésimo tercero de El Origen de las Especies




Concluye el autor en este párrafo:

Finally, varieties cannot be distinguished from species



Sentencia con la cual muestra de nuevo dos cosas: 1, confusión y 2, afán por mantener y aumentar tal confusión.

No corresponde al naturalista aficionado decir si las variedades pueden o no distinguirse de las especies.  Porque,.....¿Cuántas especies nuevas describió Charles Darwin?

En una somera búsqueda, una página web  nos da una lista de seis (6). Son las siguientes:


Balanus improvisus,


Balanus nubilus,


Megabalanus coccopoma


Balanus glandula


Balanus amphitrite


Elminius modestus


Todas ellas especies de percebes.  Surgen así la dudas:  ¿Cómo puede describir una especie quien opina que las variedades no se pueden distinguir de las especies? ¿Qué criterio habrá empleado en sus descripciones?

¿Podemos considerar en serio tal opinión?



Tel vez sea de más peso la opinión de Manuel Martínez de la Escalera que describió ochocientos sesenta y dos (862 taxones) de coleópteros. Ésto decía, entre otras cosas,  al tratar del concepto de especie:

“Viniendo á la especie, he considerado á ésta como el estado presente de una forma animal que ya concreta y fija de momento ó ya con una gran variabilidad y siempre en área geográfica bien limitada presenta en sus individuos una tal suma de caracteres idénticos que impiden su división en otros grupos secundarios.”

Cita tomada de Martínez de la Escalera, M. Sistema de las especies ibéricas del gen.
Asida Latr. Bol. Soc Esp Hist Nat 5: 377-402. 1905.



Mientras no se demuestre lo contrario, la especie es una entidad      importante en biología. Los individuos de la misma especie comparten      muchas características físicas, morfológicas, bioquímicas y genéticas. También  pueden reproducirse entre sí. Los individuos de especies distintas, no. Las diferencias      entre especies pueden distinguirse de las correspondientes a variedades. El propio Darwin se tomó la molestia de describir especies nuevas cuando le pareció oportuno aplicar estos criterios. ¿A qué viene ahora este empeño en sembrar la confusión?

La confusión en sí no es algo tan grave. El reconocimiento de la confusión      está en la base de la ciencia, el problema verdadero de nuestro autor es el       afán indisimulado  por mantener y aumentar tal confusión. La siguiente      afirmación es falsa:

no es posible determinar la cantidad de diferencia necesaria para conceder a dos formas la categoría de especies



Dos formas pertenecerán a especies distintas si no comparten sus características (morfológicas, bioquímicas, genéticas,...). Un naturalista con la suficiente experiencia de campo debería reconocerlo.  De otro modo no se explica cómo alguien puede describir una especie nueva.





SUMMARY.



83.

Finally, varieties cannot be distinguished from species—except, first, by the discovery of intermediate linking forms; and, secondly, by a certain indefinite amount of difference between them; for two forms, if differing very little, are generally ranked as varieties, notwithstanding that they cannot be closely connected; but the amount of difference considered necessary to give to any two forms the rank of species cannot be defined. In genera having more than the average number of species in any country, the species of these genera have more than the average number of varieties. In large genera the species are apt to be closely but unequally allied together, forming little clusters round other species. Species very closely allied to other species apparently have restricted ranges. In all these respects the species of large genera present a strong analogy with varieties. And we can clearly understand these analogies, if species once existed as varieties, and thus originated; whereas, these analogies are utterly inexplicable if species are independent creations.



En conclusión, las variedades no pueden ser distinguidas de las especies, excepto: primero, por el descubrimiento de formas intermedias de enlace, y segundo, por cierta cantidad indefinida de diferencia entre ellas, pues si dos formas difieren muy poco son generalmente clasificadas como variedades, a pesar de que no pueden ser reunidas sin solución de continuidad; pero no es posible determinar la cantidad de diferencia necesaria para conceder a dos formas la categoría de especies. En los géneros que en un país tienen un número de especies mayor que el promedio, las especies tienen más variedades que el promedio. En los géneros grandes, las especies son susceptibles de ser reunidas, estrecha pero desigualmente, formando grupos alrededor de otras especies. Las especies sumamente afines a otras ocupan, al parecer, extensiones restringidas. Por todos estos conceptos, las especies de los géneros grandes presentan suma analogía con las variedades. Y podemos comprender claramente estas analogías si las especies existieron en otro tiempo como variedades y se originaron de este modo; mientras que estas analogías son completamente inexplicables si las especies son creaciones independientes.



