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viernes, 31 de agosto de 2012

Conclusión errónea y fin del primer capítulo en el quincuagésimo sexto párrafo de El Origen de las Especies






To sum up on the origin of our domestic races of animals and plants,

comienza intempestivamente éste párrafo. Pero,….¿Qué puede decir el autor para resumir éste primer capítulo acerca del origen de nuestras razas domésticas de animales y plantas? Poco que no sea lo que todo el mundo sabe: Que todas y cada una de las variedades y razas domésticas proceden de especies naturales a las cuales pertenecen y que, por las condiciones de la vida en cautividad, así como por la consecuencia de los procesos de mejora genética (que no de selección),  muestran una gran diversidad, lo cual no implica que de una especie hayan surgido otras en cautividad, sino variaciones.



El error permanece en la conclusión final:



Over all these causes of change, the accumulative action of selection, whether applied methodically and quickly, or unconsciously and slowly, but more efficiently, seems to have been the predominant power.



Por encima de todas estas causas de cambio, la acción acumulada de la selección, ya aplicada metódica y activamente, ya inconsciente y lentamente, pero con más eficacia, parece haber sido la fuerza predominante.





Y esto es falso por dos razones. Primero,  no hay selección inconsciente. Segundo no se trata de acción acumulada de la selección sino de mejora.









To sum up on the origin of our domestic races of animals and plants. Changed conditions of life are of the highest importance in causing variability, both by acting directly on the organisation, and indirectly by affecting the reproductive system. It is not probable that variability is an inherent and necessary contingent, under all circumstances. The greater or less force of inheritance and reversion determine whether variations shall endure. Variability is governed by many unknown laws, of which correlated growth is probably the most important. Something, but how much we do not know, may be attributed to the definite action of the conditions of life. Some, perhaps a great, effect may be attributed to the increased use or disuse of parts. The final result is thus rendered infinitely complex. In some cases the intercrossing of aboriginally distinct species appears to have played an important part in the origin of our breeds. When several breeds have once been formed in any country, their occasional intercrossing, with the aid of selection, has, no doubt, largely aided in the formation of new sub-breeds; but the importance of crossing has been much exaggerated, both in regard to animals and to those plants which are propagated by seed. With plants which are temporarily propagated by cuttings, buds, etc., the importance of crossing is immense; for the cultivator may here disregard the extreme variability both of hybrids and of mongrels, and the sterility of hybrids; but plants not propagated by seed are of little importance to us, for their endurance is only temporary. Over all these causes of change, the accumulative action of selection, whether applied methodically and quickly, or unconsciously and slowly, but more efficiently, seems to have been the predominant power.









Resumamos lo dicho acerca del origen de las razas domésticas de animales y plantas. El cambio de condiciones de vida es de suma importancia en la producción de la variabilidad, tanto actuando directamente sobre el organismo como indirectamente influyendo en el aparato reproductor. No es probable que la variabilidad sea una contingencia inherente y necesaria en todas las circunstancias. La fuerza mayor o menor de la herencia y reversión determinan qué variaciones serán duraderas. La variabilidad está regida por muchas leyes desconocidas, de las cuales la del crecimiento correlativo es probablemente la más importante. Algo -cuánto, no lo sabemos- puede atribuirse a la acción determinada de las condiciones de vida. Algún efecto -quizá grande- puede atribuirse al creciente uso o desuso de los diversos órganos. El resultado final se hace así infinitamente complejo. En muchos casos, el cruzamiento de especies primitivamente distintas parece haber representado un papel importante en el origen de nuestras razas. Una vez que en un país se han formado diferentes razas, su cruzamiento casual, con ayuda de la selección, ha ayudado, sin duda, mucho a la formación de nuevas sub-razas; pero se ha exagerado mucho la importancia del cruzamiento, tanto por lo que toca a los animales como respecto a aquellas plantas que se propagan por semillas. En las plantas que se propagan temporalmente por esquejes, injertos, etc., es inmensa la importancia del cruzamiento, pues el cultivador puede en este caso desatender la extrema variabilidad, tanto de los híbridos como de los mestizos, y la esterilidad de los híbridos; pero las plantas que no se propagan por semillas son de poca importancia para nosotros, pues su duración es sólo temporal. Por encima de todas estas causas de cambio, la acción acumulada de la selección, ya aplicada metódica y activamente, ya inconsciente y lentamente, pero con más eficacia, parece haber sido la fuerza predominante.





jueves, 30 de agosto de 2012

Predicciones temerarias (rash) en el quincuagésimo quinto párrafo de El Origen de las Especies

  En su intento de tomar a la granja como modelo para el estudio de la naturaleza, el autor intenta disimular que la vida en cautividad es muy diferente y, entre otras cosas, permite una mayor variación en los caracteres que no son vitales y por eso llega a decir:   pero lo que nos interesa es que las variedades domésticas de la misma especie difieren entre sí en casi todos los caracteres a que el hombre ha prestado atención y que ha seleccionado más de lo que difieren las distintas especies de los mismos géneros.   Habría que ver si ésto se cumple en todos los casos. Seguramente no. Pero sin duda la variación en caracteres tales como el color del pelo, el peso o la velocidad es muy grande en variedades domésticas. Prueba evidente de que las condiciones de domesticidad son diferentes de la vida en la naturaleza.   Lo mismo ocurre con las semillas:   , the seeds of the different varieties of the bean or maize probably differ more in size than do the seeds of the distinct species in any one genus in the same two families.   Esto es también posible, o como dice el autor: probably. Habría que comprobarlo y demostrarlo ya que este tipo de afirmaciones infundadas ni son ciencia hoy ni lo eran hace ciento cincuenta años. Por el contrario, la ciencia consiste en otro tipo de afirmaciones consecuencia de muchas observaciones y datos.   Así, por lo tanto, utilizaremos aquí el adjetivo rash (imprudente, temerario), que el autor aplica a aserciones anónimas, para aplicarlo a las suyas propias.      


 Some authors have maintained that the amount of variation in our domestic productions is soon reached, and can never afterward be exceeded. It would be somewhat rash to assert that the limit has been attained in any one case; for almost all our animals and plants have been greatly improved in many ways within a recent period; and this implies variation. It would be equally rash to assert that characters now increased to their utmost limit, could not, after remaining fixed for many centuries, again vary under new conditions of life. No doubt, as Mr. Wallace has remarked with much truth, a limit will be at last reached. For instance, there must be a limit to the fleetness of any terrestrial animal, as this will be determined by the friction to be overcome, the weight of the body to be carried, and the power of contraction in the muscular fibres. But what concerns us is that the domestic varieties of the same species differ from each other in almost every character, which man has attended to and selected, more than do the distinct species of the same genera. Isidore Geoffroy St. Hilaire has proved this in regard to size, and so it is with colour, and probably with the length of hair. With respect to fleetness, which depends on many bodily characters, Eclipse was far fleeter, and a dray-horse is comparably stronger, than any two natural species belonging to the same genus. So with plants, the seeds of the different varieties of the bean or maize probably differ more in size than do the seeds of the distinct species in any one genus in the same two families. The same remark holds good in regard to the fruit of the several varieties of the plum, and still more strongly with the melon, as well as in many other analogous cases.    



 Algunos autores han sostenido que, en nuestras producciones domésticas, pronto se llega al total de variación, y que éste no puede después, de ningún modo, ser rebasado. Sería algo temerario afirmar que en algún caso se ha llegado al límite, pues casi todos nuestros animales y plantas han sido muy mejorados en distintos aspectos dentro de un período reciente, y esto significa variación. Sería igualmente temerario afirmar que caracteres aumentados actualmente hasta su límite usual no puedan, después de permanecer fijos durante muchos siglos, variar de nuevo en nuevas condiciones de vida. Indudablemente, como mister Wallace ha hecho observar con mucha verdad, un límite será al fin alcanzado; por ejemplo: ha de haber un límite para la velocidad de todo animal terrestre, pues estará determinado por el rozamiento que tiene que vencer, el peso del cuerpo que tiene que llevar y la facultad de contracción en las fibras musculares; pero lo que nos interesa es que las variedades domésticas de la misma especie difieren entre sí en casi todos los caracteres a que el hombre ha prestado atención y que ha seleccionado más de lo que difieren las distintas especies de los mismos géneros. Isidore Geoffroy Saint-Hilaire ha demostrado esto en cuanto al peso, y lo mismo ocurre con el color y, probablemente, con la longitud del pelo. Por lo que se refiere a la velocidad, que depende de muchos caracteres del cuerpo, Eclipse fue mucho más veloz, y un caballo de tiro pesado es incomparablemente más fuerte que cualesquiera dos especies naturales pertenecientes al mismo género. De igual modo, en las plantas, las semillas de las diferentes variedades de la judía o del maíz probablemente difieren más en tamaño que las semillas de distintas especies de cualquier género de las dos mismas familias. La misma observación puede hacerse respecto al fruto de las diferentes variedades del ciruelo y, todavía con mayor motivo, para el melón, lo mismo que en muchos otros casos análogos.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Curiosa explicación de la ausencia de razas del gato doméstico en el quincuagésimo cuarto párrafo de El Origen de las Especies

  Para no variar y siguiendo la norma de todo el capítulo, el autor confunde de nuevo selección con mejora, selection con breeding: Y así cuando dice:   Aun cuando no dudo que unos animales domésticos varían menos que otros, sin embargo, la escasez o ausencia de razas distintas del gato, del asno, pavo real, del ganso, etc., puede atribuirse, en gran parte, a que no se ha puesto en juego la selección: en los gatos, por la dificultad de aparearlos…………… Porque lo que no se ha debido de poner en juego, según la opinión del autor, es un programa de mejora, del cual la selección sería parte.   Pero…..¿Acaso no existían razas de gatos en la Inglaterra victoriana? , ¿No trata el mismo autor del gato de Angora en su libro titulado The Variation of Animals and Plants Under Domestication?   ¿De dónde ha sacado el autor esta información tan curiosa?: la escasez o ausencia de razas distintas del gato, del asno, pavo real, del ganso, etc., puede atribuirse, en gran parte, a que no se ha puesto en juego la selección   ¿Y esta otra que tanto indica acerca del concepto que tiene de esos "otros paises" ?:   los gatos, por sus costumbres de vagar de noche, no pueden ser apareados fácilmente, y, aunque tan estimados por las mujeres y níños, rara vez vemos una raza distinta conservada mucho tiempo; las razas que vemos algunas veces son casi siempre importadas de otros países.        



