.

martes, 9 de octubre de 2012

Falacias para concluir el capítulo segundo en el párrafo octogésimo cuarto de El Origen de las Especies





Indica tautológicamente el autor en este párrafo final del segundo capítulo lo siguiente:

las especies más florecientes, o especies predominantes, de los géneros mayores, dentro de cada clase, son las que, proporcionalmente, dan mayor número de variedades,





No podía ser de otra manera. Efectivamente, las especies predominantes de los géneros mayores han de dar un mayor número de variedades.  Si alguien tiene alguna duda, se quedará sin comprobarlo puesto que el autor no aporta ni un solo dato en defensa de su afirmación. 


Los géneros mayores tienden a fragmentarse en géneros menores. También puede ser aunque de esto tampoco aporta el autor prueba alguna pero según su costumbre nos promete una explicación posterior:



hereafter to be explained



84.

We have also seen that it is the most flourishing or dominant species of the larger genera within each class which on an average yield the greatest number of varieties, and varieties, as we shall hereafter see, tend to become converted into new and distinct species. Thus the larger genera tend to become larger; and throughout nature the forms of life which are now dominant tend to become still more dominant by leaving many modified and dominant descendants. But, by steps hereafter to be explained, the larger genera also tend to break up into smaller genera. And thus, the forms of life throughout the universe become divided into groups subordinate to groups.



Hemos visto también que las especies más florecientes, o especies predominantes, de los géneros mayores, dentro de cada clase, son las que, proporcionalmente, dan mayor número de variedades, y las variedades, como veremos después, tienden a convertirse en especies nuevas y distintas. De este modo, los géneros grandes tienden a hacerse mayores, y en toda la naturaleza las formas orgánicas que son ahora predominantes tienden a hacerse más predominantes aún, dejando muchos descendientes modificados y predominantes. Pero, por grados que se explicarán más adelante, los géneros mayores tienden también a fragmentarse en géneros menores, y así, en todo el universo, las formas orgánicas quedan divididas en grupos subordinados a otros grupos.

Imagen de Catalogue of Organisms: An inordinate fondness for systematics

lunes, 8 de octubre de 2012

Una conclusión disparatada en el párrafo octogésimo tercero de El Origen de las Especies




Concluye el autor en este párrafo:

Finally, varieties cannot be distinguished from species



Sentencia con la cual muestra de nuevo dos cosas: 1, confusión y 2, afán por mantener y aumentar tal confusión.

No corresponde al naturalista aficionado decir si las variedades pueden o no distinguirse de las especies.  Porque,.....¿Cuántas especies nuevas describió Charles Darwin?

En una somera búsqueda, una página web  nos da una lista de seis (6). Son las siguientes:


Balanus improvisus,


Balanus nubilus,


Megabalanus coccopoma


Balanus glandula


Balanus amphitrite


Elminius modestus


Todas ellas especies de percebes.  Surgen así la dudas:  ¿Cómo puede describir una especie quien opina que las variedades no se pueden distinguir de las especies? ¿Qué criterio habrá empleado en sus descripciones?

¿Podemos considerar en serio tal opinión?



Tel vez sea de más peso la opinión de Manuel Martínez de la Escalera que describió ochocientos sesenta y dos (862 taxones) de coleópteros. Ésto decía, entre otras cosas,  al tratar del concepto de especie:

“Viniendo á la especie, he considerado á ésta como el estado presente de una forma animal que ya concreta y fija de momento ó ya con una gran variabilidad y siempre en área geográfica bien limitada presenta en sus individuos una tal suma de caracteres idénticos que impiden su división en otros grupos secundarios.”

Cita tomada de Martínez de la Escalera, M. Sistema de las especies ibéricas del gen.
Asida Latr. Bol. Soc Esp Hist Nat 5: 377-402. 1905.



Mientras no se demuestre lo contrario, la especie es una entidad      importante en biología. Los individuos de la misma especie comparten      muchas características físicas, morfológicas, bioquímicas y genéticas. También  pueden reproducirse entre sí. Los individuos de especies distintas, no. Las diferencias      entre especies pueden distinguirse de las correspondientes a variedades. El propio Darwin se tomó la molestia de describir especies nuevas cuando le pareció oportuno aplicar estos criterios. ¿A qué viene ahora este empeño en sembrar la confusión?

La confusión en sí no es algo tan grave. El reconocimiento de la confusión      está en la base de la ciencia, el problema verdadero de nuestro autor es el       afán indisimulado  por mantener y aumentar tal confusión. La siguiente      afirmación es falsa:

no es posible determinar la cantidad de diferencia necesaria para conceder a dos formas la categoría de especies



Dos formas pertenecerán a especies distintas si no comparten sus características (morfológicas, bioquímicas, genéticas,...). Un naturalista con la suficiente experiencia de campo debería reconocerlo.  De otro modo no se explica cómo alguien puede describir una especie nueva.





SUMMARY.



83.

Finally, varieties cannot be distinguished from species—except, first, by the discovery of intermediate linking forms; and, secondly, by a certain indefinite amount of difference between them; for two forms, if differing very little, are generally ranked as varieties, notwithstanding that they cannot be closely connected; but the amount of difference considered necessary to give to any two forms the rank of species cannot be defined. In genera having more than the average number of species in any country, the species of these genera have more than the average number of varieties. In large genera the species are apt to be closely but unequally allied together, forming little clusters round other species. Species very closely allied to other species apparently have restricted ranges. In all these respects the species of large genera present a strong analogy with varieties. And we can clearly understand these analogies, if species once existed as varieties, and thus originated; whereas, these analogies are utterly inexplicable if species are independent creations.



En conclusión, las variedades no pueden ser distinguidas de las especies, excepto: primero, por el descubrimiento de formas intermedias de enlace, y segundo, por cierta cantidad indefinida de diferencia entre ellas, pues si dos formas difieren muy poco son generalmente clasificadas como variedades, a pesar de que no pueden ser reunidas sin solución de continuidad; pero no es posible determinar la cantidad de diferencia necesaria para conceder a dos formas la categoría de especies. En los géneros que en un país tienen un número de especies mayor que el promedio, las especies tienen más variedades que el promedio. En los géneros grandes, las especies son susceptibles de ser reunidas, estrecha pero desigualmente, formando grupos alrededor de otras especies. Las especies sumamente afines a otras ocupan, al parecer, extensiones restringidas. Por todos estos conceptos, las especies de los géneros grandes presentan suma analogía con las variedades. Y podemos comprender claramente estas analogías si las especies existieron en otro tiempo como variedades y se originaron de este modo; mientras que estas analogías son completamente inexplicables si las especies son creaciones independientes.