Imagen: Megabalanus coccopoma (Darwin, 1854) de EOL (Encyclopedia of Life)

domingo, 7 de octubre de 2012

Perogrullada de campeonato en el párrafo octogésimo segundo de El Origen de las Especies




Dice el autor:


Varieties generally have much restricted ranges. This statement is indeed scarcely more than a truism, for if a variety were found to have a wider range than that of its supposed parent-species, their denominations would be reversed.



Las variedades ocupan por lo general una extensión muy restringida: esta afirmación, realmente, es escasamente más que una falacia, pues si se viese que una variedad tiene una extensión mayor que la de su supuesta especie madre se invertirían sus denominaciones.



¿Podría alguien indicar un solo caso en el que una variedad tuviese una extensión mayor que la de su supuesta especie madre?



Efectivamente, la afirmación es una perogrullada, una falacia (truism). Otra más en la larga serie a que nos tiene acostumbrados el autor.







82.

There is one other point which is worth notice. Varieties generally have much restricted ranges. This statement is indeed scarcely more than a truism, for if a variety were found to have a wider range than that of its supposed parent-species, their denominations would be reversed. But there is reason to believe that the species which are very closely allied to other species, and in so far resemble varieties, often have much restricted ranges. For instance, Mr. H.C. Watson has marked for me in the well-sifted London catalogue of Plants (4th edition) sixty-three plants which are therein ranked as species, but which he considers as so closely allied to other species as to be of doubtful value: these sixty-three reputed species range on an average over 6.9 of the provinces into which Mr. Watson has divided Great Britain. Now, in this same catalogue, fifty-three acknowledged varieties are recorded, and these range over 7.7 provinces; whereas, the species to which these varieties belong range over 14.3 provinces. So that the acknowledged varieties have very nearly the same restricted average range, as have the closely allied forms, marked for me by Mr. Watson as doubtful species, but which are almost universally ranked by British botanists as good and true species.



Existe otro punto que merece indicarse. Las variedades ocupan por lo general una extensión muy restringida: esta afirmación, realmente, es casi una evidencia, pues si se viese que una variedad tiene una extensión mayor que la de su supuesta especie madre se invertirían sus denominaciones. Pero hay fundamento para suponer que las especies que son muy afines a otras -en lo cual se parecen mucho a variedades- ocupan con frecuencia extensiones muy limitadas. Míster H. C. Watson me ha señalado en el bien fundamentado London Catalogue of plants (4.ª edición) 63 plantas que aparecen allí clasificadas como especies, pero que él considera tan sumamente afines a otras especies, que llegan a ser de valor dudoso; estas 63 supuestas especies se extienden, por término medio, por 6,9 de las provincias en que míster Watson ha dividido la Gran Bretaña. Ahora bien: en el mismo Catálogo están anotadas 53 variedades admitidas, y éstas se extienden por 7,7 de las provincias, mientras que las especies a que estas variedades pertenecen se extienden por 14,3 de las provincias. De modo que las variedades admitidas como tales tienen próximamente el mismo promedio de extensión restringido que las formas muy afines marcadas para mí por Mr. Watson como especies dudosas, pero que los botánicos ingleses clasifican casi unánimemente como buenas y verdaderas especies.

sábado, 6 de octubre de 2012

Pregunta mal planteada en el párrafo octogésimo primero de El Origen de las Especies







Pregunta el autor:



And what are varieties but groups of forms, unequally related to each other, and clustered round certain forms—that is, round their parent-species?



Es decir:



¿qué son las variedades sino grupos de formas desigualmente relacionadas entre sí y agrupadas alrededor de ciertas formas, o sea alrededor de sus especies madres?



Pues bien, la pregunta está mal planteada:  las variedades no se agrupan alrededor de sus especies madre, sino dentro de sus especies-madre.









81.