 With animals, facility in preventing crosses is an important element in the formation of new races--at least, in a country which is already stocked with other races. In this respect enclosure of the land plays a part. Wandering savages or the inhabitants of open plains rarely possess more than one breed of the same species. Pigeons can be mated for life, and this is a great convenience to the fancier, for thus many races may be improved and kept true, though mingled in the same aviary; and this circumstance must have largely favoured the formation of new breeds. Pigeons, I may add, can be propagated in great numbers and at a very quick rate, and inferior birds may be freely rejected, as when killed they serve for food. On the other hand, cats, from their nocturnal rambling habits, can not be easily matched, and, although so much valued by women and children, we rarely see a distinct breed long kept up; such breeds as we do sometimes see are almost always imported from some other country. Although I do not doubt that some domestic animals vary less than others, yet the rarity or absence of distinct breeds of the cat, the donkey, peacock, goose, etc., may be attributed in main part to selection not having been brought into play: in cats, from the difficulty in pairing them; in donkeys, from only a few being kept by poor people, and little attention paid to their breeding; for recently in certain parts of Spain and of the United States this animal has been surprisingly modified and improved by careful selection; in peacocks, from not being very easily reared and a large stock not kept; in geese, from being valuable only for two purposes, food and feathers, and more especially from no pleasure having been felt in the display of distinct breeds; but the goose, under the conditions to which it is exposed when domesticated, seems to have a singularly inflexible organisation, though it has varied to a slight extent, as I have elsewhere described.    



En los animales, la facilidad en evitar los cruzamientos es un importante elemento en la formación de nuevas razas; por lo menos, en un país que está ya provisto de otras. En este concepto, el aislamiento del país representa algún papel. Los salvajes errantes y los habitantes de llanuras abiertas rara vez poseen más de una raza de la misma especie. Las palomas pueden ser apareadas para toda su vida, y esto es una gran ventaja para el criador, pues así muchas razas pueden ser mejoradas y mantenidas puras, aunque estén mezcladas en el mismo palomar, y esta circunstancia debe de haber favorecido mucho la formación de nuevas razas. Las palomas, debo añadir, pueden propagarse mucho en número y en progresión rapidísima, y los ejemplares inferiores pueden rechazarse sin limitación, pues muertos sirven para alimento. Por otra parte, los gatos, por sus costumbres de vagar de noche, no pueden ser apareados fácilmente, y, aunque tan estimados por las mujeres y níños, rara vez vemos una raza distinta conservada mucho tiempo; las razas que vemos algunas veces son casi siempre importadas de otros países. Aun cuando no dudo que unos animales domésticos varían menos que otros, sin embargo, la escasez o ausencia de razas distintas del gato, del asno, pavo real, del ganso, etc., puede atribuirse, en gran parte, a que no se ha puesto en juego la selección: en los gatos, por la dificultad de aparearlos; en los asnos, porque los tiene sólo en corto número la gente pobre y se presta poca atención a su cría, pues recientemente, en algunas partes de España y de los Estados Unidos, este animal ha sido sorprendentemente modificado y mejorado mediante cuidadosa selección; en los pavos reales, porque no se crían muy fácilmente y no se tienen grandes cantidades; en los gansos, por ser estimados sólo para dos objetos, alimento y plumas, y especialmente por no haber sentido gusto en la exhibición de las distintas razas; y el ganso, en las condiciones a que está sometido cuando está domesticado, parece tener una organización singularmente inflexible, aunque ha variado en pequeña medida, como he descrito en otra parte.                               Imagen de Mundogatos

martes, 28 de agosto de 2012

Cuatro párrafos ricos en contradicción a partir del quincuagésimo tercero, cierran el primer capítulo de El Origen de las Especies

  Sigue el autor mostrando su confusión. Así cuando dice:   I will now say a few words on the circumstances, favourable or the reverse, to man's power of selection. Diré ahora algunas palabras sobre las circunstancias favorables o desfavorables al poder de selección del hombre.   No se refiere a selección sino a mejora (no a selection sino a breeding). De nada sirve que el ganadero elija los mejores progenitores, si el carácter seleccionado no es heredable. Así tampoco es exacto al decir:   A high degree of variability is obviously favourable. porque no es tan obvio que el resultado de un proceso de mejora sea siempre directamente proporcional al nivel de variabilidad del material de partida. Pueden darse casos de gran variabilidad que no incluya los caracteres deseados, y si la variedad ocurre en los caracteres deseados, eso no indica necesariamente que el programa funcionará, bien podría mantenerse una gran variabilidad después de seleccionar y cruzar entre sí a los individuos seleccionados. Por otra parte, pequeñas variaciones pueden ser el punto de partida para un proceso de mejora con buen rendimiento.   En la frase: as freely giving the materials for selection to work on Sobra el final. Lo correcto es decir:   as freely giving the materials for selection   La selección no trabaja, simplemente el ser humano selecciona.   Lo siguiente es expresión ambigua y sin valor alguno. Ejemplo de esa multitud tan abundante de frases que, en la presente obra, podrían eliminarse sin perder información, algunas por obvias, otras por absurdas, otras por falta de interés:   A large number of individuals of an animal or plant can be reared only where the conditions for its propagation are favourable. Un gran número de individuos de un animal o planta sólo puede criarse cuando las condiciones para su propagación sean favorables.     El contenido de las dos frases siguientes es confuso y contradictorio con la frase indicada arriba (A high degree of variability is obviously favourable). Por un lado dice:   I have seen it gravely remarked, that it was most fortunate that the strawberry began to vary just when gardeners began to attend to this plant. He visto señalado seriamente que fue una gran fortuna que la fresa empezase a variar precisamente cuando los hortelanos empezaron a prestar atención a esta planta.   Y por otro, a continuación:   No doubt the strawberry had always varied since it was cultivated, but the slight varieties had been neglected. Indudablemente, la fresa ha variado siempre desde que fue cultivada; pero las ligeras variaciones habían sido despreciadas   Según costumbre en esta obra, tan celebrada como poco rigurosa, las afirmaciones indicadas se hacen de manera gratuita, es decir sin ningún apoyo en datos experimentales ni referencia alguna a la bibliografía.    


I will now say a few words on the circumstances, favourable or the reverse, to man's power of selection. A high degree of variability is obviously favourable, as freely giving the materials for selection to work on; not that mere individual differences are not amply sufficient, with extreme care, to allow of the accumulation of a large amount of modification in almost any desired direction. But as variations manifestly useful or pleasing to man appear only occasionally, the chance of their appearance will be much increased by a large number of individuals being kept. Hence number is of the highest importance for success. On this principle Marshall formerly remarked, with respect to the sheep of part of Yorkshire, " As they generally belong to poor people, and are mostly IN SMALL LOTS, they never can be improved. " On the other hand, nurserymen, from keeping large stocks of the same plant, are generally far more successful than amateurs in raising new and valuable varieties. A large number of individuals of an animal or plant can be reared only where the conditions for its propagation are favourable. When the individuals are scanty all will be allowed to breed, whatever their quality may be, and this will effectually prevent selection. But probably the most important element is that the animal or plant should be so highly valued by man, that the closest attention is paid to even the slightest deviations in its qualities or structure. Unless such attention be paid nothing can be effected. I have seen it gravely remarked, that it was most fortunate that the strawberry began to vary just when gardeners began to attend to this plant. No doubt the strawberry had always varied since it was cultivated, but the slight varieties had been neglected. As soon, however, as gardeners picked out individual plants with slightly larger, earlier, or better fruit, and raised seedlings from them, and again picked out the best seedlings and bred from them, then (with some aid by crossing distinct species) those many admirable varieties of the strawberry were raised which have appeared during the last half-century.        


Diré ahora algunas palabras sobre las circunstancias favorables o desfavorables al poder de selección del hombre. Un grado elevado de variabilidad es evidentemente favorable, pues da sin limitación los materiales para que trabaje la selección; no es esto decir que simples diferencias individuales no sean lo bastante grandes para permitir, con sumo cuidado, que se acumule de una modificación muy intensa en casi todas las direcciones deseadas. Y como las variaciones manifiestamente útiles o agradables al hombre aparecen sólo de vez en cuando, las probabilidades de su aparición aumentarán mucho cuando se tenga un gran número de individuos; de aquí que el número sea de suma importancia para el éxito. Según este principio, Marshall observó anteriormente, por lo que se refiere a las ovejas de algunas comarcas de Yorkshire, que, «como generalmente pertenecen a gente pobre y están comúnmente en pequeños lotes, nunca pueden ser mejoradas». Por el contrario, los jardineros encargados de los semilleros, por tener grandes cantidades de la misma planta tienen generalmente mejor éxito que los aficionados al producir variedades nuevas y valiosas. Un gran número de individuos de un animal o planta sólo puede criarse cuando las condiciones para su propagación sean favorables. Cuando los individuos son escasos se les dejará a todos criar, cualquiera que sea su calidad, y esto impedirá de hecho la selección. Pero, probablemente, el elemento más importante es que el animal o planta sea tan estimado por el hombre, que se conceda la mayor atención aun a la más ligera variación en sus cualidades o estructura. Sin poner esta atención, nada puede hacerse. He visto señalado seriamente que fue una gran fortuna que la fresa empezase a variar precisamente cuando los hortelanos empezaron a prestar atención a esta planta. Indudablemente, la fresa ha variado siempre desde que fue cultivada; pero las ligeras variaciones habían sido despreciadas. Sin embargo, tan pronto como los hortelanos cogieron plantas determinadas con frutos ligeramente mayores, más precoces y mejores, y obtuvieron plantitas de ellos, y otra vez escogieron las mejores plantitas y sacaron descendencia de ellas, entonces -con alguna ayuda, mediante cruzamiento de especies distintas-, se originaron las numerosas y admirables variedades de fresa que han aparecido durante los últimos cincuenta años.        

lunes, 27 de agosto de 2012

Nada sabemos del origen de las variedades domésticas en el Quincuagésimo segundo párrafo de El Origen de las Especies

  Vuelve a aparecer aquí un fantasma semántico: el de la selección inconsciente, un procedimiento imposible, porque si hay selección, desde luego, ésta no es inconsciente. Si como resultado del proceso de mejora (Selección, cruzamiento, reproducción) obtenemos algún tipo de ventaja no buscada, esto no es resultado de la selección, sino consecuencia del proceso de mejora. Por eso acierta el autor al decir que apenas conocemos nada del origen o historia de ninguna de nuestras razas domésticas. Cierto y no sólo eso, tampoco conocemos casi nada del origen de las razas salvajes, ni del origen de las especies, ni podremos conocer nada de todo ello si empleamos el lenguaje con total arbitrariedad.  