Imagen: Megabalanus coccopoma (Darwin, 1854) de EOL (Encyclopedia of Life)

domingo, 7 de octubre de 2012

Perogrullada de campeonato en el párrafo octogésimo segundo de El Origen de las Especies




Dice el autor:


Varieties generally have much restricted ranges. This statement is indeed scarcely more than a truism, for if a variety were found to have a wider range than that of its supposed parent-species, their denominations would be reversed.



Las variedades ocupan por lo general una extensión muy restringida: esta afirmación, realmente, es escasamente más que una falacia, pues si se viese que una variedad tiene una extensión mayor que la de su supuesta especie madre se invertirían sus denominaciones.



¿Podría alguien indicar un solo caso en el que una variedad tuviese una extensión mayor que la de su supuesta especie madre?



Efectivamente, la afirmación es una perogrullada, una falacia (truism). Otra más en la larga serie a que nos tiene acostumbrados el autor.







82.

There is one other point which is worth notice. Varieties generally have much restricted ranges. This statement is indeed scarcely more than a truism, for if a variety were found to have a wider range than that of its supposed parent-species, their denominations would be reversed. But there is reason to believe that the species which are very closely allied to other species, and in so far resemble varieties, often have much restricted ranges. For instance, Mr. H.C. Watson has marked for me in the well-sifted London catalogue of Plants (4th edition) sixty-three plants which are therein ranked as species, but which he considers as so closely allied to other species as to be of doubtful value: these sixty-three reputed species range on an average over 6.9 of the provinces into which Mr. Watson has divided Great Britain. Now, in this same catalogue, fifty-three acknowledged varieties are recorded, and these range over 7.7 provinces; whereas, the species to which these varieties belong range over 14.3 provinces. So that the acknowledged varieties have very nearly the same restricted average range, as have the closely allied forms, marked for me by Mr. Watson as doubtful species, but which are almost universally ranked by British botanists as good and true species.



Existe otro punto que merece indicarse. Las variedades ocupan por lo general una extensión muy restringida: esta afirmación, realmente, es casi una evidencia, pues si se viese que una variedad tiene una extensión mayor que la de su supuesta especie madre se invertirían sus denominaciones. Pero hay fundamento para suponer que las especies que son muy afines a otras -en lo cual se parecen mucho a variedades- ocupan con frecuencia extensiones muy limitadas. Míster H. C. Watson me ha señalado en el bien fundamentado London Catalogue of plants (4.ª edición) 63 plantas que aparecen allí clasificadas como especies, pero que él considera tan sumamente afines a otras especies, que llegan a ser de valor dudoso; estas 63 supuestas especies se extienden, por término medio, por 6,9 de las provincias en que míster Watson ha dividido la Gran Bretaña. Ahora bien: en el mismo Catálogo están anotadas 53 variedades admitidas, y éstas se extienden por 7,7 de las provincias, mientras que las especies a que estas variedades pertenecen se extienden por 14,3 de las provincias. De modo que las variedades admitidas como tales tienen próximamente el mismo promedio de extensión restringido que las formas muy afines marcadas para mí por Mr. Watson como especies dudosas, pero que los botánicos ingleses clasifican casi unánimemente como buenas y verdaderas especies.

sábado, 6 de octubre de 2012

Pregunta mal planteada en el párrafo octogésimo primero de El Origen de las Especies







Pregunta el autor:



And what are varieties but groups of forms, unequally related to each other, and clustered round certain forms—that is, round their parent-species?



Es decir:



¿qué son las variedades sino grupos de formas desigualmente relacionadas entre sí y agrupadas alrededor de ciertas formas, o sea alrededor de sus especies madres?



Pues bien, la pregunta está mal planteada:  las variedades no se agrupan alrededor de sus especies madre, sino dentro de sus especies-madre.









81.

Moreover, the species of the larger genera are related to each other, in the same manner as the varieties of any one species are related to each other. No naturalist pretends that all the species of a genus are equally distinct from each other; they may generally be divided into sub-genera, or sections, or lesser groups. As Fries has well remarked, little groups of species are generally clustered like satellites around other species. And what are varieties but groups of forms, unequally related to each other, and clustered round certain forms—that is, round their parent-species. Undoubtedly there is one most important point of difference between varieties and species, namely, that the amount of difference between varieties, when compared with each other or with their parent-species, is much less than that between the species of the same genus. But when we come to discuss the principle, as I call it, of divergence of character, we shall see how this may be explained, and how the lesser differences between varieties tend to increase into the greater differences between species.



Además, las especies de los géneros mayores están relacionadas unas con otras, de la misma manera que están relacionadas entre sí las variedades de cualquier especie. Ningún naturalista pretende que todas las especies de un género estén igualmente distantes unas de otras; generalmente, pueden ser divididas en subgéneros, o secciones, o grupos menores. Como Fries ha señalado muy bien, grupos pequeños de especies están generalmente reunidos como satélites alrededor de otras especies; y ¿qué son las variedades sino grupos de formas desigualmente relacionadas entre sí y agrupadas alrededor de ciertas formas, o sea alrededor de sus especies madres? Indudablemente, existe un punto de diferencia importantísimo entre las variedades y las especies; y es que la diferencia entre las variedades cuando se comparan entre sí o con especie madre es mucho menor que la que existe entre las especies del mismo género. Pero cuando lleguemos a discutir el principio de la divergencia de caracteres, como yo lo llamo, veremos cómo puede explicarse esto y cómo las diferencias menores que existen entre las variedades tienden a acrecentarse y llegan a ser las diferencias mayores existentes entre las especies.



Imagen de Toronto Zoo

viernes, 5 de octubre de 2012

Tres párrafos adicionales para comentar unas tablas imaginarias a partir del octogésimo párrafo de El Origen de las Especies





Sigue el autor comentando unas tablas que no ha presentado a  las que ahora dice haber aplicado procedimientos numéricos que no explica. Bajo estas condiciones  los resultados son los esperados, los deseados para soportar la hipótesis de partida. No podía ser de otro modo:



       
  1. Las      especies de los géneros mayores se parecen a las variedades, más que las      especies de los géneros menores. (the species of the larger genera resemble varieties, more than do the species of the smaller genera).

  2.    
  3. Muchas      de las especies que se "fabrican" todavía, en cierta medida se parecen a las      variedades, pues difieren entre sí por menos que la cantidad normal de      diferencia. (that in the larger genera, in which a number of varieties or  incipient species greater than the average are now manufacturing, many  of the species already manufactured still to a certain extent resemble  varieties, for they differ from each other by a less than the usual  amount of difference.).

Inevitable permanecer tranquilo al leer ese  "Manufacturing" referido a la formación de una especie, prueba de que  OSMNS jamás pasó por revisión crítica alguna. Más bien al contrario...........