Moreover, the species of the larger genera are related to each other, in the same manner as the varieties of any one species are related to each other. No naturalist pretends that all the species of a genus are equally distinct from each other; they may generally be divided into sub-genera, or sections, or lesser groups. As Fries has well remarked, little groups of species are generally clustered like satellites around other species. And what are varieties but groups of forms, unequally related to each other, and clustered round certain forms—that is, round their parent-species. Undoubtedly there is one most important point of difference between varieties and species, namely, that the amount of difference between varieties, when compared with each other or with their parent-species, is much less than that between the species of the same genus. But when we come to discuss the principle, as I call it, of divergence of character, we shall see how this may be explained, and how the lesser differences between varieties tend to increase into the greater differences between species.



Además, las especies de los géneros mayores están relacionadas unas con otras, de la misma manera que están relacionadas entre sí las variedades de cualquier especie. Ningún naturalista pretende que todas las especies de un género estén igualmente distantes unas de otras; generalmente, pueden ser divididas en subgéneros, o secciones, o grupos menores. Como Fries ha señalado muy bien, grupos pequeños de especies están generalmente reunidos como satélites alrededor de otras especies; y ¿qué son las variedades sino grupos de formas desigualmente relacionadas entre sí y agrupadas alrededor de ciertas formas, o sea alrededor de sus especies madres? Indudablemente, existe un punto de diferencia importantísimo entre las variedades y las especies; y es que la diferencia entre las variedades cuando se comparan entre sí o con especie madre es mucho menor que la que existe entre las especies del mismo género. Pero cuando lleguemos a discutir el principio de la divergencia de caracteres, como yo lo llamo, veremos cómo puede explicarse esto y cómo las diferencias menores que existen entre las variedades tienden a acrecentarse y llegan a ser las diferencias mayores existentes entre las especies.



Imagen de Toronto Zoo

viernes, 5 de octubre de 2012

Tres párrafos adicionales para comentar unas tablas imaginarias a partir del octogésimo párrafo de El Origen de las Especies





Sigue el autor comentando unas tablas que no ha presentado a  las que ahora dice haber aplicado procedimientos numéricos que no explica. Bajo estas condiciones  los resultados son los esperados, los deseados para soportar la hipótesis de partida. No podía ser de otro modo:



       
  1. Las      especies de los géneros mayores se parecen a las variedades, más que las      especies de los géneros menores. (the species of the larger genera resemble varieties, more than do the species of the smaller genera).

  2.    
  3. Muchas      de las especies que se "fabrican" todavía, en cierta medida se parecen a las      variedades, pues difieren entre sí por menos que la cantidad normal de      diferencia. (that in the larger genera, in which a number of varieties or  incipient species greater than the average are now manufacturing, many  of the species already manufactured still to a certain extent resemble  varieties, for they differ from each other by a less than the usual  amount of difference.).

Inevitable permanecer tranquilo al leer ese  "Manufacturing" referido a la formación de una especie, prueba de que  OSMNS jamás pasó por revisión crítica alguna. Más bien al contrario...........



En definitiva: las especies no son sino variedades.  Lamentablemente las pruebas aportadas son nulas:

I have endeavoured to test this numerically by averages, and, as far as my imperfect results go, they confirm the view.

Si, de acuerdo, pero ¿Dónde están esos imperfect results?


Ante la falta de datos originales, el interés de la obra viene a ser de nuevo histórico o más exactamente sociológico: ¿Por qué vino a adquirir tan gran relevancia una publicación en la que falta el soporte científico de los datos?



La respuesta es sencilla: Porque no se trata de una publicación científica sino de una exposición ideológica.

El planteamiento es confuso:

Hemos visto que no hay un criterio infalible para distinguir las especies de las variedades bien marcadas;

Pero el concepto de especie no se basa en  un criterio para distinguir  las especies de las variedades, sino  para distinguir unas especies de otras. El científico no aspira a encontrar el fiel reflejo de sus pensamientos en la naturaleza, lo cual es fundamentalismo sino que más bien al contrario,   ha de adaptar sus pensamientos a la realidad que encuentra en la Naturaleza. Darwin es un naturalista aficionado,  fundador del darwinismo, una ideología o pseudociencia fundamentalista. Los naturalistas profesionales como Owen, von Baer o Agassiz tenían puntos de vista más adecuados con la ciencia,....