 These views appear to explain what has sometimes been noticed, namely, that we know hardly anything about the origin or history of any of our domestic breeds. But, in fact, a breed, like a dialect of a language, can hardly be said to have a distinct origin. A man preserves and breeds from an individual with some slight deviation of structure, or takes more care than usual in matching his best animals, and thus improves them, and the improved animals slowly spread in the immediate neighbourhood. But they will as yet hardly have a distinct name, and from being only slightly valued, their history will have been disregarded. When further improved by the same slow and gradual process, they will spread more widely, and will be recognised as something distinct and valuable, and will then probably first receive a provincial name. In semi-civilised countries, with little free communication, the spreading of a new sub-breed will be a slow process. As soon as the points of value are once acknowledged, the principle, as I have called it, of unconscious selection will always tend--perhaps more at one period than at another, as the breed rises or falls in fashion--perhaps more in one district than in another, according to the state of civilisation of the inhabitants--slowly to add to the characteristic features of the breed, whatever they may be. But the chance will be infinitely small of any record having been preserved of such slow, varying, and insensible changes.      


 Esta opinión parece explicar lo que se ha indicado varias veces, o sea que apenas conocemos nada del origen o historia de ninguna de nuestras razas domésticas. Pero, de hecho, de una casta, como de un dialecto de una lengua, difícilmente puede decirse que tenga un origen definido. Alguien conserva un individuo con alguna diferencia de conformación y obtiene cría de él, o pone mayor cuidado que de ordinario en aparear sus mejores animales y así los perfecciona, y los animales perfeccionados se extienden lentamente por los alrededores inmediatos; pero difícilmente tendrán todavía un nombre distinto y, por no ser muy estimados, su historia habrá pasado inadvertida. Cuando mediante el mismo método, lento y gradual, hayan sido más mejorados, se extenderán más lejos y serán reconocidos como una cosa distinta y estimable, y recibirán entonces por vez primera un nombre regional. En países semicivilizados, de comunicación poco libre, la difusión de una nueva sub-raza sería un proceso lentísimo. Tan pronto como los rasgos característicos son conocidos, el principio, como lo he llamado yo, de la selección inconsciente tenderá siempre -quizá más en un período que en otro, según que la raza esté más o menos de moda; quizá más en una comarca que en otra, según el estado de civilización de los habitantes- a aumentar lentamente los rasgos característicos de la raza, cualesquiera que sean éstos. Pero serán infinitamente pequeñas las probabilidades de que se haya conservado alguna historia de estos cambios lentos, variantes e insensibles.    

domingo, 26 de agosto de 2012

Por grande que sea la habilidad del mejorador, nada puede frente a la tendencia conservadora en el ganso común en el párrafo quincuagésimo primero de El Origen de las Especies

  El autor admira la labor del mejorador, pero no se da cuenta de que el mejorador nada puede hacer si la especie en cuestión no tiene una predisposición para la mejora. Así en este párrafo menciona el ejemplo del ganso. El párrafo termina así:    

El ganso común no ha dado origen a ninguna variedad marcada; de aquí que la casta de Tolosa y la casta común, que difieren sólo en el color -el más fugaz de los caracteres-, han sido presentadas recientemente como distintas en nuestras exposiciones de aves de corral.  


 Nor let it be thought that some great deviation of structure would be necessary to catch the fancier's eye: he perceives extremely small differences, and it is in human nature to value any novelty, however slight, in one's own possession. Nor must the value which would formerly have been set on any slight differences in the individuals of the same species, be judged of by the value which is now set on them, after several breeds have fairly been established. It is known that with pigeons many slight variations now occasionally appear, but these are rejected as faults or deviations from the standard of perfection in each breed. The common goose has not given rise to any marked varieties; hence the Toulouse and the common breed, which differ only in colour, that most fleeting of characters, have lately been exhibited as distinct at our poultry-shows.    


Ni hay que creer tampoco que sería necesaria una gran divergencia de estructura para atraer la vista al criador de aves; éste percibe diferencias sumamente pequeñas, y está en la naturaleza humana el encapricharse con cualquiera novedad, por ligera que sea, en las cosas propias. Ni debe juzgarse el valor que se habría atribuido antiguamente a las ligeras diferencias entre los individuos de la misma especie por el valor que se les atribuye actualmente, después que han sido bien establecidas diversas razas. Es sabido que en las palomas aparecen actualmente muchas diferencias ligeras; pero éstas son rechazadas como defectos o como desviaciones del tipo de perfección de cada casta. El ganso común no ha dado origen a ninguna variedad marcada; de aquí que la casta de Tolosa y la casta común, que difieren sólo en el color -el más fugaz de los caracteres-, han sido presentadas recientemente como distintas en nuestras exposiciones de aves de corral.      

sábado, 25 de agosto de 2012

Una gran verdad entra en contradicción con otras cosas dichas antes y abre un debate en el quincuagésimo párrafo de El Origen de las Especies

  Dice el autor con gran acierto:   Man can hardly select, or only with much difficulty, any deviation of structure excepting such as is externally visible,……………. He can never act by selection, excepting on variations which are first given to him in some slight degree by nature  


El hombre apenas puede seleccionar o sólo puede hacerlo con mucha dificultad, alguna variación de conformación, excepto las que son exteriormente visibles, ….No puede nunca actuar mediante selección, excepto con variaciones que en algún grado le da la Naturaleza.


 Claro está que la capacidad de acción del hombre sobre la naturaleza está limitada por las propias leyes de la naturaleza. Esto ya lo había indicado el autor en el párrafo decimocuarto, en el que había comparado la generación de variación con un fuego: La naturaleza aportaba el combustible y las condiciones ambientales, sólo la chispa. En el caso de la mejora genética, la naturaleza aporta igualmente el combustible y el ser humano, la chispa. Darwin se confunde a menudo y llama selección al proceso de mejora, pero esto no impide que sus razonamientos puedan ser acertados en alguna ocasión. Dicho de otro modo: Actuando, el hombre descubre las leyes, no las impone.  


No sólo no hay selección ninguna en la naturaleza, sino que tampoco hay selección alguna por parte del hombre cuando la naturaleza no la consiente, es decir, cuando no hay variación, o cuando los cruzamientos previstos por el hombre no dan descendencia o los caracteres seleccionados no son heredables.


Vemos aquí la expresión de la máxima ingenuidad. Otra aportación infantil:    


the more abnormal or unusual any character was when it first appeared, the more likely it would be to catch his attention.  

cuanto más anormal y extraordinario sea un carácter al aparecer por vez primera, tanto más fácilmente atraerá la atención

Ingenuidad que se convierte pronto en error:    


The man who first selected a pigeon with a slightly larger tail, never dreamed what the descendants of that pigeon would become through long-continued, partly unconscious and partly methodical, selection  


El hombre que primero eligió una paloma con cola ligeramente mayor, nunca soñó lo que los descendientes de aquella paloma llegarían a ser mediante muy prolongada selección, en parte inconsciente y en parte metódica.


Porque lo que los descendientes de aquella paloma llegaron a ser no es consecuencia de la selección que recordémoslo, solo elige entre lo que la naturaleza da; ni inconsciente (que no es selección), ni metódica (que no lleva a ninguna parte por sí sola), sino de la mejora (y,…recordemos también, la mejora es selección, más apareamientos, más heredabilidad y no habrá mejora alguna en ausencia de heredabilidad que es una característica determinada en la naturaleza de cada especie, independientemente de la intención del mejorador), como veremos perfectamente en el siguiente ejemplo del párrafo quincuagésimo primero.    



On the view here given of the important part which selection by man has played, it becomes at once obvious, how it is that our domestic races show adaptation in their structure or in their habits to man's wants or fancies. We can, I think, further understand the frequently abnormal character of our domestic races, and likewise their differences being so great in external characters, and relatively so slight in internal parts or organs. Man can hardly select, or only with much difficulty, any deviation of structure excepting such as is externally visible; and indeed he rarely cares for what is internal. He can never act by selection, excepting on variations which are first given to him in some slight degree by nature. No man would ever try to make a fantail till he saw a pigeon with a tail developed in some slight degree in an unusual manner, or a pouter till he saw a pigeon with a crop of somewhat unusual size; and the more abnormal or unusual any character was when it first appeared, the more likely it would be to catch his attention. But to use such an expression as trying to make a fantail is, I have no doubt, in most cases, utterly incorrect. The man who first selected a pigeon with a slightly larger tail, never dreamed what the descendants of that pigeon would become through long-continued, partly unconscious and partly methodical, selection. Perhaps the parent bird of all fantails had only fourteen tail-feathers somewhat expanded, like the present Java fantail, or like individuals of other and distinct breeds, in which as many as seventeen tail-feathers have been counted. Perhaps the first pouter-pigeon did not inflate its crop much more than the turbit now does the upper part of its oesophagus--a habit which is disregarded by all fanciers, as it is not one of the points of the breed.    


 Según la idea expuesta aquí del importante papel que ha representado la selección hecha por el hombre, resulta en seguida evidente por qué nuestras razas domésticas muestran en su conformación y sus costumbres adaptación a las necesidades o caprichos del hombre. Podemos, creo yo, comprender además el carácter frecuentemente anormal de nuestras razas domésticas, e igualmente que sus diferencias sean tan grandes en los caracteres exteriores y relativamente tan pequeñas en partes u órganos internos. El hombre apenas puede seleccionar o sólo puede hacerlo con mucha dificultad, alguna variación de conformación, excepto las que son exteriormente visibles, y realmente rara vez se preocupa por lo que es interno. No puede nunca actuar mediante selección, excepto con variaciones que en algún grado le da la Naturaleza. Nadie pensaría siquiera en obtener una paloma colipavo hasta que vio una paloma con la cola desarrollada en algún pequeño grado de un modo extraño, o una buchona hasta que vio una paloma con un buche de tamaño algo extraordinario; y cuanto más anormal y extraordinario sea un carácter al aparecer por vez primera, tanto más fácilmente atraerá la atención. Pero usar expresiones tales como «intentar hacer una colipavo» es para mí, indudablemente, en la mayor parte de los casos, por completo incorrecto. El hombre que primero eligió una paloma con cola ligeramente mayor, nunca soñó lo que los descendientes de aquella paloma llegarían a ser mediante muy prolongada selección, en parte inconsciente y en parte metódica. Quizá el progenitor de todas las colipavos tuvo solamente catorce plumas rectrices algo separadas, como la actual colipavo de Java o como individuos de otras diferentes razas, en las cuales se han contado hasta diez y siete plumas rectrices. Quizá la primera paloma buchona no hinchó su buche mucho más que la paloma turbit hincha la parte superior de su esófago, costumbre que es despreciada por todos los criadores, porque no es uno de los puntos característicos de la casta.  

viernes, 24 de agosto de 2012

Su majestad, la selección natural, irrumpe en escena en frase bien pobre en el Cuadragésimo noveno párrafo de El Origen de las Especies

  Si hubiese entendido el autor lo que es la selección, su participación y su limitado alcance en el proceso de mejora, no habría intentado introducir el concepto de Selección Natural, que es en sí mismo una contraditio in adiecto: una aberrante contradicción, puesto que la selección implica intención y en la naturaleza no hay intención alguna.