En definitiva: las especies no son sino variedades.  Lamentablemente las pruebas aportadas son nulas:

I have endeavoured to test this numerically by averages, and, as far as my imperfect results go, they confirm the view.

Si, de acuerdo, pero ¿Dónde están esos imperfect results?


Ante la falta de datos originales, el interés de la obra viene a ser de nuevo histórico o más exactamente sociológico: ¿Por qué vino a adquirir tan gran relevancia una publicación en la que falta el soporte científico de los datos?



La respuesta es sencilla: Porque no se trata de una publicación científica sino de una exposición ideológica.

El planteamiento es confuso:

Hemos visto que no hay un criterio infalible para distinguir las especies de las variedades bien marcadas;

Pero el concepto de especie no se basa en  un criterio para distinguir  las especies de las variedades, sino  para distinguir unas especies de otras. El científico no aspira a encontrar el fiel reflejo de sus pensamientos en la naturaleza, lo cual es fundamentalismo sino que más bien al contrario,   ha de adaptar sus pensamientos a la realidad que encuentra en la Naturaleza. Darwin es un naturalista aficionado,  fundador del darwinismo, una ideología o pseudociencia fundamentalista. Los naturalistas profesionales como Owen, von Baer o Agassiz tenían puntos de vista más adecuados con la ciencia,....





MANY OF THE SPECIES INCLUDED WITHIN THE LARGER GENERA RESEMBLE VARIETIES IN BEING VERY CLOSELY, BUT UNEQUALLY, RELATED TO EACH OTHER, AND IN HAVING RESTRICTED RANGES.



80.

There are other relations between the species of large genera and their recorded varieties which deserve notice. We have seen that there is no infallible criterion by which to distinguish species and well-marked varieties; and when intermediate links have not been found between doubtful forms, naturalists are compelled to come to a determination by the amount of difference between them, judging by analogy whether or not the amount suffices to raise one or both to the rank of species. Hence the amount of difference is one very important criterion in settling whether two forms should be ranked as species or varieties. Now Fries has remarked in regard to plants, and Westwood in regard to insects, that in large genera the amount of difference between the species is often exceedingly small. I have endeavoured to test this numerically by averages, and, as far as my imperfect results go, they confirm the view. I have also consulted some sagacious and experienced observers, and, after deliberation, they concur in this view. In this respect, therefore, the species of the larger genera resemble varieties, more than do the species of the smaller genera. Or the case may be put in another way, and it may be said, that in the larger genera, in which a number of varieties or incipient species greater than the average are now manufacturing, many of the species already manufactured still to a certain extent resemble varieties, for they differ from each other by a less than the usual amount of difference.



Entre las especies de los géneros grandes y sus variedades registradas existen otras relaciones dignas de mención. Hemos visto que no hay un criterio infalible para distinguir las especies de las variedades bien marcadas; y cuando no se han encontrado eslabones de enlace entre formas dudosas, los naturalistas se ven forzados a decidirse por el conjunto de diferencias entre ellas, juzgando por analogía si este conjunto es o no suficiente para elevar una forma, o ambas, a la categoría de especies. De aquí que la cantidad de diferencia es un criterio importantísimo para decidir si dos formas han de ser clasificadas como especies o como variedades. Ahora bien: Fries ha observado, por lo que se refiere a las plantas, y Westwood, por lo que toca a los insectos, que en los géneros grandes la cantidad de diferencia entre las especies es con frecuencia sumamente pequeña. Me he esforzado en comprobar esto numéricamente mediante promedios que, hasta donde alcanzan mis imperfectos resultados, confirman dicha opinión. He consultado también con algunos sagaces y experimentados observadores, y, después de deliberar, coinciden en esta opinión. En este respecto, pues, las especies de los géneros mayores se parecen a las variedades, más que las especies de los géneros menores. O el caso puede interpretarse de otro modo: puede decirse que en los géneros mayores, en los cuales se está ahora fabricando un número de variedades o especies incipientes mayor que el promedio, muchas de las especies que se fabrican todavía, en cierta medida se parecen a las variedades, pues difieren entre sí por menos que la cantidad normal de diferencia.



jueves, 4 de octubre de 2012

Continúa el autor comentando unas tablas inexistentes y poniéndose en evidencia en el septuagésimo noveno párrafo de El Origen de las Especies





Si en un trabajo científico es habitual presentar tablas, lo que no es tan habitual es comentar una tabla inexistente o dedicar varios párrafos a discutir una tabla que no se presenta acompañando al texto. Es lo que hace aquí el autor.

Por otra parte en la tabla imaginaria nos dice haber ordenado las plantas de veinte países. ¿Qué plantas? ¿Cuáles y cuántas?



El contenido de éste párrafo induce a engaño. Da la impresión de que la producción de especies (if we may use the expression, the manufactory of species, dice el autor de manera algo peligrosa e inconveniente) es algo cotidiano y de fácil observación (manufactory):



if we may use the expression, the manufactory of species has been active, we ought generally to find the manufactory still in action, more especially as we have every reason to believe the process of manufacturing new species to be a slow one.



si se nos permite emplear la frase- la fabricación de especies ha sido muy activa, debemos, en general, encontrar todavía la fábrica en movimiento; tanto más, cuanto que tenemos todas las razones para suponer que el procedimiento de fabricación de las especies nuevas es un procedimiento lento.

La conclusión final no es muy clara y tiene un tono perogrullesco , lo mismo que en párrafos anteriores, como una falacia:

All that we want to show is, that where many species of a genus have  been formed, on an average many are still forming; and this certainly  holds good.

Todo lo que queremos demostrar es que cuando de un género se han  formado muchas especies, en promedio muchas se siguen formando, y esto  ciertamente es válido.

¿Es ciertamente esto válido como afirma el autor? Yo opino que no, pero por otra parte, comprendo que el autor esté deseando terminar con este capítulo sobre La Variación en la Naturaleza, un tema que le resulta francamente incómodo.




79.

