August Weismann I: La barrera imaginaria del doctor Weismann
August Weismann es un personaje importante en el mundo de la ciencia de finales del siglo XIX. Entre otras cosas, pasó a la Historia por inventarse una teoría, la de la continuidad del plasma germinal o dicho de otro modo de la separación entre la línea somática y la línea germinal , base fundamental sobre la que se sustentaron la visión dogmática de la imposibilidad de la herencia de caracteres adquiridos y el neodarwinismo.
Digo inventarse porque dicha barrera no existe: no hay tal barrera real entre células somáticas y células germinales. La barrera somático-germinal es una barrera inventada.
Dicha teoría reconoce dos tipos de tejidos en los organismos, dos líneas (linajes) : La línea somática y la línea germinal. Mientras que la primera constituye la mayor parte del cuerpo de un individuo, la segunda es su parte “inmortal” a partir de la que se formarán las células reproductoras o gametos para su reproducción. Como todo el organismo procede de una sola célula, suponemos que ésa célula pertenece a la línea germinal.
La línea germinal constituiría así la continuidad de la información genética entre generaciones, mientras que la línea somática, sería una especie de sub-producto. Ya veremos, más adelante, cómo resuelve Goldschmidt este problema con unos dibujitos.
Pues bien, dicha discontinuidad es simple y llanamente inexistente en bacterias, hongos y en plantas. Pensar que en animales no existen mecanismos de comunicación que puedan alterar la dotación genética del plasma germinal es un atrevimiento que está muy lejos de ser demostrado. En bacterias y en organismos unicelulares, no tiene sentido alguno. El punto de partida de Weismann no tiene ninguna base, pero….. acaso sus experimentos la tienen?.