MANY OF THE SPECIES INCLUDED WITHIN THE LARGER GENERA RESEMBLE VARIETIES IN BEING VERY CLOSELY, BUT UNEQUALLY, RELATED TO EACH OTHER, AND IN HAVING RESTRICTED RANGES.



80.

There are other relations between the species of large genera and their recorded varieties which deserve notice. We have seen that there is no infallible criterion by which to distinguish species and well-marked varieties; and when intermediate links have not been found between doubtful forms, naturalists are compelled to come to a determination by the amount of difference between them, judging by analogy whether or not the amount suffices to raise one or both to the rank of species. Hence the amount of difference is one very important criterion in settling whether two forms should be ranked as species or varieties. Now Fries has remarked in regard to plants, and Westwood in regard to insects, that in large genera the amount of difference between the species is often exceedingly small. I have endeavoured to test this numerically by averages, and, as far as my imperfect results go, they confirm the view. I have also consulted some sagacious and experienced observers, and, after deliberation, they concur in this view. In this respect, therefore, the species of the larger genera resemble varieties, more than do the species of the smaller genera. Or the case may be put in another way, and it may be said, that in the larger genera, in which a number of varieties or incipient species greater than the average are now manufacturing, many of the species already manufactured still to a certain extent resemble varieties, for they differ from each other by a less than the usual amount of difference.



Entre las especies de los géneros grandes y sus variedades registradas existen otras relaciones dignas de mención. Hemos visto que no hay un criterio infalible para distinguir las especies de las variedades bien marcadas; y cuando no se han encontrado eslabones de enlace entre formas dudosas, los naturalistas se ven forzados a decidirse por el conjunto de diferencias entre ellas, juzgando por analogía si este conjunto es o no suficiente para elevar una forma, o ambas, a la categoría de especies. De aquí que la cantidad de diferencia es un criterio importantísimo para decidir si dos formas han de ser clasificadas como especies o como variedades. Ahora bien: Fries ha observado, por lo que se refiere a las plantas, y Westwood, por lo que toca a los insectos, que en los géneros grandes la cantidad de diferencia entre las especies es con frecuencia sumamente pequeña. Me he esforzado en comprobar esto numéricamente mediante promedios que, hasta donde alcanzan mis imperfectos resultados, confirman dicha opinión. He consultado también con algunos sagaces y experimentados observadores, y, después de deliberar, coinciden en esta opinión. En este respecto, pues, las especies de los géneros mayores se parecen a las variedades, más que las especies de los géneros menores. O el caso puede interpretarse de otro modo: puede decirse que en los géneros mayores, en los cuales se está ahora fabricando un número de variedades o especies incipientes mayor que el promedio, muchas de las especies que se fabrican todavía, en cierta medida se parecen a las variedades, pues difieren entre sí por menos que la cantidad normal de diferencia.



jueves, 4 de octubre de 2012

Continúa el autor comentando unas tablas inexistentes y poniéndose en evidencia en el septuagésimo noveno párrafo de El Origen de las Especies





Si en un trabajo científico es habitual presentar tablas, lo que no es tan habitual es comentar una tabla inexistente o dedicar varios párrafos a discutir una tabla que no se presenta acompañando al texto. Es lo que hace aquí el autor.

Por otra parte en la tabla imaginaria nos dice haber ordenado las plantas de veinte países. ¿Qué plantas? ¿Cuáles y cuántas?



El contenido de éste párrafo induce a engaño. Da la impresión de que la producción de especies (if we may use the expression, the manufactory of species, dice el autor de manera algo peligrosa e inconveniente) es algo cotidiano y de fácil observación (manufactory):



if we may use the expression, the manufactory of species has been active, we ought generally to find the manufactory still in action, more especially as we have every reason to believe the process of manufacturing new species to be a slow one.



si se nos permite emplear la frase- la fabricación de especies ha sido muy activa, debemos, en general, encontrar todavía la fábrica en movimiento; tanto más, cuanto que tenemos todas las razones para suponer que el procedimiento de fabricación de las especies nuevas es un procedimiento lento.