Lo mismo que la selección inconsciente, la selección natural es un fantasma semántico.   Si hubiese tenido el autor otra constitución mental distinta, más científica, más académica o, al menos, más prudente, entonces primero habría visto la necesidad de definir selección y así se habría dado cuenta de que lo mismo que es imposible una selección inconsciente, también es imposible que exista nada llamado selección natural, simplemente porque la selección, tal y como interviene en el protocolo de mejora, es un proceso intencionado, dependiente de la voluntad humana y como tal, artificial.


Selección Natural es contradictio in adiecto, algo así como círculocuadrado, altobajo o negroblanco.   Pero el autor posee una constitución mental sumamente tolerante con la ambigüedad, y, lo que es más importante, cuenta con apoyos que todo lo consienten si van a favor de sus intereses, todo esto le permite estar hablando durante docenas de páginas de algo que no se ha molestado en definir y que por lo tanto, probablemente ni sabe lo que es ni le importa lo que pueda ser (la selección), igual da introducir una variante de aquello y seguir hablando otras docenas de páginas de otra aberración (fantasma semántico, la selección natural). Así es como aparece el fantasma semántico en la obra que le dio a luz:  



 And in two countries very differently circumstanced, individuals of the same species, having slightly different constitutions or structure, would often succeed better in the one country than in the other, and thus by a process of " natural selection, " as will hereafter be more fully explained, two sub-breeds might be formed.


 Y en dos países de condiciones muy diferentes, individuos de la misma especie, que tienen constitución y estructura ligeramente diferente muchas veces, medrarán más en un país que en otro, y así, por un proceso de selección natural, como se explicará después más completamente, pudieron formarse dos sub-razas  


 Lo mismo que en anteriores ocasiones, promete una explicación posterior. Con tal promesa, se permite seguir utilizando un término indefinido. El autor confunde la parte con el todo, selection con breeding y si tuviese un mínimo de atención habría escrito:    


And in two countries very differently circumstanced, individuals of the same species, having slightly different constitutions or structure, would often succeed better in the one country than in the other, and thus by a process of natural breeding, as will hereafter be more fully explained, two sub-breeds might be formed.      

Y en dos países de condiciones muy diferentes, individuos de la misma especie, que tienen constitución y estructura ligeramente diferente muchas veces, medrarán más en un país que en otro, y así, por un proceso de mejora natural, como se explicará después más completamente, pudieron formarse dos sub-razas  

Lo cual deja a la naturaleza en su situación habitual. Sin selecciones ni mejora alguna.   Es decir, mediante la invención de un fantasma semántico el autor ha encontrado la manera de marear al lector, diciéndole cosas que no significan nada pero que en apariencia son explicaciones originales.


Construcciones verbales, giros verbales, fantasmas semánticos pueblan a partir de este momento la obra que para muchos sigue siendo el origen de la biología contemporánea. Pura Ingsoc. Pura Neolengua.    



     In regard to the domestic animals kept by uncivilised man, it should not be overlooked that they almost always have to struggle for their own food, at least during certain seasons. And in two countries very differently circumstanced, individuals of the same species, having slightly different constitutions or structure, would often succeed better in the one country than in the other, and thus by a process of " natural selection, " as will hereafter be more fully explained, two sub-breeds might be formed. This, perhaps, partly explains why the varieties kept by savages, as has been remarked by some authors, have more of the character of true species than the varieties kept in civilised countries.  



 Por lo que se refiere a los animales domésticos pertenecientes a hombres no civilizados, no ha de pasar inadvertido que estos animales, casi siempre, han de luchar por su propia comida, a lo menos durante ciertas temporadas. Y en dos países de condiciones muy diferentes, individuos de la misma especie, que tienen constitución y estructura ligeramente diferente muchas veces, medrarán más en un país que en otro, y así, por un proceso de selección natural, como se explicará después más completamente, pudieron formarse dos sub-razas. Esto quizá explica, en parte, por qué las variedades que poseen los salvajes -como han hecho observar varios autores- tienen más del carácter de las especies verdaderas que las variedades tenidas en los países civilizados.             Imagen tomada de Trip mondo photo gallery

jueves, 23 de agosto de 2012

Sigue la confusión entre selección y mejora en el cuadragésimo octavo párrafo de El Origen de las Especies

  Resulta imposible mejorar nada basándose sólo en la selección. La selección no es garantía de mejora. Así donde dice:   but that the native plants have not been improved by continued selection up to a standard of perfection

Debería decir:   but that the native plants have not been improved by continued breeding up to a standard of perfection          



A large amount of change, thus slowly and unconsciously accumulated, explains, as I believe, the well-known fact, that in a number of cases we cannot recognise, and therefore do not know, the wild parent-stocks of the plants which have been longest cultivated in our flower and kitchen gardens. If it has taken centuries or thousands of years to improve or modify most of our plants up to their present standard of usefulness to man, we can understand how it is that neither Australia, the Cape of Good Hope, nor any other region inhabited by quite uncivilised man, has afforded us a single plant worth culture. It is not that these countries, so rich in species, do not by a strange chance possess the aboriginal stocks of any useful plants, but that the native plants have not been improved by continued selection up to a standard of perfection comparable with that acquired by the plants in countries anciently civilised.    



Muchas modificaciones acumuladas así, lenta e inconscientemente, explican, a mi parecer, el hecho bien conocido de que en cierto número de casos no podamos reconocer -y, por consiguiente, no conozcamos- el tronco primitivo silvestre de las plantas cultivadas desde más antiguo en nuestros jardines y huertas. Si el mejorar o modificar la mayor parte de nuestras plantas hasta su tipo actual de utilidad, para el hombre ha exigido cientos y miles de años, podemos comprender cómo es que, ni Australia, ni el Cabo de Buena Esperanza, ni ninguna otra región poblada por hombres por completo sin civilizar nos haya aportado ni una sola planta digna de cultivo. No es que estos países, tan ricos en especies, no posean, por una extraña casualidad, los troncos primitivos de muchas plantas útiles, sino que las plantas indígenas no han sido mejoradas mediante selección continuada hasta llegar a un tipo de perfección comparable con el adquirido por las plantas en países de antiguo civilizados.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Leyendas falsas de bárbaros salvajes en el cuadragésimo sexto párrafo de El Origen de las Especies

  Como en otras ocasiones, el autor pone un ejemplo hipotético o mal documentado, para hacer pasar una idea falsa: ahora toca a la de selección inconsciente. Pero no hay ejemplo que valga: si es inconsciente, entonces no es selección. Nos encontramos ante una Contraditio in adiecto.

Los fantasmas semánticos surgen aquí y allí protagonizando, como en una misteriosa casualidad, la obra que sirve como fundación de la biología. Finalmente, y seguramente para completar la serie de coincidencias debidas al azar, cuenta éste párrafo una anécdota que todavía hoy, ciento cincuenta años después, sigue sin confirmar: Que los fueguinos matan y devoran a sus ancianas. Ni había entonces ni hay ahora prueba alguna a favor de esto. La observación, en tono racista tan característico del autor, no parece proceder del propio Darwin sino más bien parece posible que la hubiese oído contar al aventurero William Low, constituyendo en palabras de Juan Hilarión Lenzi, en su libro Tierra del Fuego (1967), ejemplo de inexactitud, calumnia y absurdo.  



  If there exist savages so barbarous as never to think of the inherited character of the offspring of their domestic animals, yet any one animal particularly useful to them, for any special purpose, would be carefully preserved during famines and other accidents, to which savages are so liable, and such choice animals would thus generally leave more offspring than the inferior ones; so that in this case there would be a kind of unconscious selection going on. We see the value set on animals even by the barbarians of Tierra del Fuego, by their killing and devouring their old women, in times of dearth, as of less value than their dogs.    



Si existen salvajes tan bárbaros como para no pensar en el carácter hereditario de las crías de sus animales domésticos, sin embargo, cualquier animal que tenga una especial utilidad para ellos, para cualquier propósito especial, sería conservado cuidadosamente durante las hambrunas y otros accidentes, a los que los salvajes son tan propensos, así los animales elegidos en general, dejan más descendencia que los inferiores, de modo que en este caso nos encontraríamos frente a una especie de selección inconsciente. Vemos que el valor fijado en los animales, incluso por los bárbaros de la Tierra del Fuego, quienes matan y devoran a sus mujeres de edad, en tiempos de escasez, como considerándolas de menos valor que sus perros.             Imagen de Puntofinal

martes, 21 de agosto de 2012

Por meticulosas observaciones de los rebaños de mister Buckley y mister Brugess nos enteramos de que la selección inconsciente no es otra cosa sino los resultados involuntarios de la selección y, por lo tanto, no es selección alguna sino contradicción en el cuadragésimo quinto párrafo de El Origen de las Especies

  Comete el autor dos errores graves en una misma frase. Así donde dice:


 Youatt gives an excellent illustration of the effects of a course of selection which may be considered as unconscious, in so far that the breeders could never have expected, or even wished, to produce the result which ensued--namely, the production of the distinct strains    


Youatt da un excelente ejemplo de los efectos del curso de una selección que puede ser considerada como inconsciente, en cuanto que los criadores nunca podían haber esperado, ni aun deseado, producir el resultado que ocurrió, que fue la producción de dos castas diferentes.


  Primero: No se trata de Course of Selection (curso de una selección), sino Breeding Program, programa de mejora.

 Segundo: Si imposible es hacer mejora sólo con selección (recordemos que es necesario también que exista una heredabilidad de los caracteres seleccionados y que la descendencia de los individuos seleccionados no es selección), imposible también es hacer selección inconsciente.          