To test the truth of this anticipation I have arranged the plants of twelve countries, and the coleopterous insects of two districts, into two nearly equal masses, the species of the larger genera on one side, and those of the smaller genera on the other side, and it has invariably proved to be the case that a larger proportion of the species on the side of the larger genera presented varieties, than on the side of the smaller genera. Moreover, the species of the large genera which present any varieties, invariably present a larger average number of varieties than do the species of the small genera. Both these results follow when another division is made, and when all the least genera, with from only one to four species, are altogether excluded from the tables. These facts are of plain signification on the view that species are only strongly marked and permanent varieties; for wherever many species of the same genus have been formed, or where, if we may use the expression, the manufactory of species has been active, we ought generally to find the manufactory still in action, more especially as we have every reason to believe the process of manufacturing new species to be a slow one. And this certainly holds true if varieties be looked at as incipient species; for my tables clearly show, as a general rule, that, wherever many species of a genus have been formed, the species of that genus present a number of varieties, that is, of incipient species, beyond the average. It is not that all large genera are now varying much, and are thus increasing in the number of their species, or that no small genera are now varying and increasing; for if this had been so, it would have been fatal to my theory; inasmuch as geology plainly tells us that small genera have in the lapse of time often increased greatly in size; and that large genera have often come to their maxima, declined, and disappeared. All that we want to show is, that where many species of a genus have been formed, on an average many are still forming; and this certainly holds good.



Para probar la verdad de esta idea que anticipo he ordenado las plantas de veinte países y los insectos coleópteros de dos regiones en dos grupos aproximadamente iguales, poniendo a un lado las especies de los géneros mayores y a otro las de los géneros menores, y esto ha demostrado siempre que en el lado de los géneros mayores era mayor el tanto por ciento de especies que presentaban variedades, que en el lado de los géneros menores. Además, las especies de los géneros grandes que presentan variedades presentan siempre un número relativo mayor de variedades, que las especies de los géneros pequeños. Ambos resultados subsisten cuando se hace otra división y cuando se excluyen por completo de los cuadros todos los géneros muy pequeños que sólo comprenden de una a cuatro especies. Estos hechos tienen clara significación en la hipótesis de que las especies son tan sólo variedades permanentes muy caracterizadas, pues dondequiera que se han formado muchas especies del mismo género, o donde -si se nos permite emplear la frase- la fabricación de especies ha sido muy activa, debemos, en general, encontrar todavía la fábrica en movimiento; tanto más, cuanto que tenemos todas las razones para suponer que el procedimiento de fabricación de las especies nuevas es un procedimiento lento. Y esto, ciertamente, resulta exacto si se consideran las variedades como especies incipientes,  pues mis cuadros muestran claramente, como regla general, que, siempre que muchas especies de un género se han formado, las especies de este género presentan un número de variedades, es decir , de especies incipientes, más allá de la media. No es que todos los géneros grandes están variando mucho, y va en aumento el número de sus especies, o que ningún genero pequeño son ahora varíe y aumente, porque si esto hubiera sido así, hubiera sido fatal para mi teoría; en la medida en que la geología nos dice claramente que los géneros pequeños, en el transcurso del tiempo a menudo han aumentado considerablemente de tamaño, y que géneros grandes a menudo han llegado a su máximo, declinan, y desaparecen. Todo lo que queremos demostrar es que cuando de un género se han formado muchas especies, en promedio muchas se siguen formando, y esto ciertamente es válido.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Disparatado razonamiento en el septuagésimo octavo párrafo de El Origen de las Especies



El autor sigue discutiendo consigo mismo, boxeando con su sombra,   y sus textos reflejan una pugna interior entre la ciencia y la fe que habitualmente el mundo académico habría rechazado, pero que en este caso excepcional, aceptó de buen grado. ¿Por qué? Por la exaltación de la competición que traía consigo y que era lo que en realidad interesaba. No la ciencia.







78.

From looking at species as only strongly marked and well-defined varieties, I was led to anticipate that the species of the larger genera in each country would oftener present varieties, than the species of the smaller genera; for wherever many closely related species (i.e., species of the same genus) have been formed, many varieties or incipient species ought, as a general rule, to be now forming. Where many large trees grow, we expect to find saplings. Where many species of a genus have been formed through variation, circumstances have been favourable for variation; and hence we might expect that the circumstances would generally still be favourable to variation. On the other hand, if we look at each species as a special act of creation, there is no apparent reason why more varieties should occur in a group having many species, than in one having few.



El considerar las especies tan sólo como variedades bien definidas y muy caracterizadas me llevó a anticipar que las especies de los géneros mayores en cada país presentarían con más frecuencia variedades que las especies de los géneros menores, pues dondequiera que se hayan formado muchas especies sumamente afines -es decir, especies del mismo género- deben, por regla general, estarse formando actualmente muchas variedades o especies incipientes. Donde crecen muchos árboles grandes esperamos encontrar retoños; donde se han formado por variación muchas especies de un género, las circunstancias han sido favorables para la variación, y, por consiguiente, podemos esperar que, en general, lo serán todavía. Por el contrario, si consideramos cada especie como un acto especial de creación, no aparece razón alguna para que se presenten más variedades en un grupo que tenga muchas especies que en otro que tenga pocas.

martes, 2 de octubre de 2012

Falacia y falta de ejemplos en el septuagésimo séptimo párrafo de El Origen de las Especies





El autor sigue aquí hablando sobre unas tablas que no ha presentado a las que aquí se refiere como my tables. La lectura se hace tediosa al no disponer de esas tablas ni conocer su contenido.  Por otra parte el contenido del párrafo tiene un cierto aire de falacia, como perogrullesco......Resulta  increíble que esto haya podido ser publicado en  libro de tan gran difusión….



SPECIES OF THE LARGER GENERA IN EACH COUNTRY VARY MORE FREQUENTLY THAN THE SPECIES OF THE SMALLER GENERA.



77.

If the plants inhabiting a country as described in any Flora, be divided into two equal masses, all those in the larger genera (i.e., those including many species) being placed on one side, and all those in the smaller genera on the other side, the former will be found to include a somewhat larger number of the very common and much diffused or dominant species. This might have been anticipated, for the mere fact of many species of the same genus inhabiting any country, shows that there is something in the organic or inorganic conditions of that country favourable to the genus; and, consequently, we might have expected to have found in the larger genera, or those including many species, a larger proportional number of dominant species. But so many causes tend to obscure this result, that I am surprised that my tables show even a small majority on the side of the larger genera. I will here allude to only two causes of obscurity. Fresh water and salt-loving plants generally have very wide ranges and are much diffused, but this seems to be connected with the nature of the stations inhabited by them, and has little or no relation to the size of the genera to which the species belong. Again, plants low in the scale of organisation are generally much more widely diffused than plants higher in the scale; and here again there is no close relation to the size of the genera. The cause of lowly-organised plants ranging widely will be discussed in our chapter on Geographical Distribution.