La conclusión final no es muy clara y tiene un tono perogrullesco , lo mismo que en párrafos anteriores, como una falacia:

All that we want to show is, that where many species of a genus have  been formed, on an average many are still forming; and this certainly  holds good.

Todo lo que queremos demostrar es que cuando de un género se han  formado muchas especies, en promedio muchas se siguen formando, y esto  ciertamente es válido.

¿Es ciertamente esto válido como afirma el autor? Yo opino que no, pero por otra parte, comprendo que el autor esté deseando terminar con este capítulo sobre La Variación en la Naturaleza, un tema que le resulta francamente incómodo.




79.

To test the truth of this anticipation I have arranged the plants of twelve countries, and the coleopterous insects of two districts, into two nearly equal masses, the species of the larger genera on one side, and those of the smaller genera on the other side, and it has invariably proved to be the case that a larger proportion of the species on the side of the larger genera presented varieties, than on the side of the smaller genera. Moreover, the species of the large genera which present any varieties, invariably present a larger average number of varieties than do the species of the small genera. Both these results follow when another division is made, and when all the least genera, with from only one to four species, are altogether excluded from the tables. These facts are of plain signification on the view that species are only strongly marked and permanent varieties; for wherever many species of the same genus have been formed, or where, if we may use the expression, the manufactory of species has been active, we ought generally to find the manufactory still in action, more especially as we have every reason to believe the process of manufacturing new species to be a slow one. And this certainly holds true if varieties be looked at as incipient species; for my tables clearly show, as a general rule, that, wherever many species of a genus have been formed, the species of that genus present a number of varieties, that is, of incipient species, beyond the average. It is not that all large genera are now varying much, and are thus increasing in the number of their species, or that no small genera are now varying and increasing; for if this had been so, it would have been fatal to my theory; inasmuch as geology plainly tells us that small genera have in the lapse of time often increased greatly in size; and that large genera have often come to their maxima, declined, and disappeared. All that we want to show is, that where many species of a genus have been formed, on an average many are still forming; and this certainly holds good.



Para probar la verdad de esta idea que anticipo he ordenado las plantas de veinte países y los insectos coleópteros de dos regiones en dos grupos aproximadamente iguales, poniendo a un lado las especies de los géneros mayores y a otro las de los géneros menores, y esto ha demostrado siempre que en el lado de los géneros mayores era mayor el tanto por ciento de especies que presentaban variedades, que en el lado de los géneros menores. Además, las especies de los géneros grandes que presentan variedades presentan siempre un número relativo mayor de variedades, que las especies de los géneros pequeños. Ambos resultados subsisten cuando se hace otra división y cuando se excluyen por completo de los cuadros todos los géneros muy pequeños que sólo comprenden de una a cuatro especies. Estos hechos tienen clara significación en la hipótesis de que las especies son tan sólo variedades permanentes muy caracterizadas, pues dondequiera que se han formado muchas especies del mismo género, o donde -si se nos permite emplear la frase- la fabricación de especies ha sido muy activa, debemos, en general, encontrar todavía la fábrica en movimiento; tanto más, cuanto que tenemos todas las razones para suponer que el procedimiento de fabricación de las especies nuevas es un procedimiento lento. Y esto, ciertamente, resulta exacto si se consideran las variedades como especies incipientes,  pues mis cuadros muestran claramente, como regla general, que, siempre que muchas especies de un género se han formado, las especies de este género presentan un número de variedades, es decir , de especies incipientes, más allá de la media. No es que todos los géneros grandes están variando mucho, y va en aumento el número de sus especies, o que ningún genero pequeño son ahora varíe y aumente, porque si esto hubiera sido así, hubiera sido fatal para mi teoría; en la medida en que la geología nos dice claramente que los géneros pequeños, en el transcurso del tiempo a menudo han aumentado considerablemente de tamaño, y que géneros grandes a menudo han llegado a su máximo, declinan, y desaparecen. Todo lo que queremos demostrar es que cuando de un género se han formado muchas especies, en promedio muchas se siguen formando, y esto ciertamente es válido.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Disparatado razonamiento en el septuagésimo octavo párrafo de El Origen de las Especies



El autor sigue discutiendo consigo mismo, boxeando con su sombra,   y sus textos reflejan una pugna interior entre la ciencia y la fe que habitualmente el mundo académico habría rechazado, pero que en este caso excepcional, aceptó de buen grado. ¿Por qué? Por la exaltación de la competición que traía consigo y que era lo que en realidad interesaba. No la ciencia.