Youatt gives an excellent illustration of the effects of a course of selection which may be considered as unconscious, in so far that the breeders could never have expected, or even wished, to produce the result which ensued--namely, the production of the distinct strains. The two flocks of Leicester sheep kept by Mr. Buckley and Mr. Burgess, as Mr. Youatt remarks, " Have been purely bred from the original stock of Mr. Bakewell for upwards of fifty years. There is not a suspicion existing in the mind of any one at all acquainted with the subject that the owner of either of them has deviated in any one instance from the pure blood of Mr. Bakewell's flock, and yet the difference between the sheep possessed by these two gentlemen is so great that they have the appearance of being quite different varieties. "   Youatt da un excelente ejemplo de los efectos de una selección que puede ser considerada como inconsciente, en cuanto que los criadores nunca podían haber esperado, ni aun deseado, producir el resultado que ocurrió, que fue la producción de dos castas diferentes. Los dos rebaños de ovejas de Leicester, de míster Buckley y míster Brugess, según míster Youatt hace observar, «han venido criando, sin mezcla, a partir del tronco primitivo, de míster Bakewell, durante más de cincuenta años. No existe ni sospecha, absolutamente en nadie enterado de este asunto, de que el dueño de ninguna de las dos castas se haya apartado ni una sola vez de la sangre pura del rebaño de míster Bakewell, y, sin embargo, la diferencia entre las ovejas propiedad de aquellos dos señores es tan grande, que tienen el aspecto de ser variedades completamente diferentes».   Imagen de carryhouse  

lunes, 20 de agosto de 2012

Más ejemplos de un error fundamental: Contradictio in adiecto, en el cuadragésimo cuarto párrafo de El Origen de las Especies

  Seguimos en el apartado titulado Selección inconsciente. La lectura avanza a todo galope sin definir muy bien lo que esto sea. El autor que había dado algún ejemplo con perros, dará ahora otros ejemplos con caballos y palomas. Los ejemplos se acumulan, pero el concepto (selección inconsciente) permanece obscuro e indefinido. No es extraño puesto que se trata de un error conceptual: Una contradicción: Contraditio in adiecto. El autor, que no entiende la diferencia entre selección y mejora, tampoco entiende que la selección es un proceso consciente y por lo tanto selección inconsciente, es imposible. Un fantasma semántico. Afortunadamente, éste fantasma tiene la vida mas corta que su hermano, también fantasma, la selección natural.

 By a similar process of selection, and by careful training, English race- horses have come to surpass in fleetness and size the parent Arabs, so that the latter, by the regulations for the Goodwood Races, are favoured in the weights which they carry. Lord Spencer and others have shown how the cattle of England have increased in weight and in early maturity, compared with the stock formerly kept in this country. By comparing the accounts given in various old treatises of the former and present state of carrier and tumbler pigeons in Britain, India, and Persia, we can trace the stages through which they have insensibly passed, and come to differ so greatly from the rock-pigeon.      


Mediante un similar procedimiento de selección y un amaestramiento cuidadoso, los caballos de carrera ingleses han llegado a aventajar en velocidad y tamaño a los progenitores árabes, hasta el punto de que estos últimos, en el reglamento para las carreras de Goodwood, están favorecidos en los pesos que llevan. Lord Spencer y otros han demostrado cómo el ganado vacuno de Inglaterra ha aumentado en peso y precocidad, comparado con el ganado que se tenía antes en este país. Comparando los informes dados en varios tratados antiguos sobre la condición, en tiempos pasados, de las palomas mensajera y volteadora con la condición actual en Inglaterra, India y Persia podemos seguir las fases por que han pasado insensiblemente hasta llegar a diferir tanto de la paloma silvestre.

domingo, 19 de agosto de 2012

De dos errores ha nacido un tercero: Contradictio in adiecto y algunas razas de perro en el cuadragésimo tercer párrafo de El Origen de las Especies

    En su traducción de El Origen, Antonio de Zulueta asesorado por Ángel Cabrera, indica que el perro retratado en este cuadro de Velázquez junto al príncipe Baltasar Carlos es un pointer español. El que sigue es el primero de diez párrafos dedicados a la Selección inconsciente.


No es fácil entender lo que el autor pretende llamar Selección Inconsciente. Aunque en las primeras líneas pretende establecer la diferencia con lo que llama selección metódica, resulta imposible entenderlo. Así cuando dice:   Pero para nuestro objeto es más importante una forma de selección que puede llamarse inconsciente, y que consiste en que cada uno procura poseer y sacar crías de los mejores individuos   Está definiendo así a la pura selección consciente y no la inconsciente   ¿Qué ocurre? ¿Qué es pues, la selección inconsciente? ¿Es algo o no es nada?   En un intento de ayudar al autor podríamos sugerir que la selección inconsciente incluirá aquellos cambios que se obtienen como consecuencia de la selección sin ser los que se buscaban durante el proceso. Pero si se trata de eso, eso no es selección, que depende siempre de la voluntad del seleccionador, sino precisamente respuesta de la naturaleza, no a la selección, sino a un determinado programa de mejora. La selección termina cuando el seleccionador ha seleccionado.   Se pone de manifiesto así uno de los errores fundamentales de éste autor y base del darwinismo. Selección la hace el hombre, la naturaleza no selecciona. En todo caso, la naturaleza responde a los cruzamientos que el hombre realiza con los productos de la selección.    


El concepto de selección inconsciente surge en la mente del autor a consecuencia de no haber entendido lo que es el proceso de selección (un proceso consciente) y además, confundirlo constantemente con el proceso de mejora (breeding) del cual la selección es sólo una parte. De estos dos errores nace un tercero. Una contradictio in adiecto que, como iremos viendo, no es la única en la obra que nos ocupa.   Como quiera que sea, además de poner de manifiesto este grave error conceptual (Contraditio in adiecto, Fantasma semántico) en éste párrafo se indican algunos ejemplos de perros.    



 At the present time, eminent breeders try by methodical selection, with a distinct object in view, to make a new strain or sub-breed, superior to anything of the kind in the country. But, for our purpose, a form of selection, which may be called unconscious, and which results from every one trying to possess and breed from the best individual animals, is more important. Thus, a man who intends keeping pointers naturally tries to get as good dogs as he can, and afterwards breeds from his own best dogs, but he has no wish or expectation of permanently altering the breed. Nevertheless we may infer that this process, continued during centuries, would improve and modify any breed, in the same way as Bakewell, Collins, etc., by this very same process, only carried on more methodically, did greatly modify, even during their lifetimes, the forms and qualities of their cattle. Slow and insensible changes of this kind could never be recognised unless actual measurements or careful drawings of the breeds in question have been made long ago, which may serve for comparison. In some cases, however, unchanged, or but little changed, individuals of the same breed exist in less civilised districts, where the breed has been less improved. There is reason to believe that King Charles' spaniel has been unconsciously modified to a large extent since the time of that monarch. Some highly competent authorities are convinced that the setter is directly derived from the spaniel, and has probably been slowly altered from it. It is known that the English pointer has been greatly changed within the last century, and in this case the change has, it is believed, been chiefly effected by crosses with the foxhound; but what concerns us is, that the change has been effected unconsciously and gradually, and yet so effectually that, though the old Spanish pointer certainly came from Spain, Mr. Borrow has not seen, as I am informed by him, any native dog in Spain like our pointer.    


Criadores eminentes procuran, mediante selección metódica, en vista de un fin determinado, obtener una nueva línea o sub-raza superior a todo lo de su clase en el país. Pero para nuestro objeto es más importante una forma de selección que puede llamarse inconsciente, y que consiste en que cada uno procura poseer y sacar crías de los mejores individuos. Así, uno que intenta tener pointers, naturalmente, procura adquirir tan buenos perros como puede y después obtiene crías de sus mejores perros, pero sin tener deseo ni esperanza de modificar permanentemente las razas. Sin embargo, debemos deducir que este procedimiento, seguido durante siglos, mejoraría y modificaría cualquier raza, del mismo modo que Bakewell, Collins, etc., por este mismo procedimiento, pero llevado con más método, modificaron mucho, sólo con el tiempo de su vida, las formas y cualidades de su ganado vacuno. Cambios lentos e insensibles de esta clase no pueden nunca reconocerse, a menos que mucho tiempo antes se hayan hecho de las razas en cuestión medidas positivas y dibujos cuidadosos que puedan servir de comparación. En algunos casos, sin embargo, individuos no modificados, o poco modificados, de la misma raza existen en distritos menos civilizados donde la raza ha sido menos mejorada. Hay motivo para creer que el faldero King Charles ha sido inconscientemente modificado en sumo grado desde el tiempo de aquel monarca. Algunas autoridades competentísimas están convencidas de que el perro setter desciende directamente del spaniel, y probablemente ha sido lentamente modificado a partir de éste. Es sabido que el pointer inglés ha cambiado mucho en el último siglo, y en este caso el cambio se ha efectuado, según se cree, mediante cruzamiento con el foxhound; pero lo que nos interesa es que el cambio se ha efectuado inconsciente y gradualmente, y, sin embargo, es tan positivo que, aunque el antiguo pointer español vino seguramente de España, míster Borrow, según me ha informado, no ha visto ningún perro indígena en España semejante a nuestro pointer      

Roguing, es decir, descartar los individuos que no interesan, como verdadero y único principio de la selección en el cuadragésimo segundo párrafo de El Origen de las Especies