Si las plantas que viven en un país, según aparecen descritas en una flora, se dividen en dos grupos iguales, colocando a un lado todas las de los géneros mayores -esto es, los que contienen más especies- y a otro lado todas las de los géneros menores, se verá que el primer grupo comprende un número algo mayor de especies comunísimas y muy difundidas, o especies predominantes. Esto podía haber sido ya previsto, pues el mero hecho de que muchas especies del mismo género vivan en un país demuestra que en las condiciones orgánicas e inorgánicas de aquel país existe algo favorable para el género, y, por consiguiente, podíamos haber esperado encontrar en los géneros mayores -o que comprenden más especies- un número relativo mayor de especies predominantes. Pero son tantas las causas que tienden a obscurecer el resultado, que estoy sorprendido de que mis tablas muestren siquiera una pequeña mayoría del lado de los géneros mayores. Me referiré aquí a dos causas sólo de obscuridad. Las plantas de agua dulce y las halófilas están generalmente muy extendidas y muy difundidas; pero esto parece estar relacionado con la naturaleza de los lugares en que viven y tienen poca o ninguna relación con la magnitud de los géneros a que pertenecen las especies. Además, los vegetales inferiores en la escala de la organización están, en general, mucho más difundidos que las plantas superiores, y en este caso, además, no hay relación inmediata con el tamaño del género. La causa de las plantas inferiores de amplia distribución se discutirá ampliamente en el capítulo sobre distribución geográfica.

lunes, 1 de octubre de 2012

Vuelve Alphonse de Candolle y vamos introduciendo ya el término lucha (struggle) en el septuagésimo sexto párrafo de El Origen de las Especies





Incapaz de imaginarse que una variedad, una especie o un conjunto de individuos puedan existir por otro motivo que no sea la lucha por la existencia, el autor está impaciente por introducir ya un  tema que bien poco tiene que ver con la variación en la naturaleza y que será desarrollado ampliamente en el capítulo siguiente.

Cuando el estudio de la granja se ha revelado insuficiente para explicar la formación de una especie y la formación del autor como naturalista escasa  para abordar la variación en la naturaleza,  entonces va llegando la hora de buscar nuevos argumentos. Pronto un capítulo será dedicado a la Lucha por la Existencia, tema favorito que el autor está impaciente por introducir. Así, en este párrafo damos una temprana bienvenida a tal concepto: inútil para la comprensión de la variación en la naturaleza y más inútil todavía para entender la formación de una especie: El viejo Polemos de Heráclito. El combate. La lucha. Protagonista, si ha de serlo de algo, de toda la vida entera y de la dinámica del universo; pero no especialmente  de la formación de las especies.

Curioso modo de interpretar la naturaleza.  Posible, si.  Más no científico.  La lucha, la competicion, partiendo de la economía, en donde ocupan un lugar de privilegio, atraviesan la biología en esta obra (OSMNS) y se constituyen mediante tal asalto como base y paradigma de la ciencia moderna.  ¿Las causas?

La primera,  la propia estructura de la ciencia moderna basada en sí misma en la competición y la necesidad de financiación: Non pecuniam, non ideas.

La segunda, los intereses de  los beneficiarios de una tal visión:  Sectores organizados de la Ciencia y de la sociedad, determinados grupos editoriales o  académicos,….la obra OSMNS es un regalo de determinados sectores de la ciencia (pseudociencia) para todos aquellos interesados en fomentar la competición desde Darwin, quienes vienen diciendo: La vida es lucha, la vida es competición, nos lo enseña la biología. Cuando precisamente la biología nos enseña esto, que lo tiene bien aprendido de la economía,  porque los propios intereses de quienes la rigen, nos lo llevan imponiendo durante más de ciento cincuenta años.

Semejante visión se ha impuesto y manda. Todo el panorama de la biología consiste en ver ataques y defensas por doquier, en investigar  luchas y competiciones. Una variedad, nos dice el autor en este párrafo, tiene necesariamente que luchar con los otros habitantes de su pais.  Si no lo ven, vayan creyéndolo:



como las variedades, para hacerse en algún modo permanentes,  necesariamente tienen que luchar con los otros habitantes de su país,

(varieties, in order to become in any degree permanent, necessarily have to struggle with the other inhabitants of the country,



Pero,...¿ quién ha visto jamás luchar entre sí a dos plantas?, ¿Quién en su sano juicio puede aportar una prueba de que una sola característica sea, en la naturaleza, producto de lucha alguna?


La lucha en la naturaleza se asume así, a priori,  no sólo como algo existente por doquier, sino como su fundamento. Pero... ¿Con quién habrían luchado los tipos y variedades de roble que de Candolle nos presentaba dos párrafos atrás?, ¿A qué otros individuos, variedades o especies han derrotado en su lucha?  ¿Cómo se prepararán los retoños de roble, guerreros combatientes para una nueva lucha?

¿Dónde está la lucha? ¿Dónde la competición? Arraigadas en una costumbre de oscuros orígenes. Pero....

¿Alguna vez alguien fue capaz de discutir una costumbre establecida ya como fundamento de la razón?



76.

Alphonse de Candolle and others have shown that plants which have very wide ranges generally present varieties; and this might have been expected, as they are exposed to diverse physical conditions, and as they come into competition (which, as we shall hereafter see, is a far more important circumstance) with different sets of organic beings. But my tables further show that, in any limited country, the species which are the most common, that is abound most in individuals, and the species which are most widely diffused within their own country (and this is a different consideration from wide range, and to a certain extent from commonness), oftenest give rise to varieties sufficiently well-marked to have been recorded in botanical works. Hence it is the most flourishing, or, as they may be called, the dominant species—those which range widely, are the most diffused in their own country, and are the most numerous in individuals—which oftenest produce well-marked varieties, or, as I consider them, incipient species. And this, perhaps, might have been anticipated; for, as varieties, in order to become in any degree permanent, necessarily have to struggle with the other inhabitants of the country, the species which are already dominant will be the most likely to yield offspring, which, though in some slight degree modified, still inherit those advantages that enabled their parents to become dominant over their compatriots. In these remarks on predominence, it should be understood that reference is made only to the forms which come into competition with each other, and more especially to the members of the same genus or class having nearly similar habits of life. With respect to the number of individuals or commonness of species, the comparison of course relates only to the members of the same group. One of the higher plants may be said to be dominant if it be more numerous in individuals and more widely diffused than the other plants of the same country, which live under nearly the same conditions. A plant of this kind is not the less dominant because some conferva inhabiting the water or some parasitic fungus is infinitely more numerous in individuals, and more widely diffused. But if the conferva or parasitic fungus exceeds its allies in the above respects, it will then be dominant within its own class.