78.

From looking at species as only strongly marked and well-defined varieties, I was led to anticipate that the species of the larger genera in each country would oftener present varieties, than the species of the smaller genera; for wherever many closely related species (i.e., species of the same genus) have been formed, many varieties or incipient species ought, as a general rule, to be now forming. Where many large trees grow, we expect to find saplings. Where many species of a genus have been formed through variation, circumstances have been favourable for variation; and hence we might expect that the circumstances would generally still be favourable to variation. On the other hand, if we look at each species as a special act of creation, there is no apparent reason why more varieties should occur in a group having many species, than in one having few.



El considerar las especies tan sólo como variedades bien definidas y muy caracterizadas me llevó a anticipar que las especies de los géneros mayores en cada país presentarían con más frecuencia variedades que las especies de los géneros menores, pues dondequiera que se hayan formado muchas especies sumamente afines -es decir, especies del mismo género- deben, por regla general, estarse formando actualmente muchas variedades o especies incipientes. Donde crecen muchos árboles grandes esperamos encontrar retoños; donde se han formado por variación muchas especies de un género, las circunstancias han sido favorables para la variación, y, por consiguiente, podemos esperar que, en general, lo serán todavía. Por el contrario, si consideramos cada especie como un acto especial de creación, no aparece razón alguna para que se presenten más variedades en un grupo que tenga muchas especies que en otro que tenga pocas.

martes, 2 de octubre de 2012

Falacia y falta de ejemplos en el septuagésimo séptimo párrafo de El Origen de las Especies





El autor sigue aquí hablando sobre unas tablas que no ha presentado a las que aquí se refiere como my tables. La lectura se hace tediosa al no disponer de esas tablas ni conocer su contenido.  Por otra parte el contenido del párrafo tiene un cierto aire de falacia, como perogrullesco......Resulta  increíble que esto haya podido ser publicado en  libro de tan gran difusión….



SPECIES OF THE LARGER GENERA IN EACH COUNTRY VARY MORE FREQUENTLY THAN THE SPECIES OF THE SMALLER GENERA.



77.

If the plants inhabiting a country as described in any Flora, be divided into two equal masses, all those in the larger genera (i.e., those including many species) being placed on one side, and all those in the smaller genera on the other side, the former will be found to include a somewhat larger number of the very common and much diffused or dominant species. This might have been anticipated, for the mere fact of many species of the same genus inhabiting any country, shows that there is something in the organic or inorganic conditions of that country favourable to the genus; and, consequently, we might have expected to have found in the larger genera, or those including many species, a larger proportional number of dominant species. But so many causes tend to obscure this result, that I am surprised that my tables show even a small majority on the side of the larger genera. I will here allude to only two causes of obscurity. Fresh water and salt-loving plants generally have very wide ranges and are much diffused, but this seems to be connected with the nature of the stations inhabited by them, and has little or no relation to the size of the genera to which the species belong. Again, plants low in the scale of organisation are generally much more widely diffused than plants higher in the scale; and here again there is no close relation to the size of the genera. The cause of lowly-organised plants ranging widely will be discussed in our chapter on Geographical Distribution.