  Llamar principio de selección a “Roguing”, es decir a descartar los individuos que no interesan, es la demostración más clara que podemos desear de que en la selección no hay principio alguno otro que el buen ojo del seleccionador. Es la selección un hecho tan elemental que ningún otro principio la dirige ni tampoco tiene ningún resultado diferente que no sea la propia selección en sí. Podemos así de una vez aportar ahora la definición que el autor ha venido escamoteando. ¿Qué es la selección? La acción y efecto de seleccionar. Aunque, en agronomía, la selección es una parte importante del proceso de Mejora Genética, por sí misma la selección no conduce a ninguna parte. La selección natural, a pesar de estar reconocida en diccionarios oficiales de todas las lenguas, por ejemplo el de la RAE, no es nada sino una contradictio in adiecto, un fantasma semántico.   Podemos también responder a otras preguntas:   ¿Quien dirige la selección? La voluntad del mejorador. Por lo tanto, sin voluntad previa, no hay selección. La selección es una parte del proceso de mejora genética (Breeding), cuyos resultados dependen además de la propia selección, de la fertilidad y de la heredabilidad. Como el autor indica:   But it is very far from true that the principle is a modern discovery   Cierto. El principio de que uno puede eliminar algunos individuos en sus cruzamientos domésticos es muy viejo, quizás por eso el autor lo llame principio ya que está en la base (al principio) de la agricultura y la ganadería. Con la selección no se consigue progreso alguno, por el contrario el progreso resultante de un proceso de Mejora Genética en particular y de toda su historia depende de la heredabilidad de los caracteres elegidos, propiedad que es independiente de toda selección.   El autor insiste en confundir selección con mejora y éste es uno de los errores más tenazmente mantenidos, increíbles y peligrosos de su obra. La selección por sí misma no tiene fruto ninguno y es absurdo pensar que en la naturaleza haya selección ni mejora. Pero además, la introducción del concepto de rogues (morralla), algo real en términos de actividad del mejorador, es absolutamente ridículo en términos de la naturaleza. En la naturaleza no hay rogues. Pensar lo contrario es ser eugenista.     It may be objected that the principle of selection has been reduced to methodical practice for scarcely more than three-quarters of a century; it has certainly been more attended to of late years, and many treatises have been published on the subject; and the result has been, in a corresponding degree, rapid and important. But it is very far from true that the principle is a modern discovery. I could give several references to works of high antiquity, in which the full importance of the principle is acknowledged. In rude and barbarous periods of English history choice animals were often imported, and laws were passed to prevent their exportation: the destruction of horses under a certain size was ordered, and this may be compared to the "roguing " of plants by nurserymen. The principle of selection I find distinctly given in an ancient Chinese encyclopaedia. Explicit rules are laid down by some of the Roman classical writers. From passages in Genesis, it is clear that the colour of domestic animals was at that early period attended to. Savages now sometimes cross their dogs with wild canine animals, to improve the breed, and they formerly did so, as is attested by passages in Pliny. The savages in South Africa match their draught cattle by colour, as do some of the Esquimaux their teams of dogs. Livingstone states that good domestic breeds are highly valued by the negroes in the interior of Africa who have not associated with Europeans. Some of these facts do not show actual selection, but they show that the breeding of domestic animals was carefully attended to in ancient times, and is now attended to by the lowest savages. It would, indeed, have been a strange fact, had attention not been paid to breeding, for the inheritance of good and bad qualities is so obvious.   Puede hacerse la objeción de que el principio de la selección ha sido reducido a práctica metódica durante poco más de tres cuartos de siglo; ciertamente, ha sido más atendida en los últimos años y se han publicado muchos tratados sobre este asunto, y el resultado ha sido rápido e importante en la medida correspondiente. Pero está muy lejos de la verdad el que el principio de la selección sea un descubrimiento moderno. Podría dar yo referencias de obras de gran antigüedad en las que se reconoce toda la importancia de este principio. En períodos turbulentos y bárbaros de la historia de Inglaterra fueron importados muchas veces animales selectos y se dieron leyes para impedir su exportación; fue ordenada la destrucción de los caballos inferiores a cierta alzada, y esto puede compararse al roguing, en las plantas, por los que cuidan de los semilleros. El principio de la selección lo encuentro dado claramente en una antigua enciclopedia china. Algunos de los escritores clásicos romanos dieron reglas explícitas. Por pasajes del Génesis es evidente que en aquel tiempo antiquísimo se prestó atención al color de los animales domésticos. Actualmente los salvajes cruzan a veces sus perros con cánidos salvajes para mejorar la raza, y antiguamente lo hacían así, según lo atestiguan pasajes de Plinio. Los salvajes, en el sur de África, emparejan por el color su ganado vacuno de tiro, como lo hacen con sus tiros de perros algunos de los esquimales. Livingstone afirma que las buenas razas domésticas son muy estimadas por los negros del interior del África que no han tenido relación con europeos. Algunos de estos hechos no demuestran selección positiva; pero muestran que en los tiempos antiguos se atendió cuidadosamente a la cría de animales domésticos y que hoy es atendida por los salvajes más inferiores. Habría sido realmente un hecho extraño que no se hubiese prestado atención a la cría, pues es tan evidente la herencia de las cualidades buenas y malas. Imagen: Relaciones de la palabra Rogue en inglés y español según Visual Thesaurus

sábado, 18 de agosto de 2012

Con respecto a las plantas, el autor también confunde selección con mejora, selection con breeding, en el párrafo cuadragésimo primero de El Origen de las Especies

Sigue en su error y, en lo que se refiere a las plantas, también confunde el autor selección con mejora. Dice: In regard to plants, there is another means of observing the accumulated effects of selection--namely,........ Por lo que se refiere a las plantas hay otro modo de observar el efecto acumulado de la selección, que es ,........   Pero debería decir:   In regard to plants, there is another means of observing the accumulated effects of breeding--namely,......... Por lo que se refiere a las plantas hay otro modo de observar el efecto acumulado de la mejora, que es ,.........   Porque las observaciones a que se refiere éste párrafo no son consecuencia de la selección sino del proceso de mejora.



Al final, en lugar de lo siguiente:   but, as a general rule, it cannot be doubted that the continued selection of slight variations, either in the leaves, the flowers, or the fruit, will produce races differing from each other chiefly in these characters.   por regla general, no se puede dudar que la selección continuada de ligeras variaciones, tanto en las hojas como en las flores o frutos, producirá razas que difieran entre sí principalmente en estos caracteres.   Debería decir:   but, as a general rule, it cannot be doubted that the continued breeding for slight variations, either in the leaves, the flowers, or the fruit, will produce races differing from each other chiefly in these characters.   por regla general, no se puede dudar que la mejora genética dirigida a obtener ligeras variaciones, tanto en las hojas como en las flores o frutos, producirá razas que difieran entre sí principalmente en estos caracteres.



 In regard to plants, there is another means of observing the accumulated effects of selection--namely, by comparing the diversity of flowers in the different varieties of the same species in the flower-garden; the diversity of leaves, pods, or tubers, or whatever part is valued, in the kitchen-garden, in comparison with the flowers of the same varieties; and the diversity of fruit of the same species in the orchard, in comparison with the leaves and flowers of the same set of varieties. See how different the leaves of the cabbage are, and how extremely alike the flowers; how unlike the flowers of the heartsease are, and how alike the leaves; how much the fruit of the different kinds of gooseberries differ in size, colour, shape, and hairiness, and yet the flowers present very slight differences. It is not that the varieties which differ largely in some one point do not differ at all in other points; this is hardly ever--I speak after careful observation--perhaps never, the case. The law of correlated variation, the importance of which should never be overlooked, will ensure some differences; but, as a general rule, it cannot be doubted that the continued selection of slight variations, either in the leaves, the flowers, or the fruit, will produce races differing from each other chiefly in these characters.      



Por lo que se refiere a las plantas hay otro modo de observar el efecto acumulado de la selección, que es comparando, en el jardín, la diversidad de flores en las diferentes variedades de las mismas especies; en la huerta, la diversidad de hojas, cápsulas, tubérculos o cualquier otra parte, si se aprecia en relación con la de las flores de las mismas variedades; y en el huerto, la diversidad de frutos de la misma especie en comparación con la de las hojas y flores del mismo grupo de variedades. Véase lo diferentes que son las hojas de la col y qué parecidísimas las flores; qué diferentes las flores del pensamiento y qué semejantes las hojas; lo mucho que difieren en tamaño, color, forma y pilosidad los frutos de las diferentes clases de grosellas, y, sin embargo, las flores presentan diferencias ligerísimas. No es que las variedades que difieren mucho en un punto no difieran en absoluto en otros; esto no ocurre casi nunca -hablo después de cuidadosa observación- o quizá nunca. La ley de variación correlativa, cuya importancia no debe ser descuidada, asegura algunas diferencias; pero, por regla general, no se puede dudar que la selección continuada de ligeras variaciones, tanto en las hojas como en las flores o frutos, producirá razas que difieran entre sí principalmente en estos caracteres.    

viernes, 17 de agosto de 2012

Aparecen los rogues, un concepto clave para entender las ideas del autor en el cuadragésimo párrafo de El Origen de las Especies

  Leemos en el Merrian Webster la definición de Rogue: VAGRANT, TRAMP 2 : a dishonest or worthless person : SCOUNDREL 3 : a mischievous person : SCAMP 4 : a horse inclined to shirk or misbehave 5 : an individual exhibiting a chance and usually inferior biological variation –rogu£ish \*r*-gish\ adjective –rogu£ish£ly adverb –rogu£ish£ness noun   Es decir, que los rogues es la canalla, la morralla, lo indeseable. Algunos traductores lo dejan sin traducir y ponen llamadas a pie de página indicando correspondencia con bribón o pícaro.   En su empeño por hacernos ver la tarea del mejorador de animales o plantas, muestra el autor que una de sus principales funciones es la de separar a estos elementos indeseables de su proceso de mejora. Hasta ahí no hay ningún inconveniente siempre que el análisis permanezca dentro de los límites de la granja. El problema es que no estamos ante un tratado de cunicultura o avicultura, sino ante una obra que se considera de Historia Natural o de Biología y, en ese caso, es inadmisible que en la naturaleza ocurra nada semejante.


En la naturaleza no hay nada ni nadie indicando qué es morralla, qué hay que merezca la pena dejar descendencia y qué no. Esto ocurre en la granja, o en un sistema de control social según la eugenesia, esa especie de pseudociencia o técnica instituida por su primo, sir Francis Galton, que tanto gustaba a Darwin y que tan vinculada ha estado siempre al darwinismo. En ambos casos, bajo la acción humana. En la naturaleza, no.          