Alphonse de Candolle y otros han demostrado que las plantas que tienen una gran dispersión presentan generalmente variedades, lo que podía ya esperarse por estar expuestas a diferentes condiciones físicas y porque entran en competencia con diferentes conjuntos de seres orgánicos, lo cual, como veremos después, es una circunstancia tanto o más importante. Pero mis tablas muestran además que en todo país limitado las especies que son más comunes -esto es, más abundantes en individuos- y las especies muy difundidas dentro del mismo país -y éste es un concepto diferente de ocupar mucha extensión y, hasta cierto punto, de ser común- son las que con más frecuencia originan variedades lo suficientemente caracterizadas para ser registradas en las obras de botánica. De aquí el que las especies más florecientes o, como pueden llamarse, especies predominantes -las que ocupan mayor extensión, son las más difundidas en su propio país y las más numerosas en individuos- sean las que con más frecuencia producen variedades bien caracterizadas o, como yo las considero, especies incipientes. Y esto podría quizá haber sido previsto; pues como las variedades, para hacerse en algún modo permanentes, necesariamente tienen que luchar con los otros habitantes de su país, las especies que son ya predominantes serán las más aptas para producir descendientes, los cuales, aunque modificados sólo en muy débil grado, heredan, sin embargo, las ventajas que permitieron a sus padres convertirse en dominantes sobre sus compatriotas. En estas observaciones sobre predominancia, debe entenderse que se hace referencia únicamente a las formas que entran en competencia unas con otras, y más especialmente a los miembros de un mismo género o de clase que tienen costumbres casi semejantes de la vida. Con respecto al número de individuos o la vulgaridad de las especies, la comparación, por supuesto, se refiere únicamente a los miembros del mismo grupo. Una de las plantas superiores se puede decir que sea dominante si es más numerosa y más ampliamente difundida en los individuos que las otras plantas del mismo país, que viven casi en las mismas condiciones. Una planta de este tipo no será menos dominante porque algunos Conferva que habitan en el agua o algún hongo parásito sean infinitamente más numerosos en sus individuos, y se difundieran más ampliamente. Pero si el hongo parásito o la Conferva supera a sus semejantes en los aspectos indicados, entonces será dominante dentro de su clase.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Contenido misterioso y desconcertante revela la falta de resultados en el septuagésimo quinto párrafo de El Origen de las Especies





WIDE-RANGING, MUCH DIFFUSED, AND COMMON SPECIES VARY MOST.

Comienza ahora una sección dedicada a la variación en especies muy difundidas. En el primer párrafo de ésta sección el autor menciona una tabla que ha debido de usar en sus investigaciones pero que no la presenta en su obra.



¿Qué dice éste párrafo? Analicémoslo en orden de aparición:



       
  1. El      autor primero creyó que algún resultado interesante se podría obtener en      relación con las especies que más varían, mediante el método de tabular      las variedades de algunas floras.

  2.    
  3. Mr.      H.C. Watson le dijo que la tarea era difícil. También Hooker le indicó lo      mismo en términos más duros.

  4.    
  5. El      asunto es desconcertante y no pueden evitarse las alusiones a la lucha por      la existencia.



En resumen: nos encontramos ante  un párrafo totalmente desprovisto de contenido e impublicable de no ser en las condiciones ventajosas en que publica nuestro autor.





75.

Guided by theoretical considerations, I thought that some interesting results might be obtained in regard to the nature and relations of the species which vary most, by tabulating all the varieties in several well-worked floras. At first this seemed a simple task; but Mr. H.C. Watson, to whom I am much indebted for valuable advice and assistance on this subject, soon convinced me that there were many difficulties, as did subsequently Dr. Hooker, even in stronger terms. I shall reserve for a future work the discussion of these difficulties, and the tables of the proportional numbers of the varying species. Dr. Hooker permits me to add that after having carefully read my manuscript, and examined the tables, he thinks that the following statements are fairly well established. The whole subject, however, treated as it necessarily here is with much brevity, is rather perplexing, and allusions cannot be avoided to the "struggle for existence," "divergence of character," and other questions, hereafter to be discussed.



Guiado por consideraciones teóricas, pensé que podrían obtenerse resultados interesantes respecto a la naturaleza y relaciones de las especies que más varían, formando listas de todas las variedades de diversas floras bien estudiadas. Al pronto parecía esto un trabajo sencillo; pero míster H. C. Watson, a quien estoy muy obligado por valiosos servicios y consejos sobre este asunto, me convenció en seguida de que había muchas dificultades, como también lo hizo después el doctor Hooker, todavía en términos más enérgicos. Reservaré para una obra futura la discusión de estas dificultades y los cuadros de los números proporcionales de las especies variables. El doctor Hooker me autoriza a añadir que, después de haber leído atentamente mi manuscrito y examinado los cuadros, cree que las siguientes conclusiones están bien e imparcialmente fundadas. Todo este asunto, sin embargo, tratado con mucha brevedad, como es aquí necesario, es algo desconcertante, y no pueden evitarse las alusiones a la lucha por la existencia, divergencia de caracteres y otras cuestiones que han de ser discutidas más adelante.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Charles Darwin contra el concepto de especie en el párrafo septuagésimo cuarto de El Origen de las Especies





El estilo del autor es verdaderamente curioso. Se extiende a menudo en largos párrafos para no decir nada y, de repente, introduce un párrafo breve en el que dice un disparate tremendo.

El párrafo septuagésimo cuarto es uno de éstos breves y desconcertantes párrafos de El origen. Para todos los naturalistas el concepto de especie es fundamental en la descripción de la naturaleza. Por muchos ejemplos y casos dudosos en los que un naturalista no sepa si dos individuos pertenecen o no  a la misma especie o son especies diferentes; por muchas y variadas dificultades que el zoólogo, el entomólogo o el botánico puedan encontrar en sus clasificaciones, constantemente recurrirán al concepto de especie porque es fundamental y así lo ha sido durante cientos de años. En la naturaleza no hay, al contrario que expone el autor, una gradación continuada, sino que los individuos pertenecen a especies.

La especie no sólo es, como dice aquí el autor, un grupo de individuos muy semejantes. Existe además el criterio de reproducción. Los individuos de una especie pueden reproducirse entre sí. Es un criterio   que nos indica que entre las células de individuos de la misma especie hay determinado nivel de compatibilidad basado en homología genética y cromosómica. En esto difiere, el concepto de especie del de variedad. Sean cuales fuesen las consideraciones del autor, el concepto de especie se basa en una realidad insoslayable.







74.

From these remarks it will be seen that I look at the term species as one arbitrarily given, for the sake of convenience, to a set of individuals closely resembling each other, and that it does not essentially differ from the term variety, which is given to less distinct and more fluctuating forms. The term variety, again, in comparison with mere individual differences, is also applied arbitrarily, for convenience sake.