Si las plantas que viven en un país, según aparecen descritas en una flora, se dividen en dos grupos iguales, colocando a un lado todas las de los géneros mayores -esto es, los que contienen más especies- y a otro lado todas las de los géneros menores, se verá que el primer grupo comprende un número algo mayor de especies comunísimas y muy difundidas, o especies predominantes. Esto podía haber sido ya previsto, pues el mero hecho de que muchas especies del mismo género vivan en un país demuestra que en las condiciones orgánicas e inorgánicas de aquel país existe algo favorable para el género, y, por consiguiente, podíamos haber esperado encontrar en los géneros mayores -o que comprenden más especies- un número relativo mayor de especies predominantes. Pero son tantas las causas que tienden a obscurecer el resultado, que estoy sorprendido de que mis tablas muestren siquiera una pequeña mayoría del lado de los géneros mayores. Me referiré aquí a dos causas sólo de obscuridad. Las plantas de agua dulce y las halófilas están generalmente muy extendidas y muy difundidas; pero esto parece estar relacionado con la naturaleza de los lugares en que viven y tienen poca o ninguna relación con la magnitud de los géneros a que pertenecen las especies. Además, los vegetales inferiores en la escala de la organización están, en general, mucho más difundidos que las plantas superiores, y en este caso, además, no hay relación inmediata con el tamaño del género. La causa de las plantas inferiores de amplia distribución se discutirá ampliamente en el capítulo sobre distribución geográfica.

lunes, 1 de octubre de 2012

Vuelve Alphonse de Candolle y vamos introduciendo ya el término lucha (struggle) en el septuagésimo sexto párrafo de El Origen de las Especies





Incapaz de imaginarse que una variedad, una especie o un conjunto de individuos puedan existir por otro motivo que no sea la lucha por la existencia, el autor está impaciente por introducir ya un  tema que bien poco tiene que ver con la variación en la naturaleza y que será desarrollado ampliamente en el capítulo siguiente.

Cuando el estudio de la granja se ha revelado insuficiente para explicar la formación de una especie y la formación del autor como naturalista escasa  para abordar la variación en la naturaleza,  entonces va llegando la hora de buscar nuevos argumentos. Pronto un capítulo será dedicado a la Lucha por la Existencia, tema favorito que el autor está impaciente por introducir. Así, en este párrafo damos una temprana bienvenida a tal concepto: inútil para la comprensión de la variación en la naturaleza y más inútil todavía para entender la formación de una especie: El viejo Polemos de Heráclito. El combate. La lucha. Protagonista, si ha de serlo de algo, de toda la vida entera y de la dinámica del universo; pero no especialmente  de la formación de las especies.

Curioso modo de interpretar la naturaleza.  Posible, si.  Más no científico.  La lucha, la competicion, partiendo de la economía, en donde ocupan un lugar de privilegio, atraviesan la biología en esta obra (OSMNS) y se constituyen mediante tal asalto como base y paradigma de la ciencia moderna.  ¿Las causas?

La primera,  la propia estructura de la ciencia moderna basada en sí misma en la competición y la necesidad de financiación: Non pecuniam, non ideas.

La segunda, los intereses de  los beneficiarios de una tal visión:  Sectores organizados de la Ciencia y de la sociedad, determinados grupos editoriales o  académicos,….la obra OSMNS es un regalo de determinados sectores de la ciencia (pseudociencia) para todos aquellos interesados en fomentar la competición desde Darwin, quienes vienen diciendo: La vida es lucha, la vida es competición, nos lo enseña la biología. Cuando precisamente la biología nos enseña esto, que lo tiene bien aprendido de la economía,  porque los propios intereses de quienes la rigen, nos lo llevan imponiendo durante más de ciento cincuenta años.

Semejante visión se ha impuesto y manda. Todo el panorama de la biología consiste en ver ataques y defensas por doquier, en investigar  luchas y competiciones. Una variedad, nos dice el autor en este párrafo, tiene necesariamente que luchar con los otros habitantes de su pais.  Si no lo ven, vayan creyéndolo:



como las variedades, para hacerse en algún modo permanentes,  necesariamente tienen que luchar con los otros habitantes de su país,

(varieties, in order to become in any degree permanent, necessarily have to struggle with the other inhabitants of the country,



Pero,...¿ quién ha visto jamás luchar entre sí a dos plantas?, ¿Quién en su sano juicio puede aportar una prueba de que una sola característica sea, en la naturaleza, producto de lucha alguna?


La lucha en la naturaleza se asume así, a priori,  no sólo como algo existente por doquier, sino como su fundamento. Pero... ¿Con quién habrían luchado los tipos y variedades de roble que de Candolle nos presentaba dos párrafos atrás?, ¿A qué otros individuos, variedades o especies han derrotado en su lucha?  ¿Cómo se prepararán los retoños de roble, guerreros combatientes para una nueva lucha?