The same principles are followed by horticulturists; but the variations are here often more abrupt. No one supposes that our choicest productions have been produced by a single variation from the aboriginal stock. We have proofs that this is not so in several cases in which exact records have been kept; thus, to give a very trifling instance, the steadily increasing size of the common gooseberry may be quoted. We see an astonishing improvement in many florists' flowers, when the flowers of the present day are compared with drawings made only twenty or thirty years ago. When a race of plants is once pretty well established, the seed-raisers do not pick out the best plants, but merely go over their seed-beds, and pull up the "rogues," as they call the plants that deviate from the proper standard. With animals this kind of selection is, in fact, likewise followed; for hardly any one is so careless as to breed from his worst animals    


Los mismos principios siguen los horticultores, pero las variaciones, con frecuencia, son más bruscas. Nadie supone que nuestros productos más selectos se hayan producido por una sola variación del tronco primitivo. Tenemos pruebas de que esto no ha sido así en diferentes casos en que se han conservado datos exactos; así, para dar un ejemplo muy sencillo, puede citarse el tamaño, cada vez mayor, de la grosella. Vemos un asombroso perfeccionamiento en muchas flores de los floristas cuando se comparan las flores de hoy día con dibujos hechos hace veinte o treinta años solamente. Una vez que una raza de plantas está bastante bien establecida, las productores de semillas no cogen las plantas mejores, sino que, simplemente, pasan por sus semilleros y arrancan los rogues, como llaman ellos a las plantas que se apartan del tipo conveniente. En animales también se sigue, de hecho, esta clase de selección, pues casi nadie es tan descuidado que saque cría de sus animales peores.  

jueves, 16 de agosto de 2012

Nuevas maravillas de la selección, características innatas del seleccionador y precio del ganado en el párrafo trigésimo noveno de El Origen de las Especies

  Si ya en el párrafo anterior nos encontrábamos muy lejos de la cuestión central de la obra (On the origin of species), y corríamos el riesgo de perdernos, porque el autor había confundido el concepto de selección con el de mejora, en éste ya nos hemos perdido sin remisión. El autor vaga desorientado, se ha olvidado de la finalidad de su obra y se dedica a distraernos, llevando nuestra atención por las cosas más dispares. Pero repetimos, las consecuencias de la mejora genética no sólo se deben a la selección. La mejora es algo más complejo que la selección que incluye: Selección, apareamiento, reproducción. El resultado depende, no sólo de la selección, sino de la fertilidad de los cruzamientos y la heredabilidad de los caracteres seleccionados:      


What English breeders have actually effected is proved by the enormous prices given for animals with a good pedigree; and these have been exported to almost every quarter of the world. The improvement is by no means generally due to crossing different breeds; all the best breeders are strongly opposed to this practice, except sometimes among closely allied sub-breeds. And when a cross has been made, the closest selection is far more indispensable even than in ordinary cases. If selection consisted merely in separating some very distinct variety and breeding from it, the principle would be so obvious as hardly to be worth notice; but its importance consists in the great effect produced by the accumulation in one direction, during successive generations, of differences absolutely inappreciable by an uneducated eye--differences which I for one have vainly attempted to appreciate. Not one man in a thousand has accuracy of eye and judgment sufficient to become an eminent breeder. If gifted with these qualities, and he studies his subject for years, and devotes his lifetime to it with indomitable perseverance, he will succeed, and may make great improvements; if he wants any of these qualities, he will assuredly fail. Few would readily believe in the natural capacity and years of practice requisite to become even a skilful pigeon-fancier.    


Lo que los criadores ingleses han hecho positivamente está probado por los precios enormes pagados por animales con buena genealogía, y éstos han sido exportados a casi todas las regiones del mundo. Generalmente, el perfeccionamiento no se debe, en modo alguno, al cruce de diferentes razas; todos los mejores criadores son muy opuestos a esta práctica, excepto, a veces, entre sub-razas muy afines; y cuando se ha hecho un cruzamiento, una rigurosísima selección es aún mucho más indispensable que en los casos ordinarios. Si la selección consistiese simplemente en separar alguna variedad muy distinta y hacer cría de ella, el principio estaría tan claro que apenas sería digno de mención; pero su importancia consiste en el gran efecto producido por la acumulación, en una dirección, durante generaciones sucesivas, de diferencias absolutamente inapreciables para una vista no educada, diferencias que yo, por ejemplo, intenté inútilmente apreciar. Ni un hombre entre mil tiene precisión de vista y criterio suficiente para llegar a ser un criador eminente. Si, dotado de estas cualidades, estudia durante años el asunto y consagra toda su vida a ello con perseverancia inquebrantable, triunfará y puede obtener grandes mejoras; si le falta alguna de estas cualidades, fracasará seguramente. Pocos creerían fácilmente en la natural capacidad y años que se requieren para llegar a ser no más que un hábil criador de palomas. Imagen de Paso Fino Horse Directory    

miércoles, 15 de agosto de 2012

La varita mágica al descubierto en el párrafo trigésimo octavo de El Origen de las Especies

  El autor desearía tener más espacio (nadie se lo limita), pero no para describir mecanismo alguno en relación con la transformación de las especies, no.

 El autor necesita más espacio porque así podría exponer largamente, es decir con más detalle todavía, el trabajo de los ganaderos y agricultores. Surgen dos preguntas. La primera, inocente: ¿Se necesitaría mucho espacio para exponer esto de manera suficientemente clara y comprensiva? La segunda, un poco más intencionada: ¿Tiene esto algo que ver con la formación de una especie en la naturaleza?

Si prefieren concentrar ambas preguntas en una, la resultante sería: ¿Cuánto espacio habría que dedicar a exponer el trabajo de los ganaderos y agricultores en un tratado sobre la transformación de las especies?

 Y aquí, fuese cual fuese la respuesta, veríamos que el autor está dedicando demasiado espacio a un tema que no aporta solución alguna al tema de El Origen de las Especies.   El autor está asombrado con la actividad que estos señores, agricultores y ganaderos, realizan seleccionando para la cría los mejores ejemplares; pero, desde su asombro, confunde constantemente selección con mejora, selection con breeding. La modificación de razas y la obtención de variedades nuevas son el resultado de un proceso de mejora y la mejora de una especie animal o vegetal no depende sólo de la selección, sino de ciertas propiedades naturales de las especies objeto de mejora. La mejora, para bien o para mal, es una actividad que va más allá del resultado de la intención humana (selección), y depende de la disposición que existe en la naturaleza: Quod Natura Non Dat, Salmantica non praestat.   Menciona el autor a un tal señor Youatt, William Youatt, autor de un libro sobre El Perro, quien tampoco era académico y además tenía una idea muy confusa sobre lo que es la selección: Esa varita mágica, indica el autor citando un impreciso texto de Youatt :   that which enables the agriculturist, not only to modify the character of his flock, but to change it altogether. It is the magician's wand, by means of which he may summon into life whatever form and mould he pleases   lo que permite al agricultor, no sólo modificar los caracteres de su rebaño, sino cambiar éstos por completo. Es la vara mágica mediante la cual puede llamar a la vida cualquier forma y modelar lo que quiere   Lo cual es falso. La selección no es aquello que permite cambiar los caracteres del rebaño. En todo caso esto es el proceso de mejora genética, del cual la selección puede ser parte importante, pero no son sinónimos. Por mucho que el hombre seleccione, no hay mejora si la naturaleza no consiente. El mejorador de animales y plantas no dispone de varita mágica alguna y tan sólo obtendrá de sus experiencias aquello que la naturaleza esté dispuesta a darle.    


The great power of this principle of selection is not hypothetical. It is certain that several of our eminent breeders have, even within a single lifetime, modified to a large extent their breeds of cattle and sheep. In order fully to realise what they have done it is almost necessary to read several of the many treatises devoted to this subject, and to inspect the animals. Breeders habitually speak of an animal's organisation as something plastic, which they can model almost as they please. If I had space I could quote numerous passages to this effect from highly competent authorities. Youatt, who was probably better acquainted with the works of agriculturalists than almost any other individual, and who was himself a very good judge of animals, speaks of the principle of selection as "that which enables the agriculturist, not only to modify the character of his flock, but to change it altogether. It is the magician's wand, by means of which he may summon into life whatever form and mould he pleases." Lord Somerville, speaking of what breeders have done for sheep, says: "It would seem as if they had chalked out upon a wall a form perfect in itself, and then had given it existence." In Saxony the importance of the principle of selection in regard to merino sheep is so fully recognised, that men follow it as a trade: the sheep are placed on a table and are studied, like a picture by a connoisseur; this is done three times at intervals of months, and the sheep are each time marked and classed, so that the very best may ultimately be selected for breeding.


  La gran fuerza de este principio de selección no es hipotética. Es seguro que varios de nuestros más eminentes ganaderos, aun dentro del tiempo que abarca la vida de un solo hombre, modificaron en gran medida sus razas de ganado vacuno y de ovejas. Para darse cuenta completa de lo que ellos han hecho es casi necesario leer varios de los muchos tratados consagrados a este objeto y examinar los animales. Los ganaderos hablan habitualmente de la organización de un animal como de algo plástico que pueden modelar casi como quieren. Si tuviese espacio, podría citar numerosos pasajes a este propósito de autoridades competentísimas. Youatt, que probablemente estaba mejor enterado que casi nadie de las obras de los agricultores, y que fue él mismo un excelente conocedor de animales, habla del principio de la selección como de «lo que permite al agricultor, no sólo modificar los caracteres de su rebaño, sino cambiar éstos por completo. Es la vara mágica mediante la cual puede llamar a la vida cualquier forma y modelar lo que quiere». Lord Somerville, hablando de lo que los ganaderos han hecho con la oveja, dice: «parecería como si hubiesen dibujado con yeso en una pared una forma perfecta en sí misma y después le hubiesen dado existencia». En Sajonia, la importancia del principio de la selección, por lo que se refiere a la oveja merina, está reconocido tan por completo, que se ejerce como un oficio: las ovejas son colocadas sobre una mesa y estudiadas como un cuadro por un perito; esto se hace tres veces, con meses de intervalo, y las ovejas son marcadas y clasificadas cada vez, de modo que las mejores de todas pueden ser por fin seleccionadas para la cría.  


 Imagen: Youatt con la varita mágica. Adaptación del retrato de William Youatt (1830-1883) de Youatt Genealogy Pages.

martes, 14 de agosto de 2012

Descubrimiento de la pólvora: La utilidad para el ser humano, principio de la selección y un grave error en el párrafo trigésimo séptimo de El Origen de las Especies

  El párrafo trigésimo séptimo es el primero de una serie dedicada a los Principios de selección practicados desde tiempo antiguo y sus efectos. Veremos qué pueda entender un autor que confunde selección con mejora, por Principios de selección y si en este caso también, como en el de las palomas, nos sorprende por haber descubierto la pólvora.



En particular nos preocupa mucho la palabra selección y lo que el autor pueda entender al respecto. Tal palabra ha aparecido ya dos veces en éste capítulo primero y, por su importancia, bien merecería ir acompañada de una cuidadosa definición. ¿Veremos en esta sección definición tan esperada ? …No. Por el contrario lo que vamos a ver es prueba de la ignorancia del autor:    


The key is man's power of accumulative selection: nature gives successive variations; man adds them up in certain directions useful to him. In this sense he may be said to have made for himself useful breeds.  


La clave está en la facultad que tiene el hombre de selección acumulativa; la Naturaleza da variaciones sucesivas; el hombre las suma en cierta dirección útil para él. En este sentido puede decirse que ha hecho razas útiles para él.