Por estas observaciones se verá que considero la palabra especie como dada arbitrariamente, por razón de conveniencia, a un grupo de individuos muy semejantes y que no difiere esencialmente de la palabra variedad, que se da a formas menos precisas y más fluctuantes. A su vez, la palabra variedad, en comparación con meras diferencias individuales, se aplica también arbitrariamente por razón de conveniencia.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Contradicción en el párrafo septuagésimo tercero de El Origen de las Especies





Así es como terminaba el párrafo anterior (72):

Una variedad bien caracterizada puede, por consiguiente, denominarse especie incipiente, y si esta suposición está o no justificada, debe ser juzgado por el peso de los diferentes hechos y consideraciones que se expondrán en toda esta obra.

Pero ahora éste (73) empieza así :

No es necesario suponer que todas las variedades o especies incipientes alcancen la categoría de especies.

Es decir que algunas especies incipientes no darán lugar a especies. Entonces,…¿Por qué llamarlas especies incipientes si no lo son?



El autor pretende quitar peso al concepto de especie y a tal fin va aportando aquí y allá, si no argumentos, si frases, construcciones verbales, juegos de palabras. En definitiva, confusión. Todos los ejemplos recopilados en este capítulo apuntan en esta dirección, pero si se hubiese molestado en juntar ejemplos para apoyar la idea contraria, es decir la importancia del concepto de especie, entonces no le habría bastado con un capítulo.   Por muchos ejemplos que junte  a favor o en contra hay un criterio: La reproducción. Las variedades pueden entrecruzarse, las especies, no.  Pero la variación en la naturaleza,  que es el tema del capítulo,  no debe limitarse a una discusión de la importancia o no de la especie. Además existen otras categorías taxonómicas bien definidas: El género, la familia, el orden la clase y el Philum. Louis Agassiz, contemporáneo de Darwin, se había preocupado seriamente por estas categorías en un trabajo riguroso, científico y metódico del que no se han editado ni la milésima parte de la cantidad de los ejemplares de OSMNS: Essay on Classification. En el Essay, Agassiz expresaba su opinión limpiamente, sin los ambages característicos de Darwin. Decía:



I confess that this question as to the nature and foundation of our scientific classifications appears to me to have the deepest importance





73.

It need not be supposed that all varieties or incipient species attain the rank of species. They may become extinct, or they may endure as varieties for very long periods, as has been shown to be the case by Mr. Wollaston with the varieties of certain fossil land-shells in Madeira, and with plants by Gaston de Saporta. If a variety were to flourish so as to exceed in numbers the parent species, it would then rank as the species, and the species as the variety; or it might come to supplant and exterminate the parent species; or both might co-exist, and both rank as independent species. But we shall hereafter return to this subject.



No es necesario suponer que todas las variedades o especies incipientes alcancen la categoría de especies. Pueden extinguirse o pueden continuar como variedades durante larguísimos períodos, como míster Wollaston ha demostrado que ocurre en las variedades de ciertos moluscos terrestres fósiles de la isla de la Madera, y Gaston de Saporta en los vegetales. Si una variedad llegase a florecer de tal modo que excediese en número a la especie madre, aquélla se clasificaría como especie y la especie como variedad; y podría llegar a suplantar y exterminar la especie madre, o ambas podrían coexistir y ambas se clasificarían como especies independientes. Pero más adelante insistiremos sobre este asunto.

jueves, 27 de septiembre de 2012

El error crece y se mezcla con la herencia de caracteres adquiridos y la selección natural en el párrafo septuagésimo segundo de El Origen de las Especies





Al error que el autor había introducido peligrosamente en el párrafo anterior, es decir,  que en la naturaleza existe una gradación y que las diferencias entre especies son diferencias graduales del mismo género que las diferencias entre variedades o entre individuos, vienen ahora a  sumarse nuevos problemas:



       
  1. I look at individual   differences, dice el autor. Pero de nada sirve mirar a diferencias      individuales si se quiere estudiar la transformación de las especies. En      cada especie hay miles de diferencias individuales sin importancia a tal efecto.

  2.    
  3. As being the first step towards  such slight varieties, sigue diciendo. De ninguna manera.  Las diferencias individuales no tienen  porque ser paso hacia las variedades.

  4.    
  5. I look at varieties which are   in any degree more distinct and permanent, as steps toward more strongly  marked and permanent varieties. Incorrecto. No todas las variedades      son pasos hacia variedades más marcadas ni permanentes. No todas las      variedades permanentes son intermedios hacia especies. El autor debería      aportar pruebas de lo que dice.



El carácter acumulativo de la selección natural queda pendiente para explicación posterior en frase ya familiar de sus lectores (hereafter be explained), en la que el autor vuelve a prometer lo que nunca llegará:

the passage from one stage of difference to another may be safely  attributed to the cumulative action of natural selection, hereafter to  be explained

Así va la lectura: girando sobre sí misma una y otra vez  para volver siempre al  mismo punto.  Volviendo a remitirnos a una explicación futura que nunca llega, se acumula ahora este hipotético carácter acumulativo  a otras explicaciones pendientes en relación con el disparate de la selección natural.









La idiosincrasia del autor resplandece en los finales de párafo. Ya hemos visto algunos ejemplos de ambigüedad. Este es buena muestra de confusión:



A well-marked variety may therefore be called an incipient species; but whether this belief is justifiable must be judged by the weight of the various facts and considerations to be given throughout this work.



(Una variedad bien caracterizada puede, por consiguiente, denominarse especie incipiente, y si esta suposición está o no justificada, debe ser juzgado por el peso de los diferentes hechos y consideraciones que se expondrán en toda esta obra).

Tal creencia no es justificada ni justificable en éste momento de la  lectura, ya veremos si lo es más adelante. Sospechamos que tampoco,…











72.

Hence I look at individual differences, though of small interest to the systematist, as of the highest importance for us, as being the first step towards such slight varieties as are barely thought worth recording in works on natural history. And I look at varieties which are in any degree more distinct and permanent, as steps toward more strongly marked and permanent varieties; and at the latter, as leading to sub-species, and then to species. The passage from one stage of difference to another may, in many cases, be the simple result of the nature of the organism and of the different physical conditions to which it has long been exposed; but with respect to the more important and adaptive characters, the passage from one stage of difference to another may be safely attributed to the cumulative action of natural selection, hereafter to be explained, and to the effects of the increased use or disuse of parts. A well-marked variety may therefore be called an incipient species; but whether this belief is justifiable must be judged by the weight of the various facts and considerations to be given throughout this work.



