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miércoles, 2 de enero de 2008

Resortes darwinistas. Primer resorte: Todo aquel que no admite la teoría darwinista es un creacionista.




Vengo observando recientemente una serie de reacciones conservadas entre los miembros de la capilla darwinista que me hacen sospechar si no existirá un acuerdo profundo entre ellos,...tal vez que la propia selección natural que defienden haya fijado en ellos este tipo de respuestas o resortes para hacerlos más aptos, es decir, como ellos dicen, aumentar su eficacia biológica (fitness) en el debate.

Voy a contar en ésta y en las siguientes entradas en qué consisten algunos de estos resortes:

Primer resorte: Todo aquel que no admite la teoría darwinista es un creacionista.


En el momento en que un darwinista detecta a alguien en su entorno lo suficientemente inteligente e independiente como para no admitir la teoría de evolución de las especies por selección natural (esa tautología que lleva casi doscientos años empañando los cristales de la ciencia), en ese mismo momento, salta el primer resorte del darwinista moderno. ¿En qué consiste?.
El primer resorte del darwinista moderno para seguir con la defensa imposible de su tautología (defensa adaptativa de un argumento imposible de defender) consiste en acusar al interlocutor de creacionista. El argumento es algo tan sencillo como esto:

He aquí alguien que no cree en la teoría darwinista, luego por lo tanto he aquí un creacionista (o un partidario del diseño inteligente).
Del origen de la ciencia y su ineludible vinculación con la religión hay mucho escrito. De los procesos básicos que operan en la construcción de las verdades de la ciencia implicando mecanismos fundamentales relacionados con la fe, también.
Existe, asimismo y como complicando las cosas, una tradición hispánica muy fuerte a oponer, frente a frente, la fe con la ciencia. Por ejemplo, el diputado Francisco Suñer y Capdevila en la sesión del debate parlamentario del 26 de Abril de 1869 decía:
Cuando el Gobierno provisional se presentó aquí por vez primera y nos dijo que la idea nueva venía a sustituir en España a la idea caduca..... Ni el Gobierno ni la Comisión han comprendido lo que es la idea nueva y yo voy a decírselo. La idea caduca es la fe, el cielo, Dios. La idea nueva es la ciencia, la tierra, el hombre.......
Pues bien, con esto y con todo en ciencia, la principal distinción no es entre ciencia y religión, que es una distinción sin importancia. La principal distinción que hay que hacer en ciencia es entre ciencia verdadera y pseudociencia. La primera contribuye al avance real del conocimiento, la segunda lo distrae.

1 comentario:

Zetetic_chick dijo...

Pienso que incluso el concepto de pseudociencia es inadecuado, porque si se analiza la historia y sociología de la ciencia, se evidencia que muchas teorías consideradas "ciencia patológica" o pseudocientíficas, son ahora reconocidas como correctas:
http://www.hyle.org/journal/issues/8-1/bauer.htm

Los filósofos de la ciencia no han acordado un criterio universal que valga para todos los casos. Y los científicos que ignoran la filosofía e historia de la ciencia, califican alegremente de pseudociencia a todas las teorías no-ortodoxas.

Por tanto, lo que es pseudociencia según un criterio determinado, puedo no serlo según otro criterio. Pero estas diferencias conceptuales y meta-científicas, no nos aclaran si la teoría analizada es correcta o no, si explica bien o no la realidad a que se refiere, o si contiene algo de verdad que merezca rescatarse e integrarse al conocimiento humano.

Por ejemplo, los darwinistas califican de pseudociencia a toda teoría alternativa que busque explicar el proceso evolutivo. (Además, como bien se explica en este artículo, se agrega el calificativo de "creacionista" al que disienta, lo cual es una treta claramente retórica). Pero ello no demuestra que los disidentes estén equivocados. Simplemente se los estigmatiza, con la esperanza de descalificarlos y de que nadie los tome en serio.

La ciencia (vista socialmente) tiende a ser conservadora, y utiliza todo los métodos imaginables para frenar la disidencia (no entre un mismo paradigma, sino a los disidentes del paradigma en sí), e incluso usa métodos sofisticados y sistemáticos para censurar y perseguir a dichos disidentes. Brian Martin, uno de los máximos expertos en el estudio de los métodos de censura científica, lo explica bien aquí:
http://www.uow.edu.au/arts/sts/bmartin/pubs/06Klaehn.html

Algunos ejemplos históricos de supresión científica (en paleontología, medicina, física, etc.) puede verse aquí:
http://www.suppressedscience.net/

Lo anterior no significa que todas las teorías suprimidas y censuradas sean correctas o verdaderas. Simplemente, ahora comentamos el aspecto social de la censura y supresión como parte de la protección que la ciencia conservadora usa para evitar la disidencia que amenaza o refute (potencialmente) su paradigma.

Por otro lado, ¿cómo saber si son correctas o no las teorías disidentes, si se censuran dichas teorías y no se permite ser sometida al escrutinio científico; o si las evidencias presentadas se rechazan a priori o se descalfican por el solo hecho de que refutan o contradicen el paradigma vigente? Es un argumento circular: esa teoría o evidencia presentada no es posible, porque nuestro paradigma dice que no es posible. O dicho de otra formar: lo que señalas es falso, porque es contrario a mi teoría (y la evidencia que presentas es espuria, porque no puede haber evidencia para algo que ya sabemos que es falso)

Una evidencia positiva a favor de una teoría disidente es considerada a priori como fraudulenta, irrelevante o producto de un error. Pero las evidencias negativas contra dicha teoría son aceptadas a pies juntillas, y nunca criticadas. Este doble rasero se usa con el objetivo de que la teoría disidente nunca sea aceptada ni reconocida, y se la trate siempre como algo marginal. Es un método esencialmente conservador, ideado para proteger el status quo de las anomalías (ver Kuhn).

Frecuentemente, los científicos conservadores y disidentes no pueden ni siquiera comunicarse entre sí, por aquello que Kuhn llamaba "inconmensurabilidad de paradigmas". Esto lo desconocen muchos científicos, quienes no pueden pensar fuera de su propio paradigma (ni si quiera son conscientes de que pertenecen a uno).

Un análisis de la resistencia de los científicos a las innovaciones científicas puede verse en este artículo académico:
http://www.is.wayne.edu/mnissani/pagepub/history.htm

Y un análisis de los factores burocráticos y económicos, y si influencia en la ciencia del siglo XXI, puede verse aquí:
http://henryhbauer.homestead.com/21stCenturyScience.pdf

Para concluir este largo mensaje, pienso que la única solución es enseñarle a los científicos mucha historia, sociología y filosofía de la ciencia. Que se familiaricen con los métodos de supresión, con la actitud conservadora de los científicos ortodoxos, y como ello puede afectarlos a ellos mismos y al avance de la ciencia.

Hay que hacerlos más críticos de su propio paradigma, para evitar el dogmatismo y el prejuicio contra la disidencia científica.

Probablemente la mayoría de disidentes estén equivocados (o quizás no). Pero eso no es razón para no escucharlos, y mucho menos para perseguirlos. Aun cuando estén equivocados, quizás algo positivo se pueda aprender de sus críticas, observaciones u objeciones. Al retar el paradigma vigente y pensar fuera de él, pueden ver cosas que los que estamos dentro de ese paradigma pasamos desapercibidas o no si quiera nos planteamos.

Saludos