Lo cual no es exacto ya que, la naturaleza no da variaciones sucesivas que el hombre sume. Cierto es que el ser humano sólo puede seleccionar entre las posibilidades que la naturaleza le ofrece y le permite. Pero además resulta que la selección es una parte del proceso de mejora, pero no la única. Puede ocurrir que se seleccionen muy bien los progenitores y la mejora no avance, porque la clave no está sólo en la selección, sino en la fertilidad de los cruzamientos y en la heredabilidad de los caracteres elegidos.   El ser humano tiene la facultad de seleccionar entre las variaciones de la naturaleza. Cierto. Pero no obtendrá resultado alguno si las variaciones seleccionadas no son heredables. No es exacto decir que el ser humano ha hecho razas útiles para él , es más exacto decir que ha hecho las razas que le ha permitido hacer la naturaleza.     Llama la atención al comienzo la ingenuidad:   Uno de los rasgos característicos de las razas domésticas es que vemos en ellas adaptaciones, no ciertamente para él propio bien del animal o planta, sino para el uso y capricho del hombre. Efectivamente, mediante selección se obtienen las características deseadas y esto no se hace para el bien del animal. Precisamente la selección depende de la voluntad del seleccionador. Pero la mejora no sólo depende de la selección sino que depende además de las posibilidades existentes en la naturaleza.    



Let us now briefly consider the steps by which domestic races have been produced, either from one or from several allied species. Some effect may be attributed to the direct and definite action of the external conditions of life, and some to habit; but he would be a bold man who would account by such agencies for the differences between a dray and race-horse, a greyhound and bloodhound, a carrier and tumbler pigeon. One of the most remarkable features in our domesticated races is that we see in them adaptation, not indeed to the animal's or plant's own good, but to man's use or fancy. Some variations useful to him have probably arisen suddenly, or by one step; many botanists, for instance, believe that the fuller's teasel, with its hooks, which can not be rivalled by any mechanical contrivance, is only a variety of the wild Dipsacus; and this amount of change may have suddenly arisen in a seedling. So it has probably been with the turnspit dog; and this is known to have been the case with the ancon sheep. But when we compare the dray-horse and race-horse, the dromedary and camel, the various breeds of sheep fitted either for cultivated land or mountain pasture, with the wool of one breed good for one purpose, and that of another breed for another purpose; when we compare the many breeds of dogs, each good for man in different ways; when we compare the game-cock, so pertinacious in battle, with other breeds so little quarrelsome, with " everlasting layers " which never desire to sit, and with the bantam so small and elegant; when we compare the host of agricultural, culinary, orchard, and flower-garden races of plants, most useful to man at different seasons and for different purposes, or so beautiful in his eyes, we must, I think, look further than to mere variability. We can not suppose that all the breeds were suddenly produced as perfect and as useful as we now see them; indeed, in many cases, we know that this has not been their history. The key is man's power of accumulative selection: nature gives successive variations; man adds them up in certain directions useful to him. In this sense he may be said to have made for himself useful breeds.



 Consideremos ahora brevemente los grados por que se han producido las razas domésticas, tanto partiendo de una como de varias especies afines. Alguna eficacia puede atribuirse a la acción directa y determinada de las condiciones externas de vida, y alguna a las costumbres; pero sería un temerario quien explicase por estos agentes las diferencias entre un caballo de carro y uno de carreras, un galgo y un bloodhund, una paloma mensajera inglesa y una volteadora de cara corta. Uno de los rasgos característicos de las razas domésticas es que vemos en ellas adaptaciones, no ciertamente para él propio bien del animal o planta, sino para el uso y capricho del hombre. Algunas variaciones útiles al hombre, probablemente, se han originado de repente o de un salto; muchos naturalistas, por ejemplo, creen que el cardo de cardar, con sus garfios, que no pueden ser igualados por ningún artificio mecánico, no es más que una variedad del Dipsacus silvestre, y este cambio puede haberse originado bruscamente en una plantita. Así ha ocurrido, probablemente, con el perro turnspit, y se sabe que así ha ocurrido en el caso de la oveja ancon. Pero si comparamos el caballo de carro y el de carreras, el dromedario y el camello, las diferentes castas de ovejas adecuadas tanto para tierras cultivadas como para pastos de montañas, con la lana en una casta, útil para un caso, y en la otra, útil para el otro; cuando comparamos las muchas razas de perros, cada una útil al hombre de diferente modo; cuando comparamos el gallo de pelea, tan pertinaz en la lucha, con otras castas tan poco pendencieras, con las «ponedoras perpetuas» -everlasting layers- que nunca quieren empollar, y con la bantam, tan pequeña y elegante; cuando comparamos la multitud de razas de plantas agrícolas, culinarias, de huerta y de jardín, utilísimas al hombre en las diferentes estaciones y para diferentes fines, o tan hermosas a sus ojos, tenemos, creo yo, que ver algo más que simple variabilidad. No podemos suponer que todas las castas se produjeron de repente tan perfectas y tan útiles como ahora las vemos; realmente, en muchos casos sabemos que no ha sido ésta su historia. La clave está en la facultad que tiene el hombre de selección acumulativa; la Naturaleza da variaciones sucesivas; el hombre las suma en cierta dirección útil para él. En este sentido puede decirse que ha hecho razas útiles para él. Imagen de Paso Fino Horse directory.

lunes, 13 de agosto de 2012

Curiosas creencias de la gente del campo, un grave error, y una pregunta improcedente en el trigésimo sexto párrafo de El Origen de las Especies







El autor vuelve a expresar sus preocupaciones en un estilo anti-científico, porque no se trata de creer o no creer:

encontré exactamente la misma dificultad en creer que, puesto que habían sido domesticadas, habían descendido todas de un progenitor común



Presenta el dato anecdótico indocumentado como si fuese digno de crédito:



casi todos los criadores de los diferentes animales domésticos y los cultivadores de plantas con los que he tenido trato o cuyas obras he leído están firmemente convencidos de que las diferentes castas que cada uno ha cuidado descienden de otras tantas especies primitivamente distintas



Y lo que es peor, confunde el pertenecer a una especie con descender de un antecesor común. Son cosas distintas:



puesto que habían sido domesticadas, habían descendido todas de un progenitor común



Van Mons, en su tratado sobre peras y manzanas, muestra que no cree en modo alguno en que las diferentes clases, por ejemplo, el manzano Ribston-pippin, o el Codlin, pudieron nunca haber procedido de semillas del mismo árbol.



Pertenecer a la misma especie no significa descender de un progenitor común ni tampoco, en el caso de árboles, proceder del mismo árbol.



Basado en estos errores, el párrafo termina con una pregunta al aire bastante inapropiada para el tema que se ha venido tratando:



¿No podrían esos naturalistas, que, sabiendo mucho menos de las leyes de la herencia de lo que saben los criadores, y no sabiendo más que lo que éstos saben de los eslabones intermedios de las largas líneas genealógicas, admiten, sin embargo, que muchas de nuestras razas domésticas descienden de los mismos padres, no podrían aprender una lección de prudencia cuando se burlan de la idea de que las especies en estado natural sean descendientes directos de otras especies?



Pero quien debería haber obrado con prudencia no es ninguno de estos hipotéticos naturalistas sino el autor de tan irracional pregunta.



I  have discussed the probable origin of domestic pigeons at some, yet quite insufficient, length; because when I first kept pigeons and watched the several kinds, well knowing how truly they breed, I felt fully as much difficulty in believing that since they had been domesticated they had all proceeded from a common parent, as any naturalist could in coming to a similar conclusion in regard to the many species of finches, or other groups of birds, in nature. One circumstance has struck me much; namely, that nearly all the breeders of the various domestic animals and the cultivators of plants, with whom I have conversed, or whose treatises I have read, are firmly convinced that the several breeds to which each has attended, are descended from so many aboriginally distinct species. Ask, as I have asked, a celebrated raiser of Hereford cattle, whether his cattle might not have descended from Long-horns, or both from a common parent- stock, and he will laugh you to scorn. I have never met a pigeon, or poultry, or duck, or rabbit fancier, who was not fully convinced that each main breed was descended from a distinct species. Van Mons, in his treatise on pears and apples, shows how utterly he disbelieves that the several sorts, for instance a Ribston-pippin or Codlin-apple, could ever have proceeded from the seeds of the same tree. Innumerable other examples could be given. The explanation, I think, is simple: from long-continued study they are strongly impressed with the differences between the several races; and though they well know that each race varies slightly, for they win their prizes by selecting such slight differences, yet they ignore all general arguments, and refuse to sum up in their minds slight differences accumulated during many successive generations. May not those naturalists who, knowing far less of the laws of inheritance than does the breeder, and knowing no more than he does of the intermediate links in the long lines of descent, yet admit that many of our domestic races are descended from the same parents--may they not learn a lesson of caution, when they deride the idea of species in a state of nature being lineal descendants of other species?



He discutido el origen probable de las palomas domésticas con alguna extensión, aunque muy insuficiente, porque cuando tuve por vez primera palomas y observé las diferentes clases, viendo bien lo invariablemente que crían, encontré exactamente la misma dificultad en creer que, puesto que habían sido domesticadas, habían descendido todas de un progenitor común que la que podría tener cualquier naturalista en llegar a una conclusión semejante para las muchas especies de fringílidos o de otros grupos de aves, en estado natural. Un hecho me causó mucha impresión, y es que casi todos los criadores de los diferentes animales domésticos y los cultivadores de plantas con los que he tenido trato o cuyas obras he leído están firmemente convencidos de que las diferentes castas que cada uno ha cuidado descienden de otras tantas especies primitivamente distintas. Preguntad, como yo he preguntado, a un renombrado criador de ganado vacuno de Hereford si su ganado no podría haber descendido del longhorn, o ambos de un tronco común, y se os reirá con desprecio. No he encontrado nunca aficionados a palomas, gallinas, patos o conejos que no estuviesen completamente convencidos de que cada raza principal descendió de una especie distinta. Van Mons, en su tratado sobre peras y manzanas, muestra que no cree en modo alguno en que las diferentes clases, por ejemplo, el manzano Ribston-pippin, o el Codlin, pudieron nunca haber procedido de semillas del mismo árbol. Podrían citarse otros innumerables ejemplos. La explicación, creo yo, es sencilla: por el estudio continuado durante mucho tiempo están muy impresionados por las diferencias entre las diversas razas; y, aunque saben bien que cada raza varía ligeramente, pues ellos ganan sus premios seleccionando estas ligeras diferencias, sin embargo, ignoran todos los razonamientos generales y rehúsan sumar mentalmente las ligeras diferencias acumuladas durante muchas generaciones sucesivas. ¿No podrían esos naturalistas, que, sabiendo mucho menos de las leyes de la herencia de lo que saben los criadores, y no sabiendo más que lo que éstos saben de los eslabones intermedios de las largas líneas genealógicas, admiten, sin embargo, que muchas  de nuestras razas domésticas descienden de los mismos padres, no podrían aprender una lección de prudencia cuando se burlan de la idea de que las especies en estado natural sean descendientes directos de otras especies?