¿Dónde está la lucha? ¿Dónde la competición? Arraigadas en una costumbre de oscuros orígenes. Pero....

¿Alguna vez alguien fue capaz de discutir una costumbre establecida ya como fundamento de la razón?



76.

Alphonse de Candolle and others have shown that plants which have very wide ranges generally present varieties; and this might have been expected, as they are exposed to diverse physical conditions, and as they come into competition (which, as we shall hereafter see, is a far more important circumstance) with different sets of organic beings. But my tables further show that, in any limited country, the species which are the most common, that is abound most in individuals, and the species which are most widely diffused within their own country (and this is a different consideration from wide range, and to a certain extent from commonness), oftenest give rise to varieties sufficiently well-marked to have been recorded in botanical works. Hence it is the most flourishing, or, as they may be called, the dominant species—those which range widely, are the most diffused in their own country, and are the most numerous in individuals—which oftenest produce well-marked varieties, or, as I consider them, incipient species. And this, perhaps, might have been anticipated; for, as varieties, in order to become in any degree permanent, necessarily have to struggle with the other inhabitants of the country, the species which are already dominant will be the most likely to yield offspring, which, though in some slight degree modified, still inherit those advantages that enabled their parents to become dominant over their compatriots. In these remarks on predominence, it should be understood that reference is made only to the forms which come into competition with each other, and more especially to the members of the same genus or class having nearly similar habits of life. With respect to the number of individuals or commonness of species, the comparison of course relates only to the members of the same group. One of the higher plants may be said to be dominant if it be more numerous in individuals and more widely diffused than the other plants of the same country, which live under nearly the same conditions. A plant of this kind is not the less dominant because some conferva inhabiting the water or some parasitic fungus is infinitely more numerous in individuals, and more widely diffused. But if the conferva or parasitic fungus exceeds its allies in the above respects, it will then be dominant within its own class.



Alphonse de Candolle y otros han demostrado que las plantas que tienen una gran dispersión presentan generalmente variedades, lo que podía ya esperarse por estar expuestas a diferentes condiciones físicas y porque entran en competencia con diferentes conjuntos de seres orgánicos, lo cual, como veremos después, es una circunstancia tanto o más importante. Pero mis tablas muestran además que en todo país limitado las especies que son más comunes -esto es, más abundantes en individuos- y las especies muy difundidas dentro del mismo país -y éste es un concepto diferente de ocupar mucha extensión y, hasta cierto punto, de ser común- son las que con más frecuencia originan variedades lo suficientemente caracterizadas para ser registradas en las obras de botánica. De aquí el que las especies más florecientes o, como pueden llamarse, especies predominantes -las que ocupan mayor extensión, son las más difundidas en su propio país y las más numerosas en individuos- sean las que con más frecuencia producen variedades bien caracterizadas o, como yo las considero, especies incipientes. Y esto podría quizá haber sido previsto; pues como las variedades, para hacerse en algún modo permanentes, necesariamente tienen que luchar con los otros habitantes de su país, las especies que son ya predominantes serán las más aptas para producir descendientes, los cuales, aunque modificados sólo en muy débil grado, heredan, sin embargo, las ventajas que permitieron a sus padres convertirse en dominantes sobre sus compatriotas. En estas observaciones sobre predominancia, debe entenderse que se hace referencia únicamente a las formas que entran en competencia unas con otras, y más especialmente a los miembros de un mismo género o de clase que tienen costumbres casi semejantes de la vida. Con respecto al número de individuos o la vulgaridad de las especies, la comparación, por supuesto, se refiere únicamente a los miembros del mismo grupo. Una de las plantas superiores se puede decir que sea dominante si es más numerosa y más ampliamente difundida en los individuos que las otras plantas del mismo país, que viven casi en las mismas condiciones. Una planta de este tipo no será menos dominante porque algunos Conferva que habitan en el agua o algún hongo parásito sean infinitamente más numerosos en sus individuos, y se difundieran más ampliamente. Pero si el hongo parásito o la Conferva supera a sus semejantes en los aspectos indicados, entonces será dominante dentro de su clase.