De aquí que yo considere las diferencias individuales, a pesar de su pequeño interés para el clasificador, como de la mayor importancia para nosotros, por ser los primeros pasos hacia aquellas variedades que apenas se las considera dignas de ser consignadas en las obras de Historia Natural. Y considero yo las variedades que son en algún modo más distintas y permanentes como pasos hacia variedades más intensamente caracterizadas y permanentes, y estas últimas como conduciendo a las subespecies y luego a las especies. El tránsito de un grado de diferencia a otro puede ser en muchos casos el simple resultado de la naturaleza del organismo y de las diferentes condiciones físicas a que haya estado expuesto largo tiempo; pero, por lo que se refiere a los caracteres más importantes de adaptación, el paso de un grado de diferencia a otro puede atribuirse seguramente a la acción acumulativa de la selección natural, que se explicará más adelante, y a los resultados del creciente uso o desuso de los órganos. Una variedad bien caracterizada puede, por consiguiente, denominarse especie incipiente, y si esta suposición está o no justificada, debe ser juzgado por el peso de los diferentes hechos y consideraciones que se expondrán en toda esta obra.



miércoles, 26 de septiembre de 2012

Error grave y contaminación mental en el párrafo septuagésimo primero de El Origen de las Especies



Lo mismo que constantemente el autor pasa de la granja a la naturaleza, también salta arbitrariamente de una situación teórica a una real. Para un científico es importante distinguir entre ambas y no hacerlo tiene sus riesgos. Así, tal indeterminación le lleva a errores como el que se condensa en el breve párrafo que hace el número septuagésimo primero. Si el autor quiere referirse a la compleja situación que existe en la naturaleza, cierto es que hay casos dudosos en los que no sabremos si debemos clasificar como especies distintas o variedades. A tal fin, hay criterios, aplicables después de cierto trabajo de tal manera que,  no necesariamente ha de existir siempre la confusión que el autor pretende.  Al contrario de lo que indica este autor subversivo para la taxonomía, sí que se ha trazado una línea fija de demarcación entre especies y subespecies: Si los individuos pueden reproducirse entre sí, nos encontramos con individuos de la misma especie.



Haya muchos o pocos casos difíciles, lo importante es que, al contrario de lo que indica el autor en este párrafo, si que existe un criterio de discontinuidad. No hay una serie continua y la mente no debe dejarse contaminar por falsas ideas. Las especies son una realidad muy importante en la naturaleza, al igual que en las granjas. Las diferencias, al contrario de lo que el autor indica, son notables y el tránsito no es gradual.









71.

Certainly no clear line of demarcation has as yet been drawn between species and sub-species—that is, the forms which in the opinion of some naturalists come very near to, but do not quite arrive at, the rank of species; or, again, between sub-species and well-marked varieties, or between lesser varieties and individual differences. These differences blend into each other by an insensible series; and a series impresses the mind with the idea of an actual passage.



Indudablemente, no se ha trazado todavía una línea clara de demarcación entre especies y subespecies -o sean las formas que, en opinión de algunos naturalistas, se acercan mucho, aunque no llegan completamente, a la categoría de especies-, ni tampoco entre subespecies y variedades bien caracterizadas, o entre variedades menores y diferencias individuales. Estas diferencias pasan de unas a otras, formando una serie continua, y una serie imprime en la mente la idea de un paso real.



Imagen de Percrucem and lucem

martes, 25 de septiembre de 2012

Consejos a un joven naturalista en el párrafo septuagésimo de El origen de las Especies



Nos sorprenden  ahora los consejos a un joven naturalista por parte del autor, alguien  con una experiencia tan poco ortodoxa en la materia y que nunca había estado integrado en institución universitaria ni había tenido a su cargo disciplina académica alguna. La conclusión es demasiado explícita:



and his difficulties will rise to a climax.





sus dificultades se elevarán a un clímax.



No tanto, pensamos. La ciencia de la taxonomía ha funcionado durante muchos años antes de que el autor publique sus especulaciones y puede soportar infinidad de recopilaciones de casos dudosos, realizadas por naturalistas aficionados.

A diferencia de los consejos que aquí indica el autor, me permito dar otros consejos diferentes al joven naturalista: Lea algún tratado de taxonomía. Lea la obra de Agassiz, por ejemplo, quien, mientras Darwin escribía esta charlatanería (OSMNS) se preocupaba cuidadosamente de investigar en la historia el significado de las categorías taxonómicas: ¿qué es un género?, ¿Qué es una familia?, ¿Qué es un Orden? y ¿Qué es una clase?. De tal modo que hasta un filósofo y lingüista, Charles Sanders Peirce fue influido por los escritos de Agassiz.........





70.

When a young naturalist commences the study of a group of organisms quite unknown to him he is at first much perplexed in determining what differences to consider as specific and what as varietal; for he knows nothing of the amount and kind of variation to which the group is subject; and this shows, at least, how very generally there is some variation. But if he confine his attention to one class within one country he will soon make up his mind how to rank most of the doubtful forms. His general tendency will be to make many species, for he will become impressed, just like the pigeon or poultry fancier before alluded to, with the amount of difference in the forms which he is continually studying; and he has little general knowledge of analogical variation in other groups and in other countries by which to correct his first impressions. As he extends the range of his observations he will meet with more cases of difficulty; for he will encounter a greater number of closely-allied forms. But if his observations be widely extended he will in the end generally be able to make up his own mind; but he will succeed in this at the expense of admitting much variation, and the truth of this admission will often be disputed by other naturalists. When he comes to study allied forms brought from countries not now continuous, in which case he cannot hope to find intermediate links, he will be compelled to trust almost entirely to analogy, and his difficulties will rise to a climax.

70

Cuando un joven naturalista empieza el estudio de un grupo de organismos completamente desconocido para él, al principio vacila mucho en determinar qué diferencias ha de considerar como específicas y cuáles como de variedad, porque nada sabe acerca de la cantidad y modo de variación a que está sujeto el grupo, y esto muestra, por lo menos, cuán general es el que haya algo de variación; pero si limita su atención a una clase dentro de un país, formará pronto juicio sobre cómo ha de clasificar la mayor parte de las formas dudosas. Su tendencia general será hacer muchas especies, pues -lo mismo que el criador de palomas y aves de corral, de que antes se habló- llegaría a impresionarse por la diferencia que existe en las formas que está continuamente estudiando, y tiene poco conocimiento general de variaciones análogas en otros grupos o en otros países con el que poder corregir sus primeras impresiones. A medida que extienda el campo de sus observaciones tropezará con nuevos casos dificultosos, pues encontrará mayor número de formas sumamente afines; pero si sus observaciones se extienden mucho podrá generalmente realizar por fin su idea, mas esto lo conseguirá a costa de admitir mucha variación, y la realidad de esta admisión será muchas veces discutida por otros naturalistas. Cuando llega a estudiar formas afines traídas de países no continuos, en cuyo caso no puede esperar encontrar intermediarios, se verá obligado a confiar casi en su totalidad a la analogía, y sus dificultades se elevará a un